viernes, 31 de marzo de 2017

La independencia de Texas o los detalles importan

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mientras los norteamericanos investigan la mayor o menor intervención e influencia de Rusia en sus elecciones y asuntos internos, mientras analizan quién paga a quién, en dónde, etc. el presidente de la Comisión Europea, orador en la reunión del Partido Popular Europeo, ha lanzado una advertencia al presidente en "otro continente" sobre su intervención en las cosas de Europa. La CNN lo ha recogido con toda seriedad:

"The newly elected US president was happy that the Brexit was taking place and has asked other countries to do the same," European Commission president Jean-Claude Juncker said. However, he warned, "if he goes on like that I am going to promote the independence of Ohio and Austin, Texas, in the United States of America."
Juncker, a Luxembourg politician who has been president of the European Commission since 2014, was speaking at the conference of the center-right European People's Party (EPP) in Malta.
In February, Juncker said he was under the impression that the Trump administration did not know the European Union "in detail," adding, "But in Europe, details matter."*


La CNN ha titulado, con toda seriedad, "I'll back Texas independence, EU's Juncker warns Trump". La pérdida de sentido de la realidad en la política norteamericana se hace evidente en la ausencia de cualquier matiz sobre lo irónico de la advertencia de Jean-Claude Juncker, un político muy especial, que apenas se calla nada y usa la ironía junto a los besos.
Euronews nos muestra, en cambio, a un recién liberado Nigel Farage, ese hombre pegado a una sonrisa, con el titular «Nigel Farage eufórico: "la Unión Europea no va a sobrevivir"». Farage no solo quiere salir de Europa dando un portazo, sino que ese portazo sea tan fuerte que se caiga el edificio que deja atrás.


En lo del Brexit se manifiestan de nuevo las diferencias entre los euroescépticos y los eurófobos. En efecto, una cosa es salir de Europa y otra desear que Europa se hunda. Creo que son dos cosas muy distintas que son las que están manejando Trump, los Farage, Le Pen y compañía, y su amigo de Facebook, Vladimir Putin.
La advertencia de Juncker a Trump sobre pedir la independencia de Texas se podría aplicar igualmente a Reino Unido. Una foto —con la  foto basta— de Nicola Sturgeon con Juncker en una simple visita a Bruselas, levantaría algo más que ampollas en Londres, ciudad —por cierto— mayoritariamente partidaria de quedarse en Europa.
Theresa May se está equivocando en poner de fondo una marcha heroica y triunfante al Brexit. El Brexit es un gigantesco fracaso para el Reino Unido. La victoria ha sido por la mínima, lo que implica una fractura social grande, pero eso no es lo peor.
Lo peor del Brexit es que es una imposición de ruptura a la siguiente generación, los jóvenes, que mayoritariamente se han sentido europeos y han querido mostrarlo. Es la envejecida sociedad británica la que ha cortado el futuro comunitario para volver no se sabe muy bien a qué glorioso pasado.


Aquí todos quieren volver a ser grandes de nuevo: Trump, Theresa May... hasta Erdogan, que quieren resucitar sus viejos imperios e imperialismo. Estados Unidos quiere volver a ganar guerras, en palabras de su presidente; May ha recuperado Gran Bretaña para los británicos; y Erdogan, finalmente, ha empezado por construirse un gran palacio y con los insultos a Occidente como paso para recuperar el imperio otomano, en versión antigua, sobrándoles el fez, que era signo de modernidad, como vimos el otro día.
La forma burda de los discursos británicos, la zafiedad de los de Trump, la grosera y amenazante de Erdogan, contrastan con lo dicho por Juncker y resaltado por la CNN: en Europa importan los detalles. Quizá no haya otra unión en la que importen tanto los detalles pues ninguna tiene tantas diferencias de partida. En realidad, la construcción europea para llegar a ser lo que es debería ser su mejor garantía de futuro. Europa engorda con lo que no la mata y hasta el momento ha habido muchas ocasiones de morir y se han sorteado.
Los problemas por la salida de Reino Unido son "cambios" para la Unión Europea, pero son "problemas" para Reino Unido que es donde ha quedado la brecha, el cisma social y el desvío del futuro previsto para una generación. Por eso me sorprenden los cantos de gloria y victoria de una Theresa May que tiene por delante la frustración de los jóvenes, que quieren ser europeos; la progresiva desaparición por muerte natural de los que han querido irse a la tumba siendo británicos; la petición de referéndum para la separación de Escocia y lo que decidan en Irlanda del Norte. No se va a aburrir May en los próximos años. La negociación del Brexit va a ser lo más tranquilo que tiene por delante.


La satisfacción de Nigel Farage es igualmente inapropiada. En primer lugar porque el Reino Unido ha sido (y todavía es) un miembro de la Unión, no un "enemigo". Ha sido incluso un miembro privilegiado al que se le ha permitido conservar su moneda, la libra, cosa que otros no han podido. Los británicos comprenderán pronto los privilegios que han tenido.
La única explicación, al igual que con Trump o Putin, es que les molesta Europa, aunque por distintos motivos. En el caso de estos dos últimos, está claro que no quieren un competidor fuerte; lo prefieren fragmentario y bilateral para negociar siempre en condiciones de fuerza e imposición. Un encuentro USA-Rusia para deshacerse de Europa parece una cosa orwelliana, pero es que ambos personajes tienen mucho de "gran hermano". Ambos deprecian muchas cosas, entre ellas, a Europa.
A nosotros no nos va la fuerza. Nosotros, por el contrario, gracias a que llevamos 60 años haciendo encaje de bolillos para resolver problemas sobre una mesa, hemos desarrollado un delicado sentido interno del "detalle", por usar el término de Jean-Claude Juncker. Eso, en ciertos momentos, es un entrenamiento en la paciencia que en estos tiempos, se debe valorar como una virtud. Europa dialoga y tiene voluntad de diálogo, pero sabe que su fuerza es ser "Europa".
Por eso han molestado tanto las observaciones del señor Dijsselbloem sobre el "sur" y en qué —en su prejuiciosa opinión— se gasta el dinero. Debió confundir al turista con el camarero. Es el detalle. Cosas que pasan.


Lo de "Texas" es evidentemente una broma de Juncker, aunque seria. En realidad sí hay un movimiento tejano por salirse de la Unión y no es pequeño, ya que en 2016 era de un 28% en las encuestas). Pero no es asunto nuestro y no nos vamos a dedicar a calentar a los tejanos (o a los escoceses), a cuestionar los detalles jurídicos (un poco oscuros) de su entrada en los Estados Unidos.
Eso es lo que, sin necesidad de levantar mucho la voz, Juncker le ha dicho a Trump, con una broma. Los espectadores de la CNN pueden estar tranquilos, Jean Claude Juncker es lo contrario de Trump. Afortunadamente para todos.




