lunes, 13 de febrero de 2012

El posicionismo político

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Lo reconozco. Después de leer cuatro artículos sobre las desavenencias en el PSOE andaluz, sobre las luchas entre oficialistas y críticos, sigo sin saber por qué son críticos los críticos y oficialistas los oficialistas.
Esperaba encontrar algún tipo de debate sobre algo que no fuera el orden de las listas, alguna disidencia ideológica, algo —¡yo que sé!— que justificara la palabra “crítica” en un sentido político, como respuesta a una idea. Voy al diccionario de la Academia y solo las dos últimas acepciones, las undécima y duodécima, me parece que se aproximen al extraño fenómeno político: “murmuración” y “censura”. Las diez anteriores me parecen improcedentes en este caso. Son críticos porque murmuran unos de otros y se llevan la contraria entre ellos. No hay más. En realidad, todos son “posicionistas”, neologismo que trata de describir su preocupación constante por la posición que ocupan o les niegan. Por si tienen alguna duda, pueden leer lo siguiente:

Viera también ha criticado la "cambio de posición" del portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, que este jueves ha expresado públicamente su apoyo a Chacón. "Le he oído decir a Espadas en los últimos días que tenía claramente una posición de su candidato, que entendía que Rubalcaba reunía las condiciones que el país necesitaba. Si ha cambiado su posición en las últimas horas él sabrá los motivos, pero no se corresponden en modo alguno con lo que he percibido en los últimos días", ha subrayado.*

De donde se deduce que la “posición” (lugar) en las listas debe estar en función de tu “posición” (apoyo a alguien). Primero te “posicionas” y luego te “posicionan”. Si consideras que no te han posicionado conforme a tus méritos y apoyos, y consideras que deberías estar unas posiciones más arriba, mejor situado, entonces te vuelves crítico.

José Antