jueves, 30 de junio de 2016

El presidente con botas

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Al señor Embajador de Egipto en España no le ha gustado un artículo de Francisco Carrión en el diario El Mundo y así lo ha manifestado a través de una carta dirigida al director del diario que este ha publicado ayer, día 29, en su versión impresa con el título "Aclaración de la embajada egipcia". La sección es "Cartas al director". Esto no tendría que tener más importancia si el embajador fuera, pongamos por caso, el británico o el francés, pero teniendo en cuenta que el corresponsal del diario El País tuvo que dejar Egipto en su momento porque a alguien no le gustaba tampoco lo que escribía, el escrito debe ser contemplado de otra manera. Y el tiempo nos dirá cómo.
Es perfectamente comprensible que al señor Embajador de Egipto no le guste el artículo de Francisco Carrión y así lo manifiesta desde el primer párrafo:

Sr. Director:
Leí con atención el artículo de Francisco Carrión publicado el pasado 8 de junio bajo el título «Vidas aplastadas por las botas del presidente egipcio Al Sisi». El título me causó un gran asombro y tristeza porque me pareció ofensivo para todo un pueblo. Debo recordar que los egipcios, que derrocaron a dos presidentes, (Mubarak y Mursi) en menos de tres años, en defensa de su libertad y dignidad, no pueden admitir que sus vidas sean aplastadas por nadie.*

El señor embajador es muy libre de sentirse asombrado y triste por la lectura del artículo, quizá incluso forme parte de sus obligaciones diplomáticas el hacerlo. Pero a lo que no tienen ningún derecho es a considerarse ofendido. Es más: es él quien está ofendiendo al pueblo egipcio al considerar que lo que se dice de las "botas del presidente" se dice del "pueblo egipcio".


Desde esa demagógica y verdaderamente insultante igualdad, todo lo que haga el presidente es en nombre del pueblo egipcio. Quizá también sea el pueblo egipcio, por el mismo razonamiento igualitario, el que haya entregado las islas de Tiran y Sanafir al rey de Arabia Saudí.
Las botas no son del pueblo egipcio, son las de su gobierno encabezado por "su" presidente. Entrecomillo el posesivo porque el problema parece en no saberse bien quién posee a quien, si el pueblo al presidente o el presidente al pueblo. Pero de lo que no hay duda es de quién son las botas.
No es el pueblo egipcio, al que usa como coartada, el responsable de lo que dice el corresponsal Carrión y que no gusta nada al embajador egipcio, señor Ahmed Ismail Abdelmoeti. Es inaceptable e insultante que considere que las acusaciones contra el presidente y sus acciones se consideren insultos al pueblo egipcio. Solo la retórica hueca y grandilocuente, totalitaria y patriotera establece la equivalencia.


Dice el señor embajador que el pueblo egipcio derrocó a dos presidentes, Mubarak y Mursi. La equiparación de ambos casos es también insultante porque omite decir que los que respaldaban o sostenían a Mubarak —ya que tenía al pueblo en contra— eran el Ejército y la Policía. De la misma forma el hoy presidente de todos los egipcios era ministro de Defensa del Gobierno de Mohamed Mursi y su ministro del Interior, señor Mohamed Ibrahim, ejerció la represión desde diferentes puestos desde la época de Mubarak, en la de Morsi y en la del presidente Morsi hasta que los excesos fueron ya insoportables y las manifestaciones, artículos, etc. para que se libraran de ese profesional de la represión eran continuas. Mucho le debió costar al gobierno desprenderse de un profesional con tanta experiencia en la represión del pueblo egipcio. Era un esmerado limpiabotas.


Es de agradecer que frente a las corrientes oficiales que tienden a expandir la idea de que quienes se levantaron contra los excesos de las botas de Hosni Mubarak después de treinta años en el poder, sean hoy considerados "saboteadores", "agentes extranjeros" al servicio de Occidente, etc. y se pida que se les retire la nacionalidad, como en el caso de Wael Ghoneim, Aquella "primavera", según los oficialistas y limpiabotas fue una maniobra para hundir al mundo árabe con conflictos y hacerles abandonar el paraíso de sus dictadores, en el que todos vivían felices. Los que fueron una vez "mártires" con cuyas efigies se decoraban los murales en las calles, hoy son olvidados o insultados, incluso se censuran los libros que guardaron testimonio fotográfico de aquellos muros.


La madre de Khaled Saeed, el joven torturado hasta la muerte por denunciar los tejemanejes de la policía alejandrina con la delincuencia de la ciudad, se hermana por voluntad propia con la madre del joven estudiante italiano, Giulio Regeni, en la sospecha de que los mismos que torturaron y arrojaron a la calle a su hijo lo hicieron con el doctorando que había cometido el terrible pecado de salir a la calle un 25 de enero, aniversario de la Revolución de 2011, pero en el que ya solo está permitido celebrar oficialmente el Día de la Policía.


El día en que los egipcios salieron a la calle, quien los reprimió brutalmente fueron las fuerzas de seguridad, las mismas que lo hacen hoy, como sería el glorioso Ejército egipcio el que lo haría oficialmente poco después, como siempre, en el periodo de la SCAF, con el mariscal Tantawi al frente.
Si el señor embajador leyó con "interés" el artículo sobre el presidente El Sisi, seguro que le interesará también leer todos aquellos textos periodísticos, artículo y entrevistas, en los que se recogen las firmes declaraciones del entonces ministro de Defensa y hoy presidente en el que se afirmaba que no tenía ninguna aspiración al "poder" de Egipto y que el Ejército tampoco. Con esa confianza, la mayoría de los egipcios respaldaron al amplio espectro de fuerzas políticas y sociales, de coptos a salafistas, de liberales a socialistas, que asumió el poder tras la negativa de Morsi a renunciar al cargo y a convocar nuevas elecciones, que es lo que se le pedía. Nadie pidió nunca un golpe porque el argumento esgrimido era "evitar una guerra civil". No es fácil creer esto después de ver la forma de "resolver" el conflicto, con cerca de mil muertos y otros muchos miles de personas encarceladas o desaparecidas.
El cierre de la carta del señor embajador Abdelmoeti concluye:

La transición egipcia está en manos de un presidente elegido democráticamente, que colgó su uniforme y está cumpliendo el mandato de instaurar un sistema democrático y civil.