* "I'll back Texas independence, EU's Juncker warns Trump" CNN 30/03/2017 http://edition.cnn.com/2017/03/30/world/juncker-warns-trump-brexit/


jueves, 30 de marzo de 2017

Richard Feynman y el placer de descubrir

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La lectura de la obra del gran físico y Premio Nobel Richard P. Feynman, La física de las palabras (Crítica- Planeta 2016), deja muchos momentos de disfrute, pese a la forma casi aforística que se le ha dado al texto. Se trata de una selección de fragmentos —cartas, entrevistas, artículos, conferencias, charlas televisivas...— realizada por Michelle Feynman, su hija.
«El problema real —escribe Feynman en 1965— a la hora de hablar no es el lenguaje preciso. El problema es el lenguaje claro» (202). La distinción entre "claridad" y "precisión" plantea dos problemas diferentes. «Solo es necesario ser preciso cuando existe alguna duda en relación con el significado de una frase, y entonces la precisión debe ponerse en el lugar en el que existe la duda». La claridad tiene que ver con la capacidad de percibir relaciones y expresarlas; es de orden lógico. Tiene que ver, entiendo, con la coherencia. La precisión es una forma de alcanzar la claridad cuando se interpone la duda en algún punto.
De entre sus notas personales, resalta una frase: "En ciencia no existe ninguna afirmación exacta sobre nada" (168). La "exactitud" es una aspiración; lo que hay es una mayor o menor aproximación a esa exactitud esquiva de la ciencia. El propio Feynman señala "No siempre es una buena idea ser demasiado preciso" (153). Quizá demasiada precisión nos haga alejarnos de la claridad de la idea innecesariamente.
El placer de descubrir —estamos completamente de acuerdo con esto— es el núcleo verdadero de la actividad de la Ciencia. El descubrimiento es un proceso, un paso de la oscuridad relativa a la claridad relativa. "El trabajo no se hace por el mérito de una aplicación. Se hace por la emoción de lo que descubre" (185).

Una de las cosas que más negativas de nuestra educación superior es haber sustituido el placer infantil del descubrimiento, resultado del asombro, por la competencia, placer malsano que nuestras instituciones premian. Lo peor de todo es que se tiende a transmitir a los que comienzan en la investigación a adentrarse en el placer de descubrir y construir. Nuestro sistema de premios y castigos está bien para perros paulovianos, pero deja bastante que desear como ilusión. Desgraciadamente es lo que estamos transmitiendo a la siguiente generación.
¡Es tan difícil convencer a la gente que pueden disfrutar con la investigación! Pero no lo harán nunca si no son capaces de recuperar ese valor señalado por Feynman, esa infancia incondicionada que es capaz de liberarse de las cargas de sus propias ideas. La mayoría de los obstáculos del pensamiento son los propios pensamientos. Casi siempre, lo más valioso surge cuando apartamos nuestras propias viejas ideas para dejar que aparezcan otras, también nuestras, pero nuevas.
Richard Feynman escribe que son dos los valores que la ciencia enseña: "el valor del pensamiento racional, así como la importancia de la libertad de pensamiento" (158). La racionalidad entendida como forma de construir, de armar las ideas. Pero después es esencial la libertad de pensamiento. Lo nuevo, la innovación, se produce precisamente si hemos sabido crear un espacio de libertad para que la racionalidad no sea su propia esclava intelectual.
La forma de que la racionalidad no se vuelve una "inteligencia ciega", como señaló Edgar Morin, es que se deje llevar por la libertad del pensamiento. La racionalidad no es enemiga de la libertad, pues aporta el refresco necesario para corregir la tendencia de la racionalidad al estancamiento. "Nunca has de temer —escribe— que aparezca una cosa nueva. Aparecerá a su debido tiempo, y entonces intentarás entenderla. ¡Desde luego será muy excitante!" (188)


La obra en su conjunto —y hay textos de varias décadas— es un canto a la alegría científica, a la curiosidad infantil del científico. Hay muchas observaciones y de orden muy distinto, pero la sensación global que me ha dejado su lectura es esa, alegría. Creo que es un valor importante en estos tiempos en los que triunfa un modelo de ciencia demasiado burocrático, demasiado previsible. "Es muy importante que no todos sigamos la misma moda" (160), nos advierte Feynman. Y también: "El control de las innovaciones científicas significa el fin de la ciencia" (173). Son dos peligros reales, moda y control.
En una entrevista realizada a su hija Michelle, la editora, contenida en la página "Basic Feynman", esta hace referencia al texto sobre la "claridad" con el que comenzábamos:

While working on the book I became a better communicator and a better writer. I was inspired by one thing in particular I found going through these files. In an article on education he wrote for Caltech’s Engineering and Science he stated: "The problem is clear language. The desire is to have the idea clearly communicated to the other person." He was speaking of mathematics textbooks at the time, but I think this statement in part explains why he was such an effective and marvelous communicator.**

Comunicar la ciencia es uno de esos valores necesarios. Y no solo los hallazgos, la claridad de las ideas, sino también transmitir el entusiasmo, la emoción que la actividad científica supone. La idea de Feynman es la profunda humanidad de la ciencia frente a la que otros tratar de construir. La ciencia verdadera es la repetición del acto fundacional de la racionalidad humana, de la observación inteligente, comprensiva, del mundo. Es el intento precisamente de escapar de la naturaleza que nos esclaviza mediante el acto de intentar comprenderla. "El mundo es extraño; el universo entero es extraño, pero cuando se contemplan los detalles, se encuentra que las reglas son muy sencillas" (165). Sencillez, claridad, reducción de la extrañeza del mundo. 
Si conseguimos aprender y transmitir esa voluntad clara, esa curiosidad alegre, muchos podrían vencer sus propios miedos y liberar su inteligencia para vagar al encuentro de las ideas nuevas. Nuestro problema moderno no es que ignoremos la ciencia; es que ya no vemos el mundo.



* Richard P. Feynman (2016) La física de las palabras. Ed. de Michelle Feynman. Crítica-Planeta, Barcelona. 404 pp.

**"An interview with Michelle Feynman" Basic Feynman 2017 http://www.basicfeynman.com/qa.html


miércoles, 29 de marzo de 2017

La Cultura no es azar o la lentitud de los cambios

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Egyptian Streets resume la publicación en Nature Middle East de un artículo titulado "Ending the scourge of female genital cutting", con la siguiente descripción: "A look at FGC practices using a cultural evolutionary approach can help policy makers understand why eradication efforts are not very successful." Ambas hacen alusión al estudio original, publicado por Janet Howard y Mhairi Gibson en Nature Ecology & Evolution.
La cuestión de la mutilación genital femenina es importante en Egipto por sus números, que afectan a más de 27 millones de mujeres en el país. Es un ejemplo de absorción de una práctica precoránica y su "explicación" en términos "religiosos".
El beneficio de muchas prácticas sociales no es real sino que representa un valor meramente simbólico. Pero lo simbólico tiene el valor que socialmente se le atribuye. La práctica de la mutilación no tiene un beneficio por sí misma, más bien lo contrario para las personas, pero supone algún tipo de "beneficio" en términos de valoración "social". El estudio realizado por Janet Howard y Mhairi Gibson trata de establecer las reglas de ese "valor" en términos calculados para predecir su "evolución social".
Nos explican en Egyptian Streets:

Policies aimed at eradicating female genital cutting, known as Female Genital Mutilation (FGM), since the 1950s have not been working as successfully as planned. A new study, published in Nature Ecology & Evolution, attempts to explain why.
One indicator of FGM prevalence is known as evolutionary fitness. This is a measure of an individual’s reproductive success or their genetic contribution to future generations, Janet Howard, one of the study’s coauthors, told Nature Middle East.
Adaptive benefits have been observed that may affect the frequency of FGM in a culture. In environments where it is prevalent, cutting gives women social status, better marriage prospects, and access to social support and networks, Nature Middle East stated. Conversely, in societies where it is not the norm, victims of the practice can be socially stigmatised.
In addition, FGM frequency in the mother’s ethnic group is a significant predictor of the odds of having a cut daughter.
Nevertheless, women who are not victims of FGM are less likely to have their daughters cut, even if it is the norm in their ethnic group, the study has shown. This tendency is encouraging from an eradication perspective as it suggests that once the behaviour is abandoned it is unlikely to be taken up again, the researcher told Nature Middle East.*


Es importante entender los términos en que se expresa la investigación para evitar errores y malas interpretaciones. Estos se producen cuando se expresan en un campo los aspectos de otros. La idea de "evolutionary fitness" expresa aquí en términos "naturales" una "evolución cultural", es decir, algo referido al desarrollo en el grupo en donde esa práctica —la mutilación genital femenina, en este caso— tiene lugar. La adaptación aquí, por tanto, se refiere a los beneficios "dentro" del grupo.
A diferencia de las adaptaciones referidas al entorno, en la que son los cambios azarosos los que determinan la supervivencia —es decir, elementos exteriores—, en el caso cultural, lo externo no es "azaroso", ya que son las reglas del grupo lo que lo constituyen. En otros términos: lo "beneficioso" de una práctica social determinada es sencillamente que es "social", es decir, es valorada por el grupo como positiva.
Las implicaciones de esto son muy importantes y por ello es esencial mostrar que aunque podamos realizar estudios sobre la "evolución" dentro de las culturas en términos de "evolutionary fitness", no debemos confundir el entorno natural con el cultural, ya que sus funcionamientos no son iguales.
El entorno natural es físico, tiene límites y evolutivamente es relevante que esté "cerrado", creando nichos que se descuelgan de los cambios en los espacios contiguos, como ocurre allí donde se producen barreras naturales —islas, cuevas, cordilleras, etc.—, es decir, allí donde se dificulta o anula el contacto. Un espacio aislado hace que los elementos que viven en él evolucionen conforme a las condiciones de ese —y solo ese— espacio.
Por el contrario, el concepto de espacio aplicado a los entornos culturales tiene unas condiciones que aceleran los cambios desde la perspectiva de los encuentros reales y los comunicativos. Cuando las diferentes culturas están aisladas, no hay otras referencias; todo lo que forma parte de ella tiene un valor absoluto. En cambio, el aumento de las relaciones de comunicación favorece la relatividad y, por ello, aumenta las posibilidades de cambio. En esa relatividad que surge de la posibilidad de disponer de alternativas, las diferencias entre la naturaleza y la cultura se disparan. Los estudios naturalistas de la cultura tienden a pensar en términos excesivamente grupales ya que son las normas sociales las que presionan a los individuos. Y los individuos en la sociedad se comportan de una manera distinta a la presión del entorno en la naturaleza que es la que selecciona los cambios favorables mediante el azar. La cultura es lo contrario del azar, algo que no se tiene muchas veces en cuenta.
En el estudio se llega a una explicación para la que no hacen falta muchas alforjas. No siempre la Ciencia tiene que encontrar verdades sorprendentes, es cierto, pero sí debe explicar bien lo que expresa:

Howard explains that eradication programmes are based on the “tipping point theory”, a coordinated change among communities to switch their behaviour en masse from cutting to non-cutting.
The cultural practice in the Arab and Muslim world is very sensitive to the political environment, according to Nature Middle East. Religious leaders influence the frequency of the practice and have been applying a tipping-point approach in addressing the practice. Elsewhere it is usually directed by the political climate.
Results from the study suggest that in ethnic groups where prevalence is below 50 percent the practice is already declining. They predict that if prevalence is brought below 50 percent in any society, the same trend would follow, and the practice would slowly disappear. *

La denominada “tipping point theory” es sencilla: en términos sociales, se ve como un "beneficio" lo que hace la mayoría, por lo que tiende a crecer; por el contrario, cuando una práctica comienza a reducirse, lo seguirá haciendo porque es signo que ya no se ve en ella un valor en alza.
¿Cuáles son los valores "beneficiosos" selectivos de la mutilación? La selección aquí es la matrimonial. Lo mismo, por ejemplo, que la virginidad. Imaginemos una sociedad en la que la virginidad se considera negativa y nadie quiere casarse con una mujer que lo sea. El mecanismo sería el mismo: si te rechazan por algo, eso es considerado un "problema" evolutivo para aquello que se busque (riqueza, prestigio, etc.)
Los que hayan visto la película Yentl, por poner un ejemplo, recordarán que el protagonista, Avigdor (Mandy Patkin) es rechazado por la familia de Hadass (Amy Irvin) porque tiene un estigma que trata de ocultar: el suicidio de su hermano. En la comunidad judía se considera negativo —una pérdida de estatus— emparentar con la familia de un suicida. Después del escándalo de la falsa boda con Hadass con Yentl (Barbra Streisand disfrazada), la familia dará por bueno el matrimonio que antes les parecía una pérdida de estatus. Ante el hundimiento del prestigio familiar, lo que antes era malo, ahora es aceptable.
Las normas sociales no son la naturaleza, no son el azar que determina nuestra supervivencia, sino lo que condiciona nuestra vida. No es lo exterior que nos afecta, sino lo interior que determina nuestras conductas. Por eso la apertura que implica la comunicación produce cambios porque muestra que la norma no es un destino inamovible sino una presión que hace actuar a la sociedad en una dirección u otra. Es presión se traduce en normas políticas, religiosas, protocolarias, etc. Ninguna es "natural", aunque todas traten de expresarse en esos términos. Su naturalidad procede entonces de la costumbre o de la imposición divina.


La ablación se disfraza de norma religiosa para seguir funcionando en una sociedad donde los números son altísimos, el 91% de las mujeres. El hecho —como se señala en el estudio— de que las familias en donde las madres no están mutiladas no mutilen a sus hijas implica precisamente que esa decisión escapa de lo natural cuando se "comprende" su sentido controlador patriarcal de las mujeres. El miedo a que sus hijas sean rechazadas matrimonial y socialmente si no han sido mutiladas es el factor determinante de la práctica. Por ello decir que si el cincuenta por ciento no mutila, la mutilación ira descendiendo tiene una lógica evidente: si se ha llegado a ese punto, la mutilación se considerará un "atraso" y se volverá negativa.
Por eso, los integristas tratan por todos los medios de aislar comunicativamente a la sociedad. Se trata de evitar que las perspectivas de cambio se introduzcan en la sociedad. Lo mismo ocurrió con la práctica del velo, minoritaria en la sociedad egipcia entre sus clases educadas tras la llegada del socialismo nasserista, que representaba una modernidad frente a los islamistas. La pérdida de prestigio por la derrota militar de Nasser frente a Israel, sirvió para que los islamistas elaboraran una teoría explicativa: Dios les había castigado por su impiedad. Eso hizo que la práctica del velo se hiciera más frecuente aumentando ese punto del cincuenta por ciento. No fue el único elemento para volver al velo: la invasión de las prácticas y teorías wahabitas desde Arabia Saudí. Y lo que se dice del velo es válido para las barbas, por ejemplo, en el caso de los hombres o también la vestimenta, cuando se incorporan elementos distintivos.
En ese sentido, el artículo habla de la sensibilidad a la influencia político-religiosa en el mundo árabe islámico. Evidentemente, cuanto más se identifique lo político con lo religioso, los argumentos serán de un orden distinto. Lo religioso se caracteriza por presentarse como una imposición, mientras que lo político es una elección. Convertir la religión en política es argumentar que lo que se hace se hace porque es Dios quien lo quiere y ordena. Tener una idea distinta, no es visto como un derecho a la discrepancia, sino como un desafío a lo divino, que la comunidad —siempre virtuosa— se encarga de castigar.

Eso no ocurre en la "naturaleza". Las leyes sociales son de otro orden. Una minoría puede dictar las normas, dirigir la vida, de la mayoría si posee el prestigio o la fuerza suficiente. Una minoría puede cortar de raíz las esperanzas o deseos de una mayoría. El que dispone de la fuerza necesaria puede crear leyes, imponer costumbres, de la misma manera que los egipcios llevaron el fez otomano.
El fez —creado en la ciudad marroquí de Fez, de la que toma el nombre— de los turcos fue una imposición del sultán otomano precisamente para erradicar el uso del turbante. El fez era un signo de modernidad frente al turbante musulmán. En el siglo XIX, Mahmut II prohibió los turbantes e impuso el fez como forma de superación de divisiones sociales y religiosas. Es un ejemplo como muchos otros en los que algo se impone no por el 51% por ciento sino porque hay fuerza como para imponerlo. Los egipcios lo llevaron porque eran parte del imperio otomano y por los mismos motivos se lo quitaron.
Los factores que determinan la existencia de la mutilación no son naturales. Son una forma de imposición que va fundamentándose en los argumentos necesarios para mantener viva una forma de dominación sobre las mujeres. Antes del islam, su fundamentación era una; cuando llegó la nueva religión, la fundamentación pasó a ser otra.
Por ello la cuestión esencial es la capacidad de la sociedad para moverse en sentidos distintos a los del estatismo que busca todo el que ha logrado el poder. Es el cierre de la evolución. Si se produce un cambio, es percibido y descrito en términos de degradación, degeneración, transgresión, pecado, etc. Surgen entonces, como ocurrió frente a los movimientos progresivos, movimientos reaccionarios, como el wahabismo o los salafistas, los que quieren volver a fórmulas de pureza.
Es esencial la información, el establecimiento de comunicaciones, que son los verdaderos aceleradores de los cambios. Así la imprenta favoreció la Reforma y posteriormente la Ilustración, que contó con la aparición de la prensa. La Primavera árabe se benefició de las nuevas tecnologías y, por los mismos motivos, los autócratas las tienen en su punto de mira. Antes se quemaban libros, se confiscaban en las fronteras, etc. y ahora se busca bloquear redes, prohibir aplicaciones, etc.


Las prohibiciones legales de la mutilación no han tenido efecto social. No lo han tenido porque ha fallado el estado como en tantos otros campos. Muchas leyes egipcias son bonitos adornos a una modernidad que ha ido desapareciendo, justificaciones ante foros internacionales, etc. El poder social lo han tenido los que comenzaron la batalla en los años 60 minando la modernización y desviando el prestigio hacia lo religioso identificándolo con lo "egipcio". De esta manera, la reislamización contribuía al prestigio social frente a una minoría, una élite cuya modernidad se convertía en burocratismo autoritario. Los que aportaban alguna modernidad al pensamiento, alguna posibilidad de cambio en lo político o en lo religioso eran rechazados por unos y por otros, por el poder y por los que se habían hecho con el poder social. La que más claramente ha padecido esta regresión ha sido la mujer, que no ha logrado que los discursos de cambio realizaran un cambio real por el dominio del pensamiento tradicionalista que ha hecho de la mutilación un signo de identidad egipcio y musulmán. Así es posible que en el Parlamento egipcio, haya personas que pidan que las mujeres asuman voluntariamente la ablación y que el hecho de que políticamente se hayan agravado las penas sea una inutilidad, como lo eran las de 2008. Ahora se agravan en los casos de muerte de la mujer o "lesión irreversible", algo completamente ridículo e inútil porque no se ha modificado la percepción social. La reducción es muy pequeña para el enorme mal que representa para las mujeres. Pero es parte del pulso entre los poderes políticos y social-religiosos. No es una cuestión exclusivamente islámica; también se practica por el mismo motivo —el prestigio social— entre los coptos, por lo que afecta a la sociedad egipcia en su conjunto.
Si son las leyes que se aprueban las que se quieren realmente, lo eficaz sería hacer una campaña comprometida. Si se sabe que las cifras son tan abrumadoras como el 85-90%, todos saben de la inutilidad legal. Solo si alguien muere sale a la luz. Entiendo por una campaña comprometida que el presidente o cualquier ministro o persona influyente dijera "mis hijas no están mutiladas", algo que es difícil que ocurra, pero que explica porqué es tan lento su declive. habrá, según nos dicen que esperar a que se llegue al 50%. Entonces, si llega ese momento, las cosas irán más deprisa. ¡Pobre esperanza!
La cultura, una vez más, es nuestro entorno social. A diferencia del entorno natural, tiene un componente político que determina las posibilidades mayores o menores de cambio. Las sociedades cerradas acaban necesitando de la fuerza para evitar que se produzca el cambio, para reprimirlo, y refuerzan sus sanciones a los disidentes. El cambio necesita de valor y mucha publicidad, mucha ejemplaridad, algo que no vemos.
Por eso hay que apoyar a los que discrepan en su lucha por abrir lo que otros quieren cerrar.



