martes, 20 de septiembre de 2016

Islas a la deriva o la verdad está en los libros

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Ni tuyo ni mío parece querer decir el gobierno egipcio en un episodio más de la comedia geográfica de las dos islas, Tiran y Sanafir. Profundamente preocupados porque mucha gente no les da la razón en esta inexportable historia, el gobierno ha decidido —¡finalmente!— que la educación es la solución a los problemas del país y ha tomado decididas cartas en el asunto.
Recordamos aquí que la historia comienza con el inexplicable e incomprensible hecho de un gobierno que decide que parte de su territorio actual no es suyo y sin más se lo cede a un país que le presta dinero, Arabia Saudí, aprovechando la visita del rey Salman para dárselas. 
Hay países que hacen entrega simbólica de la "llaves" de las ciudades a sus ilustres visitantes, pero solo al gobierno de Egipto se le ocurre regalar el territorio y no la llave o una foto. Se prescinde del símbolo, por decirlo así, y se va a directamente a lo simbolizado, el territorio.


De poco le ha servido intentar explicarlo. La mejor solución a la incomprensión general del regalo ha sido encarcelar a los que decían que el territorio era egipcio porque así se lo habían enseñado en los libros de texto, que exhibían como prueba. Eran acusados de "expandir falsas noticias", como cualquier otro disidente, y llevados a los tribunales. Finalmente los tribunales también dieron la razón a los disidentes, para enfado del generoso gobierno.
Ayer, el estatal Ahram Online daba esta noticia:

Egypt's education minister El-Helaly El-Sherbeeny stated on Monday that maps included in this year's school text books do not specify which country holds sovereignty over the Red Sea islands of Tiran and Sanafir, reported the Ahram Arabic website.
At a press conference held at the ministry, El-Sherbeeny said the maps currently included in the curriculum merely show that the islands are located in the Gulf of Aqaba.
The government decision last April to cede control of the islands to Saudi Arabia has stirred controversy and protests in Egypt over the past months.
Cairo argues that the islands, long under Egyptian control, have in fact been Saudi all along, an argument that has been challenged by critics, who filed lawsuits to stop the transfer.
In June, Egypt's High Administrative Court ruled that the Egyptian-Saudi border demarcation agreement is void, and that the islands are to remain under Egyptian control.
The government is appealing the ruling.*


Aquejado de asimbolia, la incapacidad patológica para comprender los símbolos, el gobierno ha decidido que la verdad no solo está en su boca sino que debe estar también en los libros. Y en la mejor tradición orwelliana ha hecho desaparecer de la historia lo que los libros afirmaban hasta el momento. Así ya no podrán ser esgrimidos como prueba ante su prodigalidad isleña con los visitantes.
No es la primera vez que el gobierno usa el método del borrado de los libros. Lo ha hecho con cuantas figuras le han parecido molestas y con capacidad de distraer la atención de los estudiantes o complicar la vida de los profesores. Aquí le dedicamos un artículo a la desaparición escolar de Mohamed Elbaradei. Se afirmaba que la desaparición del político liberal y premio Nobel egipcio no se debía a causas políticas sino a "encontrarse más allá de las habilidades cognitivas" de los alumnos del curso, quinto, de cuyos libros había sido borrado [ver entrada]. No sé muy bien con qué problema cognitivo se encuentran los alumnos esta vez para no comprender lo de las islas, pero lo cierto es que entender lo que ocurre en Egipto —incluso para los egipcios— requiere de ciertas habilidades cognitivas que no son muy frecuentes. Si la Piedra Rosetta hubiera incluido un texto egipcio actual, el gran Champollion habría tardado mucho más en descifrarla, pues daría vueltas y más vueltas sobre lo leído tratando de encontrar el error por algún lado ante el absurdo que lograría en sus traducciones.


Lo sorprendente del caso es la actitud gubernamental. Una vez que un tribunal les dijo que el territorio no podía ser regalado al primero que pasara por allí, por muy generoso que hubiera sido el visitante, el hecho de seguir encerrando en la cárcel a gente por "faltar a la verdad" se hace un poco más complicado y la justicia los libera porque tampoco entiende ni puede justificar la decisión arbitraria del gobierno. De forma sorprendente (quizá hasta para el rey Salman), le dieron las islas y cuando la gente protestó, el presidente pidió que se fiaran de él; algunos de los diputados que protestaban se callaron en un gesto de confianza en su presidente. Pero la calle no se calmó.
Lo que le hubiera gustado al ministro es cambiar los libros antes y después mostrarlos como prueba evidente de que tienen razón. Pero tampoco le avisó nadie y creo que ya es un poco tarde para los cambios. Esas islas a la deriva, apátridas, se han convertido en objeto de disputa no entre países, como suele ser habitual, sino entre el gobierno y el pueblo, algo mucho menos habitual.
La decisión tomada sume otra vez al gobierno egipcio en un ridículo espantoso. Cambiar los libros de texto dejando las islas a la deriva de la propiedad es absurdo y revela la carencia de ideas positivas y la abundancia de ideas tontas en un gobierno del que es difícil señalar un acierto pasado el tiempo.


Le parece al gobierno que dejar las islas en aguas de nadie es una decisión salomónica —ni para ti ni para mí— y, por ello, justa y respetuosa con las leyes. Desde luego no lo es; ni una cosa ni otra. Una vez más se ha creado un problema absurdo que, además, le ha creado uno añadido con los saudíes, que han quedado como prestamistas usureros cobrándose las islas como botín.
Podría haber sido peor y tener los niños y niñas egipcios que aprender de sus libros que las islas de Tiran y Sanafir son los días pares egipcias y los impares de Arabia Saudí o cualquier otra sabia decisión que dejara en alto las espadas.
Por una vez, el Ministerio de Educación ha tomado la iniciativa. Es una pena que sea manipulando.

A cartoon from the May 30, 1879, issue of the newspaper Abou Naddara shows Egypt’s leader auctioning off the Giza Pyramids to a crowd of foreign buyers. (The New Yorker 6/06/2016)


* "2016 text books leave Tiran and Sanafir status open: Education minister" Ahram Online 19/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/244226/Egypt/Politics-/-text-books-leave-Tiran-and-Sanafir-status-open-Ed.aspx


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