lunes, 15 de mayo de 2017

El regreso del dinero sucio

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Egypt Independent nos trae una noticia de Reuters con el titular "Thousands of Tunisians march against corruption amnesty law". La noticia no es irrelevante para los egipcios y pone encima de la mesa la cuestión de la Primavera Árabe y de la salida del poder de grandes bolsas de corrupción económica que controlaban el estado y sus negocios.
El móvil de las revueltas fue una combinación de represión política y corrupción económica, sobre un fondo de desempleo que no se ha resuelto en casi ningún país. El más estable parecía ser Túnez al lograr evitar caer en los abismos de guerras y golpes de Estado, con enormes baños de sangre, como cayeron Libia, Siria, Yemen o, en menor medida, Egipto.
La noticia nos avisa de uno de los casos que pueden contribuir a enrarecer más todavía el caso tunecino:

Several thousand Tunisians marched through central Tunis on Saturday to protest against a bill that would grant amnesty to businessmen accused of corruption when autocrat Zine El-Abidine Ben Ali was in power.
Critics of the Economic Reconciliation bill say it is a step back from the spirit of Tunisia's 2011 revolution to oust Ben Ali but government officials say it is a way get the businessmen to inject some of their ill-gotten cash back into the economy.
The draft law allows businessmen to reveal stolen funds and repay them. No exact figures exist for the amount of graft during Ben Ali times but based on past investigations, officials say some $3 billion could be returned initially under the law.
Waving flags and banners saying "No to forgiveness" and "Enough Corruption", about 5,000 people accompanied by opposition party leaders and activists marched through the capital's central Avenue Habib Bourguiba.*


El gobierno tunecino lleva varios años intentando colar esta ley. Los tunecinos han salido una y otra vez a la calle. Es una enorme desgracia desmoralizadora que los tunecinos tengan que amnistiar a los que se llevaron el dinero del país por devolver una parte (no creo que haya ingenuos que confíen en que devolverán lo que se llevaron durante años). Es sobre todo un retroceso en la medida en que se les abren de nuevo las puertas de un estado en crisis en el que el dinero permitirás de nuevo comprar voluntades para fijar los negocios.
El otro caso de ley para amnistiar a los hombres de negocios corruptos, el caso egipcio, tampoco ha funcionado demasiado bien más que para los que lavaron sus caras ante el país. El dinero que entra por un lado, acaba perdiéndose por otro pues no se han tapado los agujeros por donde se perdía la riqueza del país.

2015

Para los que piensen que el campo es sencillo, podemos recuperar una interesante información de Bloomberg, firmada por David J. Lynch, y que lleva el expresivo título de "Egypt’s Islamists Woo Mubarak Tycoons as Mursi Seeks Funds". La noticia está fechada el 14 de mayo de 2013, cercano al final del régimen islamista:

Black lacquered walls and crystalline lighting greeted attendees at a two-day London conference touting investment opportunities in Egypt.
For some of those in what the May Fair Hotel calls its “gorgeously opulent” Danziger meeting room, the Jan. 14-15 sales pitch was personal. Wealthy exiles from post-revolutionary Egypt, they were being invited home by representatives of the country’s Islamic government, including Hassan Malek, a leading businessman in the Muslim Brotherhood.
“Most of these investors, they own large projects in Egypt,” said Malek, who spoke at the conference. “Their coming back mostly would be a sign of reassurance to others who might want to invest their money here.”
Egyptian President Mohamed Mursi, struggling to reduce an unemployment rate of 12.5 percent, is wooing the cash, Davos-caliber rolodexes and management savvy of men such as auto and banking investor Yassin Mansour and Hamed El Chiaty, chairman of the Travco hotel and tourism company. They are among the insiders who fled the collapsing regime of President Hosni Mubarak in early 2011.
If they came home, the Mubarak-era tycoons would find a country in a state of political paralysis and economic decay. On Jan. 29, Defense Minister Abdelfatah Al-Seesi warned that the continuing turmoil risked “the collapse of the state.”
The courtship of the old elite by the new underscores both the political change that has occurred since the revolution and the difficulties involved in rebooting an economy growing at an annual rate of less than 2 percent.**



La inserción del nombre del entonces ministro de Defensa del gobierno islamista de Morsi y actual Presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, quejándose de las revueltas continuas, da al párrafo un sentido histórico interesante. En cierto sentido, el discurso no ha cambiado.
La selecta reunión en la lujosa sala acristalada del Hotel May Fair londinense, compuesta por empresarios islamistas bien situados, por antiguos millonarios colaboradores de Mubarak, etc. tiene dos aspectos relevantes. El primero es el papel de la City de Cameron, centro del dinero sin adscripción (poco después, Londres intentaría hacerse con el dinero de la "economía islámica", forma de ir al paraíso bien cubiertos de dinero); y en segundo lugar la recomposición de las inversiones con el régimen de los islamistas que tiene a sus propios inversores.
La imagen que se transmite de los islamistas es más la de los barbudos de las bases, pero se olvida que eso no es más que la parte visible de una casta económica, internacional, que tiene sus lazos en el mundo árabe (y por medio mundo), que manejan negocios e inversiones con respaldo mutuo. 
El lamento de Erdogan por la caída de Morsi fue sobre todo por los negocios que se truncaron a sus empresarios turcos, que ya estaban estableciendo buenos negocios con Egipto. Los Hermanos Musulmanes son esencialmente una agrupación internacional de negocios que viven de los países en los que se hacen con el poder.


Es interesante una de las declaraciones citadas entonces en el artículo de Bloomberg:

“We’re going to see new people coming up and their businesses flourish. We’re going to see people from the old regime bending down and making deals,” said Raymond Khalife, Cairo-based adviser to the chairman of Semiramis Hotels. “And we’re going to see people go out of business because they can’t get along with this regime.”**

La llegada al poder de los islamistas eran oportunidades de negocio para el grupo ascendente y para los que se plegaran al nuevo para seguir haciendo negocios y la salida de otros, como bien se señala en las palabras de Raymond Khalife. Los negocios del mundo árabe son una realidad oculta y paralela a lo que ocurre en la superficie. El dinero pasa de un lugar a otro hasta perderse. Una parte llega a financiar grupos extremistas; otra sigue creciendo en paraísos fiscales invirtiendo allí donde allí donde se dan las garantías necesarias para tener a salvo el dinero. Hay una diplomacia árabe del dinero en los negocios, como la hay del petróleo, más visible, al menos en parte.
El regreso del dinero sucio, su lavado oficial, no es una buena señal. No lo ha sido para Egipto ni lo será para Túnez. Ver desfilar a los que esquilmaron al estado porque devuelven una parte no es nunca un buen mensaje ni un buen ejemplo. Ni dentro ni fuera. Mañana estarán haciendo lo mismo.


* Thousands of Tunisians march against corruption amnesty law" Egypt Independent 14/05/2017 http://www.egyptindependent.com//news/thousands-tunisians-march-against-corruption-amnesty-law

** "Egypt’s Islamists Woo Mubarak Tycoons as Mursi Seeks Funds" Bloomberg 14/02/2013 https://www.bloomberg.com/news/articles/2013-02-13/egypt-islamist-elite-woos-mubarak-tycoons-as-mursi-seeks-funds

2013

2014


2015

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