viernes, 30 de marzo de 2018

El día siguiente


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las elecciones egipcias terminaron y llegó el temido momento del recuento. ¿Temido por qué? Porque evidentemente había mucho en juego, pese a que todo el mundo sabía que ganaría por abrumadora mayoría. Pero como en las novelas policiacas, lo sabido no interesa; solo la novedad. Y la ha habido.
Lo que Abdel Fattah al-Sisi se jugaba no era la presidencia, que tenía asegurada, sino lo que él mismo había apostado: la legitimidad del número de votos. Ahora los poderes egipcios tienen que decidir si lo que ha perdido apoyo popular es el presidente o el régimen. Al-Sisi puede pensar que esa decisión está en su mano, pero es más que probable que no lo esté.
Los medios estatales egipcios ya dan sus primeras cifras desde ayer, después que se cerraran las urnas el miércoles. Son muy pobres y preocupantes para lo invertido en el esfuerzo de llenar un país de carteles, asegurarse que las empresas estimulaban el voto dando horas libres, etc.. Ahram Online, el diario estatal ofrece estos datos:

All preliminary indicators from Egypt's 2018 presidential elections indicate that incumbent President Abdel-Fattah El-Sisi has achieved a landslide victory, securing over 90 percent of the vote, while the voter turnout is expected to be over 40 percent of eligible voters, state TV reported.
Vote counting began late on Wednesday after polls closed, and is still ongoing at some polling stations in a few governorates around the country.
The official results are set to be announced by the National Elections Authority (NEA) on 2 April.
According to sources close to El-Sisi's campaign, the estimated turnout in the elections, which were held Monday through Wednesday, is around 25 million out of 59 million eligible voters.
According to the same sources, El-Sisi received 92 percent of the vote, his sole opponent Moussa Mostafa Moussa received 3 percent, while around 5 percent of voters cast a blank ballot.
The estimates reported by state TV are based on current vote counts in 24 of Egypt's 27 governorates.
State TV also projected that more than 21 million voters cast their ballot for El-Sisi, while his opponent Moussa, who is the head of the Ghad Party, is estimated to have received 686,000 votes.*


Estos datos los repiten unos y otros. A falta de algunas provincias, el adelanto de resultados tiene que haber sonado, como diría Stendhal, como un pistoletazo en un concierto. Toda la fiesta millonaria creada alrededor del presidente, todas las maniobras realizadas contra la oposición, los autobuses y regalos... todo ello se resuelve con una importante pérdida de votos frente a un candidato títere, puesto allí para justificar ante el mundo lo injustificable. Pese a las amenazas lanzadas contra quienes no votaran, una multa de 500 libras egipcias y quedar marcado en un censo como "no votó" (el régimen siempre saca buen provecho de los datos de este tipo), la mayoría de los egipcios se han quedado en su casa. Un ocho por ciento de los que han votado (3% del rival y 5% en blanco) no lo han hecho por el presidente. Todo ello, con una pérdida de votantes de 7% respecto a las elecciones anteriores. 21 millones de votos son el resultado obtenido por el régimen encabezado por su presidente.
Por el momento hay discreción hasta que los resultados sean oficiales. Como suele ocurrir en situaciones bajo esta presión, las interpretaciones de los resultados esperan a que alguien sea el primero. Solo los datos, bastante elocuente en el terreno en que el propio régimen cometió el enorme error de plantearlo: como un desafío a las mentiras del mundo. No solo había que votar por al-Sisi. Hacerlo era demostrar a los enemigos de Egipto repartidos por todo el mundo, a los de dentro y a los de fuera, que no podrían acabar con el país, con la civilización y con la verdad. En estos términos se ha planteado. Y se ha fracasado. Si se quería tener más participación que en las elecciones anteriores, no se ha logrado. En los términos planteados por ellos mismos, los objetivos no se han cumplido.
Ahora toca la tarea de interpretar los resultados, de escribir un artículo, realizar una entrevista en la que se diga que se han perdido uno millones de votos en estos cuatro años, pese a las amenazas de multas, abrir una hora más los colegios electorales el miércoles para que pudieran votar los asustados del último momento; pese a las promesas de agua a los pueblos que más votaran, de más infraestructuras para las poblaciones que fueran a votar en masa, pese a los viajes a La Meca ofrecidos, pese a cubrir el país de la cara de al-Sisi, pese a todo ello... no se han cubierto los objetivos. Los jóvenes no han ido y muchos de los que son cuatro años más viejos no han votado tampoco.


