lunes, 3 de septiembre de 2012

El pesimismo de Soros y Europa

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
La entrevista con George Soros publicada hace un par de días por el diario El País es de gran interés. A veces se complican demasiado las cosas y se dejan deliberadamente en la oscuridad no porque no se conozcan los problemas, sus orígenes y consecuencias, sino porque se teme el riesgo de la predicción ante la imposibilidad probatoria. Por eso se pondera tanto a los economistas que son capaces de vencer su miedo escénico y decirle al mundo lo que ocurre o puede ocurrir. Hace falta valor. 
Soros no tiene ese problema; incluso se ha aventurado a reprochar al mundo académico que siga manteniendo ficciones económicas en clases y manuales sobre cómo funciona el mundo, cuando tenemos delante de nuestros ojos un comportamiento distinto. Soros dice lo que piensa y lo que piensa lo dice.
Hay un par de puntos que creo que se acercan más a la realidad que las distintas versiones que nos ofrecen cada día. Preguntado sobre la crisis europea, tras criticar el papel que Alemania está desempeñando respecto a la deuda y al euro, comenta Soros:

[...] el verdadero peligro es que Europa quedará permanente dividida entre acreedores y deudores. A los primeros siempre les irá mejor que a los segundos porque estos tienen que pagar tipos de interés mucho mayores por el capital y eso se convierte en una desventaja permanente que ampliará las diferencias entre ambos. Así, la llamada periferia estará permanentemente deprimida y dependiente del centro, que acaparará toda la inversión y el talento, y que dejará a la periferia permanentemente en crisis. Ese es el destino que le depara a España y a Italia.*

Hace unos días comentábamos algo muy parecido, el coste político de la crisis económica. Si la crisis se resuelve según el "modelo alemán", esperar a ver quién sale a flote tras el naufragio, la fractura será un hecho porque los políticos serán incapaces de frenar el desarrollo del creciente nacionalismo. Las diferencias entre las dos "Europas" no podrán ser sostenidas en el tiempo, produciéndose una fractura que será difícil que los políticos, en franco descrédito, puedan frenar.
La crisis económica no es solo de la moneda o de la producción; es la crisis de los discursos oficiales que han sostenido que lo que está ocurriendo no podría pasar. De los discursos y de sus oradores. Si los pueblos del sur de Europa se ven abocados a una reducción drástica de sus niveles de vida y el único argumento es "la fábula de la cigarra mediterránea y la hormiga protestante", se habrá producido un ambiente que creará un cisma en poco tiempo. Nuestros políticos confían demasiado en su oratoria y en sus gabinetes de comunicación, en sus dotes de seducción. Pero el euroescepticismo ya no es cosa exclusiva de los británicos.


La idea de que el euro se haya convertido en una trampa a través de la deuda al tener que pagar unos intereses tan altos que se coman las posibilidades de crecimiento mientras que otros países se benefician de unos intereses más bajos para acaparar la producción europea es bastante creíble, fácil de entender y puede seducir a mucha gente. Los políticos que vean peligrar sus escaños comenzarán rápidamente a hablar de las "conspiraciones extranjeras", con el mismo convencimiento de los dictadores árabes caídos o por caer, para los que todos los males les llegan de fuera. Por eso, la predicción pesimista de Soros no puede ser otra que esta:

En ese contexto, las dinámicas políticas llevarán al auge de gobiernos nacionalistas extremistas en buena parte de Europa, lo que resulta terrorífico porque eso provocará reivindicaciones imposibles de unos contra otros y mucho resentimiento y hostilidad. En esa posición Europa estará peor de lo que estaba hasta entonces, pero lo peor es que ese es el escenario más probable.*


Defensor del modelo de "sociedad abierta" explicada por Karl Popper, Soros ve un futuro "cerrado", ultranacionalista y defensivo. Hasta el momento, con alguna excepción, se ha podido frenar parte del nacionalismo proteccionista, que es lo que triunfará por la izquierda y la derecha. La víctima habrá sido la idea de Europa y su convivencia.
Si ayer dedicábamos el comentario al "Elogio literario de Anders Breivik", del escritor y editor francés,  Richard Millet, un miembro de la "inteligencia cultural", reivindicando una Europa alejada del multiculturalismo, una Europa "cruzada", etc., el salto de ahí a los "patriotas nacionales" será solo un paso. [ver entrada] Puestos a dividir, se pasa rápido de los enemigos "culturales" a los enemigos "económicos". En esto nuestra capacidad es muy grande y podemos asumir un amplio abanico de responsables de nuestras desgracias. Si se llama "parásitos" a los del sur, estos responden llamando "buitres carroñeros" a los del norte. Y en las familias nada se olvida.

