jueves, 27 de agosto de 2015

La carne y el espíritu

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Dos campañas se han puesto en marcha en Egipto. La primera, muy airada, es contra el consumo de carne, cuyo precio se ha disparado. "No a la carne", "Todos somos pobres", "Boicot a la carne" son algunos de los lemas de las campaña a la que se han ido sumando por el país ciudadanos que no están dispuestos a pagar los precios que les piden. El gobierno tratará de importar carne para forzar a bajar los precios prohibitivos para muchos egipcios, que ya tienen la economía bastante complicada. Los precios han subido hasta llegar en caso a las 90-100 LE por kilo. Nos cuenta Egypt Independent:

The campaigns immediately caught the eye of people throughout the country. In Damietta, people decided to boycott meat anywhere between 15 days and a month to protest what they consider is the butchers' greed. Meanwhile, in Suez, a similar campaign has placed various posters throughout the city, encouraging citizens to stop meat purchases.
In Qena and Nagaa Hammadi a campaign entitled “No for meat” was started to boycott local meat for one month. The campaign’s founder, Amin Al-Fouly, said the move aims to lighten the burden on citizens while placing pressure on butchers to sell local meat at the “official pricing” set by the Supply and Internal Trading Ministry, which dictates meat should cost LE65 per kilo.*


 La Agencia de Defensa de los Consumidores apoya la campaña y entre las actividades de presión está el hashtag "#forget_about_meat" que se ha convertido en viral, nos dice el periódico.
La otra campaña no va por la carne, sino más bien por el "espíritu": la iniciada por antiguos miembros de Tamarod para erradicar los partidos políticos religiosos. Ahram Online titula: "The 'no to religious parties' campaign gains momentum". Recordamos que Tamarod (Rebelde) fue el grupo de activistas que organizó la recogida de firmas pidiendo la dimisión del entonces presidente Mohamed Morsi y la convocatoria de elecciones después de un año de mandato. Su objetivo era llegar a conseguir, al cumplirse el primer aniversario, el mismo número de firmas que Morsi había tenido de votos, 11 millones, pero lo cierto es que recogieron cerca 23 millones, que es el objetivo que se han fijado ahora.
Los partidos políticos "religiosos" están teóricamente prohibidos en la constitución reformada tras la salida de los Hermanos Musulmanes del poder. Pero les queda un fleco: ¿qué hacer con el partido de los salafistas, el partido Nour, que apoyó la defenestración de Morsi y apoyó al nuevo régimen? 


Los salafistas fueron astutos y sabían que la Hermandad quedaba fuera y que no tenía sentido solidarizarse para acabar en prisión o en el exilio. Con astucia política islamista, los salafistas se apuntaron al carro vencedor a sabiendas de que quedaba fuera su principal rival en el voto "piadoso", los Hermanos Musulmanes, y que el régimen los necesitaba como coartada para hacer ver que no era contra los "islamistas" sino contra la Hermandad. Los salafistas se hicieron la "foto" con los demás apoyando la caída del régimen de Morsi. Los demás se fueron poco a poco, pero ellos se han quedado, convirtiéndose en un socio incómodo.


La incomodidad proviene de la incongruencia que supone no considerar al Nour, salafista, como un partido religioso, pero también por el temor que pudiera aglutinar el voto islamista en las próximas elecciones y hacerse con un buen puñado de asientos en la cámara cuando se abra el parlamento.
Ahram Online recoge opiniones sobre esta cuestión:

Osama Al-Ghazali Harb, a political analyst and a leading member of the Free Egyptians Party, said "the Egyptian people did not expel the Muslim Brotherhood from the door, only to see another religious party like Nour to come from the window."
But other political analysts, like Al-Ahram's Amr Hashem Rabie, were critical of Tamarod's campaign.
Rabie said Nour was part of the revolution against Morsi and its leaders never said they have a religious party.
Rabie believes that the wide popularity of Nour in Egyptian governorates represents the real motive behind the Tamarod campaign.
"Instead of competing against this party in fair elections, the Tamarod and other secular parties resort to courts to eliminate the party and gain seats without competition," said Rabie.
Shaaban Abdel-Alim, a leading Nour official, told Ahram Online that "Tamarod" itself is an illegal entity trying to impose its say on the political street.
"We are not a religious party. We are just a political party with a religious background," said Abdel-Alim, adding that "if Nour was dissolved in any way, the party's leaders would meet to form another party under a different name."**


Las tres opiniones permiten ver la acumulación de incongruencias en la política egipcia, la distancia entre lo que se dice y lo que se hace. Indudablemente, los tres tienen razón y no la tiene ninguno. Es cierto que el Nour se hizo la foto junto a Al-Sisi cuando derrocó a Morsi; es cierto que Nour es un partido religioso y es cierto que temen el apoyo electoral que puedan tener en unas próximas elecciones.
Lo que no se dice nunca pero no se deja de pensar en ello, es que el conjunto de los votos islamistas en el parlamento anterior era superior al 70%, contando la Hermandad y los salafistas. El gobierno se ha encargado de perseguir y encarcelar a los Hermanos Musulmanes, pero no lo ha hecho con los salafistas. Como astutos que son, no ha entrado en las provocaciones destinadas a identificarse como "partido religioso". Ellos saben que se está mejor en casa que en la cárcel y mucho mejor todavía en el parlamento. Los que votaron a Morsi (no todos eran islamistas, muchos lo hicieron por el cambio confiando en la palabra de un gobierno para todos) no están en las cárceles ni se han ido todos. Votarán y lo harán a la alternativa más próxima. De ahí el temor y el deseo de inhabilitarlos ante unas elecciones.

Los salafistas, bien organizados, ya lo advierten: si les impiden ir a las elecciones, se cambian de nombre e irán con él a las elecciones. No supone muchos problemas porque los partidos políticos, como ocurre con la Hermandad, no son más que útiles interfaces para concurrir en los comicios. Ellos no creen en los partidos porque no creen en los sistemas parlamentarios. La Hermandad piensa igual; su mentalidad es otra.
En Egipto se está pagando el sistema de "partido fuerte" que desde Nasser y con todas las variantes históricas ha ido gobernado el país. Aunque nominalmente pudieran existir más, el partido del gobierno era el que realmente controlaba el país. Se ha hecho todo lo posible por evitar que los partidos políticos crecieran y se consolidaran, garantizándose así el control político por los militares. El que quería conseguir algo, se apuntaba al partido gubernamental. Con esto solo se consiguió hacerlos corruptos, debilitar a la sociedad —que no tenía nadie que la representara— y dejar la organización social en manos de los islamistas, en sus diversas variantes. La labor subterránea de los islamistas fue dando su fruto al quedar infiltrados en todos los rincones sociales y desde allí controlar los votos con su propia maquinaria. Hasta la caída de Mubarak se contentaban con lo que les dejaban, pero después fueron a por todas.


El temor de todos ahora es que la enorme atomización de los partidos beneficie de nuevo a los bien organizados por décadas, a los islamistas. El intento de Tamarod es dejarlos fuera mediante un sistema de recogida de firmas, pero los salafistas se saldrán con la suya.
En junio, Al-Monitor recogía la propuesta para evitarlo:

The president proposed — and promised to support — a unified list of all political parties and forces that are to participate in the upcoming parliamentary elections, which the government is keen to hold this year.***


