jueves, 9 de febrero de 2017

Mujeres valientes

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El divorcio continúa siendo un hecho complejo en Egipto, como lo suele ser en cualquier lado. Pero se complica más de lo que ya es cuando se percibe de una forma alejada de la realidad, es decir, de aquellos  que lo viven y, especialmente, cuando se produce una gran asimetría en el reparto de las cargas y consecuencias, derechos, etc.
Comentábamos aquí hace unos días la peculiaridad de la ley egipcia en la que, no contenta con acumular desigualdades en contra de las mujeres, el hombre tiene la capacidad de iniciar el proceso y concluirlo sin que la mujer llegue a enterarse [ver entrada Por cierto]. Pero tan sorprendente procedimiento tiene, como no podía ser de otra manera, el beneplácito de la doctrina inspiradora de los principios religiosos.
La prensa recoge estos días los conflictos entre la presidencia y los eruditos de la Universidad de Al-Azhar, que es de donde debe salir el beneplácito religioso de las leyes, lo que ocurre desde el momento en el que Egipto se obligó a que las leyes del país se inspiraran en la Sharia. Al presidente al-Sisi le parece que hay demasiados divorcios en Egipto y eso le parece mal. Mada Masr nos cuenta el enfrentamiento entre la presidencia y Al-Azhar a cuenta de otra fórmula, que es el "divorcio verbal", es decir, sin documentación:

During a speech at the Police Academy on January 24, Sisi referenced a 2015 report published by the Central Authority for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS), highlighting Egypt’s burgeoning divorce rates. 2015 saw a 10.8 percent increase in the number of divorces, reaching almost 200,000 cases compared with approximately 180,000 the previous year. Calling divorce a threat to social stability, Sisi proposed enacting a law to end the practice of verbal divorce.
When it comes to issues of marriage and divorce, Egypt follows Islamic Sharia law, which is primarily weighted in favor of men. Women must stipulate in the marriage contract that they are able to divorce, otherwise the case must go through a court entailing a lengthy judicial process.
Verbal divorce refers to undocumented divorce, which is often used by men in an attempt to pressure women into giving up alimony rights. Sisi’s plan to eliminate verbal divorce is predicated on the notion that forcing men to divorce their wives through the court would encourage both sides to treat divorce more seriously, reducing divorce rates.
Addressing Al-Azhar’s Grand Sheikh Ahmed al-Tayyeb, the president asked, “Can’t we issue a law saying that no divorce should take place, except before a court?” He suggested that this would encourage people to think more about their decisions, and prevent divorce from becoming nothing more than a phrase said by a man to a woman. “What do you think, Grand Sheikh? You are giving me a hard time,” he asked Tayyeb in jest.
However his request elicited a serious response from Al-Azhar, as indicated by the statement issued by the Council of Senior Scholars on Sunday. The council, which is the institution’s highest authority made up of 22 clerics, unanimously rejected Sisi’s call. The statement highlights that verbal divorce is Sharia-compliant, posing that changing Egypt’s divorce laws is not the right approach to countering rising divorce rates.*


Es una lástima que el enfoque, como le dicen los clérigos, sea tan deficiente por parte d ela presidencia. Si la forma de reducir el número de divorcios es aumentar las dificultades para hacerlo, lo único que se consigue es aumentar el sufrimiento de aquellos que lo padecen en mayor medida por la asimetría antes señalada, las mujeres.
El sistema es profundamente patriarcal y por ello reduce la decisión de la mujer. Que las mujeres firmen en el contrato matrimonial la aceptación del divorcio, solo sirve para dejar en manos del marido toda la decisión, cuando y como le plazca. Es él quien decide a su santa voluntad (nunca mejor dicho) el divorcio. Puede iniciar el proceso y terminarlo sin que la mujer se entere de nada.
Causó irritación entre los sectores que defiende a las mujeres en este universo patriarcal la reforma de la ley presentada que permite que si la mujer divorciada, con los hijos a su cargo obligatoriamente hasta una edad fijada, se vuelve a casar pierda los hijos en favor del marido (que puede estar casado) y no, como estaba antes, en custodia con la abuela materna.
Si al presidente al-Sisi le preocupa el número elevadísimo de divorcios, lo que debe hacer es tratar de evitar las causas, no dificultarlo. Con eliminar facilidades, lo único que se consigue es que la situación de las mujeres sea más precaria.
Tal como está entendido el divorcio y con las facilidades dadas al hombre, puede que muchos se produzcan por la frivolidad del marido. Pero ocurre que las causas de sufrimiento de las mujeres son también importantes y deben ser tenidas en cuenta. Pero el foco se desplaza, como siempre, hacia el hombre.
La respuesta de los clérigos de Al-Azhar solo podía ser la dada: el divorcio verbal es acorde a la Sharia y punto. Por definición, si es acorde a la ley islámica no solo es bueno sino que es "perfecto", pues de otro modo no sería ajustado a la ley. Es el mismo círculo vicioso de siempre, el que sirve para que nada cambie.


