viernes, 10 de octubre de 2014

Darwin, el Canal, los camellos y la conspiración sionista

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La evolución es relativamente sencilla; la política, complicada. Leo en el diario egipcio Mada Masr el artículo con el título "Letter from scientists prompts Suez Canal conspiracy theories". La construcción de un ramal del Canal de Suez se ha convertido en el abanderado del régimen egipcio de Al-Sisi, un proyecto que se presenta como una obra que traerá la autoestima y la riqueza al pueblo, que se han volcado en la compra de bonos para financiar la construcción. Hace poco nos ocupábamos de los desplazados sin miramientos de la zona expropiada, agricultores y sus familias. Vimos la paradoja de que después no se les contrataba para trabajar en la zona por temor a que —dado que habían sido desalojados— tuvieran ganas de vengarse y boicotearan las obras de construcción. El Canal, convertido en el centro, parece generar polémicas en diferentes ámbitos.
De lo que da cuenta Mada Masr es de las reacciones airadas ante los avisos de la comunidad científica internacional sobre las consecuencias ecológicas de la ampliación del Canal.:

A letter published in an international scientific journal about the ecological risks of expanding the Suez Canal has raised cries of conspiracy theories in local media.
The letter to the editor was signed by 18 scientists from around the world, including lead author Bella Galil of Israel’s National Institute of Oceanography. It was published in Biological Invasions, a peer-reviewed scientific journal which is ranked among the top 25 percent of scholarly publications in the fields of plant and animal sciences.
In keeping with the theme of the journal, the letter raises concerns that Egypt’s plans to widen the Suez Canal will speed the invasion of non-native species into the Mediterranean Sea.
It points out that half of the 700 multicellular non-native species found in the Mediterranean Sea were introduced via the Suez Canal, which it describes as “one of the most potent mechanisms and corridors for invasions by marine species known in the world.” Thus, the authors say, plans to expand the canal come as “ominous news.”
The migration of non-native sea creatures, many of whom have few natural predators in the Mediterranean, has led to “profound environmental, economic and human-health issues,” the authors say.*


¿De dónde provienen las "teorías de la conspiración" señaladas en el Mada Masr? Uno de los científicos firmantes del artículo es israelí. Eso es suficiente como punto de partida para poner en marcha las reacciones de denuncia conspirativa. Todo es un plan israelí para frenar el desarrollo egipcio. Con lanzar esa cerilla al bidón de gasolina informativo que es hoy Egipto basta. La maquinaria se pone en marcha y la conspiración está servida.

The story was picked up by Haaretz newspaper on October 6, and in turn by Egyptian publications. Although the letter was published September 28 in a journal based in the Netherlands, privately owned Youm7 ran a story on it under the headline: “A Zionist attempt to divert attention from October 6 commemoration. Israel starts war of rumors on new Suez Canal project. Tel Aviv publishes fabricated research claiming that widening the canal will pose environmental threat.”*


Este tipo de paranoias son habituales —demasiado— en los medios egipcios y la calle las recibe apasionadamente, confirmando lo que su intuición les decía: que hay una conspiración universal y eterna contra Egipto, que todas sus desgracias provienen de fuera y que si les dejan volverán a ser la civilización que construyó las pirámides. El nacionalismo juega con esos sentimientos dobles de victimismo y de exaltación a los que responsabiliza de todos los males.