* Aya Bader "Scientific Insights: Why Are Policy Tactics Against FGM Not Working?" Egyptian Streets 28/03/2017 https://egyptianstreets.com/2017/03/28/scientific-insights-why-are-policy-tactics-against-fgm-not-working/


martes, 28 de marzo de 2017

Todos conspiran

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
De nuevo el gobierno egipcio vuelve a repetir los mismos errores. Sus enfados cada vez que alguien le pone el espejo llegarían a ser risibles de no ser porque se trata siempre del mismo problema: los derechos humanos. Cada vez que sale algún informe internacional, da igual cuál sea la fuente, la reacción del gobierno egipcio es la misma: se indigna, se rasga las vestiduras y vuelve a decir que todo es un complot internacional, una conspiración para que el paraíso liberal que es Egipto no sea conocido por el mundo. Y unos días toca que la conspiración sea de unos y otros día toca de otros porque lo único cierto es que hay siempre "conspiración".
La "conspiración" en Egipto es como esas constantes matemáticas que es necesario añadir para que salga las operaciones. Es ese elemento misterioso que hace que el resultado sea coherente. Otros gobiernos asumen sus pobre cifras sobre derechos humanos y algunos dicen incluso —aunque sea con la boca chica— que intentarán mejorar la situación de los derechos humanos. Egipto, no. Todo es perfecto y son los conspiradores contra ellos los que deben rectificar, aunque sea toda la humanidad.
Esta vez la conspiración tiene nombre: Barack Obama. Una vez que el presidente abandonó la Casa Blanca, la esperanza egipcia es responsabilizarle directamente del negativo informe que se ha emitido sobre los derechos humanos. Esta vez el gobierno tiene un discurso preparado: estas eran cosas de Obama; la situación, con el amigo Trump en la Casa Blanca, será más justa.
El diario estatal Ahram Online recoge la indignación oficial ante los informes:

In a meeting of the Egyptian parliament's ‎human rights committee, Deputy Foreign ‎Minister for Human Rights Laila Bahaaeddin ‎accused the Obama administration of ‎painting a "bleak view" of the ‎human rights situation in Egypt.
"The most recent ‎report issued by the US State ‎Department on human rights in Egypt ‎reflected the view of the former Obama ‎administration which had always sought to ‎tarnish the image of Egypt in any way," ‎said Bahaaeddin, adding that "this report ‎was issued in a secret way and without the ‎media taking note of it."‎
The ‎foreign ministry said it decided to give a private ‎response to the report.
"We gave orders to ‎Egypt's ambassador in the US to respond ‎to this negative report in an official way and ‎without much fuss in media ‎circles," said Bahaaeddin.‎
The report, mandated annually by congress and put together by staff in US embassies, was released earlier this month, documenting human rights conditions in nearly 200 countries and territories.
This year's report was largely compiled under President Barack Obama's administration. The report said Egypt's "excessive use of force included unlawful killings and torture."
The foreign ministry responded at the time in an official statement, saying the report was not based on any "legal frameworks," and that "human rights conditions in Egypt are held to clear constitutional obligations and are being monitored by national Egyptian organisations, both governmental and independent."
On President Abdel-Fattah ‎El-Sisi's visit to Washington next week to ‎meet with new US president Donald ‎Trump, Bahaaeddin said "as we see, Trump is different from ‎Obama and has said he wants closer ‎relations with Egypt."
"As we want to open a new page ‎with this administration, we decided ‎not to make a lot of fuss in the media on a ‎negative report which was issued by the ‎outgoing administration of Obama,"‎ she added.
Bahaaeddin said however that Foreign Minister ‎Sameh Shoukry, who will be part of El-‎Sisi's official visit, ‎will give a detailed response to the report.*


Es sorprendente el empeño constante en los mismos argumentos. Año tras año, con cada informe se han repetido las mismas ideas, las mismas expresiones indignadas, etc. Solo que ahora llegan las promesas de buenos tiempos, de aplausos al gobierno por su defensa de las libertades en el planeta, porque ¡está Trump en la Casa Blanca!
En cada viaje, con cada visita al exterior, no es necesario que sea a los Estados Unidos de Obama, el régimen egipcio recibe la misma frialdad oficial y el mismo rechazo a cargo de los medios de comunicación. En esto, es cierto, el presidente Sisi se adelantó a Trump advirtiendo que todo lo que se escribiera en los medios y no fuera favorable eran "fake news". En esto coinciden ambos presidentes.
Siguiendo el modelo de Donald Trump, el gobierno egipcio ha decidido que la culpa de todo la tiene el expresidente Obama. Esto no es nuevo, pero dado que Egipto sigue poniendo la mano para recibir financiación de los Estados Unidos, las críticas oficiales eran más discretas y se dejaban a la prensa periférica.
Todos los periodistas que han osado criticar las políticas de derechos humanos han ido desapareciendo del panorama mediático. Aquí hemos ido dando cuenta de cómo se ha llevado al aeropuerto directamente a una presentadora crítica aduciendo que se había terminado su contrato o de cómo se ha mandado a la oscuridad a otra por decir que el presidente no estaba haciendo bien su trabajo y que algo fallaba; las presiones para que los periodistas críticos cerraran sus programas han tenido su última edición con el cierre de Ibrahim Eissa. No contamos los que están encarcelados por difundir "información falsa" —eso incluye decir que las islas de Tiran y Sanafir "son egipcias, como han dicho después los tribunales, por ejemplo— o por pertenecer a algún medio que al gobierno no le gusta.
Daily News Egypt se hacía eco en febrero de uno de los informes que se realizan anualmente sobre Derechos Humanos. Con el titular "Freedom of expression in Egypt in 2016: an overview", señalaba:

The Association for Freedom of Thought and Expression (AFTE) issued Tuesday its annual report titled “More Than One Authority to Oppress” in which it monitored the situation of freedom of expression and speech in Egypt in 2016.
The report tackled the problems facing different types of freedom of expression within the legislative circumstances organising freedom of speech, information, academic work, and creativity.
Daily News Egypt further obtained experts’ observations on the same points.**


En todos los campos señalados, el aumento de casos era notable durante el año pasado. Los casos, además, se han producido en campos en los que anteriormente había una incidencia mucho menor: en el campo de la "creación", es decir, los artistas y en el terreno académico, limitando las posibilidades de crítica desde el análisis social. A estos casos hemos dedicado igualmente espacio, recogiendo la queja de múltiples afectados por el control informativo creciente. En muchos casos se han producido para satisfacer el extraño equilibrio que el poder quiere establecer con los poderes religiosos, a los que se les piden que sean el motor del cambio de discurso en el islam, pero que luego actúan contra los reformistas, aumentando las condenas por casos de "ofensas al islam", etc.
En cuanto a los medios de información, señala:

Press and media freedom came on top of the problematic issues in Egypt, reaching new levels in 2016 with the assault on the Press Syndicate and the sentencing of its leaders to prison.
According to AFTE, “this might not be the worst year of violations against the press in numbers, but certainly a historical turning point.”
The case is still open before an appeals court—while, at the same time, the syndicate is hosting new elections for the position of head and board members.
This comes as AFTE traced 438 incidents of assault against press and media workers. Those varied between a judicial action taken against them, detention, physical assault, dismissal from work, censorship, security raids, closure, and travel bans.
As for entities responsible for the violations, they included security apparatuses with 191 incidents, newspapers and media entities with 17, judicial authorities with 69, the parliament with 30, and government officials with 35, with 86 incidents attributed to civilians and 8 to private security guards.**

Y esto no lo preparó Obama. La excusa es ridícula. Especialmente porque la propia administración de Obama fue criticad con dureza por los grupos de derechos humanos precisamente por no haber sido más crítico con el régimen de al-Sisi aceptando la política del "mal menor" ante la situación de Oriente Medio con la guerra de Siria. De no darse estas circunstancias, la situación respecto a las actuaciones gubernamentales hubiera sido bastante duras.
Hay que recordar, por ejemplo, que muchos medios egipcios estuvieron dando la foto del ministro del Interior en "negativo" como señal de protesta ante sus actuaciones. Se puede recordar los récords en construcciones de cárceles en Egipto y muchos otros factores, junto a casos de desapariciones, tortura y asesinato como el del italiano Giulio Regeni, que sigue abierto y complicó las relaciones con Italia y la Unión Europea.


Las voces críticas que entraron en el Parlamento, son poco a poco apartadas en cuanto contravienen la orden de discreción exterior que el régimen considera esencial para la atracción de capitales y turistas. Desgraciadamente, este es el único factor que preocupa, la imagen exterior, que trata de canalizarse a través de la versión oficial que desde su perspectiva solo debería dar el ministerio de Asuntos Exteriores.
Es en esta parte donde el sentido del ridículo se pierde de forma total. Es sorprendente la carencia de sentido político de la realidad, la falta de entendimiento de lo que se considera un país moderno y democrático. El diario estatal (no uno de la oposición) recoge las voces parlamentarias que trata de jalear la versión oficial. Refiriéndose al Ministro de Asuntos Exteriores, señalan:

"[He] will be ready to respond to ‎any accusations in this respect in a ‎diplomatic and wise way," said ‎Bahaaeddin, adding that "we want ‎to give the new administration a chance to ‎change this negative view of Egypt."‎
Bahaaeddin's words, however, were seen as highly insufficient by most MPs. Alaa Abed, head ‎of parliament's human rights committee, ‎said "the US State Department's negative ‎report about the situation of human rights ‎in Egypt reflected the political view of ‎Barack Obama who was supportive of ‎political Islam movements, especially the ‎Muslim Brotherhood."
"The report also ‎reflected the lies which were disseminated ‎by the Brotherhood and radical liberal ‎media in America, especially in the area of ‎street protests, sectarian tension and what ‎they call hundreds of political prisoners," ‎said Abed.‎
The report cited the most significant human rights concerns in Egypt as "excessive use of force by security forces, deficiencies in due process, and suppression of civil liberties."
Abed slammed the foreign ministry for ‎what he called "its very brief and ‎incomplete" response to the US State ‎Department's report.
"I am afraid that this ‎report might be exploited by Trump's ‎political foes and the US mainstream ‎media which are supportive of political ‎Islam and the Brotherhood in a bid to ‎disrupt president Sisi's first state visit to ‎Washington," said Abed, adding that "I had ‎high hopes that the foreign ministry's ‎response would be strong, comprehensive ‎and corroborated with documents, but all of ‎my hopes were dashed."‎
Abed said the foreign ministry should send ‎parliament a detailed response to the state department's report, or else he would submit a complaint against Soukry, accusing him of ‎negligence.‎
Abed said the US State Department's ‎reports on human rights in general reflect ‎‎"a radical liberal viewpoint."
"This viewpoint ‎only leads to chaos and disruption ‎because it ignores national security ‎considerations in favour of focusing on ‎controversial issues such as street ‎protests and religious freedoms. Not to ‎mention that the State Department reports ‎are always based on information from local ‎human rights organisations which receive ‎money from America," said Abed.‎
The report said that due process problems in Egypt included "the excessive use of preventive custody and pre-trial detention, the use of military courts to try civilians," trials without evidence and arrests without warrants.
Civil liberties violations included societal and government restrictions on freedoms of expression and assembly, the report said.*

