lunes, 25 de enero de 2016

25 de enero: Las narrativas de la revolución

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Es complicado loar a la revolución del 25 de enero de 2011 mientras se encarcela a sus partidarios; es complicado hablar de los muertos de entonces cuando en el aniversario del año pasado se mató a sangre fría a quien llevaba una corona de flores en su memoria. Es muy complicado hablar de la democracia cuando tienes las cárceles llenas, más llenas que bajo el régimen que la revolución trató de derribar.
Sin embargo, el presidente Abdel Fattah El-Sisi, el militar que se hizo con el poder y al que dieron su apoyo inicial muchas de las fuerzas moderadas del país, lo hace. Pero es complicado hacerlo cuando se te han ido todos aquellos que creyeron inicialmente que no volvería a haber un militar al frente de Egipto porque les prometió que no tenían él ni la institución militar ningún interés en acceder al poder. Pero Egipto es el país de la contradicción permanente, del decir y el hacer distintos, cada uno por su camino. Eso se simboliza —Egipto es un país de símbolos— en que el 25 de enero se celebra el aniversario de la revolución y simultáneamente el Día de la Policía, la misma que la reprimió y en la que nada ha cambiado. Bueno, sí, algo ha cambiado: antes los egipcios no se sentían en la obligación patriótica de amarla. Ahora sí.


El discurso del presidente El-Sisi que los medios reproducen contiene esa contradicción permanente con la misma naturalidad de siempre. Es el "orden de los discursos" foucaultiano. Los discursos constituyen la superficie de la realidad dando lugar a la Historia, que no es lo que ocurrió, sino lo que se cuenta en un régimen del decir lleno de retórica que dibuja la nueva realidad que emerge de ellos.
Dice el presidente El-Sisi en palabras en el estatal Ahram Online:

"The people who revolted for their freedom and dignity [on 25 January] corrected the path and vision on 30 June [2013]," El-Sisi said.
Although he didn’t mention the now-banned Muslim Brotherhood directly, the president criticised the group’s rule of the country, saying that since they were ousted from power, “Egypt has turned from a country that belongs to one group to a country for all.”
"The fair and objective assessment of what Egypt has accomplished in less than two years is that it turned from having an authority that was hostile to the people and the rest of state’s facilities, to an authority that now respects people's choices and aspirations," El-Sisi said.
He addressed the youth, describing them as the main element for the development of the country.
"If the Egyptian people are the weapon of the country to face challenges, you [the youth] are its ammunition," El-Sisi stated.*


Habrá seguidores fieles que se emocionen con estas palabras, pero para aquellos que mantengan un mínimo de sentido de la realidad habrán sido sorprendidos por ellas. Se sigue usando eufemísticamente el verbo "corregir" para llamar al golpe de estado que derrocó a Morsi y a los islamistas. Hay que insistir en que lo que la gente reclamó entonces fue la dimisión de Morsi y la convocatoria de elecciones. Lo que se le dio, en cambio, fue la creación de una fisura histórica y una situación de violencia constante, tanto por parte de los islamistas como por el Estado, que se consideró legitimado para ejercer una brutal represión.  A diferencia de la violencia mantenida durante el régimen de Hosni Mubarak, la ejercida por el régimen de El-Sisi busca la legitimación pervirtiendo el principio mismo de una democracia posible.
La metáfora elegida, la del arma, es terriblemente reveladora de la mentalidad que hay tras ella: la violencia. ¿Es el pueblo egipcio un "arma", son los jóvenes la "munición"? ¿Contra quién? Y, sobre todo, ¿quién sostiene el arma, quién apunta y quién aprieta el gatillo? Pocas veces es una metáfora tan reveladora de una mentalidad existente.


La campaña de propaganda oficial trata de cantar los logros de un régimen que tiene muy poco argumentos a su favor. Por eso es necesario recurrir a mostrar el desastre de los países que rodean a Egipto, presentarlos como destruidos por la falta de unidad, las luchas civiles, el terrorismo, etc. Así se valora la "mano firme" que gobierna el país y por la que todos los egipcios deberían dar las gracias ya que se trata de un enviado, como sancionan las instituciones religiosas al servicio del Estado y que consiguen su cuota de poder social.
El régimen de El-Sisi no es una democracia y así lo consideran todos las instituciones internacionales que un informe tras otro condenan las prácticas realizadas, las detenciones, desapariciones, retenciones sin juicio, censura creciente, ataques a la prensa,  la violencia desmedida, leyes represivas, etc.


Daily News Egypt titula "Public figures demand release of activists arrested ahead of 5th anniversary of 25 January Revolution". En el artículo se recogen las peticiones de intelectuales, nada sospechosos de islamismo, que confirman la triste realidad, el régimen no ha profundizado en la democracia, como el presidente sostiene, sino que ha creado un simulacro paródico. Nos cuenta el diario:

Twenty Seven public figures signed on Saturday a statement that demanded the state to release activists arrested within the last two weeks on accusations of planning mass protests and to cease the stringent security measures the state has implemented ahead of the anniversary of the 25 January Revolution.
Notable signees to the statement include TV anchor Bassem Youssef, lawyer Khaled El-Balashy, politicians Alaa Al-Aswany and Osama Ghazly Harb, and National Council for Human Rights member George Ishak. The statement came two days before the fifth anniversary of the revolution.
The joint statement condemned the state’s actions as inducing a state of fear and panic and emphasised the public’s political right to protest, as guaranteed by the Egyptian Constitution. It further contended that the arrests will not deter people from expressing their political will; to the contrary, the state’s efforts to stifle political agency will only further abet dissatisfaction.
The public figures noted an upwelling of revolutionary nostalgia as dozens of people expressed their pride in participating in the revolution on social media pages.**


Lo doloroso para el régimen de El-Sisi es que los firmantes fueron personas que apoyaron la salida de los islamistas del poder. Por mucha campaña de desprestigio que los periódicos pro régimen quieran lanzar contra ellos, todo sonará absurdo. El manifiesto de los intelectuales desmorona el "Egipto idílico" que El-Sisi pretende inventar a través de sus discursos desconectados de la realidad, más bien su negativo fotográfico.
Los discursos de El-Sisi tienen la virtud de mostrar lo contrario de lo que ocurre, por lo que funcionan como indicadores de las acciones y de las carencias. Su discurso sobre la necesidad de reformas religiosas se traduce en el aumento de los detenidos por "difamar la religión islámica"; sus discursos sobre el positivo estado económico del país indican la inflación galopante, la depreciación de la libra, el aumento del desempleo, la caída del tráfico en el canal, etc. El canto a la democracia egipcia es la confirmación de la dictadura existente; el canto a la libertad, el indicador de la represión; los cantos a la revolución con la ocupación militar del perímetro de Tahrir para evitar que se produzca la manifestación de los que quieren recordarla.
La obsesión porque no se lleven adelante celebraciones de la revolución que no puedan ser camufladas como actos islamistas, como ocurrió el año anterior con la muerte, de un disparo a bocajarro, de la activista socialista Shaimaa al-Sabbagh, ha llevado a actuaciones tan absurdas como las de la Universidad de Al-Azhar declarando contra el islam la celebración de la revolución, algo que deja a la institución en evidencia.
Los titulares de Ahram Online dejan otra huella: la petición de los salafistas de Al-Nour de que no se manifieste nadie. Los salafistas son los restos testimoniales del islamismo posible que el régimen mantiene vivos para asegurarse interlocutores en las bases del islamismo. No les ha servido de mucho, como se ha podido apreciar en las elecciones; el electorado islamista no vota a "traidores", dentro de las peculiares interpretaciones que todos hacen unos de otros.

The ultra-conservative Nour Party urged Egyptians on Sunday not to heed the calls of protests on Monday, which marks the fifth anniversary of the 25 January uprising that toppled long-time autocrat president Hosni Mubarak.
No established political groups or movements have endorsed calls for protests on 25 January.
However, police, aided by army personnel, have upped security in Cairo and nationwide in anticipation of possible protests.
"Protests, at a time like this, will be used to cause havoc in the country, and will cause clashes leading to bloodshed, deaths and injuries," the party's statement read.
Such protests, according to Nour Party, will cause societal division and more damage and destruction.
Nour is the only Islamist party that supported the 30 June 2013 protests and the ouster of the Muslim Brotherhood president Mohamed Morsi.***


Son las paradojas de Egipto. Los que han quedado dentro del sistema no van a reconocer que existe fuera otra realidad diferente a la que ellos cuentan. Fuera están esas indefinidas fuerzas del mal, capaces de derruir el orden, la undécima plaga.
El peligro de manifestarse ha hecho que cada medio elija una forma de conmemorar el aniversario de la revolución. Los medios lo han hecho de forma escalonada en estos días. La gente lo ha hecho a través de la iniciativa de la que dimos cuenta aquí: recordar con fotografías e historias en las redes sociales lo que parecía que no había tenido lugar. Muchos periódicos dieron cuenta de ello reproduciendo los tuits y las entradas de Facebook. Han sido testimonios que quieren reescribir la Historia al margen de la escritura oficial.


