jueves, 16 de febrero de 2017

Desde Washington con amor o nadie es inocente

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Las televisiones norteamericanas se han convertido en una especie de ring en el que se discute con distinto grado de irritación sobre lo que está pasando, que —sea lo que sea— no tiene por beneficiario a los Estados Unidos. Las consecuencias de lo que algunos llamaron "era Trump" sin especificar su duración —semanas o décadas— son destructivas para los Estados Unidos a corto, medio y largo plazo. Desde las reacciones al día siguiente a la toma de posesión (la marcha de las mujeres) a las iniciativas legales para hacer ineficaz de la prohibición de entrada en el país, de los movimientos en aeropuertos apoyando a los que tienen problemas legales a las marchas para evitar deportaciones de hispanos, todo ello está marcando el destino americano dejando en evidencia lo que muchos se temían desde hace tiempo; la existencia de dos grandes visiones enfrentadas, de dos Américas. Trump ha sido la mecha que se prende para que todo estalle, convirtiendo en un barril de pólvora su presidencia. La lucha es feroz.
La Fox ha desatado la artillería mediática y los titulares en el Watch Now de sus artilleros son claros y rotundos: "Mass hysteria over General Michael Flynn", "Hannity: Do not trust the alt-left propaganda media", "Chaffetz: We want inspector general to investigate leaks", "Dr. Sebastian Gorka responds to attacks on his credibility", "Krauthammer on Puzder withdrawal, Flynn, Mideast policy", "Bruce: Ivanka attacks show feminist movement now anti-woman", "Piers Morgan: Media fueling 'crazy hysteria' against Trump", "Gutfeld: Under Trump, media lapdogs rediscover their bark"...


La CNN, por su parte, nos ofrece titulares como "The irony of Trump whining about leaks (Paul Begala)", "Flynn scandal proves Trump is not immune to laws of gravity (John McTernan)", "For Trump, chaotic White House becomes the norm (Stephen Collinson, Sara Murray and Elizabeth Landers)", "Chaffetz, Goodlatte ask government watchdog to investigate leaks (Eli Watkins)", "Russia: The problem Trump can't escape (Angela Dewan)"...
La división está por todas partes y con una virulencia creciente. ¿Creía Donald Trump que todo volvería a su cauce tras la elección? Como en una película de zombis, los que creía muertos regresan muy vivos y con ganas de molestar. Y lo están consiguiendo, sobre todo si se han puesto a estudiar tus tácticas de combate. ¿Creía Trump que podrían dirigir el mundo indefinidamente a golpe de Tuit? Parece ser que sí.


La primera fractura y el indicio del camino se produjo con la invocación de una matanza inexistente por parte de la encumbrada y cada vez menos poderosa Kellyanne Conway. The Washington Post titula "‘Morning Joe’ has blacklisted Kellyanne Conway". And that’s not all". La noticia de la eliminación de los invitados de una asesora considerada hasta el momento como una de las piezas esenciales de la Casa Blanca tiene unos tintes humillantes:

MSNBC's Mika Brzezinski said Wednesday that she refuses to book Kellyanne Conway on “Morning Joe” — and that wasn't even the harshest thing Brzezinski and co-host Joe Scarborough said about the counselor to the president.
“We know for a fact she tries to book herself on this show,” Brzezinski said. “I won't do it, 'cuz I don't believe in fake news or information that is not true. And that is — every time I've ever seen her on television, something’s askew, off or incorrect.”
The declaration that Conway is not welcome on “Morning Joe” is not very surprising. When CNN refused to put the former Trump campaign manager on its Sunday political talk show earlier this month, Brzezinksi tweeted that CNN was “not the first.” Wednesday marked the first time that she revealed a blanket ban on appearances by Conway, however.
Even more damning than their blacklisting of Conway was the way the “Morning Joe” hosts characterized her — as an attention seeker who texts TV producers in a constant effort to get on air, so she can speak for a White House where she actually isn't in the know.
“She's in none of the key meetings,” Scarborough said. “She goes out and books herself often. … I don't even think she's saying something that she knows to be untrue. She's just saying things, just to get in front of the TV set and prove her relevance because behind the scenes — behind the scenes, she's not in these meetings.”*



