miércoles, 13 de abril de 2016

La vocación de Hilde Kate

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La historia ha llegado a las primeras páginas de los principales diarios. Había escrito "noticia", pero creo que es más una "historia" y que llevarla al rango de "noticia" es más rebajarla que ascenderla. The New York Times, The Guardian, The Washington Post se ha ocupado de ella, también los programas de Televisión han ocupado su tiempo con ella.
Tom Jackman, responsable del blog especializado "True Crime" de The Washington Post , lo cuenta así:

Reporter Hilde Kate Lysiak got the tip early Saturday afternoon that there was heavy police activity on Ninth Street. She hustled over with her pen and camera, as any good reporter would, and soon she posted something short online, beating all her competitors. Then, working the neighbors and the cops, she nailed down her scoop with a full-length story and this headline:
“EXCLUSIVE: MURDER ON NINTH STREET!”
The online story not only beat the local daily paper, but she also included a short video from the crime scene, assuring viewers that “I’m working hard on this investigation.”
Then Monday came and Hilde had to go back to third grade. She is 9.*


Ahora tiene 9 años, pero ya el año pasado los titulares de la televisión hablaban de una "reportera de ocho años" y la entrevistaban como una anécdota curiosa. Hilde Kate sorprendía por su aplomo en las respuestas y la labor que hacía. El vídeo de hace un año nos la muestra recorriendo la ciudad en su bicicleta con, armada con cámara y libreta, fotografiando desperfectos, preguntando a vecinos, hablando con los agentes de policía y entrevistando a las autoridades locales. Todos hablan con respeto de ella y de su trabajo. Hilde Kate es la editora de su periódico impreso, complementado por sus vídeos.


Poco se podía imaginar Hilde Kate que la exclusiva del asesinato en su barrio iba a levantar tanta polvareda. La combinación de niña de nueve años y la noticia del asesinato no les debió parecer adecuada y pronto salieron comentaristas recomendando que jugara a las tacitas (tea parties) y con sus muñecas, como se supone que debería hacer una niña de su edad. Sin desdeñar las muñecas, que le gustan, Hilde Kate también practica el fútbol, mostrando que sus críticos están poco actualizados en esto de los roles.
Hilde Kate es hija de periodista. Para ella ver trabajar en las noticias no es algo exótico  que se ve en series de televisión o películas, sino algo familiar. Y sabe que la primera norma del periodismo es que son las noticias las que tienen prioridad. Si has estado informando a tu comunidad de señales en mal estado, de desapariciones de perros, de robos, ¿cómo vas a ignorar un asesinato en tu barrio? La realidad manda. Y o eres periodista o no lo eres. Y si decides que lo eres realmente tratas de llegar la primera porque sientes que con ello no solo se beneficia la comunidad, que es informada antes, sino que tu medio adquiere el reconocimiento de la eficacia. Llegar antes, informar mejor.


Los debates que se han suscitado son muchos. Como bien señala Hilde Kate, el problema es el crimen, no yo. Y tiene razón. Los que quieren que juegue a otra cosa no son capaces de entender que ella no está jugando, que eso es una falsa percepción de un adulto, incapaz ponerse en su lugar. Cuando Hilde Kate se despide prometiendo a sus lectores y oyentes que "seguirá trabajando duro" en la noticia lo está diciendo en serio y como tal debe ser entendido.
La diferencia entres ser una periodista de nueve años y estar jugando a periodista a los nueve años es lo que muchos no ven. Hilde Kate es una periodista porque es la función que cumple lo que la convierte en tal. Hay en cambio muchos periodistas profesionales que no cumplen la suya aunque se titulen como tales. Hay que distinguir la función informativa de la profesión periodística, siendo lo ideal que ambas coincidan. Un policía corrupto, por ejemplo, no cumple su función, por más que cobre por ello. La base de la idea de periodismo ciudadano es precisamente la distinción entre una y otra al indicar que los medios han dejado de cumplir su función esencial y responsable frente a las comunidades, que son "entretenimiento" o defienden los intereses de terceros (partidos, empresas, etc.)


Hilde Kate cumple con la información y tiene sentido del compromiso que eso supone con la comunidad, por eso tras la primera impresión, autoridades y vecinos aceptan que quien les está preguntando no está jugando ni ellos están jugando con ella, sino transmitiendo una información a través de una forma diferente. Como recuerda el periodista de The Washington Post:

And last month, the Orange Street News website racked up nearly 18,000 page views, driven in part by her investigation of drugs in the middle school. I know some bloggers who would love page view numbers like that.*


Como se puede apreciar, Hilde Kate Lysiak trabaja duro en su triple vida de estudiante, periodista y social con sus amigos. A los que opinan que una niña de su edad debería estar jugando, ella les contesta que ya lo hace cuando le toca, pero cuando está es sus tareas periodísticas no está jugando.
Ha sido el que cubriera el escenario de un crimen lo que ha despertado la polémica y después, como en toda polémica de las redes sociales, el despropósito y el insulto (¿es apropiado insultar a una niña de 9 años porque hace algo no apropiado para su edad?) han ido creciendo. Pero ella ha tomado la decisión de plantarles cara y ha ido contestando a la gente sin temor alguno demostrando que tiene argumentos y, sobre todo, vocación.
Si Hilde Kate hubiera dejado sin cubrir la noticia que se producía a unos cientos de metros de su casa se habría demostrado a sí misma que había estado jugando. Y no se lo habría perdonado nunca.
Lo que Hilde Kate tiene se llama vocación y muchos dicen tenerla, pero no tantos como creen. La vocación no es hacer lo que a uno le gusta, sino la capacidad de comprometerse con ello. Por eso la base de la vocación es el compromiso, en este caso, con su público, las personas que confían en ella para estar informadas. Si se le abren las puertas del pueblo es porque les ha demostrado que pueden confiar en ella, en su trabajo y, como resaltaba uno de los vecinos entrevistados por la televisión cuando ella tenía ocho años, "es interesante conocer el punto de vista de un niño". Pero para muchos los niños no deben tener "opinión".


Hilde Kate tiene sentido de la responsabilidad. A las contestaciones que ha dado a través de su vídeo a los mensajes recibidos (incluso a los que la insultaban, con pitido incluido), ha añadido un artículo, una columna, en la que expresa en el sentido que tiene su trabajo. Lo ha hecho, además, luciendo su más provocador lazo rojo en la cabeza y con una chapa en la que se lee "I love free speech", para que no haya dudas Lo reproduce The Guardian y lo ha titulado "Yes, I’m a nine-year-old girl. But I’m still a serious reporter" y comienza así:

I’m Hilde Kate Lysiak, the publisher of the Orange Street News.
I am nine years old.
My story went viral this week when I responded to residents in my town who were upset that I was reporting on a serious crime, rather than doing – well, whatever it is they think nine-year-old girls should be doing.
Here’s what happened. On 2 April, there was a homicide in Selinsgrove, Pennsylvania. It took place just a few blocks from my house, where I run my newspaper.
I acted on a tip from a good source that I was able to get through some of my other reporting. After confirming with the police department, I then went straight to the scene and spoke to neighbors and got more information. I worked very hard.**


Después va directamente al conflicto planteado:

Because of my work I was able to keep the people of Selinsgrove informed about this very important event hours before my competition even got to the scene.
In fact, some other news sites run by adults were reporting the wrong information or no information at all while the Orange Street News was at the scene doing the hard work to report the facts to the people.
In the hours that followed, many residents of Selinsgrove began making negative comments about me on my website and other social media sites. I understand that, as a reporter, the things I cover will sometimes make people mad. But these negative comments were not so much about the homicide I was covering, but the fact that I – a nine-year-old girl – was covering it at all.**