La "transición" ha concluido con un monumental fiasco, no solo no se ha ido hacia las libertades sino que ha aumentado la represión y se construyen más cárceles para esos inexistentes presos. El gobierno de Egipto ha hecho caer todos los indicadores que miden la salud democrática, la transparencia, la libertad de expresión, etc. hasta niveles por debajo de la época de Mubarak. Se encierra a periodistas, intelectuales, ateos que invocan su libertad de conciencia y que la constitución que lo recoge. Ni "democrático" ni "civil", como denuncian los comités de instituciones de todos los rangos. Las declaraciones sobre los "derechos humanos", hechas por el presidente El Sisi, señalando que no son adecuadas para la moral egipcia, son un insulto al propio pueblo egipcio.


En estos momentos hay miles de encarcelados pendientes de que se celebren sus juicios, que se retrasan una y otra vez, por años. Es una forma antidemocrática de ejercer la justica, ya que se usa como castigo contra las personas no dejando que se defiendan en un juicio. Ha batido el triste récord de periodistas encarcelados, presionados, etc. Ayer mismo informábamos de la deportación fulminante de la periodista libanes Liliane Daoud, en cuyo programa era posible criticar las políticas de Sisi. Se prohíbe la entrada o se expulsan los periodistas molestos. A las mismas presiones están sometidos muchos miembros de las universidades que osen ser críticos y no se dejan intimidar por las consignas dadas desde la propia institución, controlada férreamente, de los profesores a los estudiantes, cuyas elecciones no se han reconocido por salir independientes.


Los conflictos con los profesionales han sido constantes: abogados, funcionarios, médicos (por las intimidaciones policiales), periodistas (con la cabeza del sindicato detenida), escritores detenidos por "atentar contra la sagrada moralidad egipcia", editoriales cerradas, medios comprados por los magnates que apoyan al gobierno... De todo ello damos cumplida cuenta aquí cuando se produce, por lo que quien esto lee puede dirigirse a la columna de la derecha y buscar los datos, fechas, hechos, nombres...
Los apoyos que le quedan a El Sisi son los miembros del antiguo régimen, que han recuperado protagonismo al pasar la tormenta contra ellos y poder sentarse incluso en el parlamento en representación del pueblo egipcio, y los nuevos emprendedores de una situación política de nuevo centralizada en la figura del presidente a través de una operación de aislamiento de Egipto convenciéndolos de que son objeto de conspiraciones. La única real hasta el momento es la que ha supuesto la entrega de las islas a un país extranjero, algo que los jueces acaban de frenar para consternación del gobierno y alegría de muchos millones de egipcios, a los que el embajador representa.


Nada de lo que ocurre en Egipto puede ser llamado "transición" y menos todavía "hacia un estado democrático y civil". La represión por motivos religiosos ha aumentado mucho más que en la época de Mubarak, adquiriendo Al-Azhar un protagonismo censor perfectamente calculado para ofrecer la imagen "piadosa" y convertir a los opositores en enemigos de la religión.
Son los propios hechos del gobierno, su comportamiento muy poco democrático, los que definen esta situación y no los discursos del presidente y sus ministros o la carta del embajador.
Nadie ha insultado al pueblo egipcio. En cambio sí se le reprime y encarcela mediante la operación retórica excluyente: todo el que no está del lado del presidente "no es egipcio", es más, es su enemigo. Shaimaa al-Sabbagh sí era demócrata y llevaba flores para conmemorar a los muertos en el día que se ha prohibido celebrar, para recordar a los que cayeron por esa dignidad de la que el embajador habla. Pero esa dignidad no está en quienes, entonces y ahora, han apretado el gatillo. Y son siempre los mismos.


Nadie ha ofendido al pueblo egipcio. Hay otro tipo de ofensas a su dignidad y libertad que se repiten y que no pueden ser ignoradas ni si quiera en nombre de la diplomacia. Los embajadores representan a los pueblos y no a los gobiernos. La ofensa es hacer pasar las faltas de los presidentes como "virtudes" de los pueblos. Que cada cual aguante su vela.
Aunque el presidente El Sisi colgó el uniforme, se dejó las botas puestas.



* "Aclaraciones de la embajada egipcia" Cartas al director, El Mundo, 29/06/2016.




miércoles, 29 de junio de 2016

Otra periodista menos en Egipto

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Hace unos días traíamos aquí el comentario sobre otro de esos regulares artículos en los que los apologistas del régimen egipcio se quejan de que el mundo es incapaz de reconocer el paraíso en el que Egipto vive gracias al magnánimo gobierno que rige sus destinos. El mundo —es la tesis oficial— ignora y tergiversa el jardín de las libertades, de la abundancia y del buen hacer. El mundo, ciego de envidia, miente sobre lo que allí ocurre engañado por periodistas tramposos, políticos desalmados y oscuros conspiradores disfrazados de ONG financiadas desde el extranjero.
Hace dos días saltaba a la prensa la forma en que esto se entiende a través de la deportación de la periodista libanesa Liliane Daoud. La deportación se ha producido con la amabilidad y el entrenamiento característicos de la Policía egipcia. Ahram Online lo contaba así:

Lebanese ONTV host Liliane Daoud was deported from Egypt to Beirut on Monday night.
Daoud was arrested at her Cairo house on Monday and transported to Cairo airport for deportation, her Lawyer Zyad El-Elaimy announced the news on his Facebook account.
Her deportation comes hours after she announced on Twitter that she had ended her contract with privately-owned Egyptian channel ONTV, which she joined in June 2011.
El-Elaimy said Daoud had entered Egypt using her British passport and had not renewed her Lebanese passport for a while.
The interior ministry is yet to comment on Daoud's deportation.
Daoud's show The Complete Picture, which ran for five years, was among very few TV programmes which gave a platform to political opposition figures to speak freely on air.
Her Egyptian ex-husband, Khaled El-berry, was coincidentally present at her home during the arrest while picking up their ten-year-old daughter for dinner.
"They gave [Daoud] exactly five minutes. They refused to allow her to take anything with her except her wallet. They also refused to let her call a lawyer or the [Lebanese] embassy," El-Berry wrote on his Facebook account.*


Al gobierno egipcio le ha debido parece que la "imagen" estaba demasiado "completa" y que Daoud ya no era necesaria en Egipto. Me imagino que ya tendrá elaborada una biografía alternativa como agente extranjera. Asombra también la precisión y delicadeza de la Policía para llegar en el momento adecuado, con el ex marido egipcio haciéndose cargo de la niña, que de otro modo hubiera quedado sola o se hubiera tenido que ir con ella, ya que es de ella de quien depende legalmente. Pero estas cosas ocurren cuando se tiene una Policía tan diligente como la egipcia. La niña es egipcia y el gobierno egipcio protege muy bien a sus hijas.
El hecho de que la niña se quede en Egipto mientras ella se va deportada es una forma de mantener su mente ocupada en algo más que en criticar a un gobierno que recurre a este tipo de infamias. Quizá forma parte del 4GW tan querido por la presidencia, la guerra psicológica.


El caso vuelve —en realidad nunca se ha ido— a poner sobre el tablero las enfermizas relaciones del régimen egipcio con el mundo de la información. Las rabietas porque los demás se nieguen a dar reconocimiento a no se sabe muy bien qué son constantes. El modelo en mente es la propaganda y el parte oficial. Lo demás es conspiración.
El mismo diario estatal, Ahram Online, da cuenta de este clima anti mediático esmerándose mucho en el uso de las comillas:

Egypt's press syndicate has called for an end to violations against journalists and media workers following recent violations against reporters and the arrest and Monday's deportation of a popular Lebanese talk show host.
In a statement released Tuesday, the journalists syndicate's Freedom Committee condemned  "security violations" against freedoms, namely freedom of press.
The union deplored reported police assaults on journalists who were covering Monday protests by Thanaweya Amma high school students against a government decision to cancel and postpone some of their end-of-year exams.
The union also denounced security forces' treatment of political TV host Liliane Daoud, the "storming of her house" and her deportation shortly after the official termination of her contract with privately owned TV channel OnTV.
"The recent attacks on journalists and media professionals come to emphasise the determination to keep security rein on issues of freedom in general and freedom of the press in particular," the syndicate's statement read.
The union charged hat such violations take place against the backdrop of "a climate of impunity," citing government's inability to hold accountable those responsible for storming the syndicate headquarters in May.
The syndicate in May accused the authorities of declaring war on media freedom following the arrest of two union members after the storming of its downtown Cairo headquarters, the first such incident since the union's founding 74 years ago.
Three of the union's board members, including its head Yehia Kalash, are being tried on charges of harbouring fugitives and spreading false news.**


Cuando las autoridades se dignen dar explicaciones sobre la deportación, explicarán con cara inexpresiva que en todos los países democráticos cuando alguien termina su contrato de trabajo y no tiene permiso de residencia, debe abandonar el país. Cuando se trata de que alguien no entre, se esgrime que todos los países democráticos y soberanos tienen derecho a decidir quién cruza y quién no sus fronteras.
El conflicto con la prensa es siempre un síntoma de debilidad y de errores que son expuestos a la luz pública. Los gobiernos realmente democráticos se sentirán molestos porque salgan sus meteduras de pata, pero a diferencia del egipcio prefieren ser criticados a que no exista la libertad para hacerlo. Pero el gobierno egipcio es perfecto y por ello toda crítica es difamación. Su odio profundo a las críticas deviene de la ineptitud de sus ministros y de las decisiones tomadas. El otro factor decisivo es la erosión de la imagen de El-Sisi, que se cimenta en su carisma. El-Sisi trata de llenar esa demanda latente de un liderazgo árabe inexistente.


En este contexto, los medios son esenciales para difundir una imagen determinada y no su crítica, que es vista como un desafío a una autoridad que debería ser incontestable en su mesianismo simbólico.
La deportación de Daoud se produce un mes después de la compra de la emisora, que pasa del magnate Sawiris al magnate Ahmed Abu-Ashima. Su perfil en The WorldFolio nos deja claro cuál será la función de los medios (y de los magnates) en Egipto:

Arabian Business described Mr. Hashima as “a self-made entrepreneur who has built an empire, Egyptian Steel, from scratch, and a role model for young Arab people. He’s also famous for being patriotic and has shown great support for the will power of Egyptians by improving the image of the 30th of June Revolution in foreign media, through buying pages in prominent newspapers such as the Times (UK) and newspapers in South Africa and COMESA, to print articles written by prominent Egyptian writers portraying the actual truth about the 2nd Egyptian Revolution.”***


Ya sea por la compra de los medios, ya sea por la detención, deportación o desaparición de los periodistas críticos con el régimen o el presidente, el panorama mediático se está reduciendo en cuanto a su variedad. El objetivo final un angelical coro dispuesto a glorificar a la presidencia y a su épico origen: el golpe de estado de 2013.


* "Egyptian ONTV's renowned Lebanese TV host Liliane Daoud deported to Beirut" Ahram Online 28/06/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/231985/Egypt/Politics-/Egyptian-ONTVs-renowned-Lebanese-TV-host-Liliane-D.aspx
** "Egypt's press union calls for end to 'violations against journalists and media'" Ahram Online 28/06/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/232036/Egypt/Politics-/Egypts-press-union-calls-for-end-to-violations-aga.aspx

*** "Ahmed Abou Hashima" The WorldFolio News http://www.theworldfolio.com/leader/ahmedabou-hashima/24/




martes, 28 de junio de 2016

El "como antes" no existe

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El desplome del sector financiero británico, con la cotización suspendida ayer de dos de sus bancos por caídas superiores al 10%, la devaluación de la libra y la rebaja de la valoración de S&P de la triple A a la doble con perspectiva negativa son solo algunos de los primeros efectos del referéndum para su salida. Son reacciones a lo que puede venir; están por llegar las reacciones a lo que vendrá.
Cuantas más vueltas se le da al asunto más sorprende la frivolidad con la que se ha tratado, la facilidad con la que los demagogos pueden seducir a la gente y lo difícil que resulta razonar con cierta cordura sobre temas medianamente serios o trascendentes para un país o un continente.


Algunos ha insistido en que se debe tomar ejemplo de lo que no se debe hacer con lo ocurrido en el Reino Unido. El asunto va más allá de David Cameron, que ya tiene bastante con pasar a la Historia como el hombre que planteó un referéndum con un partido liderando la opinión contra él. Dentro de unas décadas, en la húmeda Gran Bretaña (o lo que quede de ella) se seguirán preguntando por qué hizo tamaña tontería, un primer ministro que se pasó su mandato criticando y amenazando a Europa, de la que sacó todo lo que pudo, para luego hacer una decidida pero inconsistente campaña a favor de quedarse allí donde, nos había dicho, maltrataban a los británicos. En realidad, la campaña del Brexit —antes de que tuviera nombre— la hizo Cameron, año tras año, discurso a discurso, viaje tras viaje.


El caso de Jeremy Corbin es también absurdo y por eso le piden la cabeza, que él ha atornillado con fuerza. Corbin ha sido tibio y no ha querido arriesgarse en un referéndum que pudiera costarle el liderazgo. Su caso es el inverso de Cameron: allí donde el primer ministro estaba obligado a dar la cara por el mantenimiento en Europa mientras el aspirante, Johnson, hacia fuerte campaña en contra, Corbin hacia lo contrario. Los laboristas apoyaban la permanencia mientras que su líder prefería pensar en futuros votos que le llevaran directo al 10 de Downing St. Demasiados cálculos los de estas lecheras.


Nick Robinson publica en la BBC un artículo titulado "UK suffers leadership gap in risky times" en el que tras señalar que nadie quiere ser, empezando por Cameron, quien aparezca al frente de las negociaciones, ni tan siquiera enviar la carta que exige el artículo 50 a los amantes despechados, cierra así:

The fallout from the biggest exercise in popular democracy has already been dramatic - claiming the scalp of a Prime Minister and, potentially, that of the opposition leader too.
It has, though, only just begun. The old order has been smashed.
It may be a very long time - not weeks, not months but years - before the shape of the new order and the answers to all those questions become clear.*


En efecto, el "como antes" es una de esas falacias que a los demagogos les encantan. Robinson señala que nadie se ha molestado en tener un plan B, ¡todo parecía tan fácil! La flecha del tiempo no es reversible en la Historia. No se puede volver a ser como antes porque el "antes" ya no existe y todo ha cambiado. El viejo orden ha sido aplastado, como señala el periodista de la BBC. Pero la ilusión del "como antes" es poderosa, tiene atractivo. 

En un vídeo de cinco minutos, que la BBC titula "EU referendum: How UK changed in 72 hours since Brexit", los acontecimientos se precipitan en una vertiginosa secuencia con todo lo ocurrido en el tiempo señalado. Es normal que los británicos se sientan asustados por lo que se les viene encima, que en realidad no ha comenzado. Estas son solo las consecuencias del mero anuncio. No le ha dado tiempo a Cameron ni a hacer sus maletas vacacionales antes de soltarle a otro la firma de la carta. No quiere ser él el que dé la cara y tiene cierta razón poética en ello: que se retraten los aspirantes al poder, que lo hagan afrontando las iras, decepciones y arrepentimientos de muchos. Y los aplausos del resto, que no van a desaparecer porque ser una isla marca mucho el carácter.


Los líderes de los países europeos ya le están diciendo a Cameron que no piensan pasar un verano esperando la carta del artículo 50, saliendo cada mañana a mirar el buzón. La carta es el requisito formal para poder poner en marcha el proceso de salida. La incertidumbre, le han dicho, no es buena para nadie. Ni para los británicos que la han provocado con su voto. 
El "como antes" no será en ninguno de los dos sentidos: ni el como antes de ser Europa ni como el antes siendo Europa. Todo cambia, más rápido o lento, más o menos, pero cambia.
Nunca ha habido un desastre tan anunciado y se ha producido. Dice muchos sobre la pobreza de los líderes políticos. No es su responsabilidad exclusiva, los demás les votan. La estupidez es una extraña forma de manifestar la libertad. Lo dicen ellos.



* "UK suffers leadership gap in risky times" BBC 27/06/2016 http://www.bbc.com/news/uk-politics-eu-referendum-36638003

lunes, 27 de junio de 2016

Backpedaling o los arrepentidos

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Todavía estaban calientes los votos, recién salidos de las urnas, y ya estaban los británicos arrepentidos. No le dio tiempo a Nigel Farage a tomarse una segunda pinta ni a Boris Johnson a sacarse la mano de los bolsillos y ya les estaban abucheando. Todavía estaba Marine Le Pen pidiendo un  referéndum en Francia cuando ya en Gran Bretaña había dos millones de firmas pidiendo otro para no salir o para volver a entrar. Los británicos comprendieron al fin que lo que estaban destruyendo no era Europa, sino la Gran Bretaña, con Escocia pidiendo la independencia, Londres queriendo ser una isla dentro de una isla para quedarse mientras que ellos, ellos... En fin...


El fenómeno inverso al Brexit ha tenido un bautizo instantáneo: "Bregret". The New York Times ha hablado expresivamente de "backpedaling" ("Having Won, Some ‘Brexit’ Campaigners Begin Backpedaling") mientras nos muestra a un enérgico Boris Johnson haciendo campaña a la sombra de un autocar decorado con una promesa: enviar 350 millones de libras por semana a la Seguridad Social nacional en vez de a la parasitaria Europa.


El Mundo recoge algo peor, la confesión del crimen por parte de los perpetradores de la salida que, probablemente abrumados por sus propias trolas políticas, se encuentran con la mirada de los hijos, esos jóvenes que mayoritariamente, el 75% (¡se dice pronto!) querían quedarse:

Horas después del triunfo del 'Brexit', sus defensores han reconocido que algunas de sus promesas de campaña -como el fin de la "libertad de movimientos" para reducir la inmigración o la desviación de 430 millones de euros semanales a la seguridad social- no van a poder cumplirse con la salida de la UE. El reconocimiento entre dientes y la sensación de incertidumbre total que se respira en el país han provocado lo que ya se ha bautizado el "Bregret": el arrepentimiento por la ruptura con Europa.
La cadena de televisión ITV fue la primera en captar ese fenómeno incipiente, que corre como la espuma con el hashtag #Bregret en las redes sociales. Mandy Suthi, estudiante e hijo de inmigrantes indios, que si tuviera ocasión de volver a votar lo haría por la "permanencia" en vez de por la "salida", tras comprobar que los peores presagios "se están haciendo realidad".
Decenas de votantes llamaron a la Comisión Electoral el mismo viernes para preguntar si podían cambiar su voto y reconocer que habían optado por la opción "leave" en señal de "protesta", pero con la certidumbre de que el Reino Unido se iba a quedar dentro de la UE, según informe 'The Independent'.**


¿Se recuerda algo así? ¿Tan rápido? Las explicaciones que algunos dan nos muestran los peligros de cierta forma de entender la política. Hay mucha gente que quería dar un palmetazo a David Cameron, nos explican, pero que no querían salir realmente de la Unión Europea. Y uno empieza a darse cuenta que la gente vive con un desfase tanta elección, que se irrita tanto que no espera a las siguientes generales para castigar al gobierno, sino que le castiga en la primera que llega, sea el motivo que sea.
Los que hablan de la irracionalidad política estarían en lo cierto al suponerse que si Cameron hubiera hecho campaña por el "no", ahora lo británicos serían los más europeístas de toda la Unión. ¿Es esto normal? ¡Vaya usted a saber!


La democracia se hizo para tomar decisiones, no para llevar la contraria. Pero los nuevos sistemas de motivación requieren que el ciudadano esté siempre enfadado por algo y que el voto sea siempre, a ser posible, de castigo. Por males reales o imaginarios, lo cierto es que el voto se hace cada vez más con sentimientos primarios y cada vez menos con la calculadora o el tratado filosófico en la mano.
The Washington Post titula "Brexit leaders are walking back some of their biggest promises" y nos deja una imagen insólita de Nigel Farage, con una cara que no le habíamos visto en la vida, aunque su repertorio es amplio. El periódico reproduce sus palabras como "ganador" del referéndum por la salida:

Nigel Farage was perhaps the loudest voice calling for Britain's exit from the European Union, though he wasn't officially part of the "Leave" campaign. As leader of the United Kingdom Independence Party, he represented the isolationist, anti-immigration core of the Brexit movement. Speaking to the host of ITV's "Good Morning Britain," Farage called one of the "leave" campaign's biggest promises a "mistake," though he distanced himself from the decision to make the promise in the first place.
Host: "The 350 million pounds a week that we send to the E.U., which we will no longer send to the E.U., can you guarantee that's going to go to the NHS [Britain's National Health Service]?"
Farage: "No, I can't, and I would never have made that claim. It is one of the mistakes that, I think, the 'leave' campaign made."
Host: "Hold on a moment. That was one of your adverts."
They then sparred over whether it was the "leave" campaign's advertisement or Farage's in particular, before moving on. The advertisement was the campaign's, not Farage's.
Host: "That's why many people voted."
Farage: "They made a mistake doing that."
Host: "You're saying after 17 million people have voted for 'leave,' based — I don't know how many people voted on the basis of that advert, but that was a huge part of the propaganda —you're now saying that's a mistake?"***


La perplejidad del entrevistador se habrá vuelto ira en todos aquellos que se habían creído las promesas milagrosas de Farage, Johnson y compañía para salir de Europa y volver al glorioso imperio victoriano. La Gran Bretaña cuya penosa situación se debía al parasitismo de Europa, el argumento esgrimido, esa Europa nazi y antidemocrática, burócrata y pródiga, se despierta de su sueño narcótico y se encuentra que estos personajes que han construido destruyendo, cuyo discurso solo era la negatividad, les han mentido con la mayor desfachatez del mundo. ¿Una cuestión de democracia y principios, Farage?
El periódico recoge otros fragmentos de entrevistas en la que los líderes de la salida retroceden ante las preguntas que los asombrados periodistas les hacen. ¡Triste espectáculo!


La situación británica se agrava. Paradójicamente la dura Angela Merkel es la única que no ha querido hacer sangre inmediata con la salida. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países fundadores de la Unión han exigido el envío inmediato de la carta de salida, requisito esencial, y el comienzo ya de las negociaciones. Nada de dimisión después de verano para que otros den la cara, como quiere Cameron. Tras las luchas interna por conseguir el liderazgo en el Partido Conservador y dejar fuera a Cameron, ¿a quién le apetece ponerse al frente del proceso más impopular, por lo que estamos viendo, en la Historia reciente de la Gran Bretaña? La salida de su casa de Boris Johnson, abucheado, perseguido por ciclistas, era un anticipo. 


Los laboristas no están mejor. Dimiten y piden la cabeza de un líder poco entregado a la causa europea, por lo que nadie puede considerar esto ni siquiera una "amarga victoria" sino una derrota colectiva de la clase política en su conjunto. Unos no han sabido defender lo que había que defender, el proyecto europeo, otro solo han sabido retorcer, distorsionar los problemas y mentir sobre las soluciones. Respeto merecen los jóvenes que han salido a la calle a hacer las campañas por una Gran Bretaña en Europa.
La demagogia se paga. Las sociedades modernas, estables y técnicamente resueltas por una sólidas administraciones públicas profesionales no pueden permitirse el lujo de votar demagogos e incompetentes, aventureros de la palabra y la acción. Lo que ha ocurrido en el Reino Unido, la crisis profunda en la que se adentra, debe servir de ejemplo para la Europa de las tentaciones. Hay que empezar a exigir que la política sea seria, con las personas que saben de algo y no ir reclutando personajillos o indocumentados para las listas. 


Volvamos al argumento que llevamos años exponiendo: Europa es un proyecto en construcción y debe serlo para poder seguir mejorando lo que se ha avanzado. No es perfecta ni podrá serlo nunca, como tampoco lo ha sido la Gran Bretaña por más que sus demagogos lo juren. Es, en cambio, un proyecto ilusionante, de modernidad real, una experiencia —no un experimento— para las generaciones, sobre todos los jóvenes, como se ha visto en el voto. Gran Bretaña votó contra su futuro y contra su presente, como se puede apreciar en la cadena interminable de abismos en los que puede caer sin red, tal como están poniendo los expertos sobre la mesa.
Los miles de personas que dicen arrepentirse del voto emitido ¿tienen posibilidades de recuperar la cordura? Mucho me temo que varias generaciones de británicos van a tener que vivir con las consecuencias de las mentiras de Boris o de Nigel.



* "Having Won, Some ‘Brexit’ Campaigners Begin Backpedaling" The New York Times 26/06/2016 http://www.nytimes.com/2016/06/27/world/europe/having-won-some-brexit-campaigners-begin-backpedaling.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=b-lede-package-region&region=top-news&WT.nav=top-news
** "Las mentiras del 'Brexit'" El Mundo 26/06/2016 http://www.elmundo.es/internacional/2016/06/26/576ec5a8468aeb11758b462e.html
*** "Brexit leaders are walking back some of their biggest promises" The Washington Post 26/06/2016 https://www.washingtonpost.com/news/worldviews/wp/2016/06/26/brexit-leaders-are-walking-back-some-of-their-biggest-promises/?hpid=hp_hp-top-table-main_wv-brexit-leaders-5pm%3Ahomepage%2Fstory




domingo, 26 de junio de 2016

El mundo miente

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Periódicamente los medios egipcios tratan de explicar a sus ciudadanos porqué incomprensiblemente a la gente del resto del mundo no le gusta lo que ocurre en Egipto. Cada cierto tiempo, es necesario para su tranquilidad explicarles que la perfección que ellos creen alcanzar en todos sus terrenos —aunque las cifras manipuladas digan lo contrario— despierta en el mundo envidias y conspiraciones. Lo medios rabian de envidia ante un estado de perfección en el que Dios echa una mano de vez en cuando para llevarles buenos gobernantes y quitarles otros que, en una leve distracción de la divinidad —¡hay tantos problemas en el mundo!— se les ha colado.
Esta vez le ha tocado a Ahram Online publicar un artículo con el título "The Western media exposed"*, firmado por Azza Sedky y que lleva la siguiente entradilla resumen: «The Western media plays a fundamental role in manipulating world opinion, as can be seen by its biased coverage of Egypt»*. Si no fuera por esa periodicidad en la que los periodistas e intelectuales proclives al régimen de Al-Sisi publican artículos como este o similares —el último detectado "The Guardian's fabrication apology: too little too late?", en Egypt Independent— no sentiríamos sorprendidos pero es difícil encontrar en la larga lista de este tipo de escritos uno de este calibre, que podría ser tomado como un indicador de la debilidad de sus propios planteamientos y, en especial, la falta de argumentos para defenderse a sí mismo ante aquellos a los que va destinado, el consumo interno.


El arranque del artículo es suficiente para ver los argumentos de la acusación:

Today, it is a given among the majority of Egyptians that the Western media is against them. As Egyptians try to present themselves as being on the right track, someone out there continues to slander their every move and flagrantly ignore their accomplishments.
Is this attitude towards Egypt deliberate and premeditated? If so, why? More importantly, is this only the attitude of the Western media or is that media a mere marionette in the hands of larger powers?
The Western world was sceptical if not critical of the 30 June Revolution. Though many countries have turned around since, Britain remains on the fence, and the US continues to give Egypt the cold shoulder despite official visits and a continued flow of foreign aid. Even if official views are superficially courteous, the Western media is dead set on presenting a tarnished picture of Egypt today.
Egyptians are bewildered. They cannot fathom how the West does not see eye to eye with them on what they consider to be the best thing that could have happened in over five years.
Egyptians went out in droves on 30 June 2013 to call for change. Doesn’t this make the revolution a legitimate one, launched by Egyptians and not enforced upon them?
Egyptians may never get to the real reason behind the hostility, but it will continue for as long as the powers in the West deem it to be necessary.*