Lo triste es que el reformismo del presidente no es tal, no hay ningún progresismo en su propuesta, sino solo obstruccionismo a los hechos de la realidad. No es el documento requerido el que hace felices o desgraciados, sino las causas. Una vez más, el presidente trata de combatir los efectos sin entrar en las causas, que es donde debería entrar. Pero las causas en una sociedad machista son siempre los defectos naturales femeninos. En cierto sentido, el matrimonio se percibe de forma doble como una obligación social para tener hijos, por un lado, pero por otro para evitar que existan mujeres a su aire, por decirlo así. Cada una debe tener siempre un "guardián", que es primero el padre, luego el marido, a quien se le cede, y después tíos, hijos o hermanos, que deben asumir la responsabilidad para evitar los desastres de las mujeres desatadas sobre el honor familiar.
Son muchos los condicionantes de la infelicidad en el matrimonio en todas partes, pero si se permiten matrimonios tempranos o la vida de la mujer se supedita a la voluntad del marido, es lógico que se produzcan frustraciones y situaciones de infelicidad y de violencia.
Ya hemos hablado en ocasiones del movimiento de las mujeres divorciadas, que han dejado de considerarse parias, sujetas al desprecio y al acoso por parte de la sociedad, y que han empezado a reivindicarse como personas con derecho a tener una vida y unos derechos más allá del divorcio. Quizá lo que esté preocupando más a al-Sisi son los efectos que todas esas mujeres puedan tener.


Un divorcio no es una situación de felicidad, pero tampoco lo es el camino que lleva hasta él. La idealización de la familia no es buena porque conlleva la ocultación del sufrimiento y una generalizada insensibilidad social bajo la máscara de la hipocresía. Si además el divorcio es una forma desequilibrada en favor del hombre, que pasa a tener la sartén por el mango, y cuyo prestigio se mantiene intacto mientras que con las mujeres ocurre lo contrario, el desastre social está garantizado. Las cifras son el efecto de la desastrosa situación. Impidiendo los divorcios no se arreglan las situaciones de conflicto.
Frente al enfoque estadístico y político del presidente egipcio está el humano, el de sacar a la luz las historias de lo que ocurre tras los divorcio. Ya hablamos en su momento de la aparición de algunas páginas de en las que habían comenzado a expresar la difícil vida tras el divorcio.
Daily News Egypt nos trae información sobre otra "polémica" publicación referida al divorcio. Se trata esta vez de un libro de "cuentos", basados en la realidad, que recogen las historias de 13 mujeres divorciadas:

Over the past few years, we have licensed to some terrifying statistics about the rapidly increasing numbers of divorce cases. The Central Agency for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS) recently estimated one divorce is filed every four minutes.
Although divorce is considered a mutual responsibility between husband and wife in many countries, women are still blamed for it in Arab societies.
Aiming to shed light on women’s suffering before and after divorce, Marsel Nazmy and Doaa Helmy released their first short story collection, titled “I Want a Divorce” that generated waves of criticism and praise on social media because of its courageous way of tackling such a sensitive issue. The book was released at the Cairo International Book Fair and a signing party was held on 5 February to discuss the different stories mentioned in the book.
 “The whole thing started a year ago when Doaa and I decided to write something about Egyptian women,” said Nazmy, the co-author of the book. “When Doaa suggested publishing a short story collection about divorce, I was drawn to the idea because it tackles the suffering of thousands of women from different educational and social backgrounds,” she added.
As journalists in Al-Bawaba News, the two writers usually receive complaints regarding different family problems and their relevant legal procedures. Such experiences have helped them come closer to women’s struggles to get a divorce. Through the sentences of the book, the reader relates to a story or two as they depict the psychological and physical suffering of many women in our society.**


El mismo de que haya generado protestas o malestar nos indica el clima de hipocresía que rodea a las mujeres divorciadas. ¿No se puede/debe hablar de ello? Sí, pero falta la costumbre de enfrentarse a los problemas y es molesto.

Hablamos en algún escrito anterior del problema de las Ciencias Sociales en la Academia egipcia, cómo se estaban muriendo por auto censura y por censura a secas. Nadie quiere ver la realidad de lo que ocurre y prefiere atacar al mensajero, al que les diga que los problemas existen. Las cifras de Egipto son escandalosas no solo por los divorcios, sino por muchas otras que afectan a las mujeres, desde la mutilación genital —cuyo día para protestar y hacer tomar conciencia se ha celebrado en esta semana— hasta el acoso, pasando por los matrimonios infantiles, etc.
Que cause escándalo un libro de relatos no deja de ser sintomático. Pero lo que ha cambiado ha sido la actitud de las mujeres. Ahora se busca la visibilidad de los problemas. En este sentido, son las mujeres egipcias —una parte de ellas— las que van tomando conciencia de la importancia de no ocultar los problemas, sino de sacarlos a la luz. Si a la sociedad machista le da vergüenza, peor para ella. En este sentido, la revolución de enero de 2011 fue importante para las mujeres por más que la parte masculina haya defraudado mucho. Las mujeres se han dado cuenta que deben resolver sus problemas sin esperar demasiado de las iniciativas de las instituciones, que nos precisamente ejemplares en este sentido.
Hace dos días, Ahram Online nos contaba las andanzas del diputado Ilhami Agina, esta vez enfrentado al Comité de Ética del Parlamento. Ha sido llevado allí, como recordarán, por sus peticiones y afirmaciones sobre las mujeres:

Sources said Agina told the committee that his statements which were published and broadcast by the media were not meant to insult Egyptian women.
"They were just meant to keep public morals in Egypt intact, help families monitor the manners and conduct of their daughters, and stem the tide of customary marriages on university campuses," Agina was quoted as saying by the source, adding that "if any of my statements were misunderstood, I apologise for them because they were never meant to direct insults to women.”
In August last year Agina told reporters that the country needed female genital mutilation, a widespread though banned practice, because the country’s men were too “sexually weak” to control women without such measures.
In October he made the comment about virginity tests for students, arguing that the practice could stem the tide of urfi marriages on campus. Urfi marriages are civil unions that are not registered by the state. Although legal, they are considered improper by many due to their usually secretive nature.***


Veremos que opina el Comité sobre el "populista" Agina. Al pedir exámenes de virginidad para el ingreso de la mujeres en la Universidad, que se dejen mutilar por el bien de los hombres egipcios, etc. Agina no es un excéntrico sino un incómodo portavoz de la mayoría silenciosa. Ilhami Agina dice lo que piensan la mayoría de los hombres del país (con un 85% de mutilación genital, ¿qué otra cosa se puede pensar?), pero se mantiene en esa zona no publicitada pero consentida y hasta exigida.

La cuestión del divorcio y otras formas de violencia contra las mujeres hace emerger la necesidad de una investigación social que profundice en los problemas para conocerlos y proponer algún tipo soluciones, ayudas, prevenciones, etc. Pero se prefiere el silencio con los efectos que se constatan cada día.
La Revolución sirvió para que muchas mujeres salieran a la busca de su identidad perdida, fueran conscientes del sistema en el que se encontraban encerradas y definidas y trataron de salir a la luz. En muchos casos, perdieron el miedo y la vergüenza y comenzaron a contar sus historias, a darles formas de relatos, obras de teatro, filmes, documentales, reportajes, sitios web  o simples paseos en bicicleta por las ciudades para demostrar que no tenían miedo a los machos al volante.
Esa visibilidad es una ayuda para salir de la soledad del silencio, dejar de vivir en la creencia de que lo que les ocurre es único y castigo por una culpa.
En este sentido, nos alegramos profundamente de la aparición de un libro, otro, en Egipto. Es el que recoge la labor extraordinaria, en lo artístico y lo valiente, de la dibujante egipcia Doaa Eladl, una voz clara contra la violencia y la discriminación de las mujeres. La obra de Eladl se titula "50 dibujos y más sobre la mujer" y será presentada en El Cairo el 23 de febrero, en la Universidad Americana de El Cairo. De corazón, estaremos allí.


Desde aquí nuestra enhorabuena, no solo por el libro sino por la extraordinaria labor artística y social en defensa de las mujeres, realizada día a día desde las páginas del periódico que publica sus excepcionales viñetas. Cada día es mayor su reconocimiento internacional, su proyección hacia el exterior haciendo visible la situación de la mujer en Egipto y en el mundo árabe. Los premios se acumulan 
De nuevo salvan a Egipto las extraordinarias personas que valientemente son capaces de mantener su independencia y de dedicar su trabajo a movilizar las conciencias para que se salga del estancamiento o evitar que se retroceda como efecto del conservadurismo social y político que vemos desde todas las instituciones. Es en ellas y en quienes les apoyan en donde está el verdadero futuro.
Con riesgo y sin miedo, son muchos los que no miran por ellos sino por los demás intentando que salgan los problemas a la luz. El libro de cuentos sobre las mujeres divorciadas y sus penas o los dibujos de Doaa Eladl son muestra de ello.


* "Tensions arise between Al-Azhar and presidency over verbal divorce debate" Mada Masr 7/02/2017 http://www.madamasr.com/en/2017/02/07/feature/politics/tensions-arise-between-al-azhar-and-presidency-over-verbal-divorce-debate/
** "I Want a Divorce tackles women’s struggles in Egyptian society" Daily News Egypt 8/02/2017 http://www.dailynewsegypt.com/2017/02/08/want-divorce-tackles-womens-struggles-egyptian-society/

*** "Egyptian MP who called for student virginity tests apologises for 'misunderstanding': Source" Aharam Online 7/02/2017 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/257777/Egypt/Politics-/Egyptian-MP-who-called-for-student-virginity-tests.aspx




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