martes, 17 de diciembre de 2013

La ayudita futbolera y la doctrina Lara

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
¡Ya la hemos liado! Después de lo de la "doctrina Parrot", en Europa nos salen ahora con un expediente futbolero por ayudas ilegales! Esto requiere cautela, como bien ha señalado el gobierno, porque afecta a nuestro bien más preciado, que se cristaliza en eso llamado la "Marca España" que, por más que le pese a algunos, por encima de otras cosas, se reparte entre el Barça y el Real Madrid, noticia destacada cada lunes en la prensa de los lugares más distantes.
¿Saldrá Cayo Lara estableciendo paralelismos con la presunta financiación ilegal de PP y pedirá, con el mismo razonamiento que ha planteado últimamente, que se retiren los títulos conseguidos de "forma irregular"? ¿Harán suya la "doctrina Lara" los equipos descendidos por deudas pidiendo que se apliquen sanciones a los que son "subvencionados" (y rescatados, por tanto) con el dinero de todos?
El diario El Mundo nos explica el planteamiento de Bruselas al respecto:

La Comisión Europea comunicará el próximo 18 de diciembre que ha abierto un expediente sancionador a España por conceder ayudas de estado ilegales a siete equipos de fútbol españoles -Real Madrid, Athletic de Bilbao, Barcelona, Osasuna, Valencia, Elche y Hércules-. Las infracciones son de diferente naturaleza, pero en todos los casos el departamento que dirige Joaquín Almunia ha constatado que estos clubes han recibido ayudas de Estado ilegales que distorsionan la competencia.
En concreto, Real Madrid, Athletic de Bilbao, Osasuna y Barcelona han incumplido la legislación comunitaria por no convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas ya que Bruselas entiende que al tener este régimen se benefician de una fiscalidad especial. En los casos de los tres clubes valencianos, Valencia, Elche y Hércules, el expediente sancionador se refiere a los préstamos y avales que dio la Comunidad Valenciana.
Además, el Real Madrid y el Athletic de Bilbao también serán investigados en profundidad por dos operaciones urbanísticas que han levantado las sospechas de la Comisión Europea, como son la recalificación de los terrenos de la ciudad deportiva del Madrid en Valdebebas y la construcción del nuevo estadio de San Mamés.*


"Distorsionar la competencia", en términos futbolísticos, puede ser entendido de muchas maneras, al hilo siempre de la "doctrina Lara", convertido en "comisario de la competencia política interna". La doctrina pone el acento en cómo afectan las "ayudas irregulares" a la "competencia política" —una extraña forma de considerar la actividad política impregnada de neoliberalismo y mercado— y que eso supone la consecución de más votos que los demás. "Más dinero, más votos" viene a ser la síntesis del político de la izquierda española. Hay bipartidismo en la política como lo hay en el fútbol... y mucha ayudita interesada.

Los mangoneos futbolísticos no son algo nuevo y lo extraño es que nadie tire demasiado de la manta. A lo mejor los medios temen más que les recorten las preguntas en las ruedas de prensa de Messi o Ronaldo a que lo hagan en la Moncloa o Ferraz. Aquí la política vende como exabrupto y el fútbol (y otros deportes) como adoración. La gente, nos han dicho los del CIS, no se afilia a partidos ni sindicatos, pero sí se hace socio de los clubes de fútbol.
El diario El País también recoge la información aplicando directamente la "doctrina Lara" de la competencia:
Los motivos para investigar a los equipos españoles son distintos, pero todos apuntan en la misma dirección: la sospecha de que se han beneficiado de un trato de favor que les ha permitido competir con ventaja frente a sus rivales nacionales y extranjeros. El Gobierno, que a tenor de las declaraciones de Margallo se erigirá en defensor de los clubes analizados, tiene un mes para recopilar argumentos que rebatan las sospechas de Bruselas. Si las explicaciones no convencen a Joaquín Almunia —máxima autoridad de competencia europea y, al mismo tiempo, conocido aficionado y socio del Athletic—, la Comisión forzará la devolución de las ayudas ilegales, en una factura que se adivina millonaria.
Margallo —que anunció la investigación de Bruselas por iniciativa propia, sin que ningún periodista le preguntara por el tema— ha adelantado ya cuáles serán sus argumentos: ningún equipo ha cometido alguna irregularidad. “Es obvio que el Gobierno va a dar la batalla hasta el final en defensa de los clubes españoles, que también forman parte de la marca España”, señaló el ministro.**


