sábado, 24 de junio de 2017

Hacia el caos qatarí o las 13 exigencias

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El lío qatarí avanza hasta su punto de máximo caos. Como planteamos en su momento, la prensa internacional resalta la exigencia de Arabia Saudí y de los demás "aislantes" del cierre de Aljazeera. Es el que todos resaltan. Después, romper lazos con Irán, declararse culpable y pagar por ello. ¡Insólito!
La situación, tras la visita de Donald Trump a la zona, quedó en estado lamentable y caótico. El desplazamiento del foco desde Israel hacia Irán no deja de ser sorprendente pues Irán no parece mucho tener que ver con el terrorismo del Estado Islámico, al que combate sobre el terreno. Pero los recelos son constantes, tal como ocurre con Turquía con los kurdos. En teoría, están combatiendo contra los mismos aunque se combaten entre ellos. Es uno de los problemas de las guerra superpuestas, como ocurre en Siria.
Tras la visita de Trump, todos se lanzaron contra Qatar, e indirectamente contra Turquía, su aliada. El problema básico es que los Estados Unidos es aliado de todos ellos, por lo que solo las palabras de Trump han podido desencadenar este caótico movimiento.


Estas son las 13 exigencias a Qatar —les han dado diez días— que circulan, recogidas por el Middle East Eye (que también está incluido en las demandas):

Demand 1: Curb diplomatic ties with Iran and close its diplomatic missions there. Expel members of Iran's Revolutionary Guard and cut off any joint military cooperation with Iran. Only trade and commerce with Iran that complies with US and international sanctions will be permitted.  
Demand 2: Immediately terminate the Turkish military presence currently in Qatar and end any joint military cooperation with Turkey inside of Qatar.
Demand 3:  Sever all ties to 'terrorist organisations' - specifically the Muslim Brotherhood, the Islamic State group, al-Qaeda and Lebanon's Hezbollah. Formally declare those entities to be terrorist groups.
Demand 4: Stop all means of funding for individuals, groups or organisations that have been designated as terrorists by Saudi Arabia, the UAE, Egypt, Bahrain, the US and other countries. 
Demand 5: Hand over 'terrorist figures' and wanted individuals from Saudi Arabia, the UAE, Egypt and Bahrain to their countries of origin. Freeze their assets, and provide any desired information about their residency, movements and finances.
Demand 6: Shut down Al Jazeera and its affiliate stations.
Demand 7: End interference in sovereign countries' internal affairs. Stop granting citizenship to wanted nationals from Saudi Arabia, the UAE, Egypt and Bahrain. Revoke Qatari citizenship for existing nationals where such citizenship violates those countries' laws.
Demand 8: Pay reparations and compensation for loss of life and other, financial losses caused by Qatar's policies in recent years. The sum will be determined in coordination with Qatar.
Demand 9: Align itself with the other Gulf and Arab countries militarily, politically, socially and economically, as well as on economic matters, in line with an agreement reached with Saudi Arabia in 2014. 
Demand 10: Stop all contacts with the political opposition in Saudi Arabia, the UAE, Egypt and Bahrain. Hand over all files detailing Qatar's prior contacts with and support for those opposition groups.
Demand 11: Shut down news outlets that Qatar funds, directly and indirectly, including Arabi21, Rassd, Al Araby Al-Jadeed and Middle East Eye.
Demand 12: Agree to all the demands within 10 days of them being submitted to Qatar, or the list becomes invalid.
Demand 13: Consent to monthly audits for the first year after agreeing to the demands, then once per quarter during the second year. For the following 10 years, Qatar would be monitored annually for compliance.*


La lista resulta sorprendente y arrogante teniendo en cuenta que se trata de un país soberano y que lo que se le está aplicando es lo más parecido a un acta de rendición tras una guerra victoriosa para el invasor. Difícilmente puede admitir nadie una lista —con compensaciones económica por pérdidas de vidas en atentados— de esta naturaleza.
La lista tiene, en cualquier caso, un tremendo valor revelador sobre la naturaleza de los exigentes, encabezados por Egipto y Arabia Saudí. Revela los métodos que se utilizan para acallar países cuyas actuaciones no les gustan y, peor, cuyas versiones difieren de las suyas.
Criticar la lista en sí y los métodos para intimidar a un país no significa necesariamente simpatía alguna por Qatar y lo que haga o deje de hacer. Significa constatar que es casi imposible que Oriente Medio pueda llegar a disfrutar un día de una paz real mientras se mantengan esta visión de la política y de la soberanía.
La prensa se ha centrado en la más llamativa de las peticiones, el cierre de Aljazeera (la 6ª) y de otros medios qataríes (la 11ª). Se plantea junto a la exigencia de no intromisión en los llamados "asuntos internos". Eso significa, en término mediáticos, que nadie puede opinar de ellos y de lo que ocurre entre sus fronteras. Muchos países árabes no han entrado todavía en el concepto de "prensa" y siguen agarrados al de "propaganda", únicos medios que admiten en su interior. Este criterio propio es el que consideran en los otros. Tú controlas a tus medios y yo controlo a los míos.
Según esta teoría, los gobiernos deben silenciar, encerrar o hacer desaparecer a los opositores de otros países como hacen desaparecer a los suyos. Es una política de buena vecindad. La máxima amabilidad es devolverlos encadenados a los países de los que han huido y a los que critican.
Si entendemos el modelo profundo que esto implica es el de unos países sin libertades, que se deben identificar con las políticas seguidas por sus dirigentes "sí o sí". Las personas son súbditos obedientes. Presionando a Qatar, los exigentes revelan que su modelo ideal deja bastante que desear.


¿Cómo no va a exigir Egipto que cierren Aljazeera o cualquier medio que critique al país o a su presidente si su gobierno ha bloqueado más de cien medios para impedir que los egipcios tengan una versión distinta? Como el caso lo hemos estado siguiendo, no será necesario extenderse: no es solo Aljazeera lo que se ha perseguido sino a todos los medios críticos, muchos de ellos sin conexión con cualquier tipo de "terrorismo". La doctrina de que "la prensa es el enemigo del pueblo" ya estaba inventada antes de Trump. Los países árabes la han practicado todo lo que han podido. Nadie puede tocar a sus presidentes o a sus familias reales a menos que se trate de un juego de rivalidad ante el poder. 
El diario El País se hace eco de la noticia y señala:

[...] Qatar ha dicho repetidamente que estaba preparado a negociar concesiones si se le facilitaba una lista de quejas, pero sólo si va acompañada de pruebas y en la medida en que no ponga en entredicho su independencia. “Estamos convencidos de que esto no tiene nada que ver con la lucha contra el terrorismo; quieren minar nuestra soberanía”, ha declarado el embajador catarí en Washington, Meshal Bin Hamad al Thani.
Es una idea que comparten numerosos observadores. “No hay nada nuevo en las acusaciones. ¿Qué Qatar apoya al terrorismo? Quienes le acusan también”, señala una fuente diplomática occidental que se ha entrevistado recientemente con altos funcionarios saudíes y emiratíes. “En cuanto a Irán, no justifica lo encabronados que están y el lenguaje que están empleando”, añade en el convencimiento de que no hay mediación posible. “Arabia Saudí no está dispuesto a hacer ninguna concesión; sienten que [Qatar] se rio de ellos en 2014 y no se fían de que Kuwait logre el objetivo de traerlo al redil”, concluye.**


¿Por qué ha estallado todo esto? La visita de Trump ha sido decisiva en ello, en mi opinión. Cuando Trump, sorprendentemente, se presenta ante ellos y les dice que el peligro es Irán, muchos ven la ocasión para lanzarse contra sus críticos, en especial con los que no han seguido las instrucciones del verdadero amo de la zona, Arabia Saudí, como muestra la situación creada en Egipto con las islas de Tiran y Sanafir, el cobro por el sostenimiento del país.
Los ataques a la prensa proliferan entre ellos. Hemos citado Egipto, ¿pero no está ocurriendo lo mismo en Turquía, en donde Erdogan cierra un periódico tras otro? La excusa es el terrorismo, que existe, pero tras el que se esconden ataques a los rivales, críticos y opositores. Si se les da una excusa suficiente, estos gobiernos, cuyo sostenimiento solo puede ser el estado autoritario y represivo, el silencio ante las corrupciones familiares y la explotación esclavista de la mano de obra, se lanzan contra ellos, como hemos visto que ocurrió durante la Primavera Árabe.
El control de los medios y de las redes sociales va más allá del terrorismo. Erdogan tras el fallido golpe, aprovechó para deshacerse de sus opositores, encarcelar funcionarios, militares, profesores, policías, maestros, jueces, etc. y sustituirlos por otros de su cuerda. Cerró periódicos para acallar sus voces críticas. Y como ahora hacen con Qatar, exigió que le entregaran a los que había salido huyendo (Grecia) o estaban exiliados (Estados Unidos).


Las políticas maquiavélicas de los estados árabes, de enormes diferencias, implican un juego entre la información, la acogida de enemigos ajenos y la represión propia. Qatar ha quedado en fuera de juego con la maniobra de Trump y es hacia él contra quien se han vuelto las miradas, antes que contra Irán, al que no se van a enfrentar directamente o Turquía.
La cuestión se plantea problemática para la diplomacia norteamericana que obviamente no se puede permitir perder la pieza de Qatar, su base más importante en la zona para atacar al Estado Islámico. Pero a los países árabes alineados con Arabia Saudí les preocupa más los que tienen debajo de los pies que lo que está en una extraña guerra que no se acaba nunca y durante la cual, en cambio, pueden conseguir muchas cosas de Estados Unidos y Europa. No se ve ninguna prisa por terminarla, ya que lo que se está discutiendo no es cómo acabar con el Estado Islámico, sino cómo se va a gestionar lo que me resisto a llamar "paz" desde el punto de vista del territorio y del gobierno.
Oriente Medio es un tablero en el que se está permanentemente dilucidando quién mantiene el control y la influencia en diversos niveles. Los pueblos importan poco a dictaduras militares o a familias dueñas de países. Solo importa el poder. Y el poder no es solamente algo que se ejerce en un espacio propio, el territorio, sino algo que surge de enrevesados juegos internos y externos, de alianzas dentro y fuera de las familias.
La insólita petición de que cierren sus medios de comunicación revela la naturaleza fascista de la presión. Podrían haber pedido la entrega de terroristas o haber denunciado operaciones realizadas desde Qatar. Pero el verdadero objeto de todo esto es la molestia que les produce un medio árabe que mantiene una política informativa diferente a los medios estatales y progubernamentales que la mayoría de estos países mantienen. De Turquía a Egipto, pasando por Arabia Saudí, la libertad de información es un absurdo que solo tienen sentido si sirve para debilitar posiciones dentro del juego de equilibrios.
Señala El País en otro artículo la reacción de la cadena qatarí:

La cadena catarí Al Jazeera ha calificado de "intento desesperado de silenciar los medios de comunicación libres" y de reducir la libertad de opinión y prensa en Oriente Medio la petición de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto al Gobierno de Doha para que cierre la cadena televisiva si quiere que levanten el bloqueo con el que intentan aislar económica y políticamente el país. El grupo de comunicación ha divulgado una declaración escrita en la que se reafirma en su intención de seguir trabajando "sin ningún tipo de restricciones por parte de gobiernos o entidades".
"Al Jazeera mantendrá su misión de practicar el periodismo profesional haciendo caso omiso a las presiones ejercidas por los países de la región que tienen como objetivo silenciarla o cambiar su línea editorial independiente", asegura el comunicado, que considera la petición de los países que ejercen el veto sobre Qatar como un intento de "amordazar una voz independiente".***


Más allá de la retórica de unos y otros, el auténtico problema se le plantea a la política norteamericana. Desde el momento en el que Trump hizo su anuncio, la Secretaría de Estado se llevó las manos a la cabeza e intentó arreglar el embrollo. Pero era exactamente lo que los países árabes estaban deseando, tener una excusa para ir contra Qatar. Antes de que la Secretaría de Estado pudiera matizar el asunto, antes de Kuwait pudiera escenificar la mediación y que todo quedara tranquilo trabajándose en la sombra, el lío qatarí ya estaba montado.
En los distintos países, especialmente en Egipto, un coro mediático uniforme se levantaba contra Qatar. El pequeño país era el responsable de todo. La explicación de Egipto está clara y le ha servido para ir contra diversos países, inicialmente contra Turquía y ahora contra Qatar. La acusación es acoger a los Hermanos Musulmanes y permitirles crear medios de información para "desestabilizarlos". Desde el "no-coup" que dejó fuera del gobierno a Mohamed Morsi y a los suyos, Egipto ha tratado por todos los medios de que se condenara como "organización terrorista" a la Hermandad. Para el gobierno no es una cuestión de "verdad" o "mentira", algo que haya que probar, sino una cuestión de "legitimidad". No lo llamaron "golpe", sino "rectificación de la revolución" por indicación del pueblo, que ya es hilar fino. Unos días toca decir que la revolución de 25 de enero fue obra de fuerzas extranjeras para destruir Egipto y otros que fue el pueblo el que se levantó. Pero la cuestión de la Hermandad es una pieza clave del gobierno porque la necesita para justificar sus propias actuaciones. En ellas, claro, el silenciamiento de toda prensa discordante, hasta llegar a esos más de cien medios bloqueados.
Aljazeera es una pieza esencial con la que están luchando acusándola de difundir "noticias falsas" (no repetir lo que dice el gobierno) y de apoyar doctrinas terroristas (seguir las doctrinas de los Hermanos). Pero la única evidencia de todo esto hasta el momento es que donde están los Hermanos y sus simpatizantes en el propio Egipto, lugar de origen y donde les votaron hasta alcanzar la presidencia. Puede que el gobierno argumente que los Hermanos están todos en Qatar, pero no se ha visto tal descenso de la población egipcia. Muchos de ellos están agitando las banderitas a la espera de tiempos mejores.
La cuestión ahora es cómo va a evolucionar esta situación. Evidentemente, si no se detiene la presión/agresión sobre Qatar por parte de quien puede hacerlo (Estados Unidos, el mismo que la desencadenó) el conflicto irá creciendo hasta límites que no podemos aventurar. ¿Puede haber una invasión, como la de Bahréin, por parte de las fuerzas saudíes y aliados?


