viernes, 17 de febrero de 2017

Hijos de Egipto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La fórmula retórica que define a Egipto como "el país árabe más poblado" transmite una visión errónea de la realidad. No hace mucho, los medios celebraban el crecimiento continuo de la población egipcia. "Hijos para Egipto", más fuerza, parece ser la consigna suicida de un país que se debate en una crisis económica que no es más que la actualización de un problema mucho más grave, como es la incapacidad de generar los recursos como para hacer que esa población tenga un mejor nivel de vida, algo que solo tiene sentido para los que se lo pueden permitir y que para la inmensa mayoría no son más que palabras sin sentido.
El dedo señalando al cielo significa encomendarse a la voluntad divina, en cuyas manos están todos los destinos, el del rico y el del pobre, ¿cómo luchar contra los designios divinos sin que parezca soberbia, desafío, blasfemia? El pobre aprende pronto que morirá pobre y el rico asimila rápido que no va a hacer él lo que Dios no hace, sacarlos de la pobreza. Con la limosna preceptiva es más que suficiente. La limosna misma, uno de los pilares islámicos, es una consagración de la pobreza por quienes la quieren entender como la ocasión para su propia piedad. Dios te da pobres para que tengas la ocasión de ser piadoso; no los hagas desaparecer.
Tras la celebración irracional del crecimiento de bocas que hay que alimentar, para las que hay que construir escuelas y hospitales, levantar fábricas para que trabajen, etc. las autoridades egipcias se dan cuenta de que es poco lo que hay que celebrar y que el crecimiento no es fruto de la potencia del pueblo egipcio sino de la pobreza y la ignorancia. Sin embargo, las soluciones a los problemas, como es frecuente, carecen de eficacia y muestran la misma falta de imaginación y exceso de autoritarismo. Egypt Independent nos trae información sobre lo dicho por la ministra de Solidaridad Social en el acto de celebración del aniversario de UNICEF y del nombramiento de varios artistas como embajadores de la Organización:

Social Solidarity Minister Ghada Wali on Monday indicated the necessity of imposing legal penalties on over-reproduction as a way to reduce its rates. Meanwhile, Immigration Minister Nabila Makram highlighted the important role of soft powers like arts and culture in facing terrorism.
[...]
Egypt has nine million children under the poverty line, which means they lack the most basic, minimum level of care, she said. These children are subject to several forms of violence, she added, indicating domestic violence, early marriage, and teenage pregnancy for girls.
The minister stressed the necessity of having a legal penalty against over-reproduction in a way that would reduce it; in addition to working toward additional social justice, in order to guarantee an opportunity of education, healthcare and development for every child.*


Creo que sería una buena idea que las dos ministras intercambiaran sus papeles y la de Solidaridad dejara de poner sanciones por tener hijos dejando esta solución en manos de los que tienen que  tratar con terroristas.
La obsesión egipcia con las sanciones como forma de corregir a la gente es una herencia de la mentalidad militar que ha gobernado al país desde los años 50 y que lo considera una especie de cuartel. Poner sanciones a los que tienen más hijos en vez de enseñarles a no tenerlos, explicarles sus consecuencias y tratar de seguir algo que se pueda llamar una "política" demográfica y reproductiva, con múltiples focos de trabajo, queda lejos de la mentalidad penalizadora, que es la más fácil.
Egipto es una especie de cuartel desasistido en el que solo cabe la sanción. La alegría irresponsable con la que se hablaba del crecimiento de la población en tres millones personas en el año deja entrever la desidia del problema de la población. Es parte de la mentalidad de la administración egipcia. No hay acción real sobre la pobreza, sino simplemente el subsidio, que sirve para mantenerla en niveles soportables para evitar la explosión social.
Esos nueve millones de niños por debajo del umbral de la pobreza es una parte, muy importante del problema. La población está creciendo de una forma que requiere muchas más escuelas, atención sanitaria específica para la infancia, etc. Al no hacerse esto, sus condiciones son muy negativas y, lo que es todavía peor, se extienden hacia el futuro con el crecimiento.
En 2014, el investigador Ahmed Wagih publicaba el artículo titulado "Population Growth in Egypt: More People, More Problems?" en The Tahrir Institute for Middle East Policy, en el que señalaba:

The statement read by General Abu Bakr al-Gindi, head of the Central Agency for Public Mobilization and Statistics (CAPMAS; Egypt’s equivalent of the U.S. Census Bureau), on March 24, 2014 revealed many worrying facts regarding Egypt’s demographic future. The Egyptian population has been growing at unsustainable rates for decades, but 2013 was a year of record growth, with the number of births reaching 2.6 million (compared to about 0.5 million deaths). This population boom comes at a time when the Egyptian government has struggled to provide even basic government services, and the authorities seem unprepared to deal with the additional stressors that emerge from the accelerating population growth rate seen in the country..
Common sense (and planning theory) tells us that there needs to be a balance between the providers of any service and the number of people benefiting from that service in order for there to be an acceptable level of performance. In Egypt, this balance has long been missing. The population boom that has overwhelmed the system results from improvement in medical care at both ends of the life spectrum—according to World Bank data, infant mortality has fallen from 113 per 1,000 births in 1980 to 17.9 per 1,000 in 2012, and life expectancy has grown from 48 years in 1960 to 71 in 2012. The boom is not yet over, either—Egypt’s current fertility rate of 2.87 children per woman (calculated in 2014), while not among the highest in the world, is still well above the world average of 2.45 (calculated in 2013).**


Wagih realiza la comparación entre Corea del Sur y Egipto, con poblaciones parecidas en los años 60: hoy la primera tiene menos de la mitad de la población egipcia. Las diferencias en el crecimiento están a la vista. No es necesario entrar en las diferencias de desarrollo. Las poblaciones actuales son completamente diferentes en su distribución. Mientras la egipcia tiene forma piramidal con un enorme crecimiento en la base, la surcoreana tiene forma de ánfora, con el grueso de la población en la zona productiva de edad. Eso significa que muchas personas producen para los que reciben (niños y jubilados), mientras que en la egipcia los que están en la zona de producción deben sostener a muchos más.
El artículo se cierra con este deseo:

Ultimately, Egypt needs to move away from piecemeal efforts to deal with the current and future concerns that emerge from its demographic realities. This will require cooperation between the authorities governing the health care system, the educational system, industry, housing, transportation, agriculture, and more. In short, solving Egypt’s demographic dilemma will require a government that can come together to enact a cohesive, multi-departmental plan of action. We can only hope that the next government proves up to the task.**


Tres años después sabemos que no ha sido así y que el problema sigue sin resolver. Y lo peor: la única respuesta es la penalización precisamente de los que menos tienen, que son aquellos a los que nadie ayuda a salir de la ignorancia y la pobreza. El desbordamiento social, además, hará que lo poco que reciban por ser tantos, esté por debajo de los mínimos que les ayuden a salir de esa situación, como es el caso de la educación, masificada y de baja calidad.
La acción social que se requiere, desde luego, no pasa por la sanción a quienes tienen hijos a falta de otra cosa. No deja de ser curioso que se plantee la educación —los "soft powers"— para evitar el radicalismo y el terrorismo, mientras que solo se plantee la multa para los que tienen hijos. La diferencia de tratamiento dice mucho de hoy... y de los problemas que seguirán mañana.


En este sentido, los efectos de la carencia de ideas y el exceso de pensamiento sancionador en vez de constructor, nos viene dado por el artículo publicado en Mada Masr por Mai Shams El-Din con el título "Discipline to what end: Egypt’s failing schools and a new Education Ministry initiative". El artículo puede leerse como una confirmación de la inutilidad de las sanciones, de la falta de imaginación política y de cómo siempre acaba siendo el autoritarismo el recurso que los gobiernos aplican como forma barata y, especialmente, para el aprendizaje de lo único que se aprende: quién manda.
Nos informa el artículo de la entrada en funcionamiento de los reglamentos de comportamiento con los que se trata de manejar a los estudiantes:

Students in Egyptian schools may see a series of disciplinary measures begin to come into effect this week, as the Education Ministry announced the launch of the Week of General Discipline initiative on Sunday.
The punitive measures have been tailored to address a wide range of student behavior, from unexcused and long-term absences and “moral deviance” to violence between members of the school community.
Researchers, administrators and teachers, however, question whether a focus on student behavior and this latest effort at implementation will be able to resolve the issues that have plagued the Education Ministry’s policy since it was rolled out. How the policy engages with violence in Egypt’s schools, existing resolution mechanisms and informal parallel forums for teaching, like reliance on private tutoring, may render it ineffective or, worse, cause it to exacerbate certain conditions.***