El activista largo tiempo encarcelado Alaa Abd El Fattah publicó ayer en Mada Masr una interesante visión de lo ocurrido estos cinco años y de lo que llama la "batalla de la narrativa" de la revolución, que es lo que hemos estado señalando:

After the fall of Mubarak, the battle over narrative grew in importance. The state was forced to compromise with the revolution while trying to contain it by appropriating its story. We articulated why we continued to protest and indeed why we ever protested at all. Are the kids who threw stones at the police revolutionaries or saboteurs? Should the prisoners who died in prison riots be counted among the martyrs of the revolution or not? What’s the role of the military in the Mubarak regime? Should education continue to be free in public universities? Do we need a new constitution? If so, who should write it? And so on. I wrote and wrote and wrote, mostly in Arabic, mostly on social media but sometimes for a national daily. I was mostly talking to fellow revolutionaries and my voice became increasingly cautionary: how fragile the revolutionary moment was and how precarious our situation was were my main themes. And yet I couldn’t shake off the sheer sense of hope and possibility — despite setbacks, our dreams continued to soar.****


El primer intento de escritura de esa narrativa de la revolución fue el preámbulo de la Constitución de los islamistas. El canto glorioso que se entonaba allí en nombre de la revolución, ya lo escribimos entonces, era su sentencia de muerte. Militares e islamistas han estado en contra de la revolución del 25 de enero por razones distintas pero confluyentes. Para los militares era abandonar el poder; para los islamistas, el triunfo del laicismo, de los derechos humanos que representan la libertad de conciencia. La revolución quería convivencia y tolerancia, un Egipto para todos, sin sectarismos.
Las preguntas que se hace Alaa Abd El Fattah son las que dan respuestas al etiquetado de la realidad, que se nos presenta como hechos y a los que asignamos sentidos para construir esa narrativa cuya última versión es la distorsionada del régimen de El-Sisi. Su escrito o el manifiesto de los intelectuales reclamando la liberación de los detenidos son escrituras paralelas a la oficial, que pretende ser la única e imponer su voluntad de verdad. Para ello la refuerzan Al-Azhar a los salafistas con sus apoyos y reconocimientos.

El escrito de Alaa Abd El Fattah después del repaso de cómo se han ido tergiversando, año tras años, los recuerdos de la revolución y del espíritu que la animó, concluye:

But one thing I do remember, one thing I know, is that the sense of possibility was real. It may have been naive to believe our dream could come true, but it was not foolish to believe that another world was possible. It really was. Or at least that’s how I remember it.****

La fuerza necesaria para mantener la memoria no es poca. Contra ella actúa un pasado constantemente reescrito. Es necesaria una gran fuerza para no sucumbir a la presión constante de una reescritura triunfal que trata de encubrir una realidad defectuosa. Los objetivos de la revolución, conseguir una democracia moderna, no se consiguieron. La narrativa oficial afirma, por el contrario, que el régimen actual es el heredero de aquellos momentos, de aquellas ilusiones. Pero es falso; es solo un intento burdo de falsificar la historia. Las palabras de El-Sisi, que en estos momentos "gobierna el pueblo egipcio", son tan ciertas ahora como lo eran en la época de Hosni Mubarak. Los hechos, cada día, dicen lo contrario.


Los que han denostado estos días en el parlamento la memoria de la revolución calificándola de conspiración norteamericana contra Egipto, aún en su falsedad, son más sinceros que lo es aquellos que dicen hablar en su nombre.
Alaa Abd El Fattah la ha llamado "sueño" y quizá lo fue, pero sueño de esperanza en un mejor Egipto. Hoy no es eso lo que se percibe, por más que muchos lo quieran creer. La revolución sigue viva como sueño, luchando porque no la tergiversen los que se encargaron de que se perdiera.
Los festejos quedan para los que quiere hacer ver que se ha cumplido aquel sueño. Pero en su interior, muchos egipcios siguen pensando que esta realidad se parece demasiado a la que había antes de la revolución.


* "Egypt's President Sisi praises 25 January revolution ahead of 5th anniversary" Ahram Online 24/01/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/185795/Egypt/Politics-/Egypts-President-Sisi-praises--January-revolution-.aspx
** "Public figures demand release of activists arrested ahead of 5th anniversary of 25 January Revolution" Daily News Egypt 24/01/2016 http://www.dailynewsegypt.com/2016/01/24/public-figures-demand-release-of-activists-arrested-ahead-of-5th-anniversary-of-25-january-revolution/
*** "Salafist Nour Party urges Egyptians not to protest on revolution anniversary" Ahram Online 24/01/2016 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/185814/Egypt/Politics-/Salafist-Nour-Party-urges-Egyptians-not-to-protest.aspx

**** "Jan 25, 5 years on: The only words I can write are about losing my words" Mada Masr 24/01/2016 http://www.madamasr.com/opinion/politics/jan-25-5-years-only-words-i-can-write-are-about-losing-my-words


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