jueves, 16 de junio de 2016

La nueva vía de Orlando o el analista cartesiano

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Es difícil que la complejidad de la vida de cada uno se ajuste como un traje hecho a medida a nuestras definiciones y etiquetas. Esto desemboca en muchas ocasiones en bizantinismos y discusiones escolásticas, debates sin fin en los que se intenta establecer qué es algo y cómo se diferencia o en qué se parece a otros casos anteriores. El caso de Omar Mateen tiene esa complejidad que requiere lidiar con los conceptos y lo que cabe en ellos. Cada nueva revelación en el caso ha ido aumentando la complejidad y abriendo nuevas líneas discursivas que alientan los debates en un sentido u otro.
Muchos se sienten irritados cuando escuchan que "los motivos" no están claros. Por ejemplo, el conservador The Washington Times titulaba "New York Times still trying to find motive for Orlando massacre". El artículo, firmado por Kelly Riddell, aprovecha para atacar a los "medios liberales":

Omar Mateen pledged an oath to the Islamic State in a call to U.S. authorities, while shooting down 49 innocent people in what has become the worst massacre on American soil since 9/11.
And The New York Times is still trying to find a motive.
In its editorial page in Wednesday’s paper, The Times wrote: “While the precise motivation for the rampage remains unclear, it is evident that Mr. Mateen was driven by hatred toward gays and lesbians.”
“While the precise motivation for his rampage remains unclear”?!
The liberal media simply can’t wrap its head around why a gay Muslim registered Democrat would commit such an atrocity.
But it’s really clear: It was in the name of ISIS.
“I’m the shooter. It’s me,” Mateen was quoted as telling News 13 in Orlando. “I did it for ISIS. I did it for the Islamic State,” he said, according to a Washington Post account of the call.
During a briefing Monday, FBI Director James Comey confirmed that fact.
“During the [911] calls he said he was doing this for the leader of [the Islamic State] who he named and pledged loyalty to,” Mr. Comey said.
But this is all too much for The New York Times. They need to blame Republicans for the mass shooting. Or Christians. Or Donald Trump. Or his supporters. Or all of the above.*


El periódico fue creado por el fundador de la conocida como "Secta Moon" (o Iglesia de la Unificación), el surcoreano Sun Myung Moon, y es conocido por su carácter claramente conservador y poco proclive a la comunidad gay.
El segundo día tras los sucesos incluimos al final una nota en la que señalábamos que se abrirían pronto nuevas hipótesis sobre la interpretación de este caso. El artículo representa a la perfección nueva vía al definir a Omar Mateen como "a gay Muslim registered Democrat".
Los asesinatos de Orlando pueden ser considerados desde diferentes perspectivas o simplemente dando prioridad a una de las líneas frente a otras. Lo tiene todo: "atentado en nombre del EI", un "ejecutor musulmán", "crimen de odio contra la comunidad homosexual", etc. Pero ha emergido una nueva línea doble: Omar Mateen era gay y además estaba registrado como votante demócrata. Y eso no puede ser desaprovechado en dos campos: la campaña electoral y en el exterior.


Otro medio ultra conservador norteamericano, The Daily Caller, plantea con beligerancia electoral esta cuestión:

If you’re wondering why the Democrats have been screaming about the NRA ever since the Orlando massacre, it’s because they don’t want to talk about the fact that the shooter was one of their own.**

Incluye una reproducción de la ficha de registro de Omar Mateen como "elector" demócrata realiza en 2006, que ha sido hecha pública por otro medio, Snopes, una página dedicada a la confirmación o desestimación de rumores y leyendas urbanas.


Convertir lo ocurrido en Orlando en una "matanza demócrata" es un disparate que solo los medios extremistas norteamericanos y las teorías de la conspiración de Medio Oriente podrían llegar a plantear.
Tras establecer que Mateen es sin duda un "demócrata", The Daily Caller pasa a la segunda línea de argumentación:

We’re also learning that Mateen was a regular at that same gay nightclub for years, and he used a gay dating app. So, he was a gay Muslim Democrat. He hit the trifecta of victimhood. That means it has to be the gun’s fault, and the NRA’s fault, and the GOP’s fault, and Christians’ fault, and white people’s fault. It’s everybody’s fault but the gay Muslim Democrat who pulled the trigger.**


Una "trifecta" es una apuesta triple acertada en las carreras de caballos. Al convertir al asesino en un "gay", "musulmán" y "demócrata", los ultra conservadores ven confirmadas todas sus líneas. Es la triple condición del mal, ¿qué más se puede pedir? Así se mantienen la homofobia, islamofobia y "democratofobia" de forma consistente ante sus intérpretes, quienes ven confirmadas sus opiniones previas. El mal estaba donde se esperaba. La mejor defensa es un buen ataque.
Desde el día siguiente a los hechos, se planteó en el retrato de Omar Mateen la posibilidad de que tuviera una dimensión homosexual. Pronto salieron informaciones en ese sentido de compañeros o testigos, incluso su primera esposa no lo negaba como una posibilidad. Su padre, por su parte, lo negaba tajantemente e insistía en cómo se había sentido muy perturbado por ver una pareja gay.


