sábado, 3 de septiembre de 2016

El peligroso juego de la salud o la siguiente gota en el vaso

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Con todavía los ecos en la prensa de la desesperación de los padres intentando conseguir los paquetes de leche infantil, Egyptian Streets se centra en un gran titular (como debe ser) y una breve información (hay poco que decir). Mientras los escándalos médicos por las carencias o fraudes se acumulan en Egipto, desde la India llega un nuevo mensaje que los egipcios reciben ya con escepticismo:

Egypt’s Minister of Trade and Commerce Tarek Nabil announced on Friday that an Indian medical care company is set to construct a medical city in Egypt, investing $US 1.6 billion.
Nabil, who is currently in New Delhi as part of an Egyptian delegation headed by Egypt’s President Abdel Fattah Al-Sisi, said an agreement had been reached with the Indian company to built the city that will include hospitals and medical centers and facilities, reported MENA.
The name of the company was not reported by MENA, but the Minister reportedly said that company representatives would visit Egypt shortly to discuss the implementation of the project.*


Lejos de la patria, parece que el mundo es de otro color; allí sobra el dinero y la confianza para construir nuevas capitales, hospitales, centrales nucleares, ciudades enteras, más cárceles (por supuesto)... en Egipto.
No hay visita al extranjero de la que no se vuelva con la promesa de turistas, inversores, constructores... que desoyen las advertencias sobre la situación económica, política y social que a diario los analistas —nacionales e internacionales— apuntan. Todos son convencidos por el carismático El-Sisi. Y él convence a los egipcios. Pero la realidad no salta de las primeras páginas. El Canal, el proyecto emblemático del gobierno, fue financiado por bonos patrióticos. Lo pagaron los egipcios de sus bolsillos. El presidente se puso su uniforme y cortó la cinta.
La noticia del viaje se cierra con la visita del presidente El-Sisi a la tumba de Gandhi. Un bonito recuerdo. Ya ahora a China. ¿Hay tumba de Confucio o valdrá la de Mao?


Mientras tanto las noticias egipcias sobre la sanidad empeoran o quizá sería mejor decir que sencillamente no tienen reparo en salir a la superficie apartando la propaganda. Y salen porque la gente ya no se calla. El escándalo es que no aparezcan.
Egypt Independent titula y advierte "Medical shortages — a riot is brewing"**. No se refiere a la cuestión de las familias buscando leche para los bebés. Los casos son más amplios desde hace tiempo y los hospitales públicos están desabastecidos. Las quejas en la sanidad egipcia no son nuevas y las denuncias de los propios médicos han sido constantes. Tuvo más protagonismo su huelga para defenderse del acoso al que le sometía la Policía para obtener falsos partes de lesiones. Los médicos se declararon en huelga y comenzaron una campaña de denuncias del estado de los hospitales con fotografías en medios y redes sociales.
Pero ahora se trata de desabastecimiento dramático de medicamentos. La primera parte del artículo es para dar protagonismo a las personas desesperadas por conseguir medicamentos sencillos para tratamientos de enfermedades crónicas. Niños esperando en las consultas a que los padres vuelvan de las farmacias a donde han tenido que ir a comprar las medicinas más elementales; personas desesperadas porque ven que no van a poder comprar los medicamentos cuyo precio se ha disparado... todo un muestrario de casos humanos luchando por sobrevivir por cosas como soluciones salinas o glucosas, ausentes o con precios claramente especulativos.

