domingo, 25 de marzo de 2012

Farsas y mentiras

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Los tribunales egipcios siguen absolviendo a los policías y militares responsables de las muertes de los manifestantes. En ello tiene mucho que ver la actuación de los fiscales, que no cumplen con su labor con el empeño que debieran, según se quejan. Es lógico que así sea; son parte del régimen. El caso de un régimen juzgando a los criminales que actuaron en su nombre no deja de ser una paradoja histórica que está hipotecando su futuro, además de la credibilidad de su presente. Pronto llegarán —a fuerza de absolución y desestimación— a la conclusión de que la revolución nunca ocurrió.
El diario Al-Masry Al Youm hace recuento de los policías absueltos en las últimas fechas:

Police Captain Abdel Aziz al-Hamouly had been accused of the attempted murder of three protesters outside Wayly Police Station on 28 January 2011. […]
Earlier this month, the Cairo Criminal Court acquitted three police officers of killing protesters in the Zawaya al-Hamra district. Another police officer was also acquitted this month of killing two protesters in front of Cairo's Sharbia Police Station.*


Finalmente la estrategia blanda del régimen funcionó. Todo giró  hasta quedar poco a poco en la misma situación. O peor. Porque ahora apenas quedan esperanzas ni fuerzas a los que las tenían y dieron su sangre por ella. Las medidas y peticiones de leyes se van acumulando: intento de institucionalizar la censura, peticiones de prohibir la retransmisión de los debates parlamentarios, restricciones a las pocas cosas que las mujeres habían conseguido, y —la última iniciativa— tratar de regular muy restrictivamente el derecho de manifestación. Los elegidos como padres de la patria egipcia quieren que el Nilo vuelva a su cauce. Si no querían un dictador personalista, ahora lo tendrán institucionalizado.
En los últimos días se acumulan en los diarios egipcios el descontento. Se manifiesta el descontento de las mujeres, que se ven en la infame tesitura de tener que reivindicar la obra de la esposa de Hosni Mubarak, ante los retrocesos sociales que plantean los nuevos patriarcas. La cantante, escritora y socióloga Fayrouz Karawya ha descrito así la situación:

I never imagined that one year after the revolution all we would be discussing are the freedoms that Suzanne Mubarak granted to Egyptian women. I could not think that the same country would see a number of its churches burned or demolished. Nor did I think that it would stand helpless as Coptic protesters were run over by army vehicles, and would look — even if bitterly — in the face of its protesters who lost their eyes without feeling the tinge of humiliation.**

La artista Fayrouz Karawya
Fayrouz Karawya se pregunta en dónde ha quedado aquel maravilloso sentimiento que pudo encontrar en los días que hicieron caer a Mubarak. Rastrea y ya encuentra entonces, en la distancia, los primeros avisos, los de aquellos que se extrañaban de ver a mujeres en las manifestaciones La idea se ha ido imponiendo: Mubarak no cayó; fue sustituido. Las muertes, los juicios militares, la represión, etc., posteriores hacen ver que solo algunas cosas han cambiado, muy pocas, porque la idea no era modificar el sistema sino aprovecharlo. Lo que era una lucha por cambiar Egipto, se ha convertido en una lucha por gobernarlo. Y eso ha decepcionado a los que tenían una visión del cambio más allá de la esquina de su casa.

El novelista Youssuf Rahka
En el Al-Ahram Weekly, el novelista Youssuf Rahka —en el aniversario del referéndum—  se pregunta también por el sentido de este tiempo:

A year ago on Tuesday the result of the referendum on constitutional amendments proposed by SCAF and embraced by the Muslim Brotherhood —an unequivocal yes— effectively bracketed the "revolution" in time. It shifted the emphasis away from rights gained through protests (including the right to protest) to a reshuffling of the power structure via an indefinite "transition" whose purpose has been to restore and/or sustain a status quo that had--more often than not, by invoking an overriding sense of identity--systematically denied people those same rights.
The vote, however disastrous it is now judged to be, established the population's willingness to cement the two bulwarks of corrupt--incompetent--conservatism: fascist-flavoured religious authority and arbitrary military power; the very culturally articulated nepotism, rarefied inferiority complex, and xenophobia that had reduced the project of an independent nation guarding Arab-Muslim identity under Nasser to a client state riddled by poverty and Wahhabism under Mubarak. With the regime's logistical powers deployed in Brotherhood-held voting blocs, "democracy" could quickly abort what opportunity for change had been generated, fuelled by blood. And it became easy from then on to involve well-meaning political players in endless lost battles of the vote, even as their comrades were being killed at protests and defamed on "pro-25 Jan" TV.***

El ex ministro del Interior visiblemente preocupado
La alianza entre la Hermanad Musulmana y el Ejército ha tenido precisamente el objetivo de evitar para unos la liberalización que caminara hacia una separación religiosa del estado y de las vidas de sus ciudadanos y para otros, simplemente un sistema de libertades que les pidiera cuentas de su control efectivo del poder militar y económico en el país. La alianza queda cada día más evidente y los zorros han formado manada. En una sociedad vertebrada sobre la corrupción de un régimen son muchos los interesados en que todo siga igual. La ineficacia de la SCAF para ir en una dirección que no sea la represión sangrienta de los desórdenes que es incapaz de controlar, por lanzar la más suave de las hipótesis, es absoluta y ha sembrado la desconfianza y la condena de una parte importante de la misma comunidad internacional que se alegró de que Egipto despertara orgulloso de su sueño de décadas de represión y absolutismo dictatorial.


Lo que tienen en común estas y otras protestas que siguen apareciendo es la idea de mentira. Todos expresan el sentimiento de estar viviendo en una farsa, en un universo de discursos falsos que les llegan de todos los puntos en los que miran o escuchan.
El comentarista político de The New York Times, Thomas L. Friedman, ha titulado su artículo de ayer Un festival de mentiras. En él, Friedman comenta las opiniones del historiador norteamericano Victor Davis Hanson sobre los fracasos de las políticas seguidas por los Estados Unidos respecto a Oriente Medio. Señala que mantener dictadores solo ha traído represión, genocidio, locura nuclear y el 11/S. Se pregunta Hanson sobre lo que han aprendido los norteamericanos: «What have we learned? Tribalism, oil, and Islamic fundamentalism are a bad mix that leaves Americans sick and tired of the Middle East — both when they get in it and when they try to stay out of it.»****

Protestas en el Parlamento por los juicios militares
Con la expresión “festival de mentiras”, Friedman se refiere al engaño de la política norteamericana sobre los motivos y resultados de sus propias acciones. Los caminos recorridos no han llevado a ningún sitio factible, ni para ellos, ni para los propios pueblos, que ven sucederse los modelos autoritarios en sus diversas variantes militares o religiosos o la mezcla de ambos, como en Irán.
La evaluación final de Thomas L. Friedman es la siguiente:

And that is why it’s time to rethink everything we’re doing out there. What the Middle East needs most from America today are modern schools and hard truths, and we haven’t found a way to offer either. Because Hanson is right: What ails the Middle East today truly is a toxic mix of tribalism, Shiite-Sunni sectarianism, fundamentalism and oil — oil that constantly tempts us to intervene or to prop up dictators.
This cocktail erodes all the requirements of a forward-looking society — which are institutions that deliver decent government, consensual politics that provide for rotations in power, women’s rights and an ethic of pluralism that protects minorities and allows for modern education. The United Nations Arab Human Development Report published in 2002 by some brave Arab social scientists also said something similar: What ails the Arab world is a deficit of freedom, a deficit of modern education and a deficit of women’s empowerment.****

Y cada vez esos tres déficits —libertad, el desarrollo de las mujeres y una educación moderna— se les hacen más claros a los observadores exteriores y a las personas que los padecen en el interior. Las alianzas para mantenerlos intactos son fuertes. La política puede ser el arte de desarrollar las libertades individuales y el progreso colectivo. Si se convierte en la forma de restringir la libertad de las personas y de ahondar en la ignorancia para poderlas controlar mejor, es malo para todos menos para los que la practican.
La absolución de los responsables de las muertes de los manifestantes por el poco entusiasmo de los fiscales, la absolución del médico que practicó los vergonzosos exámenes de virginidad entre burlas y escarnios  alas jóvenes manifestantes de Tahrir, entre otros muchos casos, son signos inequívocos de que el camino recorrido lleva de vuelta al desierto. Todos hablan de mentiras, farsas y desilusiones. Los que resistan necesitarán de aliento y consuelo para mantener la ilusión y la fe en un futuro distinto, que no se parezca tanto al pasado.
Una farsa más, pero muy representativa: hace unos días surgió otra polémica; los estudiantes siguen con los libros de texto que ensalzan la figura de Mubarak. Da igual que esté en la cárcel; sigue en los libros y en las mentes de los que lo estudian con toda su gloria. ¿Quién sabe si merece la pena renovarlos?


* “Another police officer accused of killing protestors acquitted” Al-Masry Al-Youm 24/03/2012 http://www.egyptindependent.com/node/730756

** Fayrouz Karawya “Mother, wife, artist and a revolutionary”. Al-Masry Al-Youm 21/03/2012 http://www.egyptindependent.com/node/726261

*** Youssef Rakha: "In the Name of the Father". Al-Ahram Weekly Online 22-28/03/2011 http://weekly.ahram.org.eg/2012/1090/cu2.htm

**** Thomas L. Friedman “A Festival of Lies” The New York Times 24/03/2012 http://www.nytimes.com/2012/03/25/opinion/sunday/friedman-a-festival-of-lies.html?hp 



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