miércoles, 9 de mayo de 2018

Lo que piensan los jóvenes árabes sobre su futuro


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
A los hipotéticos seguidores de este blog, que comenzó con la Primavera Árabe, el 1 de febrero de 2011, no les pillará por sorpresa el titular de ayer con el que el diario El País recoge los datos de una encuesta realizada entre la juventud de los países árabes: "Rusia es amigo y EE UU, enemigo... al menos para los jóvenes árabes". En su esquematismo, el titular reproduce la simplicidad con la que muchos ven las cosas en esa zona conflictiva del mundo, en donde quizá muchas cosas hayan quedado reducida a la vieja pregunta del centinela en la noche: ¿amigo o enemigo? Lo que encierren esas palabras, la sinceridad o engaño que contengan, es algo más complejo y requerirán sesudos tratados enteros para definir conceptualmente lo que es ahora visceral.
Las épocas en las que Barack Obama era recibido con satisfacción en el auditorio de la Universidad de El Cairo quedaron hace tiempo muy lejos, como un recuerdo que muchos no quieren revivir.
El matiz de que la encuesta se haya realizado entre los jóvenes es de gran importancia porque implica una larga duración de este sentimiento dada la juventud estadística de estos países cuyo crecimiento es grande. Son mayoritariamente jóvenes y esos jóvenes ven a los Estados Unidos como un enemigo, algo con lo que tendrán que lidiar los próximos presidentes norteamericanos durante mucho tiempo.
Nos dicen en el artículo:

La pregunta de la encuesta es la siguiente: ¿quién dirías que es el mayor aliado de tu país? Responden jóvenes árabes de 16 países, con edades de entre 18 y 24 años. La mayoría de los encuestados por la empresa de comunicación ASDA’A Burson-Marsteller coincide en señalar a aliados vecinos hasta que, entre los cinco primeros se cuela un país no árabe. Se llevaba la palma desde 2012 Estados Unidos. Quinto ese año, también en 2013, 2014; en segundo y tercer lugar los años 2015 y 2016, y de nuevo quinto el pasado año. Pero en el último estudio, el de 2018, EE UU ha desaparecido incluso del top ten de aliados. Cae al puesto número 11. Su lugar lo ha ocupado... Rusia. El primero en la lista de amigos es Emiratos Árabes Unidos.
La caída de EE UU y el ascenso de Rusia es uno de los cambios más significativos registrados en la décima Encuesta a los Jóvenes Árabes, para la que se entrevistaron a principios de año a 3.500 hombres y mujeres de Norte de África (Argelia, Egipto, Marruecos, Libia y Túnez), de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Omán y Bahréin) y de la región levantina (Jordania, Irak, Líbano, Palestina y Yemen). El desplome de EE UU, un año después de que el magnate Donald Trump asumiera la presidencia, se traduce en una caída de 12 puntos en tan solo dos años. Esto es, en 2016, el 25% de jóvenes árabes preguntados creía que la primera potencia mundial era el mejor amigo de su nación. Ahora solo lo hace un 13%.*


Según se nos expone, la reacción sería más "anti Trump" que anti norteamericana, ya que todo se liga a la irrupción de Trump en la vida política nacional e internacional. Sin embargo, hay muchos más factores en juego que han determinado los cambios.
El diario resalta en sus titulares la cuestión del amigo, ahora enemigo, americano. Trump acaba de firmar la retirada del acuerdo nuclear con Irán en medio de amenazas de destruir un país que dice "¡muerte a Estados Unidos!", diciendo proteger las ciudades americanas de las bombas atómicas iraníes, por ahora solo parte de sus enunciados. Lo que ha hecho tendrá consecuencias imprevisibles sobre una zona ya castigada en la que los aliados de Irán acaban de ganar las elecciones en Líbano ante una enorme abstención. Oriente Medio, toda una amplia zona que va de Libia a Yemen y las fronteras mismas de Turquía está de nuevo en el aire.
Pero esta encuesta es anterior, probablemente marcada por otra decisión polémica: el traslado de la embajada norteamericana a Jerusalén, criticada por toda la comunidad internacional. Las decisiones de Trump, que se presentan siempre entre gestos de fuerza, lo único que hacen es debilitar la zona y exponerla a mayores peligros, que es lo que muchos perciben. No tiene nada de particular, pues, que pese a las críticas al papel de los Estados Unidos —los errores de la política exterior de Barack Obama y Hillary Clinton—, sea la llegada de Donald Trump lo que ha hecho desplomarse la percepción de los jóvenes árabes respecto a la "amistad americana".
Pero es necesario ir a la fuente original para comprender el conjunto de lo que se desprende de la encuesta realizada por la agencia de relaciones públicas ASDA’A Burson-Marsteller —cuyo lema es "nadie conoce Oriente Medio mejor que nosotros"— que aborda cuestiones importantes sobre el liderazgo. El resumen de lo detectado lo presentan en los siguientes diez puntos:

1. YOUTH SAY THE PAST DECADE – SHAPED BY THE ARAB SPRING AND DAESH – HAS LEFT THE MIDDLE EAST DRIFTING OFF COURSE
2, TO STEER THE REGION IN THE RIGHT DIRECTION, ACTION IS NEEDED ON JOBS, EDUCATION, GOVERNMENT CORRUPTION AND THE FIGHT AGAINST TERROR
3. YOUNG ARABS SEE SAUDI CROWN PRINCE MOHAMMED BIN SALMAN AS A STRONG LEADER WHO WILL SHAPE THE NEXT DECADE
4. ARAB YOUTH OVERWHELMINGLY WELCOME THE MOVE TO ALLOW WOMEN TO DRIVE IN SAUDI ARABIA, BUT SAY MORE MUST BE DONE TO ADDRESS WOMEN’S RIGHTS THROUGHOUT THE REGION
5. YOUNG ARABS ARE CONVINCED THAT DAESH – AND ITS IDEOLOGY – WILL BE TOTALLY DEFEATED
6. YOUTH ACROSS THE MIDDLE EAST INCREASINGLY VIEW THE US AS AN ADVERSARY, WHILE RUSSIA CEMENTS ITS POSITION AS THE TOP NON-ARAB ALLY
7. THE UAE REMAINS THE TOP COUNTRY ARAB YOUTH WANT TO LIVE IN, AND WANT THEIR OWN COUNTRIES TO EMULATE
8. YOUTH IN THE LEVANT HAVE AN INCREASINGLY BLEAK OUTLOOK COMPARED WITH THEIR PEERS IN NORTH AFRICA AND THE GULF STATES
9. WHILE YOUNG ARABS INCREASINGLY TURN TO SOCIAL MEDIA FOR THEIR NEWS, THEY SEE CNN AS THE MOST TRUSTED AND AL JAZEERA AS THE LEAST TRUSTED NEWS SOURCES
10. INSPIRED BY THE DIGITAL REVOLUTION, FUTURE ARAB ENTREPRENEURS TURN TO THE TECH SECTOR, WHICH OFFERS PLENTIFUL OPPORTUNITIES IN THE REGION**


Los 10 puntos permiten ciertas agrupaciones para una mejor comprensión. Los tres primeros puntos tienen que ver con la percepción de la situación y las oportunidades frustradas. En el primero ven su situación actual como caótica "responsabilizando" a la Primavera árabe y al Estado Islámico. Si tenemos en cuenta que la "Primavera" fue un movimiento esencialmente de "jóvenes" no deja de ser importante que lo vean como un imposible inestable, es decir, unos ideales perdidos por el camino que han generado otro movimiento que también puede ser considerado "joven", el Estado Islámico, la reacción contraria. No estamos acostumbrados a pensar en el Estado Islámico como un "movimiento juvenil", pero creo que lo es. Surge como banderín de enganche de una de las ramas frustradas de la revolución que hizo caer dictadores pero no supo construir democracia. Esa juventud, entiendo, se ramificó en dos sectores, los de la democracia imposible y los del califato improbable. Los primero se han visto atacado desde los "nuevos viejos" poderes como "conspiradores" internacionales, "agentes occidentales", "destructores del islam", etc. mientras que los segundos intentaron convertirse en guerreros del islam pero no pasaron de terroristas. El primer punto da cuenta, pues, de la frustración por las oportunidades perdidas.

El segundo habla del cambio: educación, empleos, etc. Habla de todo lo que los dirigentes de los países no supieron o quisieron lleva a cabo y que causó las revoluciones. ¿Quién debe llevar en la "dirección correcta" a estos países si no consiguen liberarse de su corrupción, que les lleva en dirección contraria? Al ver la democracia como imposible, se cae en un distanciamiento de la posibilidad de soluciones. Educación, justicia social, mejoras económicas, etc. no están normalmente en las agendas de los corruptos o dictadores, que solo avanzan en más corrupción y el crecimiento del autoritarismo para evitar las críticas.
Es entonces cuando los jóvenes árabes miran a su alrededor y se fijan en el único país que parece moverse hacia mejoras positivo, irónicamente Arabia Saudí, el país del wahabismo y desde donde han salido gran parte de las ideas y la financiación del fundamentalismo, cuando no los propios terroristas, como Osama Bin Laden.
Es enorme el deseo de liderazgo dentro de la mentalidad árabe, algo que es también peligroso porque implica que las reformas siempre llegan desde arriba, desde una voluntad que pone a los "elegidos" al frente de las masas. De ahí surge la desconfianza democrática, que atrae el caos y no el orden. Es la versión del "caudillismo". La democracia trae caos, los caudillos orden.
El príncipe heredero de Arabia Saudí ha realizado unas cuantas reformas llamativas (abrir cines o que las mujeres puedan conducir) y eso le convierte en el líder deseado por aquellos que tienen cine o cuyas mujeres no tiene prohibido conducir. Se ve modernidad allí donde existía (y existe) un atroz medievalismo. Pero todo forma parte de esa percepción distorsionada, que convierte en "enviados" a los tímidos reformistas en una de las monarquías más retrógradas del planeta, cuya existencia se debe a la represión (de las patrullas de la policía de la virtud a las decapitaciones) y al petróleo.


Los siguientes puntos se refieren a la derrota del Estado Islámico y a la percepción de la necesidad de los derechos de las mujeres. Ninguno de los dos puntos está demasiado claro. El primero obliga a distinguir entre la derrota militar y la ideología radical, que no ha hecho sino crecer. Los derechos de las mujeres contrastan con otros datos que muestran los intentos de recortarlos por imposición de un machismo que considera que el feminismo y la defensa de los derechos son una forma de destrucción de las familias y el islam. Solo algún país está avanzando en ese sentido, más allá de las buenas intenciones. El diario El País me ofrece como noticia relacionada una cuyo titular es "Los jóvenes árabes son tan machistas como sus padres" y es del 15 de mayo de 2017. Creo que se acerca más a la realidad que lo expresado de forma general.
Los siguientes de la lista de conclusiones abordan temas diferentes, el ya señalado sobre el hundimiento de los Estados Unidos, la idealización de Emiratos, la percepción negativa de algunas zonas (como Yemen), la confianza hacia medios como la CNN o la BBC (que implica desconfianza hacia los propios) y, finalmente, la percepción de un futuro digital como salida de los jóvenes al encierro en el que viven.
La cuestión mediática es interesante en momentos en los que, por ejemplo, Egipto ha llevado al parlamento el cierre de la BBC en su territorio mientras cuatro países reclaman el cierre de la qatarí Al-Jazeera o bloquean cientos de medios digitales o crear su propio Facebook. La batalla por la información lleva a una estrategia de control mediático que hará más débil la libertad y la crítica, herramientas indispensables para la renovación que acabe con los poderes corruptos dentro del sistema. Las restricciones a la información aumentan de Turquía hasta Marruecos. En este panorama, pensar en un futuro digital tiene cierta ironía, pues se están restringiendo las posibilidades de acceder a una sociedad global como forma de control.


Los países árabes son jóvenes. Tener jóvenes en los países implica la responsabilidad del desarrollo para crear oportunidades y no vivir en un estado de frustración permanente que acaba llevando a la gente a las calles entre mareas de protestas. Así está ocurriendo en Túnez, donde se están debilitando los logros de la revolución por la incapacidad de librarse de la corrupción y avanzar por los buenos caminos. Por supuesto,  esto no es exclusivo de los jóvenes árabes.
Lo negativo de esto es la percepción frustrada de la democracia. Que el modelo político de liderazgo sea el príncipe heredero de Arabia Saudí, cuyas reformas son fáciles por ser el país más retrógrado, dice mucho sobre el clima y las posibilidades. La desconfianza en los gobiernos y en las posibilidades de autodecisión se revelan en la encuesta. Otro de los artículos sugeridos señala "Los jóvenes árabes pierden la fe en la democracia", esta vez de 2015. Tampoco hay, como se ve, novedad.
Lo más evidente, creo, es el hundimiento de los Estados Unidos de Trump, al que no solo los árabes han dejado de ver como "amigo", sino la mayor parte de los países del globo, aunque la diplomacia, la buena educación y la esperanza de que estos cuatro años pasen pronto obligan a no decirlo.


* "Rusia es amigo y EE UU, enemigo... al menos para los jóvenes árabes" El País 8/05/2018 https://elpais.com/internacional/2018/05/08/actualidad/1525778697_616560.html
** "TOP 10 FINDINGS. WHAT DO 200 MILLION ARAB YOUTH HAVE TO SAY ABOUT THEIR FUTURE?" http://www.arabyouthsurvey.com/findings.html

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