domingo, 11 de septiembre de 2016

La escuela de Reedy quiere maestro

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Uno de los problemas más urgentes de Egipto es la educación, algo que afecta a todos sus niveles, como podíamos ver hace unos días con la caída de todas las universidades en los listados internacionales que se citaban o las cifras de analfabetismo. Muchos de los problemas que se acumulan tienen su origen precisamente en el abandono educativo, algo de lo que hemos ido dando cuenta estos años a través de diversos casos de todo tipo.
Es una pena, cuando se ha conocido a esos alumnos, personas valiosas, ver cómo se desperdician sus ganas de aprender y de mejorar, cómo queda en nada su ilusión frente al deterioro constante del sistema educativo, acorde con la debacle social y política. He tenido ocasión de comprobarlo y sé contra qué desidia tienen que luchar muchas personas valiosas, contra que desmoralización cotidiana, contra qué muros.
La educación es la única salida. Una mejor educación que permita superar las enormes cifras de analfabetismo que se nos daban también hace unos días. De todos los problemas, es el único que puede ayudar a mejorar los otros. Egipto se ha permitido el lujo de alejar de sí a los jóvenes que tuvieron el valor de sublevarse contra un gobierno de treinta años y el deterioro en todos los sectores. Muchos jóvenes se han cansado de esperar y buscan sus propias soluciones alejándose del régimen, al que ya dieron la espalda en las elecciones presidenciales. Ellos, los jóvenes, querían otra cosa.


Los cambios de mentalidad que están tras muchos de los problemas solo son posibles desde la educación, única forma de que el país de un salto hacia un futuro mejor y deje de estar manejado por los que buscan su ignorancia o sencillamente dejan que llegue.
Egypt Independent nos trae hoy uno de esos reportajes de cosas pequeñas pero que son grandes por lo que revelan, el deseo de mejorar frente al abandono generalizado. Es un reportaje de Tareza Kamal que nos cuenta una historia sencilla:

Just 80 km from the city of Minya lies the village of Reedy, where 4,000 people live just above the poverty line but are still keen to educate their children.
However, the nearest elementary school is 3 km away in the neighboring village, requiring the roughly 400 children to navigate dangerous traffic and criminal elements in order to attend classes.
The villagers of Reedy have long argued for their own school, which would allow them to educate their kids closer to home, even offering to build it themselves. But for the past seven years, local authorities have refused their request to begin construction on a patch of land they selected for the purpose.
Now the villagers have gone ahead and started construction anyway, despite the lack of official approval for the scheme. Parents, children and relatives have chipped in to make their plan a reality, and have already put up six cottage-like classrooms.
While the construction is under the direction of adults, pupils have been providing labor, fetching and carrying bricks and other materials, apparently unfazed by the physical effort.
“We collected the money for the school from all the people of the village, even widows and the poor,” said Haitham Khalifa, adding that the kids were the driving force of the initiative, and the adults have followed.*


Siete años reclamando una solución es mucho tiempo. El reportaje nos cuenta los peligros de los desplazamientos hasta la lejana escuela con un largo historial de robos, atropellos, secuestros y abusos a los niños que recorren ese camino para intentar aprender algo.
¡Cuántas oportunidades, ilusiones y esfuerzos se desperdician en Egipto por la desidia de sus gobernantes! Una administración cuya finalidad es poner obstáculos para sentirse poderosa, crear problemas para que finalmente brote la corrupción que permite el enriquecimiento desde la ventanilla más modesta hasta el sillón ministerial.
La educación en Egipto ha sido denunciada como un sistema corrupto e ineficaz. Mal pagados, los maestros se convierten en vendedores de una educación paralela o de los simples aprobados. La educación egipcia se paga por duplicado. La historia de la niña copta conocida como "Zero Girl", una estudiante brillante cuyo examen fue cambiado por el de un inútil bien relacionado, dejándola fuera. Este año, como contamos, ha obtenido un 94'05 sobre 100 en su examen. Un año de su vida desperdiciado.