Dr. Mohamed Hamdy, a manager of a pharmacy in Shubra, confirms the problem with obtaining IV solutions of this sort.
”There is a severe shortage in saline solution and it’s been going on for about a year now," says Hamdy. "It used to be very cheap, so everyone could afford it. It only cost LE3.50. Now it costs up to LE7, and in some pharmacies it goes for LE15, because there is a low supply of it in Egypt. I get on average 10 visitors a day to my pharmacy asking for the solution.”
Dr. Nasser Gamal, who owns a pharmacy in Ain Shams, reveals that he was hit by the shortage about two months ago, when prices shot up very fast. He explains that even pharmaceutical sales representatives are selling a box of 12 solution packs for LE100. This represents a price increase of 350 percent. He recounts a family who came up from Beni Sueif to find glucose solution for their sick relative. They wanted to buy any amount possible and all he could give them was the last pack he had. This wasn’t enough, naturally, and the patient died.
Gamal says it was a huge mistake on the part of the Health Ministry to shut down the factory that manufactured these solutions. He says the closure resulted in the death of many people who suffer from kidney failure or diabetes.
The problem is exacerbated, he says, by the fact that some companies horde their stores of these solutions to increase demand, pushing up prices and profits.
“There are investors who want to open these factories again, but the government refuses to grant them the necessary licenses," he says.
Furthermore, according to Gamal, a company that manufactured shoddy solutions in Beni Suef tried to use this opportunity to pressure the Health Ministry to allow them to resume their operations after they had been closed down for violations. The ministry refused the request.**


Una mezcla explosiva y vergonzosa de ineficacia y desaprensión especulativa, de juego infame con un sistema que es incapaz de satisfacer las necesidades sanitarias de un pueblo algunas de cuyas enfermedades —la Hepatitis-C, por ejemplo— tiene el mayor número de enfermos en el mundo. ¡Triste récord de enfermedad y de ineficacia! El recuerdo del vergonzoso invento militar para acabar con el SIDA y la Hepatitis-C todavía sale a relucir de vez en cuando.
Cada egipcio podría contar muchas historias de sus peripecias personales y familiares por los hospitales del país. Son historias que los periódicos no cuentan por no ser noticias sino una triste realidad cotidiana. Pero conozco muchas historias de desesperación, de inoperancia y de soberbia médica.
En estos día saltó a los medios una historia que muestra esa desesperación. Saltó en Egipto, pero también en algunos medios europeos y es la historia de un niño de trece años que hizo solo la peligrosa ruta de la migración hasta Italia en busca de ayuda médica para su hermano menor. Euronews la contaba así:

Ahmed Mahmoud, a thirteen-year-old boy, has travelled alone from his hometown in Egypt to seek medical treatment for his little brother who suffers from the blood disorder thrombocytopenia.
Ahmed’s journey started on board the boat of a people smuggler in the Egyptian port city of Alexandria.
He eventually arrived in the Italian city of Florence carrying medical documents describing his brother’s medical condition.
The quality and availability of healthcare in Egypt has been described as patchy.
When he arrived in Italy, the young boy told a police officer on the Italian island of Lampedusa that he wanted his younger brother to survive.
The officer, Maria Volpe, explained why she took Ahmed from Lampedusa to Porto Empedocle.
“To see a 13-year-old boy who risks his life, crossed the sea and comes in Italy only to ask for help to save his brother is a new story, among so many human cases. He said: ‘I`m here because I want to help, I want to save him and continue to play with him.”
The Italian government have decided to admit Ahmed’s family and treat his brother at no cost to them.
Authorities in Egypt meanwhile have urged the family to seek treatment there.***


Es fácil para el gobierno, una vez que el caso se ha vuelto un escándalo, decir que el tratamiento sea gratis. Pero eso no supone ninguna garantía para el hermano de Ahmed. Su supervivencia dependerá de donde caiga en el "patchy" sistema sanitario egipcio. El niño sabía lo que hacía al jugarse la vida para conseguir el tratamiento para su hermano. Desesperado por lo que haya tenido que pasar él, su hermano y la familia decidió lanzarse a esa peligrosa aventura cruzando el Mediterráneo de Alejandría a Lampedusa y de allí hasta Florencia. No se hace algo así porque no te guste un médico. Ahmed ha sido claro: "I`m here because I want to help, I want to save him and continue to play with him."
Egyptian Street recogió la noticia y la reacción oficial al día siguiente:

The Italian newspaper reported that Mahmoud asked Italian authorities to provide him with employment so that he may pay to have his brother treated. However, Mahmoud was invited to stay in Italy along with his family so that his brother may receive treatment for free.
Responding to the incident, Egypt’s authorities urged Mahmoud’s family to seek treatment for the younger sibling, identified as Farid, in Egypt.
In a statement, Egypt’s Minister of Health said that the family had not sought treatment for the seven-year-old boy. The Minister continued that if the family contacts him, he will personally ensure that Farid received the treatment he needs.
Meanwhile, Egypt’s Foreign Ministry spokesperson Ahmed Abu Zeid said that all treatment is available in Egypt, reported Al-Ahram.
In the Italian newspaper report, Mahmoud reportedly said that his father did not have money to pay for Farid’s treatment. Egyptian Streets could not independently verify these claims. In Egypt, public hospitals generally provide free treatment. It is unclear what Farid’s condition is and whether a public hospital offers the required treatment.****


La idea de que un niño de 13 años se embarque en una aventura de este calibre sin haber mirado antes en su propio país no deja de ser una fantasía ministerial. El muchacho parace mucho más listo y decidido que eso. Como ocurre en otros casos, los primeros escalones administrativos dicen una cosa y los ministros otra en sus ruedas de prensa. La desesperación para ir a Italia a conseguir un tratamiento y querer pagarlo trabajando allí es algo más que una aventura de un niño mal informado.

La desesperación por la falta de medicamentos o por la situación de los hospitales públicos no es algo exclusivo de Ahmed, como nos contaba Egypt Independent desde su titular: "a riot is brewing".
Si el muchacho se quedara en Italia trabajando —algo que no es posible— para pagar el tratamiento de su hermano, vería cómo dentro de poco el gobierno le reclamaría un aumento de la tasa que los egipcios tienen que pagar por poder trabajar en el extranjero, algo que se estaba preparando ante la crisis económica.

La caricatura de Amr Eissa en Daily News Egypt, fechada el 22 de agosto, tenía el siguiente rótulo " Parliament 'preliminary' approves draft law imposing new fees on Egyptian expats"*****. Nos mostraba expresivamente cómo el largo brazo del gobierno se extiende para sacar dinero del bolsillo del egipcio que se aleja del país con un hatillo a la espalda en busca de fortuna. 


Los egipcios tienen que pagar por salir al extranjero a trabajar. No se sabe muy bien por qué, pero tienen que hacerlo. Debe ser un castigo por no quedarse a disfrutar del desempleo, la inflación, la corrupción, la falta de medicinas, los derechos humanos o desaparecer en alguna estancia policial, etc. Han de pagar estas cantidades anualmente. El pasado día 29, Egypt Independent lo confirmaba con el titular "Parliament approves higher fees for 'work-abroad' permits". Se señala:

The Egyptian parliament has approved a legal amendment that will raise fees for Egyptians seeking government permission to work abroad.
The amendement will raise the fees for permits issued by the Manpower Ministry, increasing them from LE100 to LE200 for those with a higher-education background, and from LE60 to LE100 for those with a lower level of education. In line with existing practice, Egyptian expats must renew their work-abroad permit each year, meaning the fees are due annually.******


Son muchos millones los egipcios que han tenido que abandonar su país porque su país se ocupaba poco de ellos. Pero ese argumento no funciona: los egipcios siempre tienen el mejor gobierno del mundo. Da igual que exista corrupción o que ese dinero acabe pagando la suite de 600 dólares diarios del ministro cesado por el escándalo del trigo, la harina y el pan, o la alfombra roja kilométrica para que las ruedas de los coches de la comitiva presidencial no se mancharan de polvo; da igual que sirva para construir cárceles en vez de hospitales —esos los construirán presuntamente las compañías privadas de la India—, escuelas para evitar que siga aumentando la tasa de analfabetos, como ha ocurrido. Da igual. El egipcio debe pagar por salir de su país como los turistas pagan por entrar. Se veía venir cuando la flamante ministra para los expatriados anunció que se estaban renovando las bases de datos con los egipcios de cada país, tarea que servirá para que aumente la vigilancia de las embajadas sobre los que están fuera y sus actividades, algo que ya hacen y sirve para dejar fuera o dentro, según se tercie, a los díscolos.
La respuesta de los expatriados en Francia no se ha hecho esperar y es recogida por el diario:

Saleh Farhoud, head of the Egyptian Expats in Paris group, told Al-Watan newspaper that Egyptians living abroad will not accept the increase. He says the small amount may be affordable, but people reject the idea of their government twisting their arm to raise money.
“Egyptian expats are one of the country's deep pockets, and our remittances have been one of the main reasons for the economy‘s growth over the past years,” Farhoud said.******

Este tipo de prácticas solo pueden entenderse desde un sentido de propiedad del país y las personas que lo habitan. Los ciudadanos tienen derechos; los súbditos deben dar gracias por estar bajo su señor y pagar por ello. La subida de esa especie de permiso para salir a trabajar fuera, algo que según el gobierno egipcio (siempre dice lo mismo) es habitual en todo el mundo implica una "propiedad" del egipcio, que le cobra por llamarle "egipcio". Los gobiernos egipcios dan poco y exigen mucho, especialmente porque, como estamos viendo estos días, gran parte de lo que recaudan se pierde por el camino, como el trigo y tantas otras cosas.
La indignación de los expatriados en Francia, por boca de su representante, tiene su lógica e irá a más convirtiéndose en indignación. Ahora serán llamados "traidores", "insolidarios" y se les acabará amenazando seguramente con la retirada de la nacionalidad a los que no paguen lo que deban o se les cobre con efecto retroactivo el día que regresen si quieren entrar. La base de datos de la ministra será muy útil entonces.

No se soluciona nada; simplemente se reclama más dinero para seguir tapando errores, ineficacia y continuar alimentando la corrupción galopante, que es el motor estatal. Como advirtió el auditor general, al que han metido en la cárcel por hacerlo, la corrupción es un cáncer que se lleva por delante cualquier proyecto reduciéndolo a una máquina de desviar dinero. Años de desidia y de protección de los corruptos hacen que sea una forma de vida, como se ha visto con el trigo. Las tarjetas inteligentes usadas para el control eran más bien tirando a listas; ahora se proponen como sistema de control de la leche infantil. Más de lo mismo.
Los que cuentan hoy que unas empresas indias harán un maravilloso hospital que funcione, no nos dicen en cambio que, al igual que ha ocurrido con la energía eléctrica, los precios se dispararán al estar en manos privadas y aumentar la demanda ante la ineficacia del sistema de salud, el farmacéutico incluido. Con los titulares no se come, pero se sueña.
Las arcas están vacías por la crisis y por la corrupción. La primera hace que la segunda se esmere en conseguir formas más adecuadas para no perder sus ganancias. Ahora que no hay dinero, las compañías se lanzan a cobrarles a los egipcios directamente lo que antes les cobraran indirectamente y ellos no sabían. También a los de fuera.


El egipcio se desespera porque cae sobre las familias el peso de toda la codicia disparada. En estos tres días han estallado los casos de la electricidad, de la leche infantil y de la sanidad. No es nuevo, sino un proceso que viene intensificándose desde que empezó a faltar el dinero. El estado ya no puede mantener subsidiada a una mayoría de la población que ve cómo el poco sueldo se deshace en sus manos a los pocos días de recibirlo. Eso el que trabaja, con el sector turístico casi paralizado. Lo que se gana es devorado rápidamente.

