miércoles, 14 de junio de 2017

De fronteras borrosas y mártires inexistentes

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Aunque algunos no lo creían posible tras el veredicto de los jueces anulando el proceso de entrega de las islas de Tiran y Sanafir a Arabia Saudí, finalmente (que no significa que sea el final) está en manos del parlamento egipcio. La victoria "popular" que llevó a la detención de la entrega se acaba, por ahora, en el único terreno que el gobierno tiene seguro y controla relativamente: el parlamento. Tras las discusiones en la Comisión parlamentaria, sus señorías han votado que pase la cuestión al pleno.
Esto no se ha hecho sin irritación y, sobre todo, protestas de la oposición que puede hacer ruido y poco más. Ir más allá es entrar en un terreno oscuro y resbaladizo. El bloqueo de 57 medios, producido hace pocos días, puede algo que ver en esto, pues se evita así gran parte de las repercusiones negativas y el calentamiento de la impopular medida de entrega.
Sabedores de que lo que ocurra en el Parlamento está controlado, diferentes fuerzas y figuras políticas se han reunido para intentar forzar una respuesta mediática que evite el silencio. Mada Masr da cuenta de estos movimientos de oposición:

Sunday’s press conference was held at the Dostour Party headquarters in Giza’s Dokki neighborhood, and was attended by the liberal Dostour Party, the Egyptian Social Democratic Party, the left-leaning Bread and Freedom Party, the Popular Socialist Alliance Party, the Islamic-oriented Strong Egypt Party, the Nasserist-oriented Karama Current Party, the Leninist-Trotskyist Revolutionary Socialists, and the liberal April 6th Youth Movement.
Participants included former presidential candidates Hamdeen Sabbahi and Khaled Ali, along with ousted chief of the Central Auditing Authority Hesham Geneina, expelled member of Parliament Mohamed Anwar Sadat, critical journalist Khaled al-Balshy, National Council for Human Rights member George Ishaq and former Ambassador Maasoum Marzouk. Dozens of activists from other parties and political movements also attended.
Notably absent from the press conference were the video cameras from Egypt’s mainstream television channels.*


La última línea es clara sobre la guerra mediática que se avecina y, lo que es peor, su traducción en conflicto callejero de nuevo. La estrategia del silencio es completamente absurda en estos momentos, si bien —como señalamos— juega con la ventaja de la amenaza censora o con las detenciones de los que protesten. Todo esto producirá una previsible espiral en el conflicto en la que las protestas irán creciendo en intensidad y violencia provocando reacciones gubernamentales.

Además de la variedad de los partidos señalados, llaman la atención los personajes reunidos para la protesta por la entrega de las islas. La presencia de dos antiguos candidatos a la presidencia tiene un carácter simbólico. En el caso de Khaled Ali, fue quien presentó el recurso para evitar lo que está ocurriendo y lo pagó con una detención. De él hablamos hace unos días, cuando fue detenido por obscenidad porque uno de sus dedos se le disparó frente al Consejo de Estado en este enero pasado. Los dos casos más llamativos son los de Hesaham Geneima y el de Mohamed Anwar El-Sadat. Geneima —recordarán los hipotéticos lectores— fue el Auditor General del Estado cuyo informe sobre el coste de la corrupción en Egipto fue considerado un ataque a su prestigio y que fue detenido por ello. Los jueces le exoneraron de culpa y el tiempo le dio la razón rápidamente con nuevos escándalos.
El caso de Mohamed Anwar El-Sadat tiene cierto paralelismo. Presidente de la Comisión de Derechos Humanos es acusado en el Parlamento de "traidor" por mandar información a los organismos internacionales sobre Derechos Humanos, nada que no apareciera en la prensa, pero su cabeza ya tenía precio. Fueron a por él y colocaron a un ex policía en su lugar, lo que muestra el sentido del humor egipcio.
La reunión de figuras conocidas para el acto de protesta, como se nos dice, tuvo como respuesta mayoritaria el silencio en un intento de cortar los lazos entre los grupos de protesta y los ciudadanos. Pero será difícil mantener la discreción en este caso.
Egypt Independent nos ofrece ya algunos de los conflictos abiertos, el primero de ellos sobre la falsedad de los mapas:

The copies of Atlas presented by some members of the Parliament (MPs), which show Tiran and Sanafir as Egyptian territories, are false copies, said the Parliamentary Affairs Minister Omar Marawan. The comments came during discussions Monday in the House of Representatives (parliament) of the 2016 maritime demarcation agreement with Saudi Arabia.
The copy of Atlas issued by the Military Survey Authority, which was handed over to the Legislative Committee, did not show the two islands as Egyptian land, he added.
The Parliament monitored many counterfeit maps circulated on social media websites, said Parliament Speaker Ali Abdelaal. He added these maps were published by certain parties he did not name to spread confusion among people.
Only the documents published by the Armed Forces on the two islands will be considered authentic, said Abdelaal.
“[I repeat] for the thousandth time: The judicial rulings in this matter are nought. The decisions of any authority that interferes with the [Parliament’s] powers will be considered null,” Abdelaal reiterated.
Abdelaal pointed out that the Parliament adheres to its powers in accordance to the Constitution.**

Al final, como siempre, no hay más voz autorizada que el Ejército, por cuya boca se manifiesta la verdad. Todo lo que no salga con su sello, será considerado una falsificación. La guerra de los mapas lleva tiempo con diversas variantes, desde los libros de texto oficiales que las incluían hasta el momento (¿falsificaciones?) a las que van saliendo de instituciones internacionales.
La idea del presidente del parlamento de que los jueces son "cero" en este asunto puede no haber sentado muy bien en la guerra judicial. Egipto tiene una larga historia de disoluciones parlamentarias por orden judicial, si bien siempre favoreciendo al poder. Pero el poder es menos "poder" cuando no tiene el respaldo del pueblo ni de los jueces. Y ¿quién sabe? Egipto es Egipto.
A algunos les puede resultar sorprendente el argumento, pero está también sobre la mesa. Algunos de los que quieren que las islas se queden usan el argumento de la "sangre egipcia derramada" en su defensa, algo que va más allá de lo retórico y emocional:

Meanwhile, during Monday’s parliamentary session, Major General Magd Eddin Barakat, representative of the Armed Forces, said: “No Egyptian martyrs fell on the Tiran and Sanafir islands during the war with Israel.”
He added that the armed forces keep a complete record of all martyrs and the exact places where they died.**

¡Mal camino el de derribar los mitos! El coste de la devolución, venta o regalo, según se mire con unos ojos u otros, va a ser mucho más elevado de lo que se había pensado.
El artículo de Egypt Independent se cierra con una frase del presidente: "In a speech, President Abdel Fattah al-Sisi called on the Egyptian people not to talk about the matter anymore."** Es como si Donald Trump ordenara que no se hablase más de Rusia. ¡Extraña costumbre presidencial!
Se empieza dudando de las fronteras, se pasa a hacerlo de los mártires y quién sabe cómo se acaba.

* "Parties announce joint protests against Parliament debate on Tiran and Sanafir handover" Mada Masr 12/03/2017 https://www.madamasr.com/en/2017/06/12/news/u/parties-announce-joint-protests-against-parliament-debate-on-tiran-and-sanafir-handover/
** "Copies of Atlas presented by some MPs are false: Army representative" Egypt Independent 13/06/2017 http://www.egyptindependent.com/no-egyptian-martyrs-fell-tiran-sanafir-army-representative/



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