sábado, 24 de septiembre de 2016

Entrevista sobre un mundo irreconocible o el veterano periodista

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El primer problema que plantea un problema es considerarlo un problema. Si no los reconocemos, difícilmente se podrán resolver. La cuestión es que los problemas, salvo contadas excepciones muy básicas, están sujetos a valoración por las diferentes partes y las discrepancias pueden ser muy grandes. Lo que para uno es un problema, pera otros puede ser invisible o incluso una ventaja. Por eso cuanto mayor es la cohesión social, más fácil es detectar los problemas ya que se perciben conjuntamente como tales y es más fácil ponerles solución. Por el mismo motivo, cuanto mayor sean las discrepancias es más fácil que muchos se queden sin resolver. Si hay un país en el que esto último ocurre es Egipto.
Un paseo diario por la prensa basta para ver la diversidad de opiniones sobre el estado del país, en términos determinables, y de la sociedad en términos de ansiedad. La deriva egipcia ha hecho que haya problemas que afectan a todos (que pueden ser negados por algunos)  problemas que se perciben según el color. Las variaciones sobre responsabilidades, por supuesto, son también grandes. Mientras unos acusan al poder tildándolo de inepto, a otros les faltas dedos para señalar culpables en el exterior.
El comienzo de la entrevista al veterano periodista egipcio Makram Mohamed Ahmed, ex presidente del Sindicato de Periodistas y antiguo Secretario General de  la Unión Árabe de Periodistas (AJU), los autores presentan un panorama global de los problemas:

The situation in Egypt is not so good. Danger bells are ringing at home and abroad, warning of the deteriorating situation in a country whose importance could have repercussions on both global and regional levels. Enemies do not want the state to fall, but they do not want it to rise either. The current situation in Egypt features an intense political scene amid various economic crises that have caused a wave of price hikes that have hit the already poorer classes hard, threatening unpredictable social and regional disturbances.
All these issues compounded makes it hard to fully and accurately analyse the situation, instead limiting the debate to the fate of President Abdel Fattah Al-Sisi and whether or not he will run for office again. Moreover, further questions arise about the leader’s responsibility for the problems spanning his two-year rule and if he would alter his policies to lead the country out of the bottleneck.*


Les habrá resultado extraña la forma de enfocar la situación. Existe una cierta tendencia en definir los problemas en términos de "guerra" —los enemigos—. Se transmite una sensación de que Egipto está en un alambre, haciendo equilibrios, mientras las fuerzas sádicas de la Historia, manipuladas por los de siempre (sean quienes sean), se entretienen jugando con el país. 
El marco creado para enfrentarse a los problemas es siempre el mismo y obedece a la larga dirección de Egipto por los militares. Estos han convertido la representación mental del país en una especie de fortín sometido a permanente asedio. Los "enemigos" no son la ignorancia, la economía, la corrupción, la desidia, la incompetencia de los gobiernos, etc. sino esas "fuerzas" que atacan al pueblo egipcio visto como si caminara por la Historia sujeto a la envidia del resto de los seres humanos y liderado por un caudillo. La frase "Enemies do not want the state to fall, but they do not want it to rise either" nos sitúa en una especie de escenario épico, de luchas del bien y del mal.
Los entrevistadores le piden rápidamente su opinión al periodista que ha vivido bajo todos los presidentes de Egipto:

What is your evaluation of the current scene in Egypt?
The scene in Egypt is currently characterised by a chain of economic crises and price hikes that grind the people down while a government that is indecisive in some things and hesitant in others stays still.
Still, the majority of Egyptians have confidence in President Al-Sisi. His popularity may have fallen by 19%, according to Baseera Centre for Public Opinion Research, yet most Egyptians are willing to give the president another chance—they are convinced that he could lead them out of the bottleneck.
If we look closely, Al-Sisi did not commit any serious mistakes throughout his two years in office. Some people, of course, have a different perspective regarding certain decisions or projects, such as the Suez Canal Development Project or the New Administrative Capital. But any shortcomings are related to feasibility and timing—the Suez Canal, for instance, did not realise its set goal due to reasons related to global trade. Similarly, the New Administrative Capital is a vast and crucial project, but it will consume much-needed money.
Furthermore, there are conflicting views over the sovereignty of the two Red Sea islands, Tiran and Sanafir, although geographical and historical facts prove the islands are Saudi. The latest Egyptian Geographical Society report confirmed this.
Thus, disagreements over Al-Sisi’s policies are not huge and most Egyptians still have trust in him.*


La lectura de estas respuestas nos muestra la condescendencia con la que se aceptan los problemas del país, puesto en manos de una persona, el presidente. Es "si miramos de cerca" es una forma de no ver, más que de ver con precisión. Si el presidente se ha equivocado no es su culpa, sino del comercio mundial que ha decidido reducir el tráfico marítimo. El hecho que los expertos lo avisaran no es relevante porque no son los expertos los que deben señalar qué se puede hacer o no, sino que es el presidente visionario quien debe exigirles que sus sueños se hagan realidad y funcionen. Igualmente, el conflicto de las islas de Tiran y Sanafir, no es presentado como un error político sino como un acto de justicia histórica, devolver a los saudíes sus tierras. 
Todo error es disculpado. Se explica la larga trayectoria del veterano periodista. No desafiando a los poderosos y reforzando sus palabras, se puede vivir mucho tiempo.
En abril, la CNN trató de explicar a sus lectores y espectadores la evolución de la situación egipcia.  La periodista Ashley Fantz publicó un  resumen de lo ocurrido con el título "Egypt's long, bloody road from Arab Spring hope to chaos". Su presentación de la situación actual dista mucho de la de Makram Mohamed Ahmed, entrevistado por Daily News Egypt:

For a moment in 2011, it appeared that the revolution worked. Thousands upon thousands of demonstrators who had massed in Cairo's Tahrir Square succeeded in toppling a dictator who had ruled for nearly 30 years.
But the euphoria faded as Egypt was whiplashed from one political extreme to another, from the oppressive government of the Muslim Brotherhood to the military regime that now rules. Five years after Egypt's Arab Spring, the country is on shaky ground financially, unemployment is rampant and the people are angry. And an ISIS-linked insurgency is growing, the terror attacks becoming more brazen and frequent. Nothing seems sure in Egypt today, except that there's bound to be more fitful change ahead.**


El reportaje de la CNN es coincidente con muchos otros, pero tiene poco que ver con la versión del periodista egipcio. Lo suyo es una versión oficial cuya función es convencer a todos de que el poder en Egipto nunca se equivoca, sino que es el mundo el que falla, conspira, el que no está a la altura.
Cuando se trata de analizar la situación internacional, la misma ceguera Makram Mohamed Ahmed hace ver que todos los problemas son malentendidos:

At the international level, there were reservations from some countries about Egypt post-June 30th. For instance, the United States, with its pragmatist stance, has begun reconsidering its outlook on Egypt. It now understands that Egypt is an important part of the Arab world—resumption of military relations serves as a proof of this. There is a state of coexistence now following a period of suspending arms and ammunition delivery.
In terms of relations with the European Union, we can say that it is good despite the Saudi-Egyptian dispute on Syria. Egypt stands with those who wish to unify Syria and are against its division. Arab aid to Egypt is not same as before, due to the economic problems facing the Gulf as a result of falling oil prices.
Egypt’s relations with Israel are good. The Israelis have played it smart with Al-Sisi—they haven’t objected to his efforts in countering terrorism and have allowed the entry of weapons into Sinai.
Hamas on the other hand, as part of Muslim Brotherhood, has antagonised Egypt, although Mubarak-era Egypt had dealt with them in Palestinian reconciliation talks and hosted them in Cairo. Hamas has made itself a defence mechanism for Qatar and Turkey—they did not play smart with Egypt. Hamas should have realised their size and stayed away from any dispute with Egypt.*


¿Reservas? ¡Más bien condenas! Con esta visión absolutamente oficialista del régimen, ¿es posible resolver o entender al menos algún problema de los muchos existentes en política exterior? 
Si prescindimos de los hechos que Italia tiene retirado a su embajador por el caso Regeni y el Parlamento Europeo ha condenado el régimen de Derechos Humanos existente en Egipto, que en las Naciones Unidas acaban se dejar en evidencia prácticamente todos los países europeos a Egipto, que en Estados Unidos ha llamado directamente "dictador" al presidente en los medios de comunicación que varios países europeos han suspendido sus vuelos a Egipto... y un larguísimo etcétera de problemas acumulados y sin resolver, podría considerarse que la situación no es demasiado desastrosa. Pero es prescindir de mucho. Es sumergirse en la burbuja fantástica en demasía.
Con el respaldo popular y el mirar hacia otro lado inicial tras el "no-coup", muchos egipcios esperaban realmente un camino hacia la democracia. Lo frustrante es que el presidente considera el momento actual como el final de hoja de ruta, todo está hecho. Y lo que existe actualmente no puede ser llamado así.
El régimen ha logrado desviar su responsabilidad hacia esos temidos enemigos interiores y exteriores, pero no puede —por mucho que lo intenté— cubrir su incompetencia en todos los niveles en una sociedad que necesita profundas reformas (económica, educativa, sanitaria, judicial...), creer en ellas con fundamento y desarrollar un sistema de libertades que permita convivir. Pero el lastre es profundo.


La responsabilidad es no haber dejado que creciera en el país una sociedad civil capaz de vertebrarse más allá de las opciones militarista e islamista, ambas autoritarias y excluyentes. Cuando algo intenta aparecer, ya sea como reforma religiosa, social o política, es rápidamente abortada por los que están interesados en que nada cambie. Son los que han hecho fortuna con un estado de cosas calamitoso o los miedosos que no quieren más aventuras y prefieren sobrevivir con lo malo conocido. Son muchos.
El tiro de gracia en la entrevista lo da a su propia profesión, la periodística, que se muestra devaluada:

Some journalists are anxious about freedom of the press. Al-Sisi’s comments on former president Gamal Abdel Nasser’s relationship with the press have been misunderstood. But no writers were banned and no papers were confiscated.
There are opposing voices and political parties. Real opposition is necessary. The security’s caution towards political parties is exaggerated. Security protects the system. Therefore its standards and cautious are exaggerated.*


¿Ceguera? Quizá el tiempo hace que nuestro concepto de la normalidad se vaya ajustando a nuestro deseo de ver y comprender. Puede que sea hasta sincero. Pero los hechos están ahí, con perversa solidez. Las denuncias constantes quedan reflejadas en las asociaciones internacionales para la defensa de los periodistas:

"Right after the 25 January Revolution, the power was in the streets, so the media had to follow suit," said Khaled el-Balshy. "Now the businessmen who run the media are back with the state and doing their work for them." El-Balshy, who has been editor-in-chief of the independent newspaper Al-Badil since 2008, said he believes the state has been "abusive" to journalism by dealing harshly with offending reporters through limits on information access and various legal procedures.***


El Egipto que del que habla Makram Mohamed Ahmed, veterano periodista, no es fácil de encontrar más allá de titulares bondadosos y loas televisivas. Cuanto más débil es el régimen, más propaganda necesita.
A sus ochenta años —próximo a Hosni Mubarak—, este antiguo presidente del Sindicato de Periodistas, es un producto de su propia historia y esta le hace ver lo que le rodea con ojos muy distintos a los que desean un país a la medida de las nuevas generaciones. Estas pedían que les dejaran liderar su futuro y no que les enviaran nuevos elegidos desde cuarteles, mezquitas o medios de comunicación. Pero no les han dejado. Se les condena a repetir los errores de las generaciones anteriores.