Los niños de Reedy no quieren seguir desperdiciando su infancia. La zona de Minya ha sido noticia por múltiples casos de ataques sectarios. Las escuelas pueden hacer llegar algo de educación a los que hasta el momento la viven como una experiencia dramática por los peligros que supone.
La educación no la dan los edificios, la dan los maestros. Pero sin los edificios no tienen la oportunidad de que la lotería les premie con un maestro a quienes les importe. Con un espacio pueden hacerse otras actividades y, ¿quién sabe? puede que algunos de esos jóvenes con ganas de trabajar por su país se animen a hacer cosas con ellos. No hace mucho dimos la noticia de la creación de una escuela de ballet, algo insólito en la zona, junto con otras actividades culturales. Para empezar a soñar hace falta un espacio.
Pero la administración egipcia no consiente que los demás encuentren soluciones a lo que ellos no pueden o quieren hacer. Señala el periódico:

However, Minya Governor Tareq Nasr told Al-Masry Al-Youm that the construction project is taking place on government land and that it will be demolished if it is proven illegal.
While the discussions about a new school have been ongoing for years, the bottom line, say some locals, is that officials claim there is no public money for such a project. In view of the lack of movement on the part of officials, villagers have taken matters into their own hands, raising the money and providing construction materials themselves.
Villager Mamdouh Abd al-Rasoul said, “We started demanding a school in 2009. The local council that is responsible for Reedy in administrative matters allocated 14 kirats [one kirat equals 175 m2] from state land for the school.
“And from 2010 to 2014, the General Authority for Educational Buildings (GAEB) was studying the project. Then in 2014, they demanded further documents concerning the land,” Rasoul added.
“Every time we go to Minya to ask about the thing, we return frustrated, because the officials are absent. And when we find them, they say there is no budget for new schools,” says Amr Kamel.
Officials from Minya Educational Directorate say that the governor have to sign the papers of the land for the school to be built, they add that a school building can’t be recognized officially unless constructed by the GAEB.*


Es una buena descripción del funcionamiento del sistema. Es lo que llamamos el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Cuando queda en evidencia su inutilidad y arbitrariedad o su impotencia, la reacción es siempre la misma: atacar a quienes los dejan en evidencia. Fue de esta inoperancia y falta de sentido de lo que es una administración y cuál debe ser su relación con los administrados, de la que se valieron los islamistas en el pasado para cubrir las deficiencias ingentes del sistema, su mala voluntad incluso. En Egipto el poder es poder; la prohibición es su arma más barata y eficaz. Si no tiene dinero para pagar un profesor, te prohíbe construir una escuela. Parece que si la escuela se construye, quedaran en evidencia porque no ponen un profesor. Si no hay escuela, no hace falta profesor. Una lógica sencilla y milenaria, tanto como las pirámides.
La foto final que acompaña al reportaje es la de los niños levantando cartulinas y hojas de papel pidiendo un maestro y poder construir su escuela. Emociona verlos así y frustra que tengan que llegar a ello. Emociona escuchar sus deseos y ver sus ilusiones y temores:

Hanin Saddam, 7, had a message for the Education Minister: “I am the little pupil Hanin, building my school.”
Finally, Hind Hany, 9, said: “We want to learn. We do not want to die.”*

Sí, quieren aprender y no morir en un trayecto, ser secuestrados, robados, acosados.... Quieren esto ahora. Pasados los años pedirán un futuro como se lo pidieron a Hosni Mubarak y su régimen cuando se levantaron los jóvenes en 2011. Lo hacían pidiendo un futuro a una autoridad que funcionaba entonces de la misma manera que ahora: muy mal. La solución siempre es la negación, la represión, la prohibición. Algunos les recriminarán por haber salido en la prensa y convertirlo en un "problema político".


Espero que la escuela se construya. Será su escuela porque ellos han puesto todo: dinero, trabajo e ilusión. Solo les falta un maestro porque, dicen, no hay presupuesto. El presupuesto se ha ido, mucho me temo, en la construcción de cárceles, las peores escuelas. En ellas entran y salen —algunos no salen— muchos jóvenes.
Me gustaría que la escuela siguiera, que tuviera un buen maestro, alguien que les respetara y les enseñara que es bueno construir escuelas porque son como los ladrillos con los que se construyen los países, los mejores ladrillos para la mejor construcción. Pero ellos han hecho lo que estaba en su mano. Quien llegue —si llega alguien o si no mandan destruir la escuela— deberá tener la misma ilusión que esos niños. Pero no será fácil.

¡Ánimo!


* "After 7 years of government rejection, pupils build school in Minya! Egypt Independent 10/09/2016 http://www.egyptindependent.com//news/after-7-years-government-rejection-pupils-build-school-minya


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