domingo, 8 de marzo de 2015

Yara Sallam, activista de los derechos humanos y de la mujer

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Mi particular celebración del día de la "mujer trabajadora" me lleva a hablar de las que trabajan por los demás sin reivindicación de sueldo porque lo hacen por los derechos humanos y donde no hay techo de cristal sino las frías paredes de las cárceles en las que acaban sufriendo el doble de vejaciones, porque también en el castigo hay discriminación y vejaciones específicas para las mujeres.
Hace un par de días, Daily News Egypt nos traía la noticia de la nominación para el Front Line Defenders Award de la activista egipcia encarcelada Yara Sallam, una joven abogada defensora de los derechos humanos, feminista y mantenedora del espíritu de la maltratada y difamada Revolución del 25 de enero, fecha en que la gente salió a la calle para exigir la caída de Hosni Mubarak.

Yara Sallam’s nomination for the Front Line Defenders award “not only honours her and her efforts but all those in Egyptian prisons on protest charges”, the Cairo Institute for Human Rights Studies (CIHRS) said in a statement Thursday.
CIHRS first nominated Sallam after an Egyptian court upheld a prison sentence for her and 23 others arrested on charges of violating the Protest Law.
Security forces arrested Sallam and 23 others on 21 June 2014 as they were demonstrating against the controversial Protest Law near the Presidential Palace.
Sallam and her colleagues were charged with the “destruction of property, exhibiting a show of force to intimidate passersby and endanger their lives, and participation in an assembly of more than five persons with the objective of threatening the public peace”.
On 26 October 2014, a Cairo Misdemeanour Court gave them a three-year prison sentence and a fine of EGP 100,000 each as well as three-years of police probation after release; an appeals court later revised the sentence to two years.
According to CIHRS, “several irregularities marred the integrity of the trial” as the defendants were not allowed to refute evidence used against them. Defendants’ families could not attend the first trial which was held at the Police Academy.*


Yara es víctima de la "limpieza" de elementos "molestos" para el régimen. Es activista de los derechos y feminista, valga la redundancia en este caso. Los cargos por los que está encarcelada son ridículos y pretenciosos, como suelen ser estas cosas en la hiperlegalista pero poco justo sistema egipcio. Las excusas de siempre: se cumple la ley. Pero nadie cuestiona la justicia de la ley, la arbitrariedad que permite.
En estos días ha habido una remodelación ministerial. Lo único que se ha mencionado prácticamente es el relevo del poderoso ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, cuyos "logros" han dejado en pañales a sus antecesores en el cargo. Ibrahim ha dejado muchas víctimas en las calles y muchas personas en prisión. Unas merecidamente pero muchas otras en un ejercicio represivo de limpieza sin precedentes.


Una vez más, han sido víctimas los defensores de los derechos y los defensores de los defensores, pues se les encarcelaba por protestar contra las detenciones. Así se encarceló a Yara Sallam, por el "peligroso" acto de ir a protestar por las detenciones de otros compañeros. Si consideramos que a Shaimaa al-Sabbagh le dieron un tiro en la cabeza por el peligrosísimo y antisocial acto de llevar flores en homenaje a las víctimas de la represión en Tahrir, Yara se puede considerar bien tratada: sigue viva.
En junio de 2014, cuando Yara Sallam fue detenida, el periodista británico Ian Birrell realizó el siguiente retrato y comentario:

Yara Sallam was one of the most inspirational activists I met amid the Arab Spring uprisings. As Tahrir Square exploded in one of its many eruptions during 2011, she talked with a rare mixture of idealism, insight and integrity while we walked around Cairo's chaotic streets discussing events in her divided country. She was passionate, having seen friends gassed and protesters shot, but also funny and realistic about the future.
She knew revolutions can take time, that the path to democracy could be long and painful. I asked Yara how she felt about the Muslim Brotherhood winning an election in her country? If it was a fair vote then so be it, she replied, since even their threat was preferable to the ruthless generals who had run Egypt for so many years. When I said I was surprised by this answer from an apparently Westernised woman, she smiled and reminded me she was an Arab.
I recalled this liberal young lawyer's answer often as the Brothers first won power, then were ousted last year in a military coup. She featured in two articles I wrote. Her final words to me back then were a plea for peace and unity, saying that if you were being beaten by the police or tortured in jail it did not make much difference whether you were a liberal or an Islamist. Sadly, I fear she now understands this simple truth more than ever.**


Los defensores de los derechos humanos y de la democracia, se llega a la conclusión, tendrán que manifestarse siempre y acabarán en las cárceles, donde apenas se notan las diferencias entre las injusticias de unos y otros. Nada ha cambiado en las cárceles egipcias; quizás algo más de hacinamiento.
El mundo que sostiene a Yara Sallam es distinto al que actúan unos y otros. Quizá sea el idealismo lo que le permite seguir manteniendo la sonrisas y el brillo en los ojos en la cárcel en la que se encuentra, encerrada por los que oficialmente cantan la revolución y en la práctica encierran a los que exigen que se cumplan sus principios. Pero no es fácil correr en una carrera de tramposos, que es lo que es la historia egipcia de las últimas décadas. Las proclamas de unos y otros se estrellan contra la realidad de sus actos.
Cuando participó junto a activistas de todo el mundo en el “Human Rights, Democracy and the Fragility of Freedom,” que se celebró de 21 al 23 marzo de 2013 en el Centre Mont-Royal, en Montreal, organizado por McGill Centre for Human Rights and Legal Pluralism (CHRLP), la McGill Faculty of Law y la Echenberg Family Foundation, Yara Sallam señaló: “We’re always being accused of being western when we talk about women’s issues and human rights: We will not be blackmailed.”***