No deja de sorprender la incapacidad de los gobiernos para entender que el autoritarismo no soluciona problemas sino que es parte del problema. Está tan metido dentro de todos ellos este espíritu de la fuerza, de la orden, ya sea por el militarismo subyacente o por el patriarcado que permea la sociedad y ve en los jóvenes una forma de desafío que hay que domar, que solo surgen estas políticas represivas ya sea para evitar que tengan hijos como para controlar a los que tienen. No entienden que lo que ocurre en la sociedad es responsabilidad de sus errores durante décadas, de un sistema político ineficaz que no ha llevado a personas "capaces" a gobernar, sino solo a personas obedientes en lo político y ambiciosas en lo personal. Los mejores políticos duran poco porque sus ideas chocan con la visión oscura y despectiva que muchos tienen de su propio pueblo. Es la enorme distancia entre las élites y los que sufren el abandono y la ineficacia, sobreviviendo como pueden y aprendiendo las malas artes que ven en sus gobernantes.
Esta vez les toca a los estudiantes, cuya mala situación no se trata de arreglar mejorando la enseñanza y sus condiciones, sino solo se intenta poner cerco a lo que la misma mala educación provoca:

The regulations that Sherbiny is looking to put his weight behind with the new action plan introduce a three-part classification for student violations, each with their own “disciplinary therapy.”
The first category aims to address both unexcused and long-term absences, as well as the failure to submit assignments or homework, while the second encompasses vandalism and the destruction of school property. The third category focuses on aggression toward fellow students, parent and student disrespect and violence toward staff and faculty members, moral deviance, and acts that the ministry labels as “self-inflicted harm,” including smoking, consumption of alcohol, tattoos and illicit drug use.
Shaded with a more political hue are acts that intentionally tarnish Egypt’s image and inflammatory acts undermining national security, both of which are folded into the third category.
The ministry has outlined a series of policies to address violations of its regulations. School administrators are initially meant to issue warnings to students, conduct parent meetings and assign students to educational specialists for analysis. After these initial steps, educators may refer students to a disciplinary board or suspend or expel students found to have habitually violated regulations.
According to the ministerial decision, these behavioral policies are a means to strengthen the values of tolerance and respect in Egypt’s schools. “[The policies] provide a safe and supportive school environment so as to help students realize proper academic and social development, while helping them to develop positive relations on the basis of mutual respect with others, along with the reinforcement of positive behaviors so as to reduce negative behaviors which subject students to disciplinary actions.”***

Esa sorprendente que los valores de "tolerancia" y "respeto" que se trata de inculcar en los estudiantes, sean los que el propio gobierno egipcio (este y los anteriores) suelen pisotear mediante censuras de medios o artes, encarcelamientos, silenciamientos, prohibiciones de entrar o salir del país, etc. Este es el repertorio con el gobierno egipcio pretende transformar un país en tolerante y que un despistado ministro califico como "moderno estado civil". Ahora se traslada a las escuelas como una forma de control con un efecto parecido al de la "ley anti protestas" (otro ejemplo de tolerancia).
Por supuesto, al gobierno egipcio le da igual lo que opinen los expertos en educación; lleva años ignorándolos. La única decisión trascendente en la educación egipcia tomada desde un ministerio es la desaparición de los libros de texto de las figuras poco agradables (la tolerancia tiene un límite) para el gobierno, como el premio Nobel Mohamed El-Baradei o el asesor presidencial para la Ciencia, huido por vergüenza, Essam Heggy, al que se le ha anulado alguna conferencia por presiones gubernamentales.


En muchas escuelas egipcias, en las que se viven situaciones de abuso, aprenden —si no lo han aprendido ya en casa o en la calle— las primeras formas de autoritarismo:

“Discipline may be measured according to the efficiency of an educational institution’s functional performance,” the researcher says. If students’ abilities, skills and creative impulses were placed at the core of the educational system, “we would have no need for a list of regulations,” he asserts.
Ayman al-Bily, a teacher from Kafr el-Sheikh and a founder of the Independent Teachers Syndicate, believes that the list of regulations is of limited use to students, parents, teachers and administrators whose interactions are governed by other informal rules.
“The teacher-student relationship is based only on force,” he says. “On one hand, teachers resort to using violence against students. Students seek to respond to this violence with their own counter-violence. And in addition to this, parents also defend their children in a manner characterized by violence.”***

Pero la disciplina es el eje del modelo social egipcio: el cuartel. Allí se prende de forma dura cómo hay que obedecer y responder ante la autoridad. En la escuela solo se aprende otra más, que ahora el gobierno pretende reforzar.
No admite duda que lo amplio del reglamento tiene aspectos por los que se puede actuar sobre cualquier joven. Son aspectos preocupantes los relacionados con el tercer punto y que se han señalado anteriormente como "acts that intentionally tarnish Egypt’s image and inflammatory acts undermining national security". Evidentemente esto no tiene nada que ver con la educación; es otra cosa. Es la vigilancia y el control policial y político desde dentro de las escuelas.