Lo que los científicos han señalada es un fenómeno que tiene nombre desde que se abrió el primer canal y tiene que ver con las leyes de la evolución y no con las de la conspiración: el paso de especies de un mar a otro a través del Canal. El fenómeno tiene nombre: migración lessepsiana (cuando pasan del Mar Rojo al Mediterráneo)  y anti-lessepsiana (del Mediterráneo al Mar Rojo, mucho menos frecuente). Lo que la naturaleza había separado evolutivamente, los espacios, se comunica ahora por una vía realizada por el ser humano. Las especies mediterráneas y del Mar Rojo han evolucionado de forma separada y se encuentra unas con otras al abrir una vía de comunicación que hace que se desaten los mecanismos de lucha por un mismo espacio y recursos. Si se amplían las vías y aumentan los caudales y tráfico, los ecosistemas se resentirán.
No hay conspiración alguna, solo las leyes de la naturaleza. El hecho de que haya un profesor israelí entre los firmantes tiene su propia lógica pues es normal que quienes conozcan mejor el impacto medioambiental sean los que viven en la zona. Es lógico que entre los expertos se encuentren personas que viven allí. Pero Egipto no parece tener mucho interés en estas cuestiones medioambientales, como se ha evidenciado en la desatención a los avisos de los grupos ecologistas (y de la propia ex ministra de Medio Ambiente, Laila Iskandar, a la que se quitó de en medio) a los problemas de usar el carbón para la industria del cemento. Finalmente el carbón manchará pulmones y cielos con las bendiciones oficiales y la digna resignación de que se trata de la grandeza constructora de la patria. Sarna con gusto no pica, dice el refrán español.


Sí han sido mucho más sensibles, en cambio, a la cuestión del Nilo y la presa en Etiopía. «Defenderemos cada gota del Nilo con nuestra sangre si es necesario»**, dijo con la misma retórica nacionalista el desalojado ex presidente Mohamed Morsi, al que también se le ha acusado de conspiración, por cierto. Egipto, tan sensible con el Nilo y el agua que les llega, debería serlo también con el agua que pasará por el Canal de un mar a otro modificando las relaciones entres las especies, como ya hizo el primer Canal. Sin embargo es preferible ver conspiraciones en todo, algo que se ha convertido ya en una característica de la mentalidad egipcia.

Así lo veía Ahmed Abdel-Raheem, un investigador egipcio en Ciencias Cognitivas y comentarista político en diversos medios extranjeros, cuando publicaba a principios de enero de este año un artículo en The Commentor con el título «Egypt top newspaper's weird "Zionist conspiracy" theory»***. Se refería Abdel-Raheem a otro conspiratorio artículo publicado en Al-Ahram titulado "Israeli conspiracy on Sinai's underground water". Abdel-Raheem reproduce las palabras del Al-Ahram y su teoría conspiratoria para evitar que la zona del Sinaí pueda ser fuente de riqueza: «"Unsatisfied with their crimes in 1948, 1956, 1967, and 1973 in Sinai, Palestine, and South Lebanon; Zionists brought Prosopis juliflora, a kind of Mesquite [shrub or tree] which is considered so dangerous, to Sinai.''»*** La dañina planta habría sido desperdigada por el Sinaí por un agente israelí camuflado como turista.
Abdel-Raheem explica de dónde procede la planta: «"The Mesquite tree is native to Mexico and South and Central America, and has been established as an invasive weed in Sudan in South Africa, where the seeds of the plant were spread by camels consuming the seed pods and sold to Sinai Bedouins.''». Han sido los camellos con sus deposiciones los que han ido extendiendo la planta por la zona. Demasiado complicado hasta para una novela de John LeCarré.
Pensar siempre en términos de conspiración supone un desgaste y sobre todo el hábito paranoico de encontrar siempre explicaciones alejadas de lo más sencillo. Es ser la antinavaja de Ockham. La paranoia conspiratoria tiene un precio interior y exterior. Internamente se paga en la incapacidad de entender el mundo que te rodea, estar sujeto a todo tipo de manipulaciones y a enterrar los errores propios, con lo que no se produce la crítica necesaria para poder superarlos. Desde el punto de vista exterior, sencillamente se provoca el aislamiento ante la incapacidad de hablar sobre estas premisas absurdas.


