sábado, 12 de julio de 2014

Pensando en Marte o cuando los extraterrestres seamos nosotros

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La BBC nos trae una muestra de lo previsores que somos los seres humanos para ciertas cosas. La proximidad de la colonización de Marte por humanos plantea algunas cuestiones relevantes. No se trata solo de las primeras misiones, que se limitarán a hacer lo que les ordenen desde la Tierra, pues tendrán un carácter científico militarizado, sino las que posteriormente traten de desarrollar una vida "civil" en el lugar, que ya no se tratará solo de un espacio que explorar sino también de un lugar en donde vivir. Y vivir es convivir.
La BBC nos cuenta cómo algunos ya se están anticipando a las futuras necesidades:

"El futuro de la humanidad más allá de la Tierra es un asunto fascinante", dice Charles Cockell, astrobiólogo de la Universidad de Edimburgo y organizador de esta segunda Conferencia Internacional sobre Libertad Extraterrestre (ELC, por sus siglas en inglés).
"Una de las cosas que ha sido muy importante en la historia de la civilización humana es la libertad, así que queríamos pensar en la libertad más allá de la Tierra".*


El futuro se echa encima en cuanto que te descuidas y las fechas que se van dando, no sabemos si de forma realista o no, plantean la cuestión entre diez y treinta años, más o menos, según el tipo de proyecto, desde el reality show televisado de la Mars One a los planes de la NASA o de los viajes turísticos espaciales.
La preocupación colonial es importante porque si las expectativas son las de quedarse allí y crear una sociedad, esta, efectivamente, tendrá que dotarse de reglas de convivencia que permitan ir más allá de una primera sociedad probablemente militarizada para garantizar la supervivencia en el inicio. ¿Se podrá salir de este planteamiento hacia formas más libres, como propone la conferencia que sirve de inicio a la BBC?
La imaginación es una de nuestras armas evolutivas más poderosas pues en su origen está precisamente la anticipación de problemas o cuestiones que nos puedan afectar. El hecho de podernos sentar a pensar cómo serían nuestras relaciones y necesidades en un entorno tan diferente al que nos rodea nos muestra el poder previsor de que disponemos.


La Conferencia Internacional sobre Libertad Extraterrestre se centra en la experiencia política acumulada y en los textos más estables a los que ha dado lugar. El punto de partida más adecuado les parece la Constitución norteamericana como paradigma del equilibrio de poderes y reconocimiento de derechos individuales. Les han servido también como modelo las constituciones de países tan dispares como Japón o Islandia. Junto a los textos legales, no podían faltar los sistemas diseñados por la fantasía de todos aquellos que han imaginado mundos más allá del nuestro a través de la Ciencia-Ficción. La experiencia es importante, pero la capacidad de anticipar lo nuevo lo es también. Habrá derechos que nunca se hayan recogido y que sea necesario hacerlo allí:

Los delegados de la conferencia deciden que tener aire que respirar es un derecho fundamental que tiene que ser consagrado en el corazón de cualquier constitución colonial.
"Una colonia espacial es un entorno propenso a las tiranías", advierte Cockell, señalando que ninguna otra constitución ha incluido antes el derecho al aire respirable.
"Si alguien consigue el control del oxígeno, podría tener el control de toda la población y amenazar con consecuencias directas a cambio de niveles extraordinarios de poder".
Pero en la conferencia hay otras referencias, además de las constituciones: Star Treck.
Resulta que Gene Rodenberry, el creador de Star Trek, pensó seriamente en esto hace casi medio siglo en una oficina de producción de Hollywood.
"Las personas que escribieron Star Trek tenían un sistema, la Federación", dice Janet De Vigne, una académica de idiomas y compañera de Cockell en Edimburgo.
"Star Trek es una sociedad postcapitalista, si vas a establecer una colonia, ¿cómo será la organización económica? La economía podría ser completamente diferente".*


La especulación sobre las sociedades y su organización tiene su origen en Platón con La República y en otras obras como la Utopía de Tomás Moro, pasando por San Agustín. Desde el Renacimiento en adelante, las propuestas de comunidades distintas son una constante y representan la insatisfacción con las prácticas de organización de la convivencia existentes. Porque no nos convence lo que tenemos, imaginamos otras formas de convivencia.

Los problemas científicos y tecnológicos son de un orden importante, pero los sociales no lo van a ser menos. Probablemente, es imposible construir una sociedad perfecta aunque exista la posibilidad de crear una desde cero. Las sociedades no deben ser perfectas, sino mejorables, y ese debería ser el impulso que tuviesen sus miembros, la voluntad de ir avanzando hacia un nivel más satisfactorio en la convivencia. Es difícil definir una sociedad, sobre todo si se hace en un entorno tan agresivo como será el de Marte en donde, como en el caso del "aire" que respirar; la negación de ese derecho fundamental acarrearía la muerte. Simplemente de esta cuestión del aire surgen decenas de preguntas inmediatas sobre su administración, en manos de quién debe estar, cuál debe ser su calidad, etc. Las cuestiones se multiplican en un escenario muy distinto y los miembros de la Conferencia londinense se dedican a especular sobre ellas.
Como en cualquier otra sociedad, los que residan en nuestras colonias marcianas tendrán que encontrar las fórmulas más adecuadas para su supervivencia y convivencia. Por muy extremas que puedan ser sus condiciones, no deberían renunciar a algo tan etéreo como es la felicidad. El modelo de la Mars One, que busca financiarse con el reality emitido desde Marte, apuesta por las reglas del juego, que serían otra forma de "constitución", pero serían reglas dadas para el disfrute morboso de los que puedan acceder a su canal desde la Tierra. No me parece el planteamiento más adecuado.
El astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre que pisó la luna, ya advertía el año pasado: el que vaya a Marte se queda, no hay retorno.

Aldrin tiene claro que la NASA, con la ayuda de la industria comercial, puede llevar seres humanos a Marte alrededor de 2035 y debe hacerlo para que se conviertan en "colonos permanentes".
"No vamos a transportar a la gente de vuelta a la Tierra, es demasiado caro. La Tierra necesita establecer un asentamiento permanente en otro planeta y dejar de [sic] que crezca. Cuando consigamos hacer eso, ese presidente pasará a la historia durante cientos de miles de años", dice el astronauta, que enseguida descarta el satélite que él visitó y ahora considera "un callejón sin salida".**


Por mucho que imaginemos cómo pueda ser la vida en Marte para los terrestres que la visiten para quedarse, los que tendrán que enfrentarse a los retos serán ellos. Está bien que dediquemos tiempo a pensar en esto, pero sabemos que serán ellos los que hagan sus enmiendas. Los organizadores quieren reunir material académico, señala la BBC, que "servirá como manual sobre cómo establecer y dirigir una colonia espacial con éxito"*. Este enfoque destinado a emprendedores y futuros líderes coloniales marcianos no sé si será el más adecuado. En cualquier caso, yo creo que debe haber primarias.
Como cualquier colonia, su éxito solo garantiza una cosa: dentro de unos cientos de años comenzara su propio "motín del té", por un motivo u otro, y romperá sus lazos con la metrópoli. Dejarán de llamarse colonos terrestres y se reivindicarán como marcianos. Eso hará florecer la Historia y las Artes, que les ayudarán a reivindicarse como seres distintos y empezarán a poner cuotas de inmigración cada vez más restrictivas para mantener su nivel de vida frente a la degradada tierra. Y si no, al tiempo.



Nota: El profesor Charles Cockell es un científico de gran prestigio, director del UK Centre for Astrobiology. En otro plano, pero también importante, ha sido propuesto este año, 2014, para "The Van Heyningen Award for Teaching in Science and Engineering", por la EUSA (Edinbourgh University Students' Association). Conocimiento, imaginación y pasión y entrega en la enseñanza son virtudes por separado y una gran combinación cuando se dan juntas. En la nominación, los estudiantes lo describieron así:

"All of the students agree that he is not just an international superstar professor who has worked for NASA, he is also the best professor in general... when he delivered the last lecture in astrobiology dressed up as an alien, who had to feed every ten minutes, we could not help it: we were all in love with this amazing educator from another world!" Student nomination for Charles Cockell.



* "Las leyes que regirán la primera colonia en Marte" BBC 10/07/2014 http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/07/140710_vert_fut_ciencia_ley_colonias_marte_np.shtml
** "'Los astronautas que viajen a Marte tendrán que quedarse allí para el resto de su vida'" El Mundo 9/05/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/08/ciencia/1368017614.html






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