Todo ello permite hacer una serie de maniobras cada vez más confusas, pero que chocan todas ellas con un hecho incontestable: la muerte de 49 personas. Cuando hablamos de "motivaciones" no estamos hablando de máquinas, sino de personas. Esto implica que el grado de claridad de porqué se hacen las cosas puede variar mucho.
Preguntarse si era un "verdadero terrorista", un "verdadero gay", un "verdadero musulmán", un "verdadero norteamericano", un "verdadero afgano" y/o un "verdadero demócrata" tiene sus límites. Le pedimos a una persona que evidentemente se encuentra alejada de lo que muchos consideraríamos "normalidad" que se convierta en analista cartesiano de sí mismo y llegue a conceptos claros y distintos sobre quién es.
Ningún "terrorista" se ve a sí mismo como un "terrorista", sino como un "héroe", un "salvador", un "mártir", etc. El Estado Islámico tampoco se ve a sí mismo como un "grupo terrorista", sino que eso es la calificación que nosotros le damos. Omar Mateen no es la excepción. Él se veía como un "libertador" de "su pueblo" al señalar que lo que estaba haciendo —matar personas— era por los bombardeos que sufrían en Afganistán. Da igual que él tuviera pasaporte norteamericano y hubiera nacido en Nueva York; lo importante es é no se veía así y que muchos tampoco le veían así o eso percibía él.


El FBI, en cambio, sí lo veía como un "terrorista", aunque fuera potencialmente, y por eso lo había interrogado y lo tuvo en observación. Eso tampoco debió contribuir mucho a que sintiera que los demás le consideraban un "verdadero norteamericano", sino más bien lo contrario.
Si era "gay" o no lo era solo añade una dimensión más al asunto, pero no anula el carácter homofóbico del hecho ni el de acto terrorista. El odio que sentía por ellos lo sentía también por sí mismo. Igual que no se veía como un libertador ni como un terrorista, no quería verse como "gay", algo que entendía como negativo y que no quería sentir. Lo absolutamente intolerable es que el hecho de que visitara el bar o tuviera relaciones con otros hombres sirva a algunos para convertir la matanza en una "crimen entre homosexuales" y sirva de base para más homofobia.


El "gay musulmán demócrata" es una definición peligrosa en donde se ha pasado del uso contra los musulmanes primero, contra la comunidad gay después y ahora contra los demócratas finalmente pisoteando toda lógica.
Una cosa es la autodefinición, que afecta a cómo se sienten las personas y otra las formas en las que nosotros las clasificamos. Cuando juró obediencia al Estado Islámico y reivindicó su acción, Omar Mateen se estaba sintiendo miembro de una causa. No se reivindicó ni como "gay" ni como "demócrata", lo que hubiera sido absurdo, pese a lo que la prensa de extrema derecha norteamericana quiera interpretar. Tampoco se reivindicó como "norteamericano" sino que lo hizo en nombre de "su pueblo", Afganistán, por encima de su pasaporte y lugar de nacimiento. ¿Hace recaer sobre los musulmanes o los afganos la responsabilidad? Evidentemente no. Solo sobre aquellos que incitan a la violencia homófoba y al terrorismo.

Omar Mateen fue, por todos los indicios, una de esas personas en el filo, en equilibrio inestable entre pares de elementos que le hacían sentirse desplazado, de su cultura a su sexualidad. Las exageraciones de Mateen a lo largo de su vida son intentos de definirse, como lo son los interminables selfies ante el espejo que nos ilustran algunas facetas de su personalidad.
Mateen siguió, como las aguas que bajan por las laderas, los caminos más fáciles, de menor resistencia para canalizarse. Se radicalizó porque tenía a su alcance los medios para hacerlo, como registran sus visitas a páginas web radicales. Se alimentó de lo que tenía a su alcance y se volvió contra lo que odiaba o sentía que debía odiar, dentro y fuera de él, aprendido o propio.

Se abre ahora, en cualquier caso, un nuevo capítulo: su esposa. Sobre ella se centran ahora las pesquisas. Las informaciones que salgan de ahí puede que abran nuevas perspectivas. Hay que tener mucho cuidado con que las batallas que se libran por encima del hecho no perturben su interpretación por más que lo intenten.
Hay, sobre todo, que aprender de cada caso lo que conlleva para evitar que se reproduzcan. Hay que aprender de las consecuencias de la islamofobia y de la homofobia, tanto una como otra han pesado en este caso llevando al odio y a la radicalización que finalmente se han traducido en este caso, atentado y crimen de odio.
Es importante cómo lo entendamos, pero más importante es que lo haya reivindicado el Estado Islámico reconociendo a Omar Mateen como uno de sus soldados, no solo por la reivindicación en sí, sino por el uso ejemplar que pretenderán darle o por la invitación a imitarlo.
Lo importante es aprender. En este caso hay mucho que aprender no solo sobre el terrorismo y cómo prevenirlo sino sobre nosotros mismos.



* "New York Times still trying to find motive for Orlando massacre" The Washington Times 15706/2016 http://www.washingtontimes.com/news/2016/jun/15/new-york-times-still-trying-find-motive-orlando/

** "Omar Mateen Was A Registered Democrat, BUT…" The Daily Caller 14/06/2016 http://dailycaller.com/2016/06/14/omar-mateen-was-a-registered-democrat-but/#ixzz4BiWek9nY


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