domingo, 18 de diciembre de 2016

El vuelo MS804, un episodio vergonzoso sin resolver

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Vuelven las noticias sobre un episodio vergonzoso. Me refiero al del avión de EgyptAir que cayó al mar en circunstancias sin esclarecer todavía, justo al llegar a las aguas territoriales egipcias, frente a Alejandría, el 19 de mayo de este año. En el avión, un Airbus, viajaban 30 egipcios, 15 franceses y otros pasajeros de distintos países hasta completar los 66 del total, incluida la tripulación.
Se anuncia ahora, pasados todos estos meses, la repatriación de los restos de los viajeros a sus países. La espera de los restos se ha convertido en una tortura más para complementar el dolor de la muerte. Lo que hayan estado pasando las familias solo ellos lo saben por más que podamos aproximarnos a su dolor e indignación.
Francia estaba doblemente involucrada en el hecho en la medida en que es el fabricante del aparato y tenía esos quince pasajeros entre las víctimas. Pero pronto se vio que la cuestión iba más allá del accidente o atentado, pues de esta distinción se trataba en función de los intereses políticos. Pero por muchos intereses que se tengan, es un mínimo de consideración a las familias de las víctimas lo que se debe tener en cuenta. Y eso no solo no se ha tenido en cuenta sino que se ha jugado con ello de la manera más vergonzosa.
Para entender el caso es necesario contemplarlo en el marco egipcio más general con el atentado del avión ruso cargado de turistas. El planteamiento oficial del gobierno egipcio ha sido negar lo que a todos les resultaba evidente, incluidos los terroristas que hicieron públicas fotografías de los artefactos utilizados para destruir el avión que se dirigía hacia Rusia cargado de turistas.


Rusia había sido un apoyo fundamental para el gobierno de Abdel Fattah al-Sisi al prometerle turismo, un elemento esencial reducido a mínimos, además de armas, energía y trigo a buenos precios. Vladimir Putin había sido recibido con las calles engalanadas con su fotografía como una especie de héroe que sacaría a Egipto de todos sus problemas, una ingenuidad más con las que los egipcios viven sus angustias, alimentadas con los sueños de amigos generosos que llegarán gracias a las habilidades de sus gobernantes.


Egipto todavía no ha hecho una declaración aceptando los enormes fallos de seguridad producidos en el aeropuerto de Sharm el-Sheikh, de donde había partido el avión ruso. La negación de lo evidente ha sido lo que más ha preocupado a los distintos países que pronto cortaron los vuelos a Egipto convirtiendo el hermoso centro de vacaciones internacional en una ciudad fantasma. Hasta Rusia, un aliado con buena voluntad, suspendió los vuelos turísticos ante las enormes deficiencias de seguridad que se encontraron. Los turistas británicos, otros asiduos que dejaron de ir, contaban en la prensa de su país anécdotas referidas a cómo se saltaban los controles de seguridad con una simple propina. Se cuestionaron hasta los detectores de explosivos que se usaban, modelos defectuosos que ya habían sido denunciados en conflictos anteriores y que, sin embargo, se seguían usando allí.


Pese a todas las evidencias y testimonios, Egipto siguió negando la existencia del atentado, que fue incluso reivindicado con todo lujo de detalles. Choca esta negación extrema del atentado contra el avión ruso y su responsabilidad en el aeropuerto, del que se ha tenido que cambiar todo para que pueda ser aceptado por los estándares de seguridad, con la declaración tras lo ocurrido con la caída al mar del avión egipcio el 19 de mayo y del que todavía esperan la llegada de los cuerpos a sus familiares.
El gobierno egipcio hizo lo peor que podía hacer: convertir el hecho en una especie de reivindicación política para tratar de atenuar sus propias responsabilidades en el caso del avión ruso. Los políticos vieron la ocasión de decirle al mundo que "estas cosas les pasan a todos". El problema se vio pronto, ante la negativa de Francia a aceptarlo sin más información. El caso del avión de EgyptAir pasó a ser el segundo contencioso con Europa tras la negación de responsabilidades en el caso del secuestro, tortura y asesinato del estudiante doctoral italiano Giulio Regeni, desaparecido en el aniversario del 25 de enero.