Que se haga público que no se acoge en pantalla a una asesora presidencial por 1) "mentirosa", 2) "irrelevante" y 3) "autopromocionable" es un caso peculiar tanto en lo político como en lo mediático. De alguna forma es dar a entender que Conway ya no pinta nada en la Casa Blanca donde, como se especifica, no asiste a las reuniones importantes. Se plantea, en realidad, que la propia Conway trataría de volver a centro del que ha sido desplazada ganando un protagonismo que la hiciera útil al "jefe". Pero el jefe ha tenido una semana muy complicada y todo se le está complicando más todavía.
Las preguntas lanzadas por los periodistas a su paso y que no ha contestado cuando cerraba la rueda de prensa con Benjamin Netanyahu seguirán en el aire y en algún momento alguien tendrá que contestarlas. Y las preguntas son las que se resumen en uno de los titulares de la CNN, el de Angela Dewan: "Russia: The problem Trump can't escape". Y lo intenta.
La artillería de la Fox trata de cubrir el problema de las filtraciones tratando de atacar al mensajero, pero eso no anula la cuestión que es de suma gravedad: ya no se trata de que Kellyanne Conway haga publicidad de la marca de ropa de la hija del presidente. Se trata de dilucidar los contactos que van saliendo del equipo del presidente durante la campaña y la transición con agentes de inteligencia rusos. ¿Fueron las peticiones de intervención de Rusia un lapsus revelador, le traicionó una vez más la boca, su principal problema?


La dimisión de Michael Flynn diciendo que las tres semanas de Trump al frente de la Casa Blanca configuran una de las mejores presidencias de la Historia no creo que le haya hecho un favor al presidente. Por muy partidario de Trump que se pueda ser, por muy enviado divino que se le considere, por mucho que represente no se sabe muy bien qué, las dudas sobre qué es lo que ha pasado realmente durante la campaña electoral e incluso las primarias. Algunos zombis pueden empezar a quejarse de cómo se les pasó al otro mundo con malas artes.
Trump fue el candidato que dijo que si perdía las elecciones sería por un fraude electoral y que ya vería si reconocía la victoria de Clinton si, como pensaba, el sistema estaba actuando contra él. Como se vio, el sistema realmente trabajó en su favor, ya que con casi tres millones de votos más que él, Trump ganó las elecciones. Aunque no sea posible medir el efecto que tuvieron las investigaciones del FBI sobre Clinton, es indudable que algunos tuvieron. Bastó el anuncio de que se volvían a reabrir para que las dudas se sembraran de nuevo sobre algo que no ha salido a la luz pero que Trump aumentaba diciendo que cuando llegara a la Casa Blanca lo primero que haría sería encarcelar a Clinton. A mucha gente le bastó con escuchar esto para que, un asunto que no acababa de entender, se le clarificara.  De poco sirvió que el director del FBI firmara una carta final, a pocos días de la apertura de las urnas, diciendo que no se había encontrado nada.
Las sospechas sobre las actuaciones del FBI se complican ahora con las filtraciones que han dado lugar a la dimisión del asesor de Defensa Michael Flynn, militar para más escarnio. No se trata de un empresario de comida rápida, como el que acaba de renunciar a la cartera de Trabajo (rechazado por ser lo contrario que el cargo debería tener, un partidario de la desregulación laboral, de la inexistencia del salario mínimo, etc.)


De todas las cosas que Trump ha dicho y que pueden estar en la balanza en estos momentos, considero que la que más le ha perjudicado son las vertidas en la entrevista de la Fox News con O'Reilly. Me refiero a aquellas en la que cuando el entrevistador, preocupado por la cuestión rusa, le dice que "Putin es una asesino" y el presidente no solo no le defiende sino que lo hace diciendo que "nadie es inocente", una forma de descalificar a los propios Estados Unidos. Decir que "nadie es inocente puede" quedar muy bien en una libro de Tom Wolfe o en una película de Oliver Stone, pero no en boca del presidente de los Estados Unidos en una entrevista ante la audiencia de la Super Bowl.
La defensa de Putin no es la primera  vez que hacía esta defensa. En diciembre de 2015, en plenas Primarias, Time recogía:

Donald Trump doubled down on his defense of Vladimir Putin, saying on Sunday there’s no evidence the Russian president has had any political opponents and journalists killed.
"Nobody has proven that he's killed anyone,” the Republican presidential front-runner said on ABC’s “This Week,” according to the Washington Post. “He's always denied it. It's never been proven that he's killed anybody.”
“You're supposed to be innocent until proven guilty, at least in our country,” Trump added. “It has not been proven that he's killed reporters."**


Por delante estaba la larga campaña para cobrarse esta decidida defensa del presidente del mayor rival de los Estados Unidos, Rusia. Pero en la entrevista con O'Reilly, Donald Trump fue más lejos:

Washington (CNN) President Donald Trump appeared to equate US actions with the authoritarian regime of Russian President Vladimir Putin in an interview released Saturday, saying, "There are a lot of killers. You think our country's so innocent?"
Trump made the remark during an interview with Fox News' Bill O'Reilly, saying he respected his Russian counterpart.
"But he's a killer," O'Reilly said to Trump.
"There are a lot of killers. You think our country's so innocent?" Trump replied.
A clip of the exchange was released Saturday and the full interview aired Sunday before the Super Bowl.
It was an unusual assertion coming from the President of the United States. Trump himself, however, has made similar points before.
"He's running his country and at least he's a leader, unlike what we have in this country," Trump told MSNBC's "Morning Joe" in December 2015.***


Se trata, como se señala al principio del texto de que el presidente de los Estados Unidos "disculpa" a su rival señalando que si él asesina, ellos (los Estados Unidos) también lo hacen. Si se tiene en cuenta que las acusaciones se dirigía a la muerte de periodistas y opositores, no hay que entender las afirmaciones de Trump como una visión "realista" de la política internacional, sino una afirmación —sin fundamento, una vez más— de que la política norteamericana comparte el mismo tipo de "autoritarismo" que la Rusia de Putin, con los jueces, empresarios, opositores, etc. sometidos a la presión política del Kremlin, etc. Una vez más, Trump se muestra con sus visiones apocalípticas, describiendo escenarios tipo "Mad Max", que es el que ha ido dando en la campaña. El problema es que ahora es el presidente de los Estados Unidos. La visión de las fábricas destruidas, de las legiones de violadores y narcotraficantes mejicanos circulando, madres con hijos famélicos en sus brazos, políticos delincuentes, etc. tiene ahora un sentido diferente.
No deja de ser una ironía que quien haya sacado la peor declaración de Trump, la más peligrosa para él, haya sido Bill O'Reilly, un partidario ferviente. La confianza es muy mala en ocasiones y nos juega pasadas que nos pasan factura.

La respuesta de la administración Trump y de los medios que la apoyan, la Fox News, por ejemplo, ante las exigencias de aclaración es acusar de antiamericanos a los que cuestionan su presidencia (el cuestionó la de todos los demás), sembrar la paranoia sobre los servicios de inteligencia (espían al presidente y a su equipo) y maldecir a los medios (ahora son calificados como "alt left media"). El caos en las respuestas es total y muchos se pueden arrepentir pronto por lo que dicen ahora.
Hay muchas preguntas por hacer y contestar sobre este breve periodo de tiempo de presidencia y el más extenso de las primarias y la campaña. Hay muchos interrogantes sobre cómo un personaje como Donald Trump llega a ocupar el despacho oval de la Casa Blanca. Evidentemente no lo ha hecho solo ni por sus propios méritos. Ha tenido un grupo o grupos que han estudiado cómo colocarlo allí y cuál era la mejor estrategia para conseguirlo. Les funcionó. Pero no se pueden dejar tantos cadáveres por el camino, sobre todo en un camino tan tortuoso.
Que se le recrimine a Trump una defensa de Putin y la afirmación de "nadie es inocente" referida a su propio país puede parecernos exagerada pues la percepción exterior de los Estados Unidos no es precisamente la de la "inocencia". Desde muchos países se le atribuyen todo tipo de maldades y conspiraciones. Pero no se trata de eso. Se trata de la propia percepción y justificación de su propia historia. Y eso es lo que los norteamericanos no esperan escuchar de su propio Comandante en Jefe. De él se espera que termine sus intervenciones diciendo "¡Dios bendiga América!" y no alabando a Caín o a Judas.
Como se ha dicho muchas veces, el mayor enemigo de Trump es Trump. El problema para él es que no es el único enemigo. Y tampoco se puede fiar mucho de algunos amigos.


* "‘Morning Joe’ has blacklisted Kellyanne Conway. And that’s not all" The Washington Post 15/02/2017 https://www.washingtonpost.com/news/the-fix/wp/2017/02/15/morning-joe-has-blacklisted-kellyanne-conway-and-thats-not-all/?hpid=hp_hp-banner-main_morningjoe-fix-145pm%3Ahomepage%2Fstory&utm_term=.7ff2d8d99c8c
** "Donald Trump on Putin: 'Nobody Has Proven That He's Killed Anyone'" Time 20/12/2015 http://time.com/4156335/donald-trump-putin/

*** "Trump defends Putin: 'You think our country's so innocent?'" CNN 6/02/2017 http://edition.cnn.com/2017/02/04/politics/donald-trump-vladimir-putin/




 

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