Como señalaron algunos analistas y Al-Monitor recoge, esto contradice el sentido de lo que significa una elección, ya que no hay dónde elegir. Pero no deja de ser una incongruencia que puede ser vendida como "amor a la patria" y "sentido del deber". Todo esto ocurre en un contexto en el que ya algunos partidos políticos han llamado al boicot o ha anunciado que no concurrirán a las elecciones.
La paradoja de que se prohíban los partidos religiosos mientras se proclama que el mal es el ateísmo y se encarcela a quien lo defiende no se resuelve fácilmente. En este sentido, lo que se hace es fortalecer a Al-Azhar que queda como institución controladora del país. Fue el Al-Azhar desde donde se amenazó con dejar predicar a los salafistas contra el predicador reformista. La estrategia de mantener en la reserva a los salafistas para amenazar cuando alguien desafíe a los clérigos de Al-Azhar es clara y se utilizará cuando sea necesario. Por eso es dudoso que ellos se apunten a la idea de sacarlos del mapa político. Su oposición frontal a que los "intelectuales" puedan participar en los diálogos sobre la reforma religiosa choca, como vimos hace unos días, muestra que son ellos los que quieren el control religioso.
El artículo concluía:

[Tahani] Gebali [al-Gebali, former vice president of the Supreme Constitutional Court of Egypt] said that many of Egypt's 103 political parties do not represent anyone but their own members and are more of a burden on the state than an actual political movement. According to Gebali, political parties should also know that the Egyptian state is currently in a foundational phase, which requires the concerted efforts of all the concerned parties to move to the next democratic level, “which we all are aspiring to.”
It seems difficult for Egyptian political parties to unite under one list because there are three conflicting orientations vis-a-vis this possibility. One is represented by religious parties, another by parties supporting the old Mubarak regime and a third by parties seeking a modern democratic state. It does not seem like these orientations will converge soon.***

No le falta razón, pues de eso se trataba, de que no se representaran más que a ellos mismos y poder controlar al  electorado a través del clientelismo y diversas prácticas en las que el estado egipcio se manejó muy bien. La verdadera dsituación, como bien se señala, es la que representa esa distinción tripartita: los religiosos, el antiguo régimen y los que buscan un nuevo Egipto democrático sin lastre. Pero el mundo no es como queremos y la Historia es avanzar sin saltarse ningún capítulo. El régimen actual quiere ser religioso sin partidos religiosos, mantener a los que la revolución quitó llamándose revolucionario y, además ser demócrata encarcelando a la gente. No es tarea fácil, desde luego.

No parece que se arregle ningún problema grave y sí que aparecen algunos nuevos. Antes esto, la respuesta es la vigilancia. A la orden del Ministerio del Interior de que todos los comercios instalen cámaras de seguridad, se suma ahora la instalación también en las mezquitas para controlar los sermones que allí se imparten. Parece que el único negocio próspero va a ser el de la vigilancia.
Al menos, según nos cuenta la prensa, los jueces han desestimado la petición de un patriota piadoso que había solicitado el corte de Facebook en Egipto por considerarlo un arma de la prostitución y un difusor de mentiras. Hemos pasado de una revolución que reclamaba Facebook, Twitter y YouTube a la sociedad de la vigilancia.


No sé qué campaña tendrá más éxito, si la de bajar el precio de la carne o la de sacar a los salafistas del partido Nour del espectro político. Las dos son peligrosas a su manera. Las grandes subidas de precios en Egipto siempre han tenido algún tipo de consecuencias. El paso a la sombra de los salafistas también lo tendría. Puede que se cambien de nombre, pero nunca lo harán de ideas. Estarán ahí, a la espera tranquila de poder ocupar más espacio del que tienen. No tienen prisa. Fue la prisa lo que llevó a Morsi a donde está.


* "Nationwide campaigns boycott local meat" Egypt Independent 25/08/2015
http://www.egyptindependent.com//news/nationwide-campaigns-boycott-local-meat
** "The 'no to religious parties' campaign gains momentum" Ahram Online 26/08/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/138915/Egypt/Politics-/The-no-to-religious-parties-campaign-gains-momentu.aspx

*** "Sisi calls for unifying Egypt's electoral lists" Al-Monitor  3/06/2015 http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2015/06/egypt-sisi-call-unify-electoral-lists-elections-parties.html





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