El mismo día 19 de mayo, el del incidente, el Independent británico recogía las declaraciones del ministro egipcio Sherif Fathy con el titular: "EgyptAir flight MS804 crash: Egyptian minister says terror attack is more likely cause than technical problem". El periódico recogía las declaraciones con una gran foto del ministro rodeado de micrófonos:

Egypt's civil aviation minister has said he believes the EgyptAir crash was more likely to have been caused by a terror attack than technical problems.
“Let’s not try to jump to the side that is trying to identify this as a technical failure – on the contrary,” Sherif Fathy told a news conference.
“If you analyse the situation properly, the possibility of having a terror attack is higher than the possibility of having a technical (failure).”
He did not provide any further information and added that he did not want to draw conclusions.*


Estas sorprendentes declaraciones, jugando con las probabilidades de "un lado" y "otro", mostraban con claridad que el gobierno egipcio, pese a las declaraciones del primer ministro pidiendo no especular, serían las que marcaran el desarrollo del caso.
La sorpresa procede evidentemente de la negativa a aceptar un hecho que tiene todas las evidencias y declaraciones —el atentado contra el avión ruso— mientras que se adelanta una probabilidad sin haber sacado todavía ni un resto del mar. El gobierno egipcio estaba desde las primeras horas dispuesto a aceptar que aquello fue un "atentado" y no un "accidente" debido a diversas circunstancias. Desde entonces, todo ha sido un tira y afloja entre los gobiernos, jueces que llevan el sumario, investigadores de distintas partes, etc.
Es sorprendente que se prefiera un atentado para responsabilizar a otros, cuando el atentado ha sido contra un vuelo egipcio, es decir, también se volvería contra sus intereses. El accidente, en cambio, entraría en las estadísticas de problemas empezando por el fabricante, Francia, aunque a ellos les afectaría el estado de conservación y del aparato. Tras el atentado de avión con los turistas rusos, lo peor para su turismo es que fuera un atentado contra EgyptAir, que sería doblemente negativo, para los vuelos de la compañía y para los vuelos a Egipto.
Daily News Egypt nos cuenta hoy mismo:

France’s BEA Air Crash Investigation Agency said on Thursday that conclusions regarding the crash of EgyptAir flight MS804 cannot be drawn as the causes are still being investigated. The aeroplane crashed in May while en route from Paris to Cairo.
This came in response to the Egyptian Ministry of Civil Aviation’s statement claiming that traces of explosives were found in the remains of the victims of the crashed flight.
According to Reuters, BEA’s spokesperson said that there is no detailed information regarding the conditions and ways in which samples were taken, and it is not currently possible to reach conclusions concerning the causes of the accident.
French foreign minister Jean-Marc Ayrault issued a press release following the claim made by Egyptian investigators, in which he said he hopes Egypt hands over the remains of French nationals who were killed on the flight.
Mutual accusations between Egypt and France have taken place, while the former insists that the crash happened as a result of a lack of security measures at France’s Charles De Gaulle airport, implying that the crash was the result of a terrorist attack. France said that failures in the regular check-ups on the aeroplane were the cause, an accusation that Egypt refused.**


Evidentemente nosotros no podemos saber quién lo hizo o qué ocurrió, según las versiones en liza. Pero lo que es absolutamente imperdonable es la retención de los cuerpos como forma de presión para que se acepte una versión. Desde el 19 de mayo las familias de esas 66 personas esperan poder recibir los restos de las víctimas. Y eso no es de recibo, por mucha investigación que se esté haciendo.

