miércoles, 20 de diciembre de 2017

El plan

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
A veces parece que no pensamos demasiado lo que las cosas implican y es muy fácil proponer pero menos realizar. Digo esto por la iniciativa del Partido Popular, vía su portavoz en el Congreso de los Diputados, el señor Hernando, y que el diario El País recoge con el siguiente titular "El PP propone medidas en el Congreso contra las noticias falsas en la red".
Como toda cruzada destinada a erradicar el mal en cualquiera de sus versiones, existe una gran distancia entre el deseo y la realidad. Estamos de acuerdo en que las noticias falsas, como todo aquello que sea "falso", no deberían existir. Sin embargo, la existencia de cualquier institución que corra más que su sombra está destinada al fracaso. La mentira corre que se las pela, mientras que la lentitud de la justicia es proverbial.
El diario El País señala el deseo del partido:

El Partido Popular ha presentado este martes una iniciativa en el Congreso de los Diputados para impulsar medidas que garanticen la veracidad de las informaciones que circulan por Internet y así “evitar injerencias que pongan en peligro la estabilidad institucional de España”.
En esta proposición no de ley, según ha explicado el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, incluye cuatro líneas de actuación que implican al Gobierno, instituciones públicas especializadas, proveedores de servicios e infraestructuras de Internet, medios de comunicación, usuarios y asociaciones.*


No sé si se trata de una broma lo de las "cuatro líneas", pero pudiera serlo. Las instituciones públicas especializadas ¿en la verdad? No entiendo  muy bien el funcionamiento aunque entienda el concepto general. Tampoco entiendo el concepto de "peligro de la estabilidad institucional de España" que me parece rimbombante pero hueco, mucho ruido y nada más. La extensión a los "proveedores de servicios e infraestructura de internet" es pedirles que sean ellos los que determinen si lo que circula por millones por minuto en las redes es verdad o mentira o perturba la estabilidad de alguien. La parte final también es una especie de brindis al sol con lo de la "comunicación, usuarios y asociaciones".
¿Queda lago? Sí, los mentirosos. En realidad son los únicos que cuentan ya que son los que hacen y ponen en marcha el mecanismo. Los demás son meros comparsas o cómplices involuntarios desde su buena o mala fe.




Por ejemplo, todo el mundo está de acuerdo en que el Brexit se produjo tras una serie de mentiras continuadas, muchas de ellas perfectamente verificables que crearon una opinión errónea en muchos británicos que creyeron las mentiras que les contaron sobre los beneficios de la salida de la Unión Europea. ¿Y qué?
Por ejemplo, las ex autoridades catalanas dijeron a los que salieron a participar en el referéndum ilegal que era legal o que Europa les recibiría con los brazos abiertos y que iban a ser más ricos. Todo era falso y lo sabían. ¿Y qué?
Por ejemplo, el señor Donald Trump estuvo mintiendo durante toda su campaña electoral; pese a ello ha llegado a ocupar la Casa Blanca. Una vez en ella, los medios reproducen el número de mentiras que dice diariamente desde su primer día siendo presidente. Puestos a desestabilizar, lo ha hecho con medio mundo simplemente por decidir cambiar la capital de Jerusalén mientras dice seguir apoyando el proceso de paz en la zona. ¿Y qué?


En los tres casos expuestos, una parte importante quiere vivir con esa mentira. Aman sus mentiras y rezan porque les cuenten nuevas e interesantes mentiras cada día. Sin ellas, el mundo les parece aburrido y sin colores.
¿Cuáles son las medidas que el señor Hernando proponer para combatir las mentiras en el mundo? Hay mentiras a corto, mediano y largo plazo. Contra las primeras hay poco que hacer porque son demasiado rápidas y cuando te quieres dar cuenta ya se te han colado. A mediano plazo ya has perdido porque las ha escuchado todo el mundo. Y a largo plazo no merece la pena molestarse porque ya habré otras nuevas más eficaces.
Lo de mentiras que desestabilicen es gracioso porque es como prohibir los terremotos que estén por encima de 7'5 en la escala de medición. Dice el texto de la noticia:

La propuesta, que deberá ser debatida por el pleno de la Cámara, insta al Gobierno a elaborar métodos que puedan determinar la veracidad de las informaciones que circulan por la red y que esos métodos se traduzcan en medidas de acción para detectar esas informaciones y su “sellado” o descalificación como potencial noticia falsa.
Asimismo, plantea que se introduzcan “sistemas de vigilancia, monitorización, mitigación y respuesta” en los servicios de seguridad pública ante “acciones extranjeras que hayan sido destinadas a cuestionar y debilitar la confianza en las instituciones públicas y, en general, lo valores democráticos”.
La iniciativa urge al Ejecutivo a que promueva la colaboración, la cooperación y la búsqueda de un acuerdo global contra la desinformación como amenaza global para los sistemas democráticos. “Especialmente”, defiende el proyecto, “si se trata de una amenaza gestionada por actores extranjeros con intenciones hostiles”, exigiendo medidas específicas para “proteger escenarios sensibles como los procesos electorales”. Para hacer frente a esas campañas de desinformación “con intenciones hostiles contra países de la Unión Europea”, propone que se refuerce la comunicación estratégica.*

