miércoles, 4 de julio de 2012

Traders, traidores, traductores o el hombre que amaba a su banco

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
El diccionario y las prisas les han jugado una mala pasada a la redacción de La Vanguardia que ha puesto como titular de la comparecencia de Diamond: «Bob Diamonds, ex consejero delegado de Barclays: “Todo es culpa de un pequeño grupo de traidores”»*. Los lectores se han puesto inmediatamente en guardia y pocos minutos después comentaban: “Lo estoy viendo y en mi humilde opinión, el Sr. Diamond no ha dicho 'traidores'. Ha dicho 'traders'. Lo ha repetido varias veces. Gracias”.*
Y tiene razón el amable lector. No ha dicho "traidores", sino “traders”, es decir, “operadores” o si se quiere “especuladores”, puesto que se dedican a hacer operaciones de compra y venta. Pero ¡era tan bonito lo de los traidores!, que da pena que un problema de oído y traducción chafe un alegato sobre el amor a los bancos o una conspiración a lo LeCarré. ¡cuando ya estaba el lío montado, falla la traducción. Nos dice La Vanguardia:

Diamond ha empezado su comparecencia con un sentido "yo amo a Barclays", para [a]cto seguido explicar que "un pequeño grupo de traidores" fueron los responsables de una "conducta reprochable". Asimismo, también ha admitido que "claramente hubo errores".*


Me dijo el otro día una amiga estupefacta que el presidente del Banco Sabadell se ha quejado en los Estados Unidos de que los grandes perjudicados por toda esta crisis son los bancos que han perdido dinero y han ganado mala imagen. ¡Otro que ama a su banco por encima de todas las cosas! Por encima de sus clientes, de sus hipotecados, desahuciados, por encima de lo que sea…, ¡el banco!
Todos estos señores —los tres directivos de Barclays— se están tomado esto como una especie de desengaño amoroso y están utilizando la comisión como visita al asesor de parejas.

"Lo siento, estoy decepcionado y también enfadado", ha asegurado. "No hay ningún tipo de excusa para ese comportamiento. Está mal. No me gusta. No representa al Barclays que conozco y que amo", ha agregado.*

¿Por qué no introducir entonces a esos traders como traidores, que solo se aman a sí mismos, que actúan por su cuenta, frente a los que aman a su banco o aman a sus clientes. ¿El banco no incluye a sus clientes? ¿Qué es amar a un banco: el dinero que contiene, los clientes que lo traen, el sueldo que les pagan...? Sí, ¿qué es exactamente amar un banco?

Traders y no traidores
Lo interesante —lo que le interesa a la comisión— es precisamente ese “Barclays que conozco”, más que los sentimientos de Diamond. Lo que tratarán de dilucidar, tirando del hilo, es hasta dónde llegaba su conocimiento real del banco y de los traders, más que hasta dónde llegaba su amor. Los rumores comienzan a apuntar hacia el Banco de Inglaterra, el banco central, y saltarán de banco en banco, el de Escocia, etc., para llegar hasta donde haga falta.


Lo malo está en el gremio, los otros que aman a sus bancos. Saben dos cosas: la primera que el lío ya está montado y que es necesario lavar la cara de la banca cortando todas las amorosas cabezas de los traders traidores y de los ejecutivos y directores cegados por el amor a sus bancos, algo que ya han empezado; en segundo lugar, son competidores. Los bancos que salgan bien parados son los primeros interesados porque obtendrán una imagen positiva de que no engañan a sus clientes. Esta vez le toca a los bancos lo de la confianza.

El Economista elaboró una lista en 2010 con los “traders” más famosos de la historia, votados por sus lectores. Encabeza la lista George Soros, como no podía ser de otra manera, después de ser el hombre que ganó 1.000 millones de dólares en un día, con la crisis de las divisas que hubo en Reino Unido en 1992. ¡No está mal! Le sigue Jesse “Boy Plunge” (el chico de las apuestas) Livermore, que se hizo rico durante el pánico de 1907 y en el crack del 29; uno de los pocos que se hizo rico entonces. Mientras otros saltaban por la ventana, él salía tranquilamente por la puerta. ¡Bien hecho! Les siguen nueves hombres que también amaban lo que hacían, aunque estos sí que lo sabían claramente. Ellos eran los especuladores, los ingenieros financieros que sacaron y sacan tajada de las crisis y vaivenes del sistema. Ya saben, cada crisis es una oportunidad. Y si no hay crisis, pues se crea; y si dura poco, pues se alarga. El “Top diez” de la Listas de Uma en El Economista, de todas formas, está encabezado por “Las 10 formas más inmorales de ganar dinero”, pero eso lo dejaremos para otro día, y no mancharemos este momento romántico.
Por eso que La Vanguardia haya oído mal y llamado “traidores” a los “traders” tiene tanto de metedura de pata traductora, como de lapsus freudiano y de justicia poética. Se habrán equivocado, pero en el fondo no dejan de tener razón: son traidores a aquellos a los que se deben realmente, a sus clientes, a los que estafaron. Y lo hicieron porque haciendo ganar más dinero a su banco, lo ganaban ellos. 
¡Ay, el amor...!

* "El exconsejero delegado de Barclays admite "errores" y "conductas reprochables" " La Vanguardia 4/07/2012 http://www.lavanguardia.com/economia/20120704/54320361320/bob-diamond-barclays-parlamento.html
** Los 'traders' más célebres del mundo". El Economista 13/09/2010 http://listas.eleconomista.es/economia/366-los-traders-ms-clebres-del-mundo



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