jueves, 7 de mayo de 2015

Preguntas y líos o el final de la luna de miel

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
"Sé lo que es bueno para ti"
Creo que es normal que un periódico especule sobre los motivos de otro periódico para publicar unos artículos. Lo que no creo que sea tan normal es que un periódico se ponga a especular sobre sus propios motivos. Y eso es lo que ha hecho en un artículo el diario Ahram Online. Su titular ya es sorprendente: "Egyptian police abuses spark surprise backlash from normally tame media".*
Que un medio —que algunos consideran semioficial— se pregunte qué hay detrás de los medios en las denuncias contra los abusos de la Policía es interesante. Las peculiaridades del caso egipcio, que son muchas, condicionan de nuevo los acontecimientos y las respuestas mediáticas. El insólito "pacto" entre medios y poder para no criticar (por decirlo así) las actuaciones gubernamentales, en las que se incluyen jueces, militares y policía, pasa factura de rareza en lo que ocurre en la prensa egipcia, constantemente distorsionada por hechos como este o la ideologización de las empresas tras los medios.
Podemos leer en Ahram Online el siguiente:

When the mass protests that erupted in mid-2013 forced the Muslim Brotherhood from power, Egypt’s notorious police were lionised in state and private media and hailed as the rescuers of a people "rising up" against Islamists.
Though previously a symbol of the heavy-handed tactics that led to Hosni Mubarak's downfall in 2011, the interior ministry was further emboldened after the public began to see it as the victim of attacks from extremist groups seeking to unsettle what they called “infidel coup authorities”.
As portraits of policemen killed in these attacks hung from balconies, trees and walls, footage of military funerals drew the public's sympathy, washing away memories of a recent history of police brutality, torture and extrajudicial punishments.
In this context, the country's pervasively pro-state media treated any criticism of the police as an attempt to undermine the state in its “war against terrorism”, leaving human rights advocates struggling to convince ordinary people that the police does not always behave perfectly.
Following former army chief Abdel-Fattah El-Sisi's ascension to the presidency, human rights groups documented increasingly more police violations, and a government report stated that 90 detainees had died in police custody in 2014.
Yet the media kept to what seems to have been an unspoken agreement to refrain from stirring up a hornet’s nest, preferring instead to focus on pressing issues unrelated to the powerful security apparatuses.*


La descripción de la situación anterior no deja de ser llamativa. Las críticas, viene a decir, hasta el momento venían de los afectados por el derrocamiento de Morsi, algo que tampoco es absolutamente cierto, porque han quedado medios y profesionales que han salvado la dignidad periodística señalando la brutalidad de los medios, aun estando alejados de la Hermandad o de cualquier otro grupo que hubiera sido tildado de "terrorista". Muchos han padecido esa violencia institucional, teniendo que aguantar que se les considerara proclives a las tesis de la Hermandad, a sabiendas que eso era solo una forma de castigo o agresión sobre ellos.
La rotundidad con la que Ahram Online cierra la descripción anterior hace ver que se da por hecha y que no es solo una percepción: "The honeymoon appears to be over."* Es difícil mejorar la metáfora y sus implicaciones respecto a la situación anterior que ahora se describe con crudeza.


Hace tiempo que llevamos percibiendo este tipo de movimientos que parecen ir en un mismo sentido, la distancia respecto a las actuaciones gubernamentales. La situación egipcia no puede seguir dependiendo de la capacidad de sus cárceles o de los ataques institucionales o privados contra los que denuncian que por este camino no se va muy lejos. Lo ocurrido con los activistas seculares, como el caso de Shaimaa al-Sabbagh, ha tenido que ser una dura prueba para todos aquellos que se había sumado a la contención de las críticas mediante el insólito pacto. El cese del ministro del Interior en la anterior crisis de gobierno no parece haber cambiado nada ni haber sido suficiente. Tampoco se ha pasado por alto la altanera actuación del ministro de Cultura en su visita a Alejandría ofendiendo a una funcionaria en un gesto prepotente que le fue recriminado por todos. Egipto, una vez más padece el drama de la sequía política, resultado del rodillo de Mubarak y de la promoción de los aduladores del poder.
Señalan en Ahram Online:

Over the last month, a wave of criticism has been directed against the interior ministry, initiated by a series of articles in Al-Dostour newspaper, an anti-Mubarak publication that later became pro-army following the Brotherhood’s rise to power.
Al-Dostour appeared to have set off a domino effect, with many others following suit, including Al-Masry Al-Youm, Al-Watan and state-run newspaper Al-Ahram.
Al-Masry Al-Youm published a series of articles detailing cases of police torture and mistreatment of detainees under the title “Holes in the official uniform”, prompting the interior ministry to swiftly accuse the responsible editor of trying to settle a score, as the ministry had previously accused him of “spreading false news”.
“Everything we said is documented,” Yousri El-Badri, the editor in charge of the series at Al-Masry Al-Youm, told Ahram Online. "We have evidence of every single incident we reported."
“The ministry did not like it, and they tried to portray it as a personal feud. It’s their problem, not ours.”
The prosecution summoned El-Badri and several other colleagues for questioning over the newspaper’s reports, but the hearing was postponed upon the request of Egypt’s Journalists Syndicate.*


El detonante —tenía que ser así— es la prensa. El "pacto insólito" no puede durar eternamente y servir para tapar las carencias del sistema y sus errores de planteamiento. Aunque no lo digan, muchos egipcios llevan por dentro el dolor del engaño. Los que de buena fe pensaban que se podía enderezar hacia una situación mejor el desastroso gobierno de Morsi y los Hermanos Musulmanes, se ven hoy en una situación complicada para explicar por qué no mejoran las cosas y se acaban los argumentos.

La visita del presidente El-Sisi ha España ha sido triste. Por más que las fotos amables de nuestros políticos se hayan reproducido, la prensa no ha sido tan amable. Los diarios El País y El Mundo calificaban directamente de "dictador" al presidente egipcio. Lo han llamado incluso "mal menor", un personaje con el que hay que convivir para evitar que la zona se degrade más. Y si nos compran un AVE, pues mejor. Solo el diario ABC eludió la crítica directa para no tener que criticar a la monarquía por recibirlo y no hacer mención alguna a la situación de los derechos humanos y la democracia. Egipto se merece algo más que esto, cuatro años después de una revolución que el mundo valoró positivamente y apoyó. Hoy los primeros que pisotean la revolución son los egipcios que la consideran una especie de conspiración entre atea e islamista (según el día) para hundir a Egipto y sacar al mártir de la democracia, Hosni Mubarak, del poder. Cada vez que se libera a un miembro del antiguo y corrupto régimen, se da una bofetada a la revolución y se escupe sobre los cadáveres de los que dieron la vida en las calles. El espectáculo del viejo dictador siendo felicitado por su cumpleaños no deja de ser lamentable. 


En este contexto no podemos dejar de citar la aparición hace un par de semanas de un nuevo texto con un ilustrativo y directo título "Who is responsible for this mess?‏" y lo firma en Egypt Independent uno de sus responsables editoriales, Anwar al-Hawary. ¿A qué "lío" se refiere?. Lo explica desde el comienzo:

The situation is as follows: A stalled road map, stalled subway stations, stalled power stations, stalled investments, stalled hospitals, stalled universities, stalled facilities and stalled services.
People have been dissatisfied for two years, particularly since the eve of the June 30, 2013 revolution. It was not enough to bring down the Muslim Brotherhood, just as it was not enough to bring down Mubarak, simply because the challenge of building is far greater that the challenge of demolishing.
The country needs creative and innovative political engineering to redesign, rather than restore, the whole political and social structure. It is a religious-military structure that was imposed on us during the first period of tyranny (1952-2012).
Both parties began as allies, then ended up as enemies from the time of Nasser through to Sadat and Mubarak.
And here we are now still simultaneously pushing the brakes and the gas, with the forces of acceleration fighting against the forces that pull back, leaving us uncertain of whether we are moving forward or backward.**


La diferencia entre "rediseñar" y "restaurar" parece el tipo de decisión que hay que tomar cuando no se sabe bien si hay que echar abajo un edificio o si solo requiere retoques. El problema del edificio "egipcio" va más allá del estado del edificio y afecta a la inteligencia del arquitecto y a la pericia de los encargados, algo que hasta el momento no ha sido demasiado brillante. Lo único que ha sido realmente un éxito ha sido la elección abrumadora del presidente. El enganche de los egipcios a un estado faraónico con obras como las del Canal o la nueva Capital corren riesgos severos y son poco claras en planificación (como algunos ya han señalado), recursos y forma de obtenerlos. Los resultados también están por ver todavía.