El discurso confuso de Jose Manuel Durao Barroso, máximo responsable de nuestros destinos europeos, diciendo que los "valores" de Europa deben ser cumplir sus "compromisos", mantener los "acuerdos" y pagar las "deudas", mayormente a Alemania, se queda pobre, romo y chapucero frente a lo que puede salvarla de sus excesos verbales.** Pero hemos de agradecérselo porque es el único que está intentando poner algo de sentido "común", en los dos sentidos del términos, en los discursos europeos que, hasta el momento es el de los intereses nacionales de unos respecto a los otros. Barroso parece más bien un mediador que un presidente de la Comisión.
La ausencia de un verdadero discurso europeísta por los políticos europeos ha hecho que el relevo sea tomado por los antieuropeos nacionalistas (Frentes nacionales, neonazis griegos, "verdaderos ciudadanos" de donde toque, etc.) o por los ultraeuropeos, como Millet, que ven en Europa una unidad combativa contra otras religiones o culturas.
Entre los que solo ven en Europa la moneda única, los que solo la ven como un monstruo devorador, y los que, finalmente, no ven más que una madre devorada por sus enemigos multiculturales, la Europa posible y deseable está por definir.


¿Hay que echarle la culpa a la intransigencia de Alemania, como hacen muchos? No lo sé. Pero lo que sí sé es que el responsable acaba siendo el que lleva la voz cantante, el que va con el estandarte delante del desfile o el que habla más alto en la reunión. Y esa es, hoy por hoy, Alemania, cuyas políticas se están manteniendo a rajatabla en Europa a través del instrumento que ella diseñó, el BCE. ¿Culpables? ¿Responsables? ¿Euroescepticismo o europesimismo? ¿Qué más da si el resultado es el mismo? Hoy tenemos opiniones para todos los gustos: los que quieren una sola zona, los que quieren varias y los que no quieren ninguna. A unos no les gusta la "U", a otros no les gusta la "E" y a otros ninguna de las dos.


Alemania está pagando el precio con el descenso de su exportaciones a la zona euro, que ha sido un auténtico desplome. Los países endeudados han comenzado a apretarse el cinturón siguiendo las indicaciones virtuosas de Merkel, y lo hacen dejando de lado la compra de productos alemanes. ¿Deuda y compras a la vez? Demasiado pedir. ¡Qué se le va a hacer!
A diferencia de las batallas, en las que la Historia suele tener claro quién ganó y quién perdió después del último disparo, el mundo de la Economía es mucho más complicado. Todavía se discute sobre si las decisiones que se tomaron en la "crisis del 29" fueron correctas, así que nuestros "líderes" pueden seguir tranquilos tomando decisiones a sabiendas de que la Historia tardará en juzgarlos por sus incompetencias y errores.
Lo expuesto por George Soros no es trivial. Las dos ideas centrales —la polarización progresiva de Europa en endeudados y deudores, limitando el crecimiento de unos y favoreciendo el de otros, y las consecuencias del aumento del nacionalismo agresivo— tienen que ser tomadas en cuenta. Aunque a nadie le importarán hasta que sea demasiado tarde. Suele ocurrir.

* "Soros: “Soy muy, muy pesimista con el futuro del euro”" El País 29/08/2012 http://economia.elpais.com/economia/2012/08/29/actualidad/1346251983_140396.html
** "Barroso culpa de la crisis a los países que 'no respetan los valores' de Europa" El País 01/09/2012 http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/01/economia/1346493003.html
*** "Las exportaciones y el empleo alemán acusan la crisis del euro" El País 30/08/2012 http://economia.elpais.com/economia/2012/08/30/actualidad/1346314726_561032.html







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