Parte del problema educativo proviene del mismo profesorado en el que conviven personas esforzadas y voluntariosas y otras que ejercen la violencia y la presión sobre las personas que están a su cargo y cuyos destinos manejan en todo el sistema educativo, de la escuela primaria a la universidad. Cualquier desvío en el camino puede suponer encontrarse con muchos problemas. El mismo gobierno ha usado la pérdida de cursos, la detención imposibilitando asistir a exámenes o impedir la matriculación en la universidad a los que han considerado como peligrosos o molestos. No considero aquí otros métodos más violentos usados.
El artículo indica esta falta de atención a la jerarquía escolar, considerando un problema solo al alumnado:

The ministry’s list of regulations outlines students’ rights. However, it does not include any punitive measures for school administrator or teacher transgressions, a fact that is particularly important in cases involving violence against students.
Another fundamental problem in the ministry’s policy is its failure to deal with systemic issues underlying much of what it considers student behavior worthy of discipline.***

Quizá sea porque cuando se tiene el poder, las obligaciones parecen poca cosa. Lo que aprenden —y esta lección no se olvida— es que ellos llevan siempre las de perder cuando no sigan las indicaciones, órdenes, etc. de aquellos que está sobre ellos. Aprenden también que quien manda no necesita tener razón, con la autoridad es suficiente. Y, finalmente, aprenden que la palabra del que manda es más importante que la del que está situado por debajo. Un código que solo establece los deberes desde un lado y que ignora los múltiples casos de violencia contra los alumnos, las presiones, el acoso, etc. que sufre el alumnado—que la prensa egipcia denuncia con frecuencia— no sirve más que, como se ha señalado, crear sus propias formas de violencia para las respuestas.
El informe realizado en 2015 por UNICEF sobre la violencia en las aulas de las ciudades egipcias más importantes señalaba:
  • ·       Most of the children aged 13-17 interviewed; 61 to 67 per cent in Cairo, Alexandria and Assiut reported that they had been exposed to physical violence, in the year preceding the survey.
  • ·       Physical punishment is widely seen as a legitimate disciplinary method by children, parents and teachers and is used mainly for disciplinary purposes.
  • ·       In some cases, parents, teachers and children participating in the study recognised that stress may be a key contributing factor that leads to the use of physical violence.
  • ·       Boys were more likely to be exposed to physical violence: 78 per cent compared to 53 per cent of girls in the year preceding the survey.
  • ·       Most teachers denied using physical violence at school, but this contradicted the experiences reported by children.****


Los datos son claros. La violencia engendra violencia; la violencia en la escuela enseña violencia; la violencia en el hogar enseña violencia. La violencia y la represión no es el camino, pues crean un círculo vicioso. La violencia que se vive en las escuelas es reflejo de la violencia social, de la que se vive en las calles, casas e instituciones. No es diferente. Mientras la sociedad no cambie su forma de relaciones y se cambien  el acoso, la corrupción, la intolerancia, etc. la escuela seguirá reflejando esos desajustes y no la forma de resolverlos. Un plan que comprenda el funcionamiento social, sus limitaciones globales y sus puntos débiles específicos , sin un plan sistémico, como reclaman los expertos, difícilmente va a arreglar los problemas que van más allá de la población creciente. El crecimiento incontrolado agudiza los males y disminuye los recursos, pero no es el mal en sí.
El día que todo estalle de nuevo lo comprenderán.


* "Minister urges imposing legal penalty on ‘over-reproduction’" Egypt Independent 13/02/2017 http://www.egyptindependent.com//news/minister-urges-imposing-legal-penalty-%E2%80%98over-reproduction
** "Population Growth in Egypt: More People, More Problems?" The Tahrir Institute for Middle East Policy 4/23/2014 https://timep.org/commentary/population-growth-egypt-people-problems/
*** "Discipline to what end: Egypt’s failing schools and a new Education Ministry initiative" Mada Masr 14/07/2017 http://www.madamasr.com/en/2017/02/14/feature/politics/discipline-to-what-end-egypts-failing-schools-and-a-new-education-ministry-initiative/
**** "VIOLENCE AGAINST CHILDREN IN EGYPT. Quantitative Survey and Qualitative Study in Cairo, Alexandria and Assiut" UNICEF p.9 enero-2015 https://www.unicef.org/mena/Violence_Against_Children_in_Egypt_study_Eng-UNICEF_NCCM_1002015.pdf



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