Desde la perspectiva de una cognición nacional, Ahmed Abdel-Raheem concluye: «Repeating the conspiracy "frame" from time to time has exerted a strong influence on Egyptians' political cognition.»*** La creación de un marco conspiratorio acaba distorsionando el sentido de la realidad y, por tanto, dificultando nuestra capacidad de evaluar y de relacionarnos. Los medios de comunicación egipcios escenifican hoy una gran batalla entre los que quieren consumir y asumir la idea de la persecución a Egipto y los que tratan de mostrar la realidad que les rodea y el sentido de las cosas que les ocurren.

El papel actual de los medios egipcios es complicado y oscila entre los que se atreven a decir lo que los demás no se atreven, que son pocos, y un coro adulador con el poder o histérico con los enemigos conspiradores (internos o externos), según toque. Hace unos días, la periodista Rana Allam escribía un duro artículo en Daily News Egypt sobre su evaluación de la situación política, del clima de miedo y vigilancia que muchos perciben en el país. El artículo, titulado "Better than Syria?", terminaba con una referencia a los propios medios de comunicación: "Also a look at the Egyptian media situation makes it very clear that only those who support the regime are safe, otherwise Egypt is becoming notorious for jailing journalists."****
Volvamos a la cuestión de fondo de la "conspiración" del Canal. The New York Times publicó ayer un artículo sobre la cuestión precisamente de las especies a las que se les facilita el camino hacia otros ecosistemas. El artículo, titulado "Turning to Darwin to Solve the Mystery of Invasive Species"*****, es interesante desde las aportaciones de la teoría de la evolución como fue expresada en El origen de las especies, e introduce el caso del Canal de Suez:

In 1825, the Erie Canal joined the Great Lakes to the Hudson River. The two ecosystems originally had about the same diversity of fish and mollusk species, the ecologists found, and species from each side became invasive on the opposite side in roughly the same proportions.
The story of the Suez Canal was very different. On one side was the Red Sea and the Indian Ocean, a huge, stable ecosystem with a deep diversity of fish and mollusks. On the other side was the Mediterranean, a relatively young habitat without nearly as much species diversity.
Dr. Fridley and Dr. Sax found the Mediterranean was overwhelmed with invasive species from the other side of the canal, while hardly any from the Mediterranean took up residence in the Red Sea.*****


La preocupación de los científicos firmantes de la carta no es una maniobra "sionista" para impedir el desarrollo de Egipto. Es un aviso de la comunidad científica internacional sobre las consecuencias que tendrá la ampliación del Canal para el Mediterráneo. Considerarlo como parte de una conspiración es absurdo y, lo que es peor, acostumbra a los egipcios a creer que todos están contra ellos, estrechando así los lazos patriarcales con sus dirigentes, que siempre están en lo cierto y nunca se equivocan.
Es considerando a los científicos como conspiradores como se cae en las manos de los predicadores. Es ahí donde está el verdadero mal. Convirtiendo en sionistas a los científicos, a Darwin y hasta los camellos, Egipto no avanzará demasiado por el camino que debería emprender, el del progreso, la ciencia, la pluralidad y la apertura a la comunidad internacional. Todo lo demás es sembrar oscuridad.



* "Letter from scientists prompts Suez Canal conspiracy theories" Mada Masr 8/10/2014 http://www.madamasr.com/content/letter-scientists-prompts-suez-canal-conspiracy-theories
** "Crece la tensión entre Egipto y Etioppía por la presa del Nilo" ABC 11/06/2013 http://www.abc.es/internacional/20130611/abci-crece-tension-entre-egipto-201306111441.html
*** "Egypt top newspaper's weird "Zionist conspiracy" theory" The Commentator 8/1/2014 http://www.thecommentator.com/article/4581/egypt_top_newspaper_s_weird_zionist_conspiracy_theory
**** Rana Allam "Better than Syria?" 8/10/2014 http://www.dailynewsegypt.com/2014/10/08/better-syria/

***** "Turning to Darwin to Solve the Mystery of Invasive Species" The New York Times 9/10/2014 http://www.nytimes.com/2014/10/09/science/turning-to-darwin-to-solve-the-mystery-of-invasive-species.html?ref=science&_r=0






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