Hay dos cosas que resaltan inmediatamente en el texto: 1) la grandilocuencia absoluta y 2) la ceguera. La primero resalta de forma inmediata en la pretenciosidad de los enunciados en donde, de forma retórica, ya se da algo por hecho apuntándoselo a un global "los egipcios". Azza Sedky va a explicar y confirmar eso que la sabiduría ancestral egipcia ya ha determinado: que los medios occidentales están contra ellos. Tras esta "verdad" incontestable —¿cómo van a estar equivocados los egipcios?—, a ella, intelectual" al servicio del pueblo, solo le queda explicarle las razones y el alcance. Intelectuales, pueblo y ejército, una sola mano. Confirma Sedky lo que el presidente El-Sisi le había advertido: los medios os engañarán; leed solo los oficiales.
Se vuelve al argumento de la envidia por la situación derivada del golpe de Estado del 30 de junio de 2013, el "no-coup". El argumento es tan absurdo que solo puede ser sostenido por personas llevadas por la ceguera y la mala memoria. Nunca pidió nadie un "golpe de estado", sino la renuncia de Morsi y la convocatoria de elecciones generales. Eso era lo que los egipcios solicitaban en la carta de Tamarod. ¿Cabe algo más absurdo que solicitar un golpe de estado firmando unas cartas? Solo cuando las cartas se juntaron y ante la negativa de Morsi, el Ejército intervino con el respaldo de las fuerzas políticas que no quisieron quedarse fuera y que entendieron que se trataba de evitar una guerra civil, argumento que el propio Ejército utilizo. Ese argumento se fue torciendo y manipulando, hasta darle la vuelta.


Como en la época de Mubarak, Egipto se ha beneficiado de su posición en cuanto a las críticas. Los gobiernos de los países que le han apoyado, esencialmente Estados Unidos, pagaban y mantenían a su Ejército para que mantuviera controlada la zona y evitarle problemas a Israel. Hoy se hace lo mismo, sigue recibiendo, pero la imagen que el presidente El-Sisi debe mantener ante los ciudadanos es la del nuevo Nasser, algo que evidentemente no es. Vende la soberanía de Egipto cuando su soberanía está hipotecada por múltiples deudas, como acaba de comprobarse con el caso de las islas de Tiran y Sanafir, auténtico caso de vergüenza.
No son los medios de información occidentales los que critican la actuación del gobierno egipcio, sino todas las instituciones de Derechos Humanos existentes. Los medios se limitan a recoger lo que esas instituciones dictaminan ante los preocupantes datos de todo tipo sobre juicios, represión y muertes. No han sido los medios occidentales los que han matado a la socialista Shaimaa al-Sabbagh llevando una corona de flores a los caídos en la revolución de enero de 2011; tampoco son los que han secuestrado, torturado y asesinado a Giulio Regeni. No son los medios los que colocan bombas en un avión ruso y se niegan a reconocerlo como atentado o bombardean a turistas mexicanos en mitad de una barbacoa en sus vacaciones. No son los medios occidentales los que encarcelan periodistas, ateos u homosexuales retransmitiendo en directo las redadas para mostrar lo virtuosos que son los egipcios.


La lista de  activistas encarcelados es grande y los medios occidentales apenas dan cuenta de ellos. De hecho, el interés de los medios occidentales por lo que ocurre en Egipto —por extraño que les parezca— es muy reducido, casi nulo. Los viajes oficiales procuran ser discretos y solo los dictadores del mundo, los autócratas, parecen sentirse a gusto allí.
Los dirigentes occidentales han sido en ocasiones nada diplomáticos: es importante que Egipto vigile la zona y eso nos importa más que discutir con ellos. Esto no implica reconocimiento alguno, sino todo lo contrario: es más importante que encarcelen terroristas. En realidad, Egipto ha dejado de importar. Y eso es profundamente injusto porque quienes están pagando ese abandono son aquellos a los que ni el gobierno ni una parte del pueblo les agradece el sacrificio que hacen e hicieron.
Lo sorprendente es que Egipto se atreva a hablar de manipulación de los medios occidentales cuando sufre la mayor manipulación histórica realizada en décadas en casi cualquier parte del mundo. Los medios egipcios y los políticos y empresarios que están detrás han logrado convencer a los ciudadanos de que los que salieron a la calle el 25 de enero de 2011, protagonizando uno de los episodios principales de la Primavera Árabe, eran agentes extranjeros destinados a hundir a Egipto. ¿Cómo puede Azza Sedky hablar de "manipulación"? ¿Cómo puede hacerlo cuando el poder reunió a los principales medios para ofrecerles una cuerdo de silencio mediante el que no se criticaría a jueces, militares o policía, un acuerdo ante el que se rebelaron determinados editores, tal como recogió la propia prensa egipcia? ¿Cómo puede Azza Sedky hablar de la manipulación de los medios occidentales cuando se está juzgando a la cúpula del sindicato de periodistas egipcios por amparar a dos profesionales que habían manifestado su opinión a la decisión unilateral del gobierno de la entrega a Arabia Saudí de las dos islas? ¿Cómo puede?