Para confirmar la amenaza —tal como se contaba en Mada Masr de ese delegado de educación grabado que exigía votar para demostrar que en Egipto había "libertad total", el objetivo, de nuevo, es la prensa. Egypt Independent señala:

Egypt’s State Information Service (SIS) praised the foreign media coverage of the 2018 Egyptian presidential election, according to media statements from Mohammed Imam, the head of the SIS operations room, but warned about consequences for ‘unprofessional’ coverage of the election.
Imam affirmed that since the beginning of the first day of the election, general coverage has been positive with the exception of some articles by writers in international media outlets that are not accredited with the Egyptian Center for Foreign Correspondents.
He added that the SIS operations room under the leadership of Diaa Rashwan met with a number of foreign correspondents to solve their issues in covering the election, emphasizing that the BBC, CNN, and Reuters published good reports on the elections.
The coverage was balanced, but some writings focused on political issues unrelated to the election, Imam said.
“This is a positive indicator given the increasing numbers of foreign media who are interested in providing media coverage of the election,” he explained.
“Any foreign article written in a non-professional manner regarding the presidential election will receive a direct and clear response. If the writer is in Cairo, then they will be summoned, even if they are not a resident. A clarification will be sent to him or her regarding the information they published,” he said.**


Ahram Online y el sito web oficial del gobierno sobre medios informan con fotografías del responsable sobre la retirada de una información de Reuters gracias a sus esfuerzos. En efecto, el vídeo ha sido retirado por no ofrecer los estándares de calidad de Reuters ("The item detailed below is withdrawn because it did not meet Reuters standards", se señala en Reuters). La información titulada "Food, buses, and cash: Getting out the vote the Egyptian way" estaba elaborada desde El Cairo. Una "gran victoria internacional que permitirá nuevos ataques al conjunto de la prensa y mantener la tesis general de que son conspiradores y mentirosos.


Sabedores de esto, los periodistas extranjeros han informado durante los tres días con mucho cuidado no fueran a acabar en la frontera. Han dejado a sus columnistas en casa que trabajaran sobre los aspectos más críticos para estar a salvo por la distancia. Eso le sirve al régimen egipcio diciendo que los que escriben sobre el país no están allí y no son "profesionales". Giulio Regeni sí estaba allí y escribía críticamente sobre Egipto y sus sindicatos en el diario Il Manifesto: fue grabado, secuestrado, torturado y su cuerpo apareció en una cuneta en el desierto cuando el gobierno italiano exigió que apareciera. Él sí estaba allí.
La amenaza de expulsión a los periodistas no es solo un acto verbal. La periodista británica que llevaba 7 años viviendo en El Cairo fue puesta en la frontera sin más explicación antes de las elecciones. En Egipto, sí, como decía el funcionario de Educación "hay libertad total".
The New York Times se hace eco de las amenazas a la prensa:

Coverage of those tactics in the international news media drew harsh criticism from the government and its supporters, who accused reporters of presenting a distorted picture of the election.
“So the foreign media chose darkness,” wrote Hany Assal, a columnist with the state-run Ahram newspaper. “It reported and searched for the negative and worked hard to emphasize it.”
The State Information Service warned foreign reporters of unspecified consequences for “unprofessional” coverage of the election.***

Esto lo dice un régimen que llama "traidores" y "conspiradores" a los que le critican. Podríamos llamarlo "buscar el lado oscuro de las críticas".
Pero el peso principal de las críticas no va tanto al gobierno egipcio, sino al papel que los Estados Unidos han jugado oficialmente en estas elecciones. El diario critica duramente a los miembros de la embajada norteamericana:

In a message posted to the United States Embassy’s Twitter feed on Monday, the first day of the vote, the United States chargé d’affaires in Cairo, Thomas H. Goldberger, said: “As Americans we are very impressed by the enthusiasm and patriotism of Egyptian voters.”
 Chargé d’Affaires Goldberger visited a polling site in Sayeda Zainab today. As Americans we are very impressed by the enthusiasm and patriotism of Egyptian voters.
Timothy E. Kaldas, a nonresident fellow at the Tahrir Institute for Middle East Policy, said the statement sent the wrong message to Mr. Sisi.
“To put out an image like that, without any context of the repression that has marred and undermined the credibility of the vote, puts the U.S. government in a position of being complicit with the repression,” he said.
Sisi posters outside a polling station in Cairo. Voters reported bribes, blandishments and threats to bolster turnout, seen as a crucial measure of Mr. Sisi’s legitimacy. Credit Mohamed El-Shahed/Agence France-Presse — Getty Images
A spokesman for the embassy declined to comment.
A handful of American observers, invited to monitor the vote by Egyptian officials, praised the vote in enthusiastic social media postings that showed the observers dancing with voters or eating with Sisi supporters.
One of the observers, Samantha Nerove, is a military veteran who runs a nonprofit called America Matters. Two others, Andy Braner and Sasha Toperich, wrote an online article before the vote that concluded “We should give el-Sisi a chance.”***