El destructor "efecto Trump" es de una fuerza incalculable porque puede crear un enorme conflicto internacional solo para intentar demostrar que está "arreglando el mundo" y aliviar los conflictos domésticos, que son grandes. Así salió de su gira monoteísta, dando a entender que todo estaba camino de arreglarse. Como vemos, no es así y está muy lejos de hacerlo. Por el contrario, al conflicto con la guerra siria y el Estados Islámico se le están añadiendo los conflictos de poder de la zona y, lo que es peor, un frente ante Irán en el momento en el que han empezado a retirarse las sanciones. Es el factor que permite hacer una alianza con Israel, pero ¿a qué precio?
La doctrina de "asuntos internos", ¿implica el cerco a un país, como se está haciendo? ¿Cómo va a reaccionar la comunidad internacional que mira absolutamente escéptica las maniobras saudíes y sus asalariados? ¿Es aceptable una lista cuyas exigencia primera es que te declares culpable, pagues por aquello que has aceptado culpabilizarte y te obliguen a servir a otros países, pues no es otra cosa la renuncia a una línea independiente?
En Egypt Independent se recogen informaciones con fuente en Reuters:

“The demands are so aggressive that it makes it close to impossible to currently see a resolution of that conflict,” said Olivier Jakob, a strategist at Switzerland-based oil consultancy Petromatrix.
Several Qataris who spoke to Reuters described the demands as unreasonable. “Imagine another country demanding that CNN be closed,” said 40-year-old Haseeb Mansour, who works for telecom operator Ooredoo.
Abdullah al-Muhanadi, a retired public sector shopping for groceries in Doha on Friday morning, said the boycott must be lifted before negotiations to resolve the dispute could start.
“There’s a lot on the list that is simply not true or unreasonable, so how can we comply?” he said. “There are no IRGC (Iranian Revolutionary Guard Corps) elements in Qatar and the agreement with Turkey is a long-standing diplomatic agreement so we cannot ask them to leave.****



Es difícil leer la lista sin sonrojarse, por lo que dice del autoritarismo violento, por lo que tiene de ausencia de diplomacia. Muestra, una vez más, que las políticas de alianzas seguidas por la administración norteamericana solo han generado vicios políticos y reforzado el despotismo. Esa es la consecuencia del viaje de Trump.
El problema de fondo es la sombra que esto echa sobre cualquier proceso de democratización, de cualquier sentido aceptable de ciudadanía. ¿Qué esperanza les queda? Su mentalidad es autoritaria, intransigente y es difícil que se modifique la forma de hacer política en la zona, que seguirá siendo la más inestable, la más autoritaria, la más armada y la más violenta. Hasta lo que llaman "paz" es violento porque solo tienen derecho a ella los que aceptan del orden dado.


Como señalamos al principio del lío, la pieza que quieren cazar es Aljazeera. Es la que les incomoda e irrita. Les incomoda que un país pequeño no sea sumiso, que tenga su propia línea diplomática y la expanda a través de la cadena. En un mundo de "verdades oficiales" y de "falsas noticias", disponer de un poder comunicativo que discrepa de lo dicho por los gobiernos no les es tolerable. Los bloqueos de la información son constantes; las detenciones de periodistas aumentan. Pero Aljazeera lea pilla lejos; por eso exigen que se cierre. Incita, dicen, a levantarse contra los gobiernos y al terrorismo, que no es exactamente lo mismo aunque algunos lo digan.
El silencio de muchos países tiene cierta lógica: ¡que lo arregle Trump, que es quien ha creado el lío! Su ignorancia la deben arreglar ellos, aunque la paguemos todos.


* "Bonfire of vanities: Saudi demands expose fear and loathing of Qatar
#GulfTensions" Middle East Eye 23/06/2017 http://www.middleeasteye.net/news/bonfire-vanities-saudi-demands-expose-fear-and-loathing-qatar-382011438
** "Arabia Saudí exige a Qatar el cierre de Al Jazeera para levantar el bloqueo" El País 23706/2017 http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498209841_592480.html
*** "Al Jazeera mantendrá sus emisiones pese a que Arabia Saudí exige a Qatar su cierre" El País 23/06/2017 http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498246110_154804.html

**** "Arab states demand Qatar closes Jazeera, cuts back ties to Iran" Egypt Independent 23/06/2017 http://www.egyptindependent.com/arab-states-demand-qatar-closes-jazeera-cuts-back-ties-iran/


 

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