Hay otra cuestión: Egipto no está frenando el islamismo, solo está encerrado a los peligrosos. El fomento de una actitud antioccidental no es una ayuda ya que redirige los odios hacia occidente. Occidente ha inventado —forma parte de la oficial teoría de la conspiración— el Estado Islámico, Al-Qaeda, etc. Obama es un "terrorista" como lo son los estados occidentales y todo lo que llegue de allí un peligro destinado a la destrucción de Oriente Medio. Eso incluye muchas cuestiones, en especial los derechos humanos, que el presidente ha etiquetado como "algo occidental" y que choca con la moral egipcia. Todo lo que se quiere cortar es marcado como "occidental", del feminismo a Internet. Esto tiene sus consecuencias y es de una enorme irresponsabilidad. Los que se quejan constantemente de la islamofobia deberían mirar mejor lo que dicen.
Insistir en que existe una conspiración contra Egipto y que esta proviene de poderes occidentales (y sionistas) que quieren su destrucción es sembrar estadísticamente el terrorismo. Los que lo crean firmemente acabarán tomando medidas. No se puede ir diciendo que todos son enemigos y que no tenga consecuencias.


Las teorías de la conspiración son frecuentes allí, pero tienen riesgos. Elevar teorías absurdas al rango de verdad absoluta y encerrar al que discrepa por "faltar a la verdad" o "expandir mentiras" es una medida típica de las dictaduras más manipuladoras que solo quieren una versión del mundo. Querer que esta pretensión manipuladora se extienda a todo el mundo y se tengan que creer las absurdas versiones con las que el gobierno egipcio intenta que le cuadren los hechos forma parte del delirio en el que muchos viven.
Desgraciadamente los medios occidentales no se ocupan cuanto debía de la suerte de los muchos jóvenes que se jugaron la vida en 2011 y posteriormente intentando defender una libertades para todos. Hoy son acusados de agentes extranjeros en los medios egipcios o ante el propio parlamente.


Egipto puede engañarse a sí mismo cuanto quiera, pero será difícil que logre convencer al mundo de ver lo que no es o, al menos, de escuchar lo que otros opinan. Egipto es hoy en día un espacio de manipulación informativa sin precedentes, con episodios vergonzosos que a Azza Sedky se le han debido pasar por alto, como lo que ocurre con las islas entregadas a Arabia Saudí. Las amenazas a la prensa desde el parlamento mismo o desde el gobierno públicas. Quizá debiera leer más prensa egipcia, pero seguramente llegará a la conclusión de que todo el que no opina de la misma manera es un mentiroso y, sobre todo, que no tiene derecho a ser egipcio. Esa es la raíz de la inmensa mayoría de sus problemas, el monolitismo, la falta de diversidad.
Tristemente, personas muy valiosas desde muchos campos —la Ciencia, la Literatura, la Política...— se lo están diciendo al régimen. El discurso único no es bueno y la pretensión de que los demás tratan de hundirles es todavía peor; es un nacionalismo trasnochado que se basa en la manipulación de un pueblo al que se quiere aislar de cualquier crítica. Donde reina una sola palabra, todo es verdad.


Las especulaciones de Azza Sedky no se quedan en los periódicos, claro. Todos los periódicos del mundo responden como una sola voz contra Egipto. Los periódicos, señala, son mera marionetas. En la segunda parte del artículo todo esto se ve confirmado por la circulación de un documental de 25 minutos en el que todo se explica con claridad. ¡Menos mal! Allí se descubre ¡hasta lo que hay detrás de Google! 
Si quieren saber la verdad de cómo es el mundo, señala, atiendan a la reciente y criticada entrevista que le han hecho al presidente Sisi:

All this is taking place while President Abdel-Fattah Al-Sisi, whom the Western media has shunned, has allowed journalist Ossama Kamal to ask whatever Egyptians would like to know during his two-year presidency in an interview with no censorship, no prohibitions and no omissions, but gaining very little coverage from the Western media.*


¿No le entra a Azza Sedky que al mundo no le importa lo más mínimo? No es una "conspiración"; se llama "desinterés". No merece ninguna credibilidad lo que se recoja en una entrevista de este tipo, de un presidente que ha pedido al pueblo que solo le escuchen a él porque todos los demás les engañan, les hacen la "4GW". ¿No lo entiende?
Evidentemente, no. La frase final con la que Sedky cierra su artículo de forma lapidaria y cerrando el mensaje por si había dudas sobre su significado: "It is high time that we took the Western media with a grain of salt, doubting everything and believing nothing."*
Me saltan algunas dudas ahora. No sé en qué grado participo más de la conspiración universal, si criticando el artículo o silenciándolo. Todo lo que no haya sido decir que es maravilloso y envidiable será considerado un ataque. En cualquier caso, me quedo con la libertad de leer lo que ella dice y decir lo que pienso después, algo que desgraciadamente no puede todo el mundo.
El texto de Azza Sedky es una muestra más del drama intelectual egipcio, del fracaso de una clase privilegiada aduladora del poder que les sigue manteniendo en sus puestos. Los que le dicen al emperador que está desnudo deben hacer las maletas. 

Se publica, además, en un contexto específico: el debate sobre la nueva ley de medios, convertida en arma contra los propios medios egipcios y en especial restringiendo la capacidad de promover nuevos medios, especialmente desde los jóvenes, al exigirles unas licencias y capitales fuera de sus posibilidades. Las fuertes multas a los que publiquen sin licencia acaba por cerrar el círculo, dejando fuera a los que quieran criticar las posturas gubernamentales. En este sentido van algunas de las críticas —muy moderadas— que han sido realizadas por Mohamed Shuman, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Británica de Egipto (BUE), en su artículo publicado días antes que el de Sadky en el mismo medio. El título de artículo es "A critical eye on the law for organising media"**


La noticia de ayer era que se retrasaba por tercera vez, al 3 de julio, el juicio a la cúpula del Sindicato de Periodistas. Algunos llevan años esperando a que se celebren sus juicios. Pero eso es también un invento occidental.



* "The Western media exposed" Ahram Online 20/06/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContentP/4/223264/Opinion/The-Western-media-exposed.aspx
** "A critical eye on the law for organising media" Ahram Online 11/06/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/4/0/222497/Opinion/0/A-critical-eye-on-the-law-for-organising-media.aspx