No se sabe muy bien cómo describir estas distorsiones de la realidad, que no hacen sino confirmar el aislamiento mental del régimen egipcio, su nutrición de sus propias y solitarias fantasías sobre lo que debe ser un "estado moderno" como gusta de repetir en ocasiones.
La crítica a las actuaciones egipcias en materia de derechos humanos —una vez más— es achacada a la presencia de la mano negra de los Hermanos Musulmanes. Jamás se le ha sacado tanto rendimiento político a los opositores como hace el gobierno egipcio. Es él quien convierte a los islamistas en "liberales" gracias a su torpeza absoluta.
Las organizaciones de derechos humanos son financiadas por la América de Obama para reunir datos negativos que no se corresponden con la realidad, según la versión oficial de los miembros del parlamento. Es el mismo parlamento en el que uno de sus diputados ha pedido que se rinda homenaje al recién salido de la "cárcel" y depuesto presidente, Hosni Mubarak, el hombre más íntegro y más injustamente tratado de Egipto. También, hay que recordarlo, la Primavera que lo derrocó fue auspiciada por Obama y sus liberales radicales para llevar a los Hermanos al poder. Por supuesto, los votos que consiguieron salafistas y hermanos en detrimento del candidato militar, Safiq, fueron todos un fraude. Todo son incongruencias en el intento de reescritura de la historia egipcia. Todas ellas con la misma intención: justificar un régimen autoritario con ínfulas de modernidad. En realidad no hay "modernidad" alguna, sino la repetición del modelo militar que lleva en el poder desde los años 50. Cada líder tiene su personalidad, pero el fondo es el mismo. El poder está siempre en las mismas manos.
La acusación de que la administración ‎‎norteamericana posee "a radical liberal viewpoint", y que este punto de vista "only leads to chaos and disruption ‎because it ignores national security ‎considerations in favour of focusing on ‎controversial issues such as street ‎protests and religious freedoms" es la forma habitual de justificar una violencia que comenzó inmediatamente después, con la SCAF en el poder, de la caída de Hosni Mubarak. Fue entonces cuando los aparatos de Seguridad se lanzaron a una violencia brutal que fue complicando la transición hasta llevarla a un punto imposible.
La desgracia es que son muy pocos los que han luchado por un sistema realmente democrático. Han apostado por un sistema de control en el que la represión se considera seguridad y se justifica. La lucha antiterrorista no es más que una excusa para reprimir muchas cuestiones respetables.


El régimen egipcio sigue fallando porque incapaz de resolver problemas al no desmontar su propio ineficaz, corrupto y violento aparato estatal, padece todos sus males. El viejo régimen ha regresado de nuevo. Y lo ha hecho disfrazado de novedad, pero sus métodos son los mismos.
Después de la vergonzosa intervención de un diputado copto, señalando que él no se siente como parte de una minoría amenazada —no sé qué opinarán el resto de los coptos que no tienen escolta o al que le cortaron el cuello hace unos meses en Alejandría o los cerca de 30 muertos que hubo en el atentado contra la catedral a finales de año—, el artículo se cierra con un intenso debate sobre la energía que el ministro debe emplear para evitar que en el viaje a USA del presidente se impongan los medios "radicalmente liberales" y "pro islamistas" norteamericanos:

The MP said he wanted the foreign ministry to ‎send the world a strong message that ‎Egypt is safe and secure and that it is a ‎land of peace. "Unfortunately the foreign ‎ministry is not doing enough, leaving Egypt ‎vulnerable to malicious attacks in the ‎Anglo-American media and to radical ‎liberal human rights organisations and ‎politicians in the United States." ‎
In response, Bahaaeddin insisted that the ‎foreign ministry is doing its job.
"All we want now is to make sure ‎that President El-Sisi concludes a ‎successful visit to the US. [we don't want to] cause any kind of trouble with anyone in ‎Washington at that time," she said.‎*

Es difícil salir del error. Es difícil entender que no se trata de campaña de promoción turística o económica. Se trata de los derechos de las personas; se trata de las respuestas que el estado da. La actual situación económica crítica hace angustiosa la necesidad de que funcionen la relaciones públicas.
Sin embargo, deben ir preparándose. El clima que le espera a Egipto, los primeros en felicitar a Donald Trump, no va a ser precisamente bueno. Trump se hará la foto y dirá que apoya la lucha antiterrorista. La prensa —ese enemigo del pueblo— sacará los datos y los pondrá de fondo de la visita. Saldrá a relucir una situación que no gusta a nadie.


Cuando el parlamento egipcio se deshizo del que era presidente del comité de Derechos Humanos, el diputado Anwar el-Sadat, demasiado crítico para ese puesto, solo en Egipto se les ocurriría nombrar como sustituto al frente a un ex policía:

Human rights is a touchy subject in Egypt, but even more so since recent parliamentary elections produced what some fear is a fox in the henhouse.
Alaa Abed, chairman of the Free Egyptian Party's parliamentary bloc, recently became chairman of the Human Rights Committee in the House of Representatives. This has stirred widespread controversy, given his previous work as a police officer and accusations — which he denies — that he was complicit in torture during his tenure at the Ministry of Interior.
The way he was “elected” — by default — also created quite a conflict. All the other candidates for the position withdrew in protest after, they said, Abed recruited 34 handpicked parliament members to join the Human Rights Committee specifically to vote for him.
Also, parliament member Akmal Qortam, head of the Conservative Party, resigned from parliament because he opposed the way the Oct. 17 committee chair elections were conducted.
Adding to the tension, parliament member Muhammad al-Ghoul, another former police officer, won the position of deputy chair for the committee.
Many believe these developments create a stark contradiction between the Human Rights Committee’s mission and its membership. The committee is supposed to safeguard rights by collaborating with the National Council for Human Rights and to oversee how individual and collective human rights complaints are handled. In addition, the committee inspects prisons and police precincts to monitor for any violations of individual rights. Many politicians, activists and lawyers now doubt the committee’s ability to discharge its duties.***


Solo en Egipto se les ocurriría deshacerse de los oficiales de los cuerpos de seguridad del régimen anterior nombrándoles diputados en el que les derrocó. Es lo que se podría llamar una ayuda para la credibilidad del sistema.
Los Derechos Humanos, que al presidente le parecen poco adecuados para Egipto, es precisamente en este momento cuando más necesario se hace velar por ellos. La creencia en que las denuncias por su mala situación es una conspiración es un síntoma muy malo. Son precisamente las obsesiones oficiales sobre las causas perversas de las denuncias las que confirman que no se entienden.
Los casos que se pueden señalar son muchos y constantes. Y lo son porque es la crítica lo que se rechaza. Cuanto más se deteriora la situación, más se usa de la represión y más necesario se hace controlar la información interior y exterior, esta última con muy poco éxito. Es cuando surgen estas interpretaciones delirantes que tratan de mantener a flote la imagen gubernamental.
Hay mucha gente honesta en Egipto luchando por tener una sociedad más justa y libre, más democrática. Es completamente injusto convertir en conspiradores a todos aquellos que no concuerdan con la visión del gobierno y que creen que sacar a la luz los problemas sociales y políticos no es un acto de "traición" sino de compromiso con el resto de los egipcios. Silenciar medios, acallar profesionales, crear leyes restrictivas recortando libertades, etc. no lleva a ningún lado. Solo a perder otros treinta años (más realidad) de camino.