No sé muy bien qué es lo que el diario califica como "argumento", ya que decir que los equipos españoles no han cometido ninguna irregularidad no es ningún argumento. También es curioso que insista en la "obviedad" de que el gobierno va a dar la "batalla hasta el final" —¿el final de qué?—, aunque ahí sí se da un poderoso argumento: los equipos españoles forman parte de la "marca España". Por fin tendrá un gobierno español la oportunidad de devolverle al fútbol todo lo que le debe a nuestra proyección exterior. Debo decir —creo que lo he comentado en algún otro momento— la emoción que me suscita cuando veo que un conflicto hay gente vestida con las camisetas de nuestros equipos de bandera, aunque sean falsificadas en alguna oscura fábrica de algún apartado rincón. Me hace entender el objetivo de la "marca" y lo importante que es llegar a la gente, que te conozcan.


Pero lo que me temo que sea más controvertido es el origen del caso. Me preocupa lo que señala el diario El Mundo:

Fuentes europeas apuntan que las denuncias que han motivado estas investigaciones proceden "de varios equipos de fútbol europeos, entre ellos el Bayern de Múnich".
La Comisión también ha estado analizando presuntas irregularidades en una operación urbanística entre el Real Madrid y el ayuntamiento de la capital. Tras concluir esta investigación el departamento de Competencia concluye que sí ha podido haber una ayuda ilegal en el intercambio de terrenos que se produjo entre ambas partes y que ha derivado en ingresos millonarios para el club. El Ayuntamiento los cedió en 1998 con una valoración de 421.000 euros y posteriormente el Consistorio los recompró por 22,7 millones de euros.
No es la primera vez que la Comisión abre una investigación en profundidad a un equipo de fútbol europeo: en Holanda cinco clubes, entre ellos el PSV Eindhoven, están ya en bajo la lupa del equipo de Almunia.*


Si en la política se especula a la ligera, sin demasiadas restricciones, en el campo futbolístico se puede llegar a cualquier delirio persecutorio. ¿Estará el "bávaro" Guardiola tras la venganza del Bayern? ¿Por qué "entre ellos"? ¿Quiénes son "ellos"? ¿Cuál es el equipo de Merkel? Todas estas preguntas y miles más serán el comienzo de la guerra balompédica con Europa en la que se apelará al patriotismo pedestre, me refiero el de los pies, para acallar lo turbio: vista gorda de Hacienda con las dedudas acumuladas, recalificaciones, blanqueos... No sé cómo se puede calificar vender terrenos por menos de medio millón de euros y comprarlos por casi 23, a menos que se considere como el resultado lógico de la burbuja inmobiliaria española, en cuyo caso el ministro Margallo tendrá una fácil defensa ante Bruselas. Pero da igual, el público furibundo, el socio de toda la vida, el que lleva los colores en la sangre..., querrá culpables: Pep, Almunia... responsables del cerrojazo al fútbol español.


La doctrina Lara de Bruselas alterar la competencia es alterar la competición: a más dinero, más y mejores fichajes. La queja de los clubes europeos respecto a los españoles es que van con el talonario por delante, encareciendo el mercado —la burbuja futbolera— , pisoteando la normas de cortesía que evita que los jugadores se suban a la parra en sus pretensiones alentados por intermediarios y familiares deseosos de que acaben en los clubes españoles, en donde se vuelven expertos en ingeniería financiera, como nos mostró el caso Messi. La queja de Europa —del Bayern o de cualquier otro— es que aunque la Liga española tienda al bipartidismo —este año está más animada, como la política misma—, no están dispuestos a que ocurra lo mismo en el continente si los equipos españoles tienen unas líneas ocultas de financiación que les permiten comprar figuras cuando les viene bien. La queja se entiende.


Lo que nos faltaba ahora, con tanta marea, que comenzara otra antibruselas en los estadios, cada domingo y días de champions, por la persecución a los a los clubes y másqueclubes españoles. De poco o nada le servirán al Comisario Almunia las fotos con la camiseta de sus amores, ya que como bien señalan en El Mundo, ahora "su equipo" es de distinta naturaleza.
Por lo pronto, el senador Iñaki Anasagasti ha pedido públicamente que a Joaquín Alumnia se le retire el carnet de socio del Athletic, peor que si le echaran del PSOE. ¡Qué duro es ser europeo!


* "Bruselas expedienta a España por ayudas ilegales a siete clubes de fútbol" El Mundo 16/12/2013 http://www.elmundo.es/deportes/2013/12/16/52af2b9f61fd3de1798b4599.html 
** "Bruselas pone en jaque a la Liga" El País 16/12/2013 http://deportes.elpais.com/deportes/2013/12/16/actualidad/1387211353_097209.html






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