sábado, 28 de febrero de 2015

Los alegres tarados

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Lo habíamos dicho en su momento. ¿Y qué pasa con los "yihadistas" españoles  que han ido a Ucrania? ¿Por qué está mal ir a matar sirios y volver y no está mal ir a matar ucranianos y regresar a tu pueblo a dejar al personal con la boca abierta por las machadas? Esta especie de donjuanes bélicos, que les gusta conquistar y contarlo con todo lujo de detalles después, han sido ahora detenidos mientras se revisa de qué se les puede acusar. Se suele decir que los delincuentes van por delante de las leyes, pero esta vez son  estos tarados los que van por detrás del sentido común. Si se pone de moda entre aburridos y poco espabilados irse de batallas al extranjero, porque matar es muy entretenido y además conoces gente, va a tenerse que hacer una legislación más explícita que deje claro el riesgo al regresar.
El País nos ofrece un esbozo de retrato de algunos de ellos:

Tienen 24, 27 y 28 años. Uno estaba en el paro, otro era portero de discoteca y el otro trabajaba para la compañía de coches Mercedes. Todos vivían en Madrid (Alcorcón, Vallecas y distrito Centro), pero se conocieron en el frente prorruso en Ucrania, en las Brigadas Internacionales de Donbass. Allí llegaron, después de tres días de viaje, por separado —uno directamente a Donetsk y dos de ellos previa escala en Moscú, donde les esperaba un funcionario ruso—, en verano del año pasado. Los tres utilizaron el mismo método de alistamiento autónomo: contactaron con combatientes del bando ruso a través de Twitter, siempre según fuentes de la investigación.
No les pagaron ni el viaje ni un sueldo, pero fueron recibidos con los brazos abiertos por los comandantes rusos que lideran el frente este ucranio, que les dieron aparte de su correspondiente AK-74 y el uniforme de guerra, comida y alojamiento gratuito. Dejaron sus cómodos pisos en la capital para vivir en naves y acuartelamientos colectivos en los que, según sus declaraciones, hay aún más “brigadistas” españoles y muchos —“varios cientos”— de otros países, sobre todo serbios y franceses. “La mitad de ellos son comunistas y la otra mitad nazis”, han explicado los detenidos. “Combatíamos comunistas y nazis juntos”, han declarado, justificando esa contradicción ideológica argumentando que “todos queremos lo mismo, la justicia social y la liberación de Rusia de la invasión ucrania”.*


La peculiar composición de estos batallones "prorrusos", dirigidos por comandantes rusos, esa división entre nazis y comunistas nos muestra que lo que se está produciendo es un fenómeno similar al yihadismo: la formación de futuros combatientes locales. Puede que algunos tarados vaya a vivir emociones, pero otros va a coger experiencia, a prepararse para un futuro en el que, ¡quién sabe!, puedan hacer falta sus habilidades en sus países.
Lo de la "liberación de Rusia de la invasión ucraniana" es un chiste que demuestra el grado hasta el que puede llegar la estupidez humana cuando se usan bien los medios de propaganda y se le dice a la gente lo que quiere escuchar. Estos tarados, convencidos de que los norteamericanos no llegaron a la Luna, que Estados Unidos lanzó sus aviones contra las Torres Gemelas, etc., etc., conforman ese batallón de creyentes cuya credulidad ha sobrepasado el nivel de la conversación fanfarrona y ha pasado a la acción, en este caso, matar invasores de la justa, piadosa, equitativa Rusia, la madre de todas las madres patrias.


Las medidas de protección y vigilancia que se han establecido ante los yihadistas occidentales que han ido a combatir a Siria e Irak no se han tomado en el caso de Ucrania, quizá por la ambigüedad con la que la comunidad internacional está manejando esta "no-guerra", como se suele decir, en la puertas de Europa. El problema es que es una "sí guerra" y no está en las puertas, sino en Europa misma, una Europa de la que Rusia se ha excluido por su carácter imperialista y sus dimensiones continentales.

Esa indefinición, ese no llamar a las cosas por su nombre, hace perder mucha eficacia y deja las cosas en una ambigüedad que, en cambio, Rusia no practica. Rusia está ejerciendo una propaganda inusitada sobre la "cuestión ucraniana", con unos niveles de turbulencia que serían la envidia del Estado Islámico. Mientras Occidente, en especial Europa, temen que haya que salir del nivel de las sanciones económicas y diplomáticas —¿cómo declarar la guerra a un "socio" del que dependes energéticamente?—, Rusia no tiene reparos en recurrir a lo que sea necesario.
La superioridad militar demostrada por lo que se supone es un ejército miliciano solo tiene explicación con el apoyo absoluto —material, personal y logístico— de Rusia a esos insurgentes. Estos "brigadistas internacionales" son una excusa perfecta, una buena tapadera, y una futura punta de lanza. Si alguien está tan dispuesto como para ir a matar a otro país, no tendrá demasiadas dudas en hacerlo en otro, pues la barrera psíquica se ha vencido. Solo se tratará de que les den la motivación necesaria, como la que tenían esos otros tarados de polos ideológicos opuestos, a los que les une su sentido del desorden caótico.
Nos dicen en el diario El Mundo que

Los detenidos están acusados de delitos de cooperación o complicidad en asesinatos y homicidios llevados a cabo por los grupos y batallones a los que se unieron durante su estancia en territorio ucraniano, así como tenencia y depósito de armas y explosivos.
Fuentes jurídicas han precisado que puede que sus acciones también se enmarquen en delitos de terrorismo, puesto que acudieron a Ucrania con el fin de aterrorizar a la población civil.**


