miércoles, 21 de junio de 2017

Silencio, vergüenza y asuntos internos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La autoprofecía del presidente Abdel Fattah al-Sisi sobre que los egipcios solo debían escucharle a él está cercana a cumplirse. No por deseo expreso de los egipcios, desde luego, sino por el continuo cierre y bloqueo de medios. Lo que empezó con sus furibundas campañas contra Aljazeera y sus corresponsales en Egipto, se ha convertido a día de doy en una auténtica tormenta de silencios. Unos medios están bloqueados; otros se han llenado de noticias insustanciales a la espera de que pase esté furor de censura. 
Egypt Independent titula "Total number of blocked sites reach 101 in Egypt"*. El número empezó a crecer de forma meteórica en las últimas semanas  en las que las cifras aumentan. Señala el periódico:

An additional seven websites have been blocked in Egypt, raising the total number of blocked sites to at least 101 as of Tuesday.
The Association for Freedom of Thought and Expression (AFTE) published on its website on Tuesday that newly blocked sites include Akhbar al-Sabah, Hermes Press, Waraa el-Ahdath, Sada net, Al-Araby TV, Masr al-Ekhbaria, and Aml al-Ommah.
In their report, titled “A decision from an unknown source on the blocking of websites in Egypt”, AFTE called on the Egyptian government to lift the ban on these websites and to disclose what the ban is actually based on.
Since May 24, a number of news websites have been blocked to the Egyptian public, including a number of websites licensed to work in Egypt.
The blockage includes independent news website Mada Masr; the privately-owned Daily News Egypt; Qatar-owned news agencies Al-Jazeera, El-Sharq, Al-Rayah and El-Watan; in addition to the US-based HuffPost Arabic, without any official announcement or clarification from any telecommunications entities regarding the reason.
Amnesty International condemned the blockage of news websites in a statement, criticizing the state’s reasoning of “protecting national security” as justification for the continued repression of media freedoms.*


Mucho nos tememos que esto sea algo más que un ataque de autoritarismo. Por alguna circunstancia, el gobierno egipcio necesita del aislamiento informativo del pueblo egipcio; necesita que, efectivamente, se escuche solo una voz, la oficial, la del presidente, en un ataque extremo de personalismo en un país que ha hecho del personalismo una forma de gobierno desde su origen moderno.

Puede ser que se trate de frenar el descrédito por la incapacidad de frenar el deterioro de la situación económica o porque —como hemos advertido en ocasiones sobre esta estrategia— las promesas caducan. Todos los discursos sobre un maravilloso futuro a la vuelta de la esquina tienen su fecha de caducidad. Cada movimiento del gobierno asegurando la llegada de la prosperidad, como el nuevo ramal del Canal, se ha quedado en nada; cada visita anhelada se ha quedado en una hermosa fotografía de recuerdo. Solo la compra de armas se mantiene, porque es un negocio serio.
Ya nadie se acuerda de los miles de niños que se iban a enviar a Japón para que estudiaran allí y revolucionaran al país a su vuelta; nadie se acuerda de que los bancos se quedarían con los céntimos del cambio para sacar al país adelante, una solución digna de un premio Nobel de Economía. Nadie se acuerda de...
La prensa crítica está obligada a ser voz y memoria  memoria. Y hacer ejercicio de memoria es peligroso cuando no se tienen éxitos que llevarse a la boca. 
Tampoco son muy alentadores los pactos sobre la "no interferencia" en "asuntos internos", una de las doctrinas más queridas por las dictaduras cruentas. Un "asunto interno" es, por ejemplo, cerrar periódicos o encerrar gente en la cárcel. Los malos amigos, los conspiradores, etc. son los que interfieren y protestan por cosas que no van con ellos.


En esto, las doctrinas oficiales traspasan la línea de la paciencia. Para la defensa de los excesos cometidos, los ministros de ponen como ejemplo las leyes de emergencia puestas en marcha tras los atentado en Francia o Gran Bretaña, intentado un símil imposible porque las consecuencias en ambos países no tienen nada que ver con la interpretación egipcia. Solo a la señora May se le ocurrió hablar de "rebajar" los derechos humanos y seguro que le ha costado un buen puñado de votos. Las leyes de excepción en Egipto duran treinta años, como la que le sirvió a Hosni Mubarak para mantener su régimen en pie. Treinta años ya no es excepción, sino anómala normalidad, perversión sostenida en el tiempo. Ni por asomo pasan las mismas cosas en Francia o Reino Unido que en el Egipto de al-Sisi, por más que se empeñen.
La ley de las ONG, de igual forma, se ha hecho restrictiva para evitar testigos molestos. Los que quieren "existir" deben evitar las críticas a la situación del país en cualquiera de sus ámbitos. El gobierno sigue pensando que el silencio es la mejor arma.


Pero es difícil que se mantenga el silencio ante noticias como la que nos trae Mada Masr: "Court reduces sentence of police officer who killed Shaimaa al-Sabbagh from 15 to 10 years in prison"**. Esta es la noticia:

South Cairo Criminal Court ordered the arrest of Central Security Forces officer Yassin Hatem Salah on Monday for killing protester Shaimaa al-Sabbagh, sentencing him to 10 years in prison.
Sabbagh, a member of the Socialist Popular Alliance Party, died near downtown Cairo’s Tahrir Square during a peaceful street rally on January 24, 2015, after Salah shot her in the back at close range.
In February 2016, the Court of Cassation annulled a 15-year sentence handed to Salah in June 2015 by Cairo Criminal Court for intentionally using fatal force, and ordered that he be retried by a new court, defense lawyer Mohamed Abdel Aziz told Mada Masr.
Monday’s 10-year verdict from the criminal court is final, according to Abdel Aziz. Although, lawyer Yasser Saad suggested it could still be appealed with the Court of Cassation.
Sabbagh was killed on the eve of the fourth anniversary of the January 25 uprising of 2011 during a protest organized by the Socialist Popular Alliance Party.
Police mostly used teargas canisters and birdshot to disperse protesters, but Salah fired his shotgun at close range, shooting Sabbagh in her back, and piercing her lungs and heart, according to the autopsy report.
Sabbagh’s death led to local and international criticism of the use of force by Egyptian police. In February 2015, Human Rights Watch issued a statement condemning Sabbagh’s murder, criticizing Egyptian police for their excessive use of violence to disperse peaceful protests.
Since her death, Sabbagh has commonly been referred to as the “Martyr of the Roses,” as she and her fellow protesters had been planning to lay a wreath of flowers in Tahrir Square in memory of protesters killed during the 2011 uprising.**


El asesinato de Shaimaa al Sabbagh es uno de los episodios más vergonzosos del régimen actual, junto con el secuestro, tortura y asesinato del estudiante italiano de doctorado Giulio Regeni. Son dos piezas criminales que definen claramente qué entiende el régimen por "estado de excepción".
El asesinato de la joven, como se nos refresca en la noticia, fue a sangre fría, a corta distancia, cobarde. El "héroe" eligió entre los que tenía más cerca a la mujer que llevaba flores, algo en su cabeza le hizo decidirse por ella. Quizá las flores en sus manos le parecieron un bonito detalle para un crimen.
Llamaron a sus compañeros socialistas a declarar y los encerraron como posibles cómplices de un crimen interno, de una conspiración. Ante tal barbaridad y el escándalo los soltaron. Solo la existencia de fotografías y vídeos del crimen hizo que el culpable fuera ante un juez. Las explicaciones fueron vergonzosas. Como es habitual, la primera condena es para acallar las protestas. Después, gracias a las continuas apelaciones, la condena se va reduciendo hasta que desaparece. Cuando llegue a una cifra suficiente, se considerará que ya ha pagado por ello y estará en la calle. Lo llaman "independencia" de los jueces.
La noticia de la reducción de la condena del asesino es otra mala noticia para Egipto. Es otra nueva demostración de la ausencia de voluntad. Aquí no pueden hacerse bizantinas disquisiciones sobre la "seguridad", el "terrorismo", etc. aunque se intentó.

2016

El otro caso, el de Giulio Regeni, tiene la "suerte" de tener detrás a un país, Italia, y a la Unión Europea, que ha condenado el hecho, la falta de transparencia del estado en este garrafal error. La prensa se ocupa periódicamente de las peticiones de "justicia" y "verdad" para Giulio Regeni. No tiene Shaimaa al-Sabbagh la suerte de tener detrás una resonancia internacional que el gobierno no pueda ignorar o quede, como ocurre, en evidencia. Shaimaa era egipcia y eso le da al gobierno y al Estado un derecho sobre su vida, su cuerpo y su muerte.
Su crimen fue llevar flores en el aniversario de la revolución robada, un 24 de enero, víspera del Día de la Policía, elegido por los egipcios en 2011 para protestar contra lo que consideraban un estado policial. Hoy solo se celebra el Día de la Policía. Los que quieren celebrar el espíritu del 25 de enero lo hacen de otra manera y se acuerdan de los mártires —traidores, vendidos al extranjero para la mentalidad antirrevolucionaria, destructores del orden perfecto de Mubarak—, de los de entonces y de los de cada 25 de enero, como Shaimaa al-Sabbagh, poeta, socialista, madre, mujer, egipcia.
De ella no se acuerda nadie; solo cuando hay alguna tropelía y a alguien se le cae la cara de vergüenza. Es un "asunto interno", uno de esos casos de los que no se debe discutir con los países vecinos, todos ellos ejemplo de liberalismo y práctica de los derechos humanos. Para ella, el silencio dentro y fuera. Pronto el silencio será total y solo se escucharán llamadas a la oración y toques militares de corneta.
Ni Shaimaa ni Giulio eran "terroristas" y en nada alteraban la seguridad del país. El silencio no tapa la vergüenza ni borra la historia. Acallar periódicos y reducir condenas a criminales solo sirve para que se recrudezcan las críticas exteriores, cuyo nivel no se ha rebajado. La versión oficial de los medios que van quedando es que los países occidentales respaldan y aplauden la labor egipcia. Nada más lejos, como se le dijo al presidente en su visita reciente a Alemania. La libertad de expresión, la represión, etc. no son "asuntos internos" y quien lo acepte se hace cómplice de lo que se haga.



* "Total number of blocked sites reach 101 in Egypt" Egypt Independent 20/06/2017 http://www.egyptindependent.com/total-number-of-blocked-sites-reach-101-in-egypt/

** "Court reduces sentence of police officer who killed Shaimaa al-Sabbagh from 15 to 10 years in prison" Mada Masr 19/06/2017 https://www.madamasr.com/en/2017/06/19/news/u/court-reduces-sentence-of-police-officer-who-killed-shaimaa-al-sabbagh-from-15-to-10-years-in-prison/

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