No deja de ser una profunda ironía que sean los trumpistas los que sigan alentando al régimen de al-Sisi. Se ha criticado duramente con anterioridad al gobierno de los Estados Unidos por mandar al mundo mensaje de apoyo a las dictaduras y regímenes autoritarios. Lo hicieron informes de asociaciones internacionales señalando que los discursos despreciando los derechos humanos o los ataques a la prensa estaban siendo un muy mal ejemplo para muchos países. Los ataques verbales o con tuits contra la prensa estaban siendo llevados más allá en regímenes dictatoriales diciendo que es así como se actúa en los países occidentales. Esta excusa la ha utilizado Egipto con frecuencia, calcando los discursos anti prensa.
La preocupación de The New York Times es lógica ya que con ello los Estados Unidos pierden su capacidad de liderazgo de las libertades. Los Estados Unidos de Donald Trump ya no son el líder moral de nadie más que de los dictadores con complejos.
Las semanas pasadas han tenido un amplio debate sobre su felicitación a Vladimir Putin por su "éxito" electoral. Ha sido duramente criticado por ello, justo en un momento en que muchos países occidentales están sancionando a Rusia por el intento de asesinato del ex espía ruso y su hija en Reino Unido. Ya solo falta que Trump felicite oficialmente al "fantastic guy", el presidente al-Sisi, y le diga al mundo que está haciendo un "great job". Con ello solo consigue acabar de fomentar. Las críticas por las felicitaciones a los diplomáticos norteamericanos en El Cairo, como hemos visto, se basan en que suponen un respaldo a la represión. Suponen además un engaño a los propios egipcios que pasan a considerar que lo que ocurre allí forma parte de una "normalidad" respaldada por países poderosos. Su presidente, piensan, tiene amigos poderosos y esa es la base del gobierno.
Ahora, con las urnas cerradas, el régimen egipcio se enfrenta a un claro declive que hará que los entusiasmos sean más moderados y las críticas arrecien, algo que le es muy difícil de llevar. Los responsables, claro, serán los que se niegan a reconocer los méritos excelentes y prefieran ahondar en lo más oscuro, es decir, los medios y sus profesionales.
La prensa internacional ha comenzado a criticar el baile de cifras. Lo que era un 92% de los votos ha pasado al 96,9%, más que lo que obtuvo la otra vez, pero con una abstención mayor. También esta ha pasado de "rondar el 40%", como se ha dicho, a un 42%, lejos todavía de los datos anteriores. De seguir así, es probable que en próximos días los votos se reproduzcan como conejos. No es preocupante porque se evidencia así en mayor medida la debilidad que se ha percibido en el régimen. Son síntomas de miedo, no por lo que otros vaya a hacer, sino por lo que van a tener que hacer ellos para seguir al frente perdiendo apoyos populares.


Desde el punto de vista interno, el resultado abre un conflicto en la sombra. Los que consideren que Abdel Fattah al-Sisi ha fracasado en estos cuatro años y que pueden encontrarse con una fuerte contestación tendrán que plantearse lo que todo el mundo daba por cierto: la reforma de la constitución para prologar los mandatos presidenciales. Si esto se hace por una consulta popular, con estas cifras, se corre el riesgo de perderlo. Es dudoso que los partidos de oposición democrática o que la base islamista extensa se mantuviera en la abstención pudiendo dar un serio golpe a los proyectos del régimen. Eso significa hacer de la necesidad virtud: un relevo para al-Sisi. La otra opción es que una enorme violencia obligue a gobernar bajo una ley de excepción, suspendiendo la constitución, los próximos treinta años. 
A Mubarak le funcionó.


* "Egypt's Sisi secures over 90% of vote in 2018 presidential elections with turnout over 40%: State TV projections" Ahram Online 29/03/2018 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/1187/293692/Egypt/-Presidential-Elections--/Egypts-Sisi-secures-over--of-vote-in--presidential.aspx
** "Cairo-based foreign reporters writing unprofessional election coverage will be ‘summoned’: SIS" Egypt Independent 29/03/2018 http://www.egyptindependent.com/cairo-based-foreign-reporters-writing-unprofessional-election-coverage-will-be-summoned-sis/
*** "Sisi Is Poised to Win Egypt’s Election, With 92% of the Vote" The New York Times 29/02/2018 https://www.nytimes.com/2018/03/29/world/middleeast/egypt-sisi-vote.html





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