Lo más sorprendente de Hilde Kate es que no solo se defiende ella (hago lo que debo hacer y no lo que la gente piense que debo hacer) sino que recrimina a los que la critican que se preocupen más por ella que por el crimen cometido en su comunidad, algo que debería preocuparles más. De hecho, la reivindicación de su trabajo es en función del interés que tiene para la comunidad, algo que es cierto. Ella defiende, además su profesionalidad y el resultado: ha informado más correctamente y antes que los medios de la competencia.
Es ahí donde se aprecia que la vocación de Hilde Kate está en el sentido correcto. No se ha divertido haciéndolo, era su responsabilidad para con la comunidad a la que informa. Si todos los medios sintieran la misma responsabilidad hacia sus lectores y sus comunidades, el Periodismo recuperaría mucho del prestigio que dilapida con trivialidades. La noticia más leída en The Guardian en estos momentos lleva por titular "The great escape: Inky the octopus legs it to freedom from aquarium". ¿Cuál es la noticia "infantil"? Podemos debatir qué va antes, si el carro o los bueyes —si es lo que la gente quiere leer o si es lo que los medios quieren que lean—, pero creo que no hay duda de en dónde está el periodismo y en dónde el interés de la comunidad.


La diferencia, que Hilde Kate tiene muy clara, está en el concepto mismo de información que debe estar en el centro de la actividad periodística: el interés de la comunidad. No se informa para llenar páginas o tiempo, como algunos se plantean, y convocar muchos lectores. Se informa porque hay cosas que se deben saber por la comunidad. Un crimen en la comunidad no es una ocasión para atraer lectores; es un problema en la comunidad. Y hay que informar de ello.
Lejos de amilanarse, Hilde Kate Lysiak devuelve la pelota a los que la critican: ¿dónde estaban los medios?

Residents of Selinsgrove publicly called my work trash and told me I should leave it to the professionals. Other people told me I should stick to tea parties and playing with dolls.
Maybe that’s what the “professionals” were doing while I was working the scene, because they sure weren’t there. I have since found out that the police had asked the media not to run the story. I may be nine, but I have learned that my job as a reporter is to get the truth to the people. I work for them, not the police. I think that some people are angry that I didn’t follow along like everyone else.**


No se puede ser más claro, ni a los nueve ni a los noventa y nueve. Ella estaba allí, en el lugar del crimen, y trabaja para contar la verdad a la gente, que es para quien trabaja. Es a los "profesionales" a los que hay que criticar; no estaban allí.
Quizá no le falte algo de razón en su crítica y a más de uno le haya molestado que una niña haya hecho lo que no se molestaron en hacer. Las bromas en los comentarios respecto a esto también se han dado porque la gente no desaprovecha la ocasión para ejercitar el ingenio: "si hasta una niña de 9 años puede hacerlo..." Pero Hilde Kate no es solo una niña de 9 años; eso es lo que se han fijado. Es lo inusual, pero no es lo relevante. Lo relevante es que Hilde Kate Lysiak tiene una vocación con sentido del compromiso, un sentido en el que se entrecruzan la capacidad personal y el deseo de servicio a la comunidad, que es esencial en el Periodismo. Si ello, el Periodismo se hace trivial y complaciente. Mucho es ya así. Es lo que está matando al Periodismo, no otra cosa; no nos dejemos engañar. Cuando el periodismo es buen periodismo, me interesa realmente porque ese es su fundamento: ocuparse de lo que debo saber, de aquello que me es relevante. El mal periodismo, en cambio, hace que nos olvidemos de nuestros problemas reales y nos lanza a la senda de lo que otros quieren que sepamos o de que no nos enteremos de nada de lo que ocurre aunque estemos rodeamos de noticias.
Hilde Kate se pregunta incluso sobre si los ataques son "sexistas":

Some people have asked me if I thought people would have reacted differently if I were a boy. Maybe, maybe not. I could see them saying a boy should go and play with racing cars instead of how they told me to play with dolls. Or maybe they wouldn’t have said much at all. The thing is, I like playing with dolls, and having tea parties. I also think racing cars are really cool! Grownups shouldn’t assume that a kid – boy or girl – should be doing just one thing or another. Kids can do exceptional things and still be kids!**