Mucho me temo que jueces y policías tengan que afinar algo más los conceptos que lo que las "fuentes jurídicas" apuntan. Con un buen abogado podrán salir diciendo que han ido como una ONG a apoyar a un socio comercial europeo. No se puede tipificar toda la estupidez humana y estos alegres tarados, esta muchachada del gatillo flojo, será recibida por los compis a la salida del juzgado e invitados a unos chupitos para que cuenten las batallitas ucranianas porque molan.
Preocupa que algunos de ellos hayan sido militares españoles. Preocupa porque eso significa que estos aventureros del riesgo han estado en las filas españolas, una bomba de relojería. Lo importante es determinar porqué son ya ex, si por determinación propia o porque se detectó que eran un peligro que el Ejército español no se podía permitir. Habrá que tener cuidado en la selección previa y hacer algún seguimiento de los que se puedan considerar anómalos amantes de las armas, el gun crazy. Y habrá que pensar qué se hace con ellos porque tendrán cola de seguidores deseosos de aprender con ellos, de compartir su experiencia liberando Rusia de los invasores capitalistas.


Mientras de la beatífica Rusia de Vladimir Putin, el guardián de la puerta oriental de la decencia, nos llega la noticia de que ha sido asesinado a tiros, en plena calle y a unos cientos de metros del Kremlin, uno de los opositores más decididos al reinado del zar Putin, Boris Nemtsov.
El Mundo nos informa:

Ex viceprimer ministro con Boris Yeltsin, Nemtsov era uno de los pocos políticos rusos que defendía la integración de Ucrania en las estructuras europeas y rechazaba el conflicto con Kiev. Actualmente, el político ocupaba un escaño de diputado en el Parlamento de la región de Yaroslavl y copresidía el partido liberal RPR-Parnas. Además, era conocido por haber escrito un gran número de informes que ligaban a Putin y a su círculo más cercano con la corrupción. A principios de este mes había dicho en una entrevista que tenía miedo de que Putin intentase matarle.
Ayer pasó el día denunciando la política del gobierno en los medios de comunicación: "Hoy antes del programa me preguntó si no tenía miedo de tenerle de invitado, pero no era yo el que debía estar asustado", escribía anoche en twitter Alexei Venediktov, jefe de redacción de la emisora Eco de Moscú.
Boris Nemtsov, de 55 años, miembro de la Duma (Cámara Baja) entre 1999 y 2003, recibió cuatro disparos por parte de un atacante que anoche no había sido identificado y que al parecer huyó de la escena del crimen en un coche. Su compañero de filas Ilya Yashin confirmó su muerte: "Delante de mí, veo el cuerpo de Boris. Hay muchos policías alrededor", declaró a Ria Novosti.***

Quizá haya habido suerte y Putin tuviera las ventanas de su residencia abiertas para que le llegara el sonido de los disparos en la noche. Quizá, un ruso, un prorruso o un brigadista internacional nacido en Chamberí o vaya usted a saber dónde, ante el temor de que las tropas ucranianas lleguen finalmente hasta Moscú, decidiera acabar con un colaboracionista.
La santa Rusia de Putin respira más tranquila. Los alegres tarados velan por su paz.


* "“Combatíamos comunistas y nazis juntos”" El País 27/02/2015 http://politica.elpais.com/politica/2015/02/27/actualidad/1425044924_696253.html
** "Tres de los ocho españoles detenidos por combatir en Ucrania son ex militares" El Mundo 27/02/2015 http://www.elmundo.es/espana/2015/02/27/54f08f03e2704e20138b468d.html

*** "Asesinado a tiros en Moscú el opositor Boris Nemtsov" El Mundo 28/02/2015 http://www.elmundo.es/internacional/2015/02/27/54f0ed8022601d6a778b4571.html



viernes, 27 de febrero de 2015

Identidades como cárceles o Pamuk en El Cairo

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La publicación egipcia Ahram Weekly incluye una interesante entrevista —realizada por Mona Anis y Youssef Rakha— con el escritor turco, ganador del premio Nobel en 2006, Orhan Pamuk. Dado el estado de las relaciones actuales entre Egipto y Turquía, el hecho de que Pamuk haya sido el encargado de inaugurar el Festival de la Literatura de El Cairo, que se ha celebrado entre el 14 y el 20 de este mes, es revelador de ese nivel sutil de diplomacia inversa, es decir, de meter el dedo en el ojo al otro. Pamuk es un crítico claro de la situación turca y del creciente autoritarismo que manifiesta el presidente Recep Tayyip Erdogan cada vez que dice algo.
La entrevista se lanza en picado sobre la cuestión de fondo que preocupa más:

Mona Anis: We were thinking that, having lived through the military takeover in 1980 and having witnessed the rise of political Islam in Turkey after so many years of secularisation, you decided to veil all of these things in your works. I recall you saying about Snow, ‘This is my one and only political book.’ But the issues are clearly there in other works too, and they are of course very relevant to the Egyptian experience. It is not that we want any vulgar Sisi-versus-Erdogan quote from you, but perhaps we can discuss your relationship with politics.*


Ante una entrada en materia así, sin preparación alguna, Pamuk les contesta: "Egypt is perhaps one of the deciding, essential countries to understand Islam, politics, secularism. So is Turkey. My novel Snow is my take, my composition on these issues."* Y tiene razón. En Egipto es donde se viven esos conflictos con una intensidad diferente porque la propia imagen que tienen de ellos mismos así lo favorece.
La tensión entre Turquía y Egipto es constante desde la salida del poder de Mohamed Morsi y la Hermandad Musulmana. Eso ha convertido a los dos grandes países musulmanes, los que cierran la pinza de Oriente Medio, en rivales en continua lucha de declaraciones y descalificaciones. Turquía ha entrado a formar parte del imaginario negativo de la mentalidad egipcia y Erdogan no desaprovecha la ocasión para arremeter contra el gobierno egipcio.