Pero no son las obras públicas las que sacarán a Egipto adelante, sino la obra de arquitectura, el rediseño del Estado para ajustarlo al estado moderno que aspira a ser resistiendo las tendencias retrogradas y vigilantes de muchos. El sueño de la primavera árabe no era este "lío" en el que todos están metidos ahora por el incumplimiento de las promesas y la rebaja de las aspiraciones. De no ser por el peligro real del terrorismo yihadista, el Estado no tendría ninguna disculpa para actuar como actúa y eso lo que le están diciendo desde muchas posiciones.
El núcleo del conflicto lo presenta con toda claridad Anwar al-Hawary en su artículo:

The military was not in the picture. It was the civilians who confronted the religious rule. They just wanted the army to side with them like it did on January 25, nothing more. But they could not imagine that they would move from a religious tyranny that they can oppose, to a national tyranny that they can not. Though opposing religious despotism may be heroic, opposing a national tyranny is considered betrayal.
Unfortunately, the wrong mandate of July 26, 2013 has brought us back to square one, which is the state of calm and quiet. And here we are two years later continuously reaping the mess.
The question remains: Who is responsible for this mess?**


Los militares no estaban en la foto, pero se colaron. Creo que al-Hawary habla a medias, dando por supuesto que el Ejército estaba tras la revolución o al menos a su lado. El egipcio separó la imagen del militar de la del estado policial de Mubarak. Pero era el Ejército quien estaba detrás de Mubarak, como lo estaba de Tantawi o como lo está detrás de Al-Sisi. No hay una entidad neutral, sino un gigantesco entramado militar, empresarial y propietario de una parte muy importante de Egipto.
La idea de estar entre una "tiranía religiosa" (Morsi y la Hermandad) y una "tiranía nacional" es la que muchos egipcios no se atreven a formularse por temor a despertar de su propio "Matrix". Sin embargo, esa es una realidad insoslayable que solo el síndrome de Estocolmo parece evitar.


En estos días se ha producido una nueva división entre los partidos egipcios, que cada vez se decantan más por el boicot a las elecciones generales, algo que llevamos tiempo señalando. El parlamento que se pretende crear es una sacralización del poder presidencial bajo ropajes de apariencia democrática. Sin embargo, lo que se hace es debilitar la posibilidad de que exista una normalidad democrática en la que los partidos tengan alguna realidad social. Eso no interesa ni a militares (que se reservan la baza nacionalista) ni a los clérigos, que son el poder ascendente, una vez sacados los partidos religiosos, los verdaderamente respaldados por los Hermanos Musulmanes y los salafistas, los únicos con organizaciones poderosas gracias al debilitamiento de los demás y los pactos recurrentes con el poder militar, que siempre ha considerado que puede encerrarlos si hace falta.


Hoy la excusa para que Egipto no avance hacia una democracia real es el yihadismo y el extremismo islamista convertido en terrorista. Occidente vuelve aburrido a mirar para otro lado ante la violación de los derechos humanos por temor a que los extremistas deterioren más la situación. ¿pero cuánto tiempo es esto sostenible? Los que se encargaron de debilitar las fuerzas del progreso y avivar las del fundamentalismo lograron su propósito. Los pasos dados no caminan hacia una normalización democrática —es imposible—, sino a un enquistamiento autoritario, hacia la señalada "tiranía". La alianza de militares y clérigos no va a sacar adelante las libertades a las que se aspira, solo a crear un nuevo-viejo orden. Más de lo mismo, con diferentes arreglos musicales.
Mientras las encuestas dicen que aumenta la popularidad del presidente y su primer ministro, la aparición de artículos como los que mencionamos sigue confirmando la tendencia que señalamos ya hace algún tiempo. 
Los periódicos, consideran algunos, han terminado su luna de miel; veremos cómo reacciona el miembro despechado. Ahora la pregunta es quién ha montado este lío y cómo salir, si es posible, de él. ¡Gran pregunta!

An Egyptian teachers asks her students, “And he who does not love Papa Sisi, where does he go?” The children answer, “To prison, miss.”

* "Egyptian police abuses spark surprise backlash from normally tame media" Ahram Online 5/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/129297/Egypt/Politics-/Egyptian-police-abuses-spark-surprise-backlash-fro.aspx
** "Who is responsible for this mess?‏" Egypt Independent 29/04/2015 http://www.egyptindependent.com//opinion/who-responsible-mess%E2%80%8F


 



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