miércoles, 24 de julio de 2013

Un bebé nuevo en palacio

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
No es frecuente que El País y El Mundo coincidan en la descripción de las personas, pero una lo ha logrado, Susana Díaz, del PSOE andaluz, que acaba de hacer de una sola tacada una primarias sin rivales, que se han quedado en las "pre-primarias", que es esa zona dudosa en la que si te ayudan arrasas y si no lo hacen te quedas por el camino. El Mundo titula "Susana Díaz: Presidenta antes que candidata"*; por su parte, El País lo hace así: "La escaladora de ‘ochomil’", e incluye dos aclaraciones a continuación por si alguien no entiende el símil: "Susana Díaz es una escaladora política nata" y "Tiene más currículo en los despachos del PSOE de Andalucía que en las instituciones"**. El País la llama "la alpinista de Triana".
Los semblantes que ambos periódicos realizan —será por ser de Madrid— coinciden plenamente: entró de jovencita en el partido, tardó diez años en hacer la carrera de Derecho, no ha hecho otra cosa que trepar por la organización. ¡Ah, y otra cosa!: su especialidad política parece ser el apuñalamiento de los que la ayudan a ascender. Será presidenta por la retirada anunciada de Griñán tras el verano. Era la única duda que quedaba.


El ABC tampoco se queda atrás y titula si concesiones metafóricas: "Susana Díaz, la sucesora de Griñán: de profesión, política; especialidad, aparato". En su texto afirma: "Susana Díaz vino al mundo en una sede del PSOE"***. El Correo de Andalucía llamaba a esto "larga trayectoria orgánica". Parece que Susana Díaz despierta la inspiración colectiva: pluralidad de formas para llegar a la misma conclusión, casi periodismo junguiano. Como decían de un conocido, estaba allí y le construyeron la sede alrededor. 
Dicen que unos la "odian" y otros la "admiran", que no es lo contrario; te pueden admirar por muchas cosas. No he visto comentarios amables hacia ella. En España se sospecha de quien todos hablan bien y se valora que todos hablen mal de ti. Lo consideran un mérito, como ocurre con algún ministro actual.
El País cierra así su semblante de Susana Díaz:

Algunos mantienen que Griñán ejerce con ella de Pigmalión, aconsejándole lecturas y películas. Otros discrepan de esta tesis y subrayan que no es Griñán el que la está cambiando, sino el cargo institucional que ocupa.
Díaz es osada, pero no pierde nunca la cabeza. Y es directa con sus interlocutores, los conozca o no; sean poderosos o no. Puede llamarte a la segunda frase tesoro, cielo, corazón o canijo. Y otras cosas.**


No se especifican qué otras cosas puede llamarte, pero reconocemos la figura estilística empleada por la autora del artículo. Lo entendemos.
El Mundo, por su parte, señala:

Susana Díaz, de 39 años y licenciada en Derecho tras diez años de carrera, es un prototipo de esa última generación de políticos criada en las sedes de los partidos sin experiencia laboral más allá de sus cargos orgánicos. En su versión andaluza, ha recibido el apelativo de griñaninis (copyright del periodista Francisco Robles).
Tan odiada por los críticos andaluces como admirada por su presidente, Díaz ha tenido una carrera meteórica de la mano de Griñán. Él ha visto en ella algo más que una killer del partido, reputación que se ha ganado a base de ascender en el PSOE a costa de sacrificar a sus mentores. "No estoy en política para hacer amigos", es una de sus frases habituales.*


La política local siempre ha gustado del realismo costumbrista, de cierto regionalismo descriptivo de flora y fauna, de espacios y personajes. Aquí no se cortan un pelo. Tener tan de cerca a los líderes y en espacios más pequeños hace que la gente dé pelos y señales allí donde otros solo pueden hacer trabajo grueso. Los conocen de cerca, sus carreras, méritos y víctimas; han explorado los armarios y sus cadáveres. Los cadáveres políticos que se dejan en los caminos son los que más hablan, aunque lo hagan bajito.
Todos parecen coincidir en que Griñán, según el modelo español tan asentado, se deja bien atado todo. De esta forma puedes salir y disponer de ciertas seguridades durante un tiempo. Nunca dejes que un crítico de tu labor te suceda; no hablarán bien de ti.