Junto a las cuestiones del "terrorismo", de la guerra de Siria, del Estado Islámico, de la democratización, uno de los problemas que separa a ambos países y hacen entrar en escena al otro agente relevante de la zona, los Estados Unidos, es la cuestión trascendental del "islam político", que ha sido introducida desde la primera línea de la entrevista a Pamuk.
Ahram Online reprodujo del Weekly un interesante artículo de Ahmed Eleiba con el título "Egypt’s options to fight terror: Analysis". En él se describe la reciente conferencia organizada por los Estados Unidos para abordar la situación creada por el terrorismo yihadista y los conflictos relacionados. Tras describir el funcionamiento y la falta de logros de la conferencia, Eleiba recoge las opiniones de algunos expertos:

Gamal Abdel-Gawad, a political science professor at the American University in Cairo who followed the conference, sees a clear divergence in views between Egypt and the US.
“The US still sees political Islam as a present and legitimate player, not a synonym for extremism,” Abdel-Gawad said. “The US administration also differentiates between extremist Islamists and moderate Islamists and believes that the moderates can be effectively integrated in politics as part of an acceptable political system.”
According to Abdel-Gawad, “US officials believe that the integration of political Islam currents, including those suspected of extremism, in political life would be beneficial.”
Egypt, whose government has labelled the Muslim Brotherhood a terror group, disagrees.
Countries in Europe are starting to appreciate the Egyptian point of view, Abdel-Gawad said. Even in the US, differences exist over the best way to deal with terror.**


Las observaciones de Abdel-Gawad muestran algo más que la discordancia entre los Estados Unidos y Egipto. Plantean como base la cuestión esencial del islam político. Lo hecho por Mohamed Morsi y la Hermandad en Egipto y lo que ha estado haciendo Erdogan durante más de una década e intensifica ahora, los convierte en poco fiables. El concepto de "fiables" esconde la realidad auténtica del problema: la mayor o menor fiabilidad es la que le merece a ojos de los socios extranjeros que le avalan.

Mientras no se entienda que el "islam político" no es una forma de hacer política, sino de usarla, se estará condenando a la zona al conflicto permanente. De esto, evidentemente, no son solo responsables los demás países, como a veces pretenden los interesados; su parte importante de responsabilidad tienen los que desaprovecharon las oportunidades de frenarlos cambiando las propias condiciones sobre el terreno. El "islam político" es totalitario y usa sus victorias para hacerse irreversible socialmente. No avanza hacia una mayor libertad, sino que las va suprimiendo, como vemos en Turquía o hemos visto en Egipto.
Eso no significa que los métodos que se usen para combatirlo sean los más adecuados o, lo que complica todo más, que se pierda la unidad porque se aprovecha para eliminar cualquier disidencia, que es el actual problema egipcio. De la confrontación con los islamistas se están aprovechando los miembros del antiguo régimen, que regresan presentándose como los baluartes contra el islamismo, cuando en realidad fueron los que favorecieron su caldo de cultivo por la desidia y la corrupción imperante durante décadas. La forma de combatirles es el progreso porque ellos, aunque nazcan en capas privilegiadas, necesitan de la mano de obra de la miseria.
La política norteamericana ha cometido el error de apostar (y lo sigue haciendo) por el islamismo político. Lo hace pensando en su propia seguridad, algo pasmosamente ingenuo. Cree que es si se apoya a los islamistas, estos dejarán de ver a los Estados Unidos como un enemigo y frenarán cualquier iniciativa contra ellos. ¡Gran error! La propia dinámica del pensamiento islamista les obliga a tener un objetivo exterior, un enemigo, una representación del mal, para evitar ser defenestrados por los más radicales. Es una constante de la Historia: los moderados han sido desplazados por los más radicales, que captan el descontento social. Eso establece competencias no en la moderación, sino en el radicalismo. Y trae grandes paradojas, muchas veces difíciles de entender desde fuera.


Los errores cometidos siguen pesando y acumulando descrédito. Hoy, una mayoría de la población de esas zonas está convencida que el Estado Islámico es una fabricación de los Estados Unidos para destruirles. Han fabricado una mitología explicativa de todos los males que les aquejan como parte de una trama (política, religiosa) contra ellos en una extraña alianza. Millones de personas consideran que Barack Obama es el padre de todos los terroristas. No me refiero a delirantes páginas de las redes sociales agitadas interesadamente desde distintos focos. La misma tesis es sostenida en la prensa "seria", dada por hecho e introducida en sus análisis. El papel agitador de muchos medios creados para fomentar estas perturbaciones constantes es esencial. Extraordinarios periodistas, que intentan llevar sensatez y rigor, conviven con agitadores profesionales cuyas delirantes llamadas son repetidas como memes por las calles.


La exclusión de las personas que son capaces de ofrecer o plantear salidas a los callejones en los que se encierran en su avance histórico, su estigmatización social, está causando un colapso intelectual, precisamente cuando más ideas y voluntades de renovación se necesitan. El mundo musulmán necesita repensarse en la Historia y para que ese pensamiento tenga sentido necesita además reducir diferencias sociales e intelectuales abismales. El éxito de los islamistas y su pensamiento retrógrado es que esas condiciones no se dan y ellos se encargan de mantenerlas. Canalizan los problemas hacia terceros y aprovechan para avanzar tomando posiciones, haciéndose con el control de los sectores estratégicos de la sociedad. Se encargan de controlar las estructuras y de manipularlas a su servicio. El ejemplo de ambos países, Turquía y Egipto, es muy claro.
De la entrevista de Al-Ahram Weekly con Pamuk me quedo con una de las preguntas que se le formulan, que me parece reveladora:

YR: How would you define the term “Muslim” as it relates to you?
Well, I never thought of that in that sense. Defining yourself as a Turk, defining yourself as a Turkish citizen, as a political person, as a Muslim: I don’t do these things. All these definitions always imply some exclusivity, meaning “I own the Muslim”, “I own the Turk”… I reject these definitions. Most of the time, how do you define this, how do you define that implies a desire to hold power. I remember in the 1970s-1980s, Turkish intellectuals were very busy arguing about who was an intellectual. Most of the time they were arguing about this because they wanted to say to you, “You are not an intellectual.” What is a Turk, what is a Muslim, what is an intellectual, what is a leftist, what is a communist: I am 62 and I understand that, once they start discussing this, they are doing so just in the end to tell you, “You’re not a Muslim, you’re not a communist, you’re not a modern. You’re not a good guy.” In the end, that’s what they want to tell you. So I reject these kinds of question, and they’re also very old fashioned, scholastic and dead discussions. I don’t argue definitions, I argue what I do in life or even talk about my life. It’s better, I’m a writer. I’m not a scholastic definition, Platonic definition… Anyway!*


Pamuk ha logrado salir de la trampa de la constante definición que lleva a elevar barreras. El levantamiento constante de muros de identidad lleva a ese enfrentamiento, pues desemboca precisamente en crisis de identidad, como revela la pregunta hecha a Pamuk. Esta se acaba definiendo mediante la exclusión de los otros, su negación. No se busca la convivencia sino la exclusión del otro negándole la identidad y con ella sus derechos. Es la práctica habitual, lo que vemos cada día.
Todo se hace en nombre de unas identidades "duras", cuando lo que el mundo moderno reclama es una mayor elasticidad y adaptación para poder progresar y convivir en un  espacio de mayor y constante interacción. Pamuk da una respuesta inteligente a un problema crucial, que no parece que esté resolviéndose.
Para que esto ocurriera tendría que aumentar el número de los Orhan Pamuk existentes en el mundo islámico, es decir, de personas inteligentes que no se preocupan tanto de definirse frente a los demás, de encerrarse en los dogmas, sino de abrirse a lo nuevo, a avanzar en la Historia. El colapso al que asistimos tiene ese origen en la crisis de las identidades, que se definen —escolásticamente, platónicamente, como señala Pamuk— para verse constantemente amenazadas y a la defensiva. Los nacionalismos y los integrismos religiosos forman parte de ese regreso a las identidades duras, a las definiciones excluyentes. Esas definiciones de la identidad, en el fondo, son cárceles del alma, individuales y colectivas, celdas de las que solo se puede uno evadir so pena de ser acusado de traidor o hereje. 



* "Ottoman culture in disguise" Al-Ahram Weekly 26/02/2015 http://weekly.ahram.org.eg/News/10566/23/-Ottoman-culture-in-disguise.aspx
** "Egypt’s options to fight terror: Analysis" Ahram Online 26/02/2015 http://english.ahram.org.eg/NewsContent/1/64/123975/Egypt/Politics-/Egypt%E2%80%99s-options-to-fight-terror-Analysis.aspx





jueves, 26 de febrero de 2015

Ver o no ver o la Fox y el Estado Islámico

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
En un universo empático y visual, el terror cambia sus estrategias. El Estado Islámico no es una forma de brutalidad sin precedentes, sino una forma sin precedentes de publicitarse. Desde que es posible el registro de las imágenes más allá de las pinturas y grabados, de las canciones y poemas, que fueron los transmisores de la brutalidad que el poder quería transmitir, el eje se ha desplazado hacia la eficacia comunicativa del horror.
Siendo la violencia consustancial a nuestros órdenes sociales y personales, la exhibición de la violencia de los castigos era un requisito de su ejemplaridad. El castigo, muchas veces brutal, se realizaba en la plaza pública, a los ojos de todos, en una mezcla de horror y diversión. Cuando se trataba de recordar el poder, se sembraban los caminos de cadáveres como muestra visible de que se había pasado por allí.
Pero desde que es posible la creación de una opinión pública a través de una conciencia activada a través de los medios, surgieron reformistas que nos hicieron ver que la brutalidad no era el camino del respeto ni el miedo el de la obediencia. Los espectáculos públicos de los castigos y ejecuciones se retiraron a la oscuridad de los centros penitenciarios con el mínimo de testigos. Allí donde la ejecución de una pena de muerte era un espectáculo para disfrute general, se pasó a recibir las quejas de sus detractores manifestándose en contra. Los ejércitos ya no querían salir dejando enemigos, sino ser considerados como liberadores y lo que antes era exhibición ahora se consideraban crímenes de guerra. Nadie quería pasar a la historia como carnicero.
Pero la conversión del mundo en una aldea global por la presencia de los medios de comunicación ha cambiado el sentido de la violencia. En general, la gente ha preferido ser "víctima" para suscitar las simpatías generales de la comunidad de sentimientos. Si la comunidad se volvía humanitaria, el papel de víctima en los discursos que narran los conflictos era siempre más apetecible que el de verdugo, que suscitaba la repulsa universal.