Algo de sexismo, me da la impresión, que sí hay en muchos de los comentarios. Puede que sea moda por la forma descalificadora que Donald Trump ha exhibido contra las periodistas por el hecho de ser mujeres (¿hubiera insinuado Trump, como ocurrió con Megyn Kelly, la periodista de Fox News, que "tenía la menstruación" para descalificar sus críticas?). Con esto tendrá que luchar Hilde Kate Lysiak en el futuro —cuando sea una periodista adulta— porque quedan muchos Trump sueltos por el mundo a los que les preocupará más que sea mujer, como ahora les preocupa más que sea niña.


Pero las críticas son solo una parte. Están también las felicitaciones por su trabajo —a las que nos sumamos calurosamente aquí—, que han sido muchas. El cierre de su artículo es, de nuevo, una defensa de su trabajo, del derecho a realizarlo y un desafío a quienes la critican:

To everyone who has supported me (and there have been many): a huge thank you! To those of you who would rather I stay home and be playing tea parties, I say this:
Yes, I am a nine-year-old girl.
But I’m a reporter, first.
I report the news.
And so long as there is news to report in Selinsgrove, I’m going to continue trying my best to give the people the facts.
And for those of you who think I need to mind my place, I’ll make you a deal. You get off your computer and do something to stop all the crime going on in my town and I’ll stop reporting on it.
Until then, I’m going to keep doing my job.

La defensa es la misma de Stendhal para su novela: si os molesta lo que os muestro, evitad que se produzca. Si trabajarais en beneficio de vuestra comunidad, yo no tendría que ir a informar de sus carencias y problemas, ni como niña ni como adulta.
Como profesor de Periodismo, me gustaría tener una persona así por cada promoción, que pasara por nuestras aulas con esta vocación y este sentido del Periodismo como servicio a la comunidad. Hacen falta en nuestras aulas y en nuestros medios.


En estas últimas décadas se ha ido imponiendo un modelo más retórico, más comunicativo del Periodismo, cuya eficacia se mide en número de receptores y no en calidad de la compresión del mundo. Hay importantes zonas invisibles porque el foco se desplaza hacia lugares que muchas veces no merecen ni una milésima parte de esa atención. Al cambiar los criterios de interés, los medios se convierten en gigantescas máquinas de generar trivialidad. La información inteligente, necesaria, aclaradora, se mantiene oculta bajo el ruido estridente de lo llamativo, que no pide inteligencia, sino solo nuestra mirada durante unos segundos.


Hilde Kate se mueve por el deseo de informar de los problemas de la comunidad. Hay una ética en ello, un compromiso. El reportaje televisivo que le hicieron el año pasado la muestra recorriendo la población fotografiando señales caídas, preguntando a vecinos por la situación, etc. No informa para entretener, sino para dejar constancia de lo que ocurre y es mejorable. Le gustaría tener que informar de otras cosas, más positivas, pero no por ello tapa lo que no le gusta: «Yes, I am a nine-year-old girl. But I’m a reporter, first. I report the news.» Está claro.
Esperamos que no la distraigan mucho de su labor informativa dándole un protagonismo mediático que seguro que no quiere, como buena periodista. Hoy ha sido noticia en The New York Time, The Washington Post, The Guardian, NBC... Mañana trabajará en alguno de ellos o dirigirá, como ahora, su propio medio.


* "9-year-old reporter breaks crime news, posts videos, fires back at critics" The Washington Post 5/04/2016 https://www.washingtonpost.com/news/true-crime/wp/2016/04/05/9-year-old-reporter-breaks-crime-news-posts-videos-fires-back-at-critics/

** "Yes, I’m a nine-year-old girl. But I’m still a serious reporter" The Guardian 6/04/2016 http://www.theguardian.com/commentisfree/2016/apr/06/nine-year-old-reporter-orange-street-news-truth

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