La acusación que usan uno y otros cuando les viene bien es la de "occidentalismo". Mucho me temo que nos hará falta un nuevo Edward Said para explicar el fenómeno descalificatorio de las libertades y derechos como algo "occidental". Es la estrategia que condena a los pueblos árabes a vivir bajo una esclavitud castiza y retrógrada, que elimina cualquier pensamiento renovador y de justicia en mundo que parece condenado a no entenderse nunca y al uso de la violencia para conseguir efímeras victorias. Por eso es importante la firme actitud de Yara Sallam, no ceder ante esa distorsión que busca aislar socialmente a los activistas de los derechos humanos y, doblemente, a la defensoras de los derechos de las mujeres.
En estos días, Yara Sallam se encuentra entre los cinco finalistas del premio de los defensores de los derechos humanos: un mejicano que defiende el medio ambiente, una defensora de la comunidad LGTB de Ecuador, un denunciante de la corrupción en China, y un activista de los derechos humanos en Azerbaiyán. Es la mejor prueba de que su lucha es local y global, que los derechos por los que ella lucha son los mismos que millones de personas en todo el mundo defienden. Ese reconocimiento ya lo tuvo Sallam cuando ganó el North African HRD Shield 2013.


La soledad de la cárcel es solo una ficción. No está aislada; tiene a su lado a millones de personas que la apoyan y admiran, que desean que su lucha —que es por un Egipto mejor para todos, un Egipto que es también su país— tenga el fruto que ella desea. Encerrando a Yara Sallam y a otras como ella, matando a Shaimaa al-Sabbagh, quien se aísla en cambio es Egipto, que se condena a sí mismo.
Tras su encarcelamiento, Fatou Sow, la sociólga senegalesa, presidenta de la asociación de derechos WLUML (Women Living Under Muslim Law) escribió una carta de solidaridad con Yara y las otras mujeres activistas detenidas ese día. Allí señalaba:

Dear Yara, Sanaa, Salwa, Nahed, Hanan, Samar, and Fekreya (Rania),
I am writing to you on behalf of everyone in the international network, Women Living Under Muslim Laws (WLUML).  We were devastated and appalled when we heard the news of your arrest.  Since you were detained, not a day has gone by that we have not been thinking of you.  Our network was formed in response to the oppressive forces of politicised religion, but we can never forget that any kind of authoritarian regime poses a threat to society, and to women.  Your current situation is a terrible reminder of this.
These are difficult times; we are receiving increasing reports of threats to women activists and clampdowns on civil freedoms from many of the countries that our networkers are operating in.  The women activists that make up our network understand how difficult it can be to stand up to oppressive forces - to take to the streets for what you believe in while knowing the risks you face. Our networkers have asked that we pass on their messages to you - they are included below for you to read.  Some are addressed specifically to you, Yara, as you are already a part of the WLUML network, but the spirit of these messages is sent to each of you.  We hope they will strengthen you all in this difficult time.
We salute your bravery and send our heartfelt support to each of you. Stay strong and know that women and men across the world are mobilising for your release and for your voices and struggle to be heard.
In solidarity,
Fatou Sow
International Director
Women Living Under Muslim Laws (WLUML)****


A esta carta le siguieron las de otras muchas personas en solidaridad con ella. Creo que define muy bien el sentimiento que, en un día como hoy, en el que se analiza el trabajo de las mujeres en todo el mundo, es bueno recordar. El nivel de solidaridad entre las activistas de los derechos humanos y feministas es muy grande porque víctimas de los regímenes más diversos en sus superficie pero igualmente retrógrados en sus bases. Como señalaba con ironía británica Ian Birell, Yara Sallam padece la represión de unos y otros porque el proyecto de la igualdad y la libertad les horroriza.
Desde aquí nuestra solidaridad con Yara Sallam, hoy como mujer trabajadora por los derechos de todos y el resto de los días como defensora de las libertades y la dignidad. Ella ha trabajado por todos en las calles, tribunales, foros y despachos y ahora lo sigue haciendo con su ejemplo desde la cárcel.



* "Jailed activist nominated for human rights award" Daily News Egypt 6/03/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/03/06/jailed-activist-nominated-for-human-rights-award/
** "Egypt's brutality exemplifies the contortions of confused Western foreign policy" The Independent 29/06/2014 http://www.independent.co.uk/voices/comment/egypts-brutality-exemplifies-the-contortions-of-confused-western-foreign-policy-9570467.html
*** "Speaking Truth To Power" Law | Focus online - News from McGill's Faculty of Law 04/2013  http://publications.mcgill.ca/droit/2013/03/27/sights-and-sounds-of-the-third-echenberg-family-conference-in-human-rights/
**** "For Yara" Women Living Under Muslim Law 12/10/2014 http://www.wluml.org/media/yara















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