Pero todo esto ha cambiado por el papel de los medios de comunicación. Los crímenes y la violencia seguían teniendo un poder local, buscaban esa extensión del miedo. Pero en el plano global, se evitaba la condena excepto por aquellos países o grupos que no tenían objetivo que alcanzar. Los terroristas reivindicaban sus acciones justificándolas como realizadas contra un enemigo más poderoso. Trataban de evitar el desgaste de la opinión presentándose como liberadores de sectores de la población o de espacios que era necesario independizar.
La llegada del Estado Islámico y sus técnicas de barbarie retrógrada, de crueldad infinita fuera del tiempo de la Historia, está suscitando debates continuos. Presentimos que a esa forma retrógrada, medieval, de la violencia sin límite, se une una consideración nueva del uso de los medios de comunicación para finalidades que no tenemos del todo claras en sus intenciones. El Estado Islámico no reivindica, muestra; no explica, exhibe su barbarie. Ideológicamente, camina hacia el pasado; mediáticamente, hacia el futuro, adentrándonos en formas experimentales del horror que, como la técnica de los asesinos en serie, va mejorando en cada crimen.
Acostumbrados a los vídeos y comunicados de dos o tres encapuchados delante de una bandera o a la muestra de unos rehenes detrás del periódico del día, el nuevo horror mediático procede de una estrategia de propagación planificada y que tiene sus objetivos. La guerra hoy se hace en términos de audiencias.


El Estado Islámico es una mezcla de terrorismo, genocidio y productora audiovisual en unas proporciones que nos resultan extrañas y familiares a la vez. Como es característico de nuestro universo mediático, la captación de la atención no es sencilla. Para lograrla, el Estado Islámico necesita inventar su propio género adecuado al conocimiento de la psicología de su enemigo. El peor error que se puede cometer con esta gente es considerarlos "primitivos". Hasta el momento sus estrategias comunicativas han logrado sus objetivos, que son múltiples. Han construido mensajes del horror que han rentabilizado rompiendo las barreras de sus propios destinatarios naturales.
El nuevo terrorismo islamista domina las formas de comunicación en una estudiada teatralidad no vista desde la desaparición de Adolf Hitler. Pero hasta la maquinaria de Hitler ocultaba el Holocausto. El Estado Islámico nos transmite, buscando la máxima audiencia, su horror. ¿Hay mayor teatralidad que las de los líderes de Boko Haram o el Estado Islámico?


El cuatro de febrero, The Guardian se hacía eco de la polémica desatada en los Estados Unidos por el enlace que la cadena FOX había establecido en sus noticias con el vídeo de la salvaje ejecución del piloto jordano detenido. La Fox incumplía las normas aceptadas por todos y daba un paso más:

Only US network to feature graphic video showing Muadh al-Kasasbeh burning to death. Twitter accounts associated with Isis supporters are sharing video via links to Fox News
Fox News has chosen to embed on its website the video of Islamic State burning a hostage to death, a move which makes them the only US media organisation to broadcast the video in full.
The extremely graphic 22-minute video shows Muadh al-Kasasbeh, a Jordanian pilot, being set on fire and burned to death in a cage. Fox News did not post the videos of the killings of previous Isis hostages, and no other media company has hosted this video.
In a statement, the network said: “After careful consideration, we decided that giving readers of FoxNews.com the option to see for themselves the barbarity of ISIS outweighed legitimate concerns about the graphic nature of the video. Online users can choose to view or not view this disturbing content.”*


La falacia de la libertad de elección, llevada al extremo por la Fox, la define como cadena en su búsqueda de las audiencias. "To view or not to view" es una forma burda de incumplir ciertas consideraciones de sentido común y convertirse en una extensión de la acción buscada por el Estado Islámico. Hay una enorme diferencia entre "mostrar y no mostrar" y mostrar lo que se ha hecho para ser mostrado.  Es como decir que se apagarán los semáforos para que todos tengan la libertad de cruzar o no cruzar las calles cuando quieran.
La intencionalidad de los vídeos, realizados para ser vistos, es la que debe primar. No hagas el favor al enemigo de meter las bombas en tu propia casa. Y eso es lo que son estas grabaciones: bombas mediáticas. Llamarlo libertad es un insulto a la inteligencia y un acto de hipocresía mediática sin precedentes. La forma de demostrarlo es simplemente hacerse la pregunta de si la Fox hubiera dado esas imágenes de haberse tratado de un militar norteamericano. ¿Habrían dado a sus patriotas espectadores "the option to see for themselves the barbarity of ISIS"? Lo dudamos.


En una guerra mediática, difundir las imágenes es una forma de colaboracionismo. Un vídeo propagandístico no es una noticia; es propaganda, evidentemente. No informa, sino que deforma. No está hecho para nuestra información, sino para provocar en nosotros una reacción determinada. Y a eso es lo que ha contribuido la patriótica Fox.
Todas estas cosas son evidentes y así se le ha dicho a la cadena televisiva. The Guardian recogía opiniones de expertos:

Malcolm Nance, the executive director of the Terror Asymmetrics Project on Strategy, Tactics and Radical Ideology thinktank and an expert on counter-terrorism and radical extremism told the Guardian that by posting the video Fox News was propagating “exactly what Isis wants to propagate”.
“The whole value of terror is using the media to spread terror,” he said.
Rick Nelson, a senior associate in homeland security and terrorism at the Center for Strategic and International Studies, said that posting the video actually empowers Isis.
“They’re a terror organisation,” he said. “They seek to strike terror in the hearts and minds of people globally, and by perpetuating these videos and putting them out there into the internet, it certainly expands the audience and potential effects.”
“These groups need a platform, and this gives them a platform,” he added.
Nance told the Guardian that showing the video would also further endanger other hostages, including the 26-year-old American aid worker currently held by the militant group.
“[Fox News] are literally – literally – working for al-Qaida and Isis’s media arm,” he added.
“They might as well start sending them royalty checks.”*



Las reacciones contra la Fox han sido duras. El Estado Islámico o Boko Haram cuentan con nuestro universo mediático y poseen sus expertos en la evaluación de los efectos propagandísticos de cada uno de sus vídeos. La realización del vídeo del asesinato de los cristianos coptos tenía un nivel de técnico de realización y montaje alto, perfectamente planificado para cumplir su misión. Dominan los lenguajes, pertenecen a la postmodernidad y conocen el poder de los discursos. No han salido del pasado, de aldeas remotas, aisladas. No son seres medievales, sino personas de hoy que intentan el regreso a un universo inexistente, idealizado, que tratan de construir para su imposible misión.
Sus crímenes son actos semióticos en la medida en que forman parte de procesos que tienen un sentido más allá del crimen. Es lo que tratan de transmitir, de la misma forma que los latigazos dados en una cárcel saudí transmiten un mensaje además de una castigo. La crueldad calculada es un mensaje, tiene su contenido y su forma. Por eso se registra y se trata de extender por el mundo. Eso es lo que la Fox ha hecho.