* "'State Department report on ‎human rights in Egypt reflects ‎Obama's negative view,' says foreign ministry" Ahram Online 27/03/2017 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/261737/Egypt/Politics-/State-Department-report-on-%E2%80%8Ehuman-rights-in-Egypt-.aspx
** "Freedom of expression in Egypt in 2016: an overview" Daily News Egypt 18/02/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/02/18/freedom-expression-egypt-2016-overview/

*** "Why a cop controls human rights in Egypt’s parliament" Al Monitor 9/11/2016 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2016/11/egypt-human-rights-committee-parliament-chair-controversy.html#ixzz4cbSd44JB






lunes, 27 de marzo de 2017

Europa, europeidad, europeísmo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los resultados de Holanda, dejando fuera de juego a los que creían que sería la tercera pieza del dominó tras el Brexit y Donald Trump, han tenido un efecto psicológico importante. La gente se ha hecho consciente de lo que puede perder. De alguna manera ha despertado tras la somnolencia y ha comprendido los peligros que amenazan la unidad y prosperidad de Europa.
Los enfados de Trump, los de Erdogan, los de  Marine Le Pen o cualquier otro enfadado con Europa y que disfrutaría de su destrucción por unos motivos u otros (no todos tienen los mismos) ha repercutido en la gente, que ha salido a la calle a demostrar su europeísmo y su europeidad, que son dos cosas diferentes. Ser europeos y querer serlo son dos actitudes importantes.
Todas las elecciones que Europa tiene por delante se van a evaluar en términos de europeísmo. Europa ha dejado de ser un tema que aburría al auditorio y los políticos se están dando cuenta —es lo que ha dicho Juncker, de alguna forma— que es un tema de combate. Satisface la necesidad guerrera que el político de a pie requiere para demostrar su valía. Los enemigos son cada vez más claros y eso favorece la retórica de algunos.


Por supuesto, esto no es más que un síntoma. Lo importante es ir al fondo de Europa ahora que se ha captado la atención del respetable. Euronews ha recogido las declaraciones de un periodista francés, Jean Quatremer, corresponsal en Bruselas del periódico Libération:

“El ‘brexit’ ha tenido exactamente el efecto opuesto al que se esperaba. Hay un efecto dominó, pero al revés. No solamente nadie ha dicho que vaya a celebrar un referéndum, ni Polonia ni Holanda, sino que los países más euroescépticos han dicho que quieren quedarse y que no quieren hacer lo mismo que han hecho los británicos. Además parece que la opinión pública se ha despertado, es decir aquellos que estaban un poco anestesiados por el nuevo pensamiento único, este pensamiento único con influencia del euroescepticismo y la eurofobia, se han despertado porque la gente no es tonta y sabe que hace más de 70 años que no hay guerras en Europa, que aunque haya desigualdades, grandes tasas de desempleo en algunos países, son cifras bastante más bajas que en el resto del mundo, que estamos en una zona que atrae al resto del mundo. No hay muchos europeos refugiados en África, Oriente Medio o incluso en Estados Unidos. Los ciudadanos están más comprometidos con la construcción comunitaria de lo que se piensa”.*


La demostración más clara es precisamente la que los propios británicos, saliendo a las calles con banderas europeas, han hecho. La "europeidad" británica será un elemento que tendrá una importancia capital en las próximas elecciones y que puede desbordar el panorama tradicional británico. Si los "eurófobos" se organizaron en un partido, ¿por qué no hacerlo en un partido claramente europeísta, que defienda la europeidad británica?
Han sido tan tibios todos los políticos británicos, de todo los colores y olores, que la Historia los juzgará a todos por su gran error. Para que eso ocurra y sea evidente, Europa tiene que reaccionar y hacer bien (mejor, si se prefiere) las cosas. Tiene que superar las piedras que le ponen en el camino y sus propias cegueras y olvidos al caminar.
A la Europa de las naciones, le tiene que seguir la europeidad rotunda. La manipulación del nacionalismo por parte de los eurófobos, propios o instigados desde cualquier esquina del globo, hace que haya que desarrollarla como valor, como conjunto de principios y aspiraciones, como hemos resaltado en muchas ocasiones. Son esos valores los que nos permiten ser críticos con Europa para poder corregir sus desvíos y enderezarla. Sin un modelo, es imposible saber hacia dónde dirigirse. Por eso es esencial salir de la anestesia, de la inercia europea. En eso han coincidido muchos discursos y artículos en estos días.


La historia de Europa es compleja y terrible, pero sus sueños no tienen por qué ser pesadillas. Más bien debería suceder lo contrario: encontrada la senda de la armonía continental, profundizar en ella. Europa es un sueño abierto.
Tenemos que ver Europa con los ojos y esperanzas con que otros la miran. Debemos comprenderlo. La brutalidad egoísta del "America First!" de Donald Trump, levantando muros y barreras, planteando separar familias, reteniendo a los hijos, como estrategia para que no intenten entrar (una de las prácticas más infames jamás desarrollada por nadie, nauseabunda), es un espejo en el que no hay que mirarse. Es lógico que la prosperidad atraiga; lo que se debe hacer es exportarla, crear las condiciones para que no sea privativa de unos pocos.
Los admiradores de Trump y Putin ahora padecerán los efectos negativos de su alianza mosquetera. La reacción de millones de estadounidense ante el horror de Trump, ante el egoísmo, la insolidaridad social, etc. que manifiesta cada día, es clara. Tampoco los europeos quieren este tipo de prácticas en su territorio. Solo los emuladores de Trump, los amigos de Putin.


Los efectos de la anestesia, como dice Jean Quatremer, se deben ir pasando. Hay que seguir trabajando y mucho en Europa. Pero la primera tarea de todas es soñar, soñar Europa, imaginarla como espacio de convivencia y referencia solidaria. Tenemos  que convencernos que somos un espacio del que tiene que salir algo más que productos de las fábricas. Ideas, ideas... sobre política, sobre ciencia, sobre cultura, sobre relaciones y valores humanos. Y esas ideas llevarlas a la acción, convertirlas en realidades, en realidades exportables.
No somos el centro del mundo; estamos en él. Estamos entre América, Asia y África, en un espacio continuo en el que es imposible inventar distancias inexistentes. Por eso es esencial la defensa de los derechos humanos como seña de identidad frente a su desprecio manifiesto. Al contrario del camino militarista elegido por la actual administración norteamericana, que desea ser temida, Europa no ha buscado esa senda ni debe hacerlo. Mejor buscar el respeto porque respetamos nosotros mismos nuestros valores y sabemos distinguir quiénes son las víctimas en los conflictos. Europa es humana y humanitaria. Así debe ser.
La celebración en las calles europeas de los 60 años del Tratado fundacional ha sido una hermosa visión. Europa siempre está en su principio. No significa que no avance, sino que mira hacia el horizonte.



* "La opinión pública se ha despertado" Euronews 25/03/2017 http://es.euronews.com/2017/03/25/jean-quatremer-periodista-la-opinion-publica-se-ha-despertado