También es imperdonable que no exista una cooperación real, como se han quejado los franceses, para poder llegar a las últimas consecuencias de este caso y poder saber qué ocurrió.
A los políticos les preocupan sus responsabilidades, ya sea de un tipo u otro. A los franceses la cuestión les preocupa doblemente, ya que ambas versiones les afectan: como seguridad del aeropuerto y como fabricantes del avión. A los egipcios, en cambio, les preocupa no acumular otro siniestro turístico o ser acusados de un mal mantenimiento del aparato. A ambos les deberían también preocupar las familias de las víctimas; es lo que comparten unos y otros. Las hay francesas y egipcias. Sus familias han quedado unidas por el dolor de la pérdida. Saber qué ha sido es algo que solo adquiere interés tras poder enterrar los restos de sus familiares.
El caso egipcio es realmente extraño porque no creo que le beneficie en nada el hecho de que haya sido un atentado. Pero muchos preferirán hacer ver que no serían los únicos acusados de negligencia. Les importa el aeropuerto de salida, intentando establecer comparaciones con el caso de Sharm el-Sheikh. Pero un desastre no alivia ni compensa otro desastre ni diluye las responsabilidades. Es ahí donde radica el principal error egipcio. Pero es difícil sacar de un error al gobernante egipcio.
Por otro lado, tampoco está claro que, de ser un atentado, haya sido allí donde subió un terrorista o se alojó una bomba, ya que era la tercera ruta que el avión hacía en el día. Nada se ha encontrado entre los pasajeros que pueda vincular a alguien con alguna organización terrorista. Todo sigue igual, pero con más recelos entre las partes.
Las discrepancias surgen constantemente. La información de Reuters de hace un par de días mostraba que todavía no hay síntomas de acuerdo entre las distintas partes:

France's foreign ministry said the causes were still being investigated and appeared to hint that it had been kept at arm's length.
"France, like it has been from the beginning of this tragic accident, remains at the disposal of the relevant Egyptian authorities to contribute to this investigation, including with the means of its experts," it said.
In a rare statement on an ongoing foreign investigation, France's BEA air crash investigation agency said on Thursday no conclusions could be drawn on what might have caused the crash.
"In the absence of detailed information on the conditions and ways in which samples were taken leading to the detection of traces of explosives, the BEA considers that it is not possible at this stage to draw conclusions on the origin of the accident," a spokeswoman said.
The BEA is accredited to the Egyptian-led investigation because the Airbus aircraft was designed and built in France.
Two Western sources briefed on the investigation expressed reservations about the explosives findings and said a technical cause remained the most likely. The pattern of wreckage also suggested the plane hit the sea intact at high speed, they said.
One of the sources said the traces of explosives reportedly found appeared to be identical to samples previously held in stock, whereas there would usually be tiny forensic differences. Neither source agreed to be identified because of the sensitivity of the matter.
Airbus declined comment.
Audio from the flight recorder mentions a fire on board the plane in its final moments and analysis of the flight data recorder showed smoke in the lavatory and avionics bay.***


La información "delicada" sobre las muestras "idénticas" augura un futuro de discusiones y, cuando salgan a la luz los informes, probablemente de acusaciones y campañas mediáticas. Como todo lo confuso, puede estallar entre las manos a quien lo esté manipulando en cualquier momento. La obcecación en el caso del avión ruso lo que hizo realmente fue sembrar la desconfianza sobre el gobierno egipcio. Es lo que más daño les hizo internacionalmente. 
Solo hay dos hechos claros y ciertos: el avión se estrelló y nadie lo ha reivindicado. Lo demás es trabajo de los técnicos y científicos. Que sean políticos los que administren los hechos o establezcan los resultados pocas horas después del siniestro no es bueno para nadie, ni para Egipto, ni para Francia ni para las familias francesas y egipcias, además de las víctimas de otros diez países que viajaban en aquel avión.
Los intereses económicos o políticos complican las labores. Se deberían emplear las energías en aspectos más productivos, como la seguridad frente a los problemas técnicos o el terrorismo. Se le deben a los muertos y se lo deben a los que vayan a montar en un avión a Egipto o cualquier otro lugar del mundo.



* "EgyptAir flight MS804 crash: Egyptian minister says terror attack is more likely cause than technical problem" Independent 19/05/2016 http://www.independent.co.uk/news/world/africa/egyptair-flight-ms804-crash-egyptian-minister-says-terror-attack-is-more-likely-cause-than-technical-a7037781.html
** "French investigators say conclusions on EgyptAir MS804 crash cannot currently be drawn" Daily News Egypt 18/12/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/12/17/french-investigators-say-conclusions-egyptair-ms804-crash-cannot-currently-drawn/ 
*** "Traces of explosives found in Egyptair crash: investigators" Reuters 15/12/2016 http://www.reuters.com/article/us-egyptair-crash-investigation-idUSKBN1441PW






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