¿Insta?Es de una ingenuidad pasmosa eso de "elaborar métodos que puedan determinar la veracidad de las informaciones", y además que se apliquen, no se vayan a quedar en nada. Quizá deba sonar una alerta de esas que escuchamos en las películas de submarinos para que todos acudan a sus puestos de combate.


No sé si lo que pide el señor Hernando es posible o es solo una quimera mecánica, una máquina de la verdad con lucecitas y un embudo en la parte superior para los echar artículos y ver como parpadean las luces rojas y verdes. "Esta sí, esta no. Esta sí, esta no". Habría que pedirle al señor Hernando alguna ayudita sobre cómo escapar a las mentiras, medias verdades e insinuaciones y rumores que determinan el tejido de la opinión, tan sensible a lo que les llega. Contra la mentira, la verdad, remedio que no gusta a muchos asesores.
Quizá haya que recuperar la noticia de este verano:

Twitter lleva casi un año a la venta sin encontrar comprador. Google y Disney son solo dos de las empresas que han tanteado el terreno sin llegar a ejecutar la operación. Ahora ha aparecido un inesperado actor con una peculiar intención: comprar la red social para suspender la cuenta de Donald Trump, desde la que el presidente publica polémicos mensajes.
Valerie Plame es una ex agente de la CIA conocida por haber sido el escándalo conocido como "Plamegate", después de que su identidad como operativo de la agencia fuese revelado en 2003 cuando se encontraba en Niger investigando las posibles conexiones de la industria del uranio y el régimen de Sadam Hussein. La filtración condujo a una serie de juicios en los que se llegó a denunciar a Dick Cheney, aunque el juez desestimó esta demanda.
Ahora la agente se ha puesto un nuevo objetivo: retirar uno de los altavoces a Donald Trump. "Si los ejecutivos de Twitter no cierran el odio y la violencia de Trump, entonces es nuestra obligación", tuiteó con los hashtags #BuyTwitter (compra Twitter) y #BanTrump (bloquear a Trump). Para ello, ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding.**


Al menos ella tenía un plan. No era fácil, pero —con todo— es más factible que lo del señor Hernando, quien se limita a pedir sin ofrecer alguna idea al respecto. Parece más bien que, sin tener idea, se ha limitado a lanzar su noticia para hacer ver que se hace algo. La guerra informática es complicada y sin muchas contemplaciones. Si te tienes que parar a ver si es verdad o mentira lo que cuentan, ya has perdido la iniciativa y te han marcado el gol. En un pispás ya está la mentira en boca de todo el mundo. Y ya desde ahí es imparable porque la repetirán todos aquellos a los que atraiga.
El problema ya no es si es verdad o mentira, que es lento y problemático, según de lo que se trate. Lo importante es cómo se frenan las iniciativas de intervención de países, grupos o personas que tienen en mente realizar algún tipo de acción que cree el caos informativo durante el tiempo necesario como para "desestabilizar". No es sencillo porque son profesionales de estas cosas.
La mentira no se ha inventado hoy y los mentirosos no han nacido ayer. La tecnología es solo una parte. Cuidado con la situaciones visionarias de creer que es posible hacerlo así. Cualquier medida restrictiva tendrá en contra a los que se vean perjudicados, que serán muchos.



Estas cosas siempre acaban mal. Acaban con acusaciones de censura, actos de autoridad y críticas generalizadas y defensa de la libertad de expresión. Aquí hemos criticado muchas veces el error del gobierno egipcio al trata de de instituir la verdad oficial y exigirle a los medios que no se aleje de ella. No tendría sentido hacer lo mismo. La denuncia de la mentira y realizar auténticos debates sociales, explicando ideas y proyectos son mejores soluciones. Educar en la verdad y menos mentirosos sueltos, igualmente ayuda. Recurrir a censuras, bloqueos, etc. es intentar ponerle puertas al campo.


* "El PP propone medidas en el Congreso contra las noticias falsas en la red" El País19/12/2017 https://politica.elpais.com/politica/2017/12/19/actualidad/1513701045_706871.html

** "Una exagente de la CIA quiere comprar Twitter y evitar que Trump lo use" El Español 24/08/2017 https://www.elespanol.com/social/20170824/241476040_0.htmlhttps://www.elespanol.com/social/20170824/241476040_0.html


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