Las imágenes que habitualmente nos llegan de los islamistas son las que queremos ver: personas atrasadas, gritonas, barbadas, de ojos fanáticos y gestos exagerados. Esas imágenes configuran nuestros estereotipos de los islamistas. Esa es la parte folclórica del asunto. Se nos escapan las imágenes de los de arriba, personas que, como Bin Laden, habían estudiado en los mejores colegios privados británicos y otros en las universidades norteamericanas, de las que muchos han salido. Son ingenieros, médicos, empresarios, comunicadores.
Se pueden cometer muchos errores en esto. Todos menos el de la ingenuidad. Esta terrible y larga batalla tiene un componente comunicativo importante. Nos hemos empezado a preocupar con los "yihadistas" occidentales. No por lo que iban a hacer allí, que importaba poco, sino por lo que nos pudieran hacer al regreso. Si no se entiende que está guerra se desarrolla también en un mundo de pantallas, costará mucho evitar el dolor terrible que está causando. Si se da acogida a sus mensajes, se pierde la batalla de la comunicación, que es su forma de reclutamiento y desafío.
Parece mentira, es sorprendente que presumamos tanto del control de las comunicaciones y no entendamos todavía cómo se construye el terror con ella. En los lugares en los que dominan, cierran completamente las comunicaciones para tener el control absoluto. Elaboran sus vídeos y comunicados pensando que existe una comunidad exterior que gusta del espectáculo macabro de ver quemar a alguien, de ver cómo se decapita. Juegan sabiendo que si diversifican sus víctimas, cada uno mostrará las del otro, como ha hecho la Fox con el piloto jordano.


La argumentación de la Fox sobre la libertad de decidir es demagógica y, sobre todo, de una hipocresía insultante. Una cosa es informar y otra propagar el paquete que te dan listo para consumirlo. Ellos cuentan con eso. Se demuestra el error terrible de percepción que se tiene respecto al problema que afecta a millones de personas, de una forma u otra.
De la misma forma que los ataques a las sinagogas le sirven a Netanyahu para lanzar proclamas pidiendo a los judíos del mundo que vayan a Israel, los vídeos del Estado Islámico tienen un componente doble, impactar por el miedo a la barbarie a unos, pero transmitir una sensación de "orden" a los que creen que el mundo avanza hacia el caos. Ellos se hacen ver como los ejemplares cumplidores de la "ley de Dios", los que restituyen el orden perdido, creado por los infieles que desatienden la obligación de la obediencia. El mundo es un caos perverso; ellos traen el orden. Y así van sumando descontentos y piadosos, convencidos de que el mundo necesita su orden, que finalmente será una sola voz, un solo rezo.
La diferencia entre informar y mostrar se hace en este caso evidente. La información busca que conozcamos mejor los riesgos y traduce, pasa a otro lenguaje, los acontecimientos; la propaganda no nos muestra los hechos sino de forma unilateral, ya codificados para obtener unas reacciones determinadas, que no es que conozcamos mejor los riesgos, sino la intimidación en unos casos, que la opinión pública puede rechazar intervenir en la guerra, etc. La Fox renunció a informar, es decir, a dar forma, que es su función, en el momento en que se limito a facilitar el acceso a la propaganda del Estado Islámico. Lo dejó en manos de ellos,. Los que quisieron ver, solo vieron lo que el Estado Islámico querían que vieran.. Y lo que es peor: una vez conseguido su objetivo, se pusieron a preparar el siguiente vídeo para alimentar la programación.




* "Fox News site embeds unedited Isis video showing brutal murder of Jordanian pilot" The Guardian 4/02/2015 http://www.theguardian.com/media/2015/feb/04/fox-news-shows-isis-video-jordan-pilot



 



miércoles, 25 de febrero de 2015

La chistera del mago egipcio o dónde están mis libertades

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los cánticos patrióticos exaltados se van mitigando y la triste realidad comienza a aparecer ante los ojos de los espectadores egipcios. Muchos llevan su frustración en silencio, avergonzados de compartirla por temor a ser ellos los únicos que ven las grietas. Cuesta desdecirse de las ilusiones manifestadas, de la euforia vivida, ver cómo se ha frustrado el camino. Son demasiadas piezas del puzle encajadas como para no intuir con claridad la figura resultante. El espectáculo no es lo que prometía y los magos
En el mismo día en que los tribunales liberan a dos ex ministros de Hosni Mubarak acusados en un caso de corrupción en el llamado caso de las "matrículas", un chanchullo de comisiones y encarecimiento de las placas de matrículas obligatorias en connivencia con una empresa alemana, se condena a dos conocidos activistas de la revolución, Alaa Abdel Fattah y Ahmed Abdel Rahman, a cinco años de cárcel por haber protestado contra los juicios militares a civiles. Junto a ellos, otras 19 personas fueron condenadas a penas inferiores por protestar contra las detenciones, en aplicación de la ley antiprotestas, la varita mágica de la represión. Un toque con la varita de la ley te convierte de un reivindicador defensor de los derechos humanos en un  peligroso, antisocial y antipatriótico energúmeno que desafía los poderes del sacrosanto Estado egipcio y de sus valientes servidores, los militares.


Que en las cárceles egipcias entren por una puerta los activistas y salgan por la otra los acusados de corruptos y criminales del régimen anterior, muestra hasta qué punto se ha llegado en el retorno a la casilla original del juego político. De ser el objeto de chistes e iras populares, Hosni Mubarak ha vuelto a ser el padre amable de millones de egipcios que se emocionan con él y bendicen a los justos tribunales que lo rehabilitan. A él, a su familia y a sus acólitos. Dice el abogado defensor del general Habib Al-Aldy: “He was acquitted in the licence plates, profiteering, money laundering and killing protesters cases, and he also served his sentence in the forced labour case and there is nothing further that allows continuing his jailing.”* Los lavados no solo son de capitales sino de historiales. Los jueces han dicho para exculparlo que no tenía conocimientos financieros como para saber que se estaban vendiendo matrículas por encima de su valor de mercado. ¡Bendita ignorancia!
Unos entran y otros salen, sí. Los que entrarán pronto serán más que los que salen. Quince organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han realizado un manifiesto advirtiendo de los peligros que se ciernen con la aprobación por parte del presidente Al-Sisi de la nueva ley antiterrorista. Escriben en Mada Masr:

The law’s 10 articles focus on defining terrorist entities, listing such groups and bodies, and stipulating the legal processes for appealing these lists.
The law has been widely criticized since it was first drafted, with some claiming it restricts civil liberties.
Article one defines terrorist entities as: “any association, organization, group or gang that attempts to, aims to, or calls for destabilizing public order; endangers the wellbeing or safety of society; harms individuals or terrorizes them, or endangers their lives or freedoms or rights or safety; endangers social unity; harms the environment or natural resources or monuments or communications or transportation or funds or buildings or public or private property, or occupies them; obstructs the work of public authorities or the judiciary or government entities or local municipalities or houses of worship or hospitals or scientific institutions or diplomatic missions or international organizations; blocks public or private transportation, or roads; harms national unity or threatens national peace; obstructs the implementation of the constitution or laws or bylaws; uses violence or power or threats or acts of terrorism to achieve any of its goals.”
The second article gives the prosecution the right to draw up lists of identified terrorist entities, including those who have been ruled against in the courts but not officially designated as terrorist organizations. The prosecution will also be tasked with generating lists of “terrorists” found guilty of organizing identified terrorist groups.**


Solo con esos dos artículos se puede manejar un país entero. No hacen falta muchas más. Sorprende la definición de grupo terrorista y como por su prolijidad deja de ser precisa y se transforma en lo peor que puede ser una ley: arbitraria. El primer artículo entremezcla daños e intenciones, combina actos con valoraciones. ¿Qué es amenazar la "unidad social"? Según esta definición, puede ser acusado de terrorismo alguien que "participe" en un atasco, algo frecuente en El Cairo.
Con esta ley aprobada por el presidente y con la ley antiprotesta en vigor, se ha montado un sistema de cepos para atrapar no solo a los terroristas, sino a la disidencia que será convertida en criminal bajo acusaciones peregrinas y se cortará el intento de apoyo social a sus causas mediante la aplicación de la ley antiprotesta. El artículo segundo aprobado es carta blanca para que la fiscalía pueda decidir quién es "terrorista" sin demasiadas justificaciones y controles.
Los argumentos gubernamentales —Egipto es un país legalista— son que los jueces hacen cumplir las leyes. Soslayan que las leyes pueden ser injustas y los jueces psicópatas arbitrarios como el llamado "executions judge", el señor Nagy Shehata. Así nos lo describía hace unos días Daily News Egypt:

Hundreds of people’s lives were sent to their end this past year by a judge known for his black sunglasses, and even more so for his harsh verdicts.
Behind Egypt’s latest mass sentence is Judge Nagy Shehata.
Despite being on the list of judges responsible for forging the 2005 parliamentary elections in favour of the former ruling National Democratic Party (NDP), Shehata was given responsibility heading one of six special judiciary circuits dedicated to terrorism and violent crimes formed in December 2013.
The judge is currently presiding over five high-profile cases.
“Nagy Shehata is famous for his rivalry to the revolution, which he constantly declares,” said Amr Imam, a lawyer with the Hesham Mubarak Law Center.***


Las irritaciones de los políticos egipcios cuando se les recrimina la política contra los derechos humanos en sus acciones represivas, es uno de los mayores ejercicios de hipocresía jamás visto. Los rasgados de vestiduras de sus dirigentes diciendo que ellos son ciudadanos respetuosos de la Ley y que en Egipto se respeta la independencia judicial, soslayan que las leyes puedan ser injustas, poco respetuosas con los derechos reconocidos internacionalmente o que pueda estar en manos de jueces como Nagy Shehata.
Egipto no depuró el antiguo régimen, el corrupto, arbitrario e injusto de Mubarak. Y no lo hizo porque el régimen no "cayó" nunca. Solo se ganó tiempo para poder recuperar el control social con el mínimo de riesgos. Los egipcios ven conspiraciones por todos lados menos la más evidente: la que ellos mismos han fabricado ante sus ojos. Mubarak no cayó por la revolución sino por un acto de prestidigitación. Fue metido en el sombrero de copa o en la gorra militar para hacerle desaparecer ante los ojos del público que aplaudió a rabiar el número. Pero el conejo reapareció en el otro lado del escenario para sorpresa del público que se preguntaba sobre el poder de la magia redendora.


Hoy los actos de prestidigitación siguen haciendo desaparecer gente, pero esta vez son los activistas a los que se mete en las cárceles. Como hacen los buenos magos, distraen con su mano izquierda señalando a los terroristas reales, mientras mandan a la cárcel a los opositores con la otra mano. Los magos tienen como ayudantes a medios de comunicación y jueces, que distraen la atención del público. Incluso tienen algún cómplice entre el público, por si hay que pedir algún voluntario.
Afortunadamente, la ilusión no afecta a todo el mundo. Hay muchos que ya les han pillado el truco al mago y a sus cómplices. Pero corren el riesgo de ser sometidos al número de hacerlos desaparecer en un baúl atravesado por sables o ser cortados por la mitad ante los ojos del público que aplaude pensando lo bueno que es el mago y la eficacia de su magia para hacer desaparecer gente. Pero el número no se acaba nunca y cada vez desaparece más gente en la gorra militar del mago.
Daily News Egypt entrevista a Saad Edin Ibrahim, presidente del Patronato del Centro Ibn Khaldun para Estudios de Desarrollo. La entrevista se centra en la cuestión de los Derechos Humanos en Egipto y sitúa al entrevistado entre los que intentan hacer que el público asistente despierte de la hipnosis colectiva al que se le tiene sometido:

Are there human rights violations in Egypt at present?
We have suffered from human rights abuses in Egypt for years now, and the government hasn’t taken any action to curb them. I am amazed at those who do not think human rights abuses are taking place in Egypt, and I say to them, you are blind. Abuses in prisons, places of detention, and police stations and are ongoing, as well as the confiscation of freedom of expression.****


Pero no hay peor ceguera que la del que se ha fabricado su propia ilusión, la del que ha racionalizado lo que ha ocurrido ante sus ojos para evitar reconocerlo como tal. Todos los que han justificado lo ocurrido se ven ahora en la tesitura de reconocer su error o seguir adelante con su ceguera. Cuanto más claras sean las evidencias de la situación, las mentes se cerrarán más para no reconocer lo que tienen delante. En eso consiste la racionalización justificadora, esa ceguera de la que habla Saad Edin Ibrahim en la entrevista.
Cuanto menos se acepte el estado en que se encuentra, más se acusará a cualquiera que lo cuestione, que pasará a ser un enemigo del pueblo, un traidor, un cómplice que debe acabar en la chistera junto a los otro conejos peligrosos y desafiantes al orden imaginado. Allí en la siniestra chistera se encontrarán con jueces como el magistrado Nagy Shehata, que les mostrará su desprecio y los enviará a la cárcel o a la tumba, según tenga el día. Y todos se sentirán satisfechos porque en Egipto se cumple la ley.


Lo hemos repetido muchas veces: no se puede hablar de democracia si se usan los métodos de las dictaduras y se promulgan leyes que, como la antiterrorista que se acaba de aprobar, crean una nebulosa en la que es posible hacer desaparecer a los conejos en la chistera.
Mohamed Abul Gahr, el médico, académico y portavoz del partido socialdemócrata, escribió en su artículo —un nuevo mensaje al presidente— de ayer en Egypt Independent, titulado "Egypt, a story of grief and frustration":

After 25 January, I imagined that we were finally free, but the Muslim Brotherhood hijacked the revolution and I lost my dream of freedom and democracy. Then came 30 June where the Egyptian civilians united to overthrow the Brotherhood, which happened with the help of the army. I was happy that Morsy was ousted.
Then came a hugely popular president who is honorable and loyal to the homeland. We all supported him. Yet he was soon faced by internal and external terrorist forces and by pressure from the West. And instead of relying on all civil spectrums of the Egyptian society for support, he used emotional pleas that only have a temporary effect. For his aides, which were the same aides of Mubarak, convinced him that freedom for Egyptians is a dangerous thing and that we cannot afford democracy.*****


Es un intento de mostrar el camino recorrido con sus ilusiones iniciales, pero también con el reconocimiento de que el camino emprendido entra la denostada Revolución del 25 de enero de 2011 y la llamada revolución —el "no-coup"— del 30 de junio de 2013 ha sido frustrado por la falta de honestidad de unos y otros. Egipto se da cuenta de que se encuentra atrapada entre dos frustradas democracias, fallidas porque quienes dicen dirigirlas escamotean el conejo más importante, la libertad.
Las llamadas intentando salvar la revolución y los deseos de justicia y libertad que la motivaron se repiten cada día desde el interior del propio Egipto. Los viejos luchadores y los jóvenes se unen en el deseo de ver realizado su sueño de un Egipto más libre y próspero. Hasta el momento no lo logran, pero al menos ese sentido de lo frustrante de la realidad, de lo poco que se consigue con tanto esfuerzo y sacrificio, social y personal, sirve de unión intergeneracional. Es triste comprobar que a los números de magia ilusionista le siguen más números de prestidigitación, que la realidad no acaba de hacerse presente sobre el escenario de la vida.
Prestidigitadores, hipnotizadores y escapistas componen la gran velada de la magia en Egipto. Y cuando el público se aburre, salen los forzudos.



* "Court acquits Al-Adly and Nazif of profiteering" Daily News Egypt 24/02/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/02/24/court-acquits-al-adly-nazif-profiteering/
** "Sisi passes anti-terrorism law" Mada Masr 24/02/2015 http://www.madamasr.com/news/sisi-passes-anti-terrorism-law
*** "The ‘executions judge’ Nagy Shehata" Daily News Egypt 16/02/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/02/16/executions-judge-nagy-shehata/
**** "We have human rights violations, whoever overlooks them is blind: Saad Eddin Ibrahim" Daily News Egypt 24/02/2015 http://www.dailynewsegypt.com/2015/02/24/human-rights-violations-whoever-overlooks-blind-saad-eddin-ibrahim/ 
***** "Egypt, a history of grief and frustration" Egypt Independent 24/03/2015 http://www.egyptindependent.com//opinion/egypt-history-grief-and-frustration