Me comentan, tras el artículo de la subida de la electricidad, que las tarifas se fijan según los barrios, es decir, según los ingresos estimados de la gente. En los barrios más pudientes, la electricidad cuesta más. Pero puedes vivir en una casa de un buen barrio y estar empobrecido por la crisis.  La casa sigue igual, tu sueldo no. Muchos de los viejos buenos edificios de El Cairo se están deshaciendo por abandono desde hace mucho tiempo. Buenos barrios, pero con vecinos empobrecidos. No ocurre así con jueces, militares, etc. —los pilares del régimen— de los que no se puede discutir (como se dijo en agosto en el parlamento) el presupuesto porque es antipatriótico hacerlo. Es el patriotismo del 10% de subida y de pensiones múltiples, civiles y militares, por empleos dobles. Como le dijeron al diputado que preguntó sobre el presupuesto: "el Ejército y el pueblo, una mano". ¿Y la otra?
Se hace con la electricidad el mismo procedimiento que se quiere hacer para la tasa de los expatriados: unos pagarán más que otros según los estudios. 
La gran perjudicada es la clase media egipcia que ve cómo pierde poder adquisitivo sin que aumente en nada el movimiento económico. El gobierno trata por todos los medios que el peso recaiga en ella. Teme a los muchos que tienen muy poco y a los pocos que tienen muchísimo, que son sus apoyos políticos en la sombra, el viejo régimen.
La historia eléctrica que contábamos hace dos días incluía a aquella mujer que lloraba en la parada del autobús. Tenía unos ingresos muy superiores a la más humilde, pero el problema era el mismo: la tarifa se duplicaba proporcionalmente para ambas. Mediante estos indicadores, como la residencia (según los barrios) o los niveles de estudio (para cobrar a los expatriados), se quita a cada uno lo que se estima que se le puede quitar. El problema es, además de todo eso, que los egipcios se ven acosados por el aumento de los precios de cualquier producto que necesiten. Los ataques les vienen de todos los frentes: alimentos, energía, transporte...

2015
La advertencia de que las revueltas que "se están cocinando", como decía Egypt Independent, no debe caer en saco roto. La indignación y la desesperación provocan una presión que acabará liberándose por algún lugar. En algún momento llegará esa gota que desborda el vaso. Las colas para conseguir leche infantil o medicamentos pueden transformarse pronto.
El problema es que no se ven medidas reales, solo parches que tratan de sacar más dinero a los que cada vez tienen menos. El drama se está gestando entre las clases medias, cada vez empobrecidas, y las más populares que pierden los subsidios y quedan sin nada. No hay un solo sector, de la educación a la salud, del turismo a la energía, que no esté en crisis y sin soluciones a la vista. 


En noviembre de 2012, el diario estatal Ahram Online titulaba "Egypt's public hospitals: From bad to worse" un deprimente reportaje acompañado de escalofriantes fotografías del estado de algunos hospitales públicos. No creo que se haya hecho mucho desde entonces y el viaje a Italia del niño de 13 años dispuesto a salvar a su hermano pequeño es más real que las fantasías coloristas del hospital millonario que dicen que los indios van a construir. Los titulares o muy similares se repiten en los medios más diversos en 2013, 2014 y 2015 hasta llegar a hoy mismo, señal de que nada se ha hecho.
El orgullo con el que se proclama ser el país árabe más numeroso tiene sus consecuencias nefastas cuando hay que alimentarlo, crear trabajo, educarlos o cuidarlos en hospitales. Tener gente solo para poder cobrarles desde unas elites parásitas no puede ser el futuro. Y si se van, también les cobran.
Es duro ser egipcio.
 
Noviembre 2014


* "$1.6 Billion ‘Medical City’ to be Built in Egypt by Indian Company" Egyptian Streets 3/09/2016 http://egyptianstreets.com/2016/09/03/1-6-billion-medical-city-to-be-built-in-egypt-by-indian-company/
** "Medical shortages — a riot is brewing" Egypt Independent 2/09/2016 http://www.egyptindependent.com//news/medical-shortages-%E2%80%94-riot-brewing
*** "Egyptian boy travels alone to Italy to 'save' his sick young brother" Euronews 20/08/2016 http://www.euronews.com/2016/08/20/egyptian-boy-travels-alone-to-italy-to-save-his-sick-young-brother
**** "13-Year-Old Egyptian Travels to Italy By Boat Seeking Treatment for Younger Brother" Egyptian Streets 21/08/2016 http://egyptianstreets.com/2016/08/21/13-year-old-egyptian-travels-to-italy-by-boat-seeking-treatment-for-younger-brother/
***** Amr Eissa Daily News Egypt 22/08/2016http://www.dailynewsegypt.com/2016/08/22/cartoon-egypt-looks-rank-money-afar/#disqus_thread

****** "Parliament approves higher fees for 'work-abroad' permits" Egypt Independent 29/08/2016 http://www.egyptindependent.com//news/parliament-approves-higher-fees-work-abroad-permits


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