Creo se refleja la personalidad de Makram Mohamed Ahmed ,cuando estaba en el poder bajo el régimen de Hosni Mubarak, en un incidente durante un acto de 2008 que la prensa. El diario Al-Masry Al-Youm lo recogió así:

The symposium on carcinogenic pesticides organized by the Environment and Development Writers Association yesterday at the Press Syndicate witnessed sharp verbal altercations between Press Syndicate Chairman Makram Mohamed Ahmed and Law Professor Salah Sadek, when Makram objected to accusing Dr. Mustafa Kamal Tolba of rigging, describing such accusation as a silly conspiracy, which prompted Sadek shouting at him: "You are not qualified to be chairman of the Press Syndicate."
The symposium began with a speech by Dr. Tolba stating that Minister of Agriculture Amin Abaza had asked him to head the ministry's pesticides commission, thereby justifying that no one could accuse him of taking bribes.
Dr. Mohamed Abdel Razek, Director of the Institute of Pesticides, in his turn said the media has ignorantly turned to the issue of pesticides into a public opinion issue.
These two statements have provoked Mohsen Hashem, General Coordinator of the Egyptian Committee against Normalization, and Law Professor Salah Sadek, who accused the organizers of the symposium of aiming to defend former Minister of Agriculture Youssef Wali.
Makram Mohamed Ahmed interfered by saying: "I must refer the organization committee to investigation for allowing such mediocre people to attend."
Sadek replied: "Who are you? You are not qualified to be chairman of the Press Syndicate in the first place."
Makram answered: "My men would eat you alive if I launched them on you." The altercations lasted for an hour before security services switched off the lights to end the symposium.****


No sabemos con precisión quiénes eran "sus hombres" pero nos lo imaginamos. El altercado es un reflejo perfecto de un clima de la época de Mubarak: las acusaciones de amarillismo, los sobornos, la difamación y el matonismo. Se comprende que a Makram Mohamed Ahmed no le preocupe mucho la cuestión de la "libertad" de prensa. Lo suyo es defender al poder, que siempre le ha recompensado con su parte.
Hoy los directivos del Sindicato de la prensa han estado en la cárcel por defender a unos compañeros periodistas que discrepaban de la verdad oficial sobre las islas de Tiran y Sanafir, esas que el veterano periodista certifica que son saudíes, en la mejor tradición de servidumbre obediente al poder.
Que el régimen de El-Sisi necesite de periodistas de la vieja escuela  y el régimen anterior para intentar recuperar la confianza perdida en un 19% es significativo. Lo hace con un control enorme de medios públicos y privados. Pero todas las voces serán necesarias para calmar a los egipcios ante la crisis que les llegan. 
Decía el veterano periodista que El-Sisi "no había cometido errores serios"; serán los egipcios quienes lo decidan. 


* "Al-Sisi has not made serious mistakes, opposing his policies is a point of view: Makram Mohamed Ahmed" Daily News Egypt 21/09/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/09/21/al-sisi-not-made-serious-mistakes-opposing-policies-point-view-makram-mohamed-ahmed/
** "Egypt's long, bloody road from Arab Spring hope to chaos" CNN 27/04/2016 http://edition.cnn.com/2016/04/27/middleeast/egypt-how-we-got-here/

*** "We completely agree: Egyptian media in the era of President el-Sisi" Committee to Protect Journalist CPJ  27/04/2016https://cpj.org/2015/04/attacks-on-the-press-egyptian-media-in-the-era-of-president-el-sisi.php
**** "Heated Argument Between Press Syndicate Chairman And A Professor Of Law Over Carcinogenic Pesticides" Al-Masry Al-Youm 25/01/ 2008 http://today.almasryalyoum.com/article2.aspx?ArticleID=91248

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