Definida como "killer", ya no sabe uno cómo entender las palabras de Griñán en el inicio del artículo de El Mundo: "Es una de las mayores inteligencias políticas que he conocido en mi vida. Tengo mucha suerte de contar con ella". Dado que Griñán se "retira", sus posibilidades de no desaparecer por maniobras de su sucesora quedan reducidas, a menos que trate de volver algún día o ella sienta que le roban protagonismo. Los diarios dan todos ellos cuenta de los procesos de amor odio, ascenso de ella y defenestración de sus padrinos, llevados a cabo por Susana Díaz en su carrera. Forman parte de su currículum político, a falta de otro.
Quizá la unanimidad periodística se deba a motivos no achacables ni al centralismo ni al machismo, que son las armas más socorridas en estos casos. Quizá la unanimidad de los diferentes puntos de vista que los periódicos encarnan, en este caso, se deba a que interpretan que la sociedad está pidiendo el cese de este modelo de promoción política y piden otro tipo de movimientos que permitan que no caiga la bolita siempre en el mismo número, algo que sucede con demasiada frecuencia.
La maneras son las mismas. A la generación que ha ocupado el poder durante décadas, tanto el interno de los partidos como el de las instituciones, le sigue apeteciendo dejar sucesores (se utiliza en la prensa el término "delfín") elegidos dentro de procesos de formación en los que los han seleccionado a su imagen y semejanza.
La sociedad está pidiendo otro tipo de políticos. De esta manera, solo se consigue despertar el rechazo, el aburrimiento o —peor— que la política es una actividad en la que hay que ascender mediante reglas internas —reglas de las tribus y clanes— que nada tienen que ver con lo que la sociedad necesita y demanda: personas con una preparación para enfrentarse a los problemas que se le plantean a la sociedad. Acumular políticos que lo único que conocen es el aparato y su forma de supervivencia en él es negativo para el conjunto de la sociedad, a la que se le pide que refrende a los supervivientes de las luchas internas de los partidos. Te entrenan para una cosa y te destinan a otra. Lo que cuentan los diarios de que Griñán le recomienda libros y películas para aumentar su cultura general es enternecedor.


Le deseo lo mejor en su vida política a Susana Díaz, que honre a sus padres políticos, bendita la rama que al tronco sale, etc., etc., pero más que su felicidad y ascenso de sus "primeros ocho mil", como dice El País, me preocupan los millones de andaluces que están limitados a ver cómo las tan cacareadas renovaciones se quedan en operaciones sucesorias. Una vez más, se ha escamoteado cualquier debate o crítica. El ejemplo andaluz es solo uno más. De aquí no se va nadie sin hacer un último gesto, de autoridad y generosidad: dejar sucesor, que el líder de la joven camada reciba el pago por la fidelidad y servicios prestados. Esa es la regla de oro de la política española: busca buena sombra y ten paciencia.
Gran Bretaña celebra la llegada del tercero en la línea de sucesión al trono. Un bebé gordito y con mucho pelo. Los padres, prudentes, no han querido decir a quién se parece más. El tiempo lo dirá.



* "Susana Díaz: Presidenta antes que candidata" El Mundo 24/07/2013 http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/23/andalucia/1374609853.html
** "La escaladora de ‘ochomil’" El País 21/07/2013 http://politica.elpais.com/politica/2013/07/21/actualidad/1374423752_157801.html

*** "Susana Díaz, la sucesora de Griñán: de profesión, política; especialidad, aparato" ABC 24/07/2013 http://www.abc.es/espana/20130724/abci-susana-diaz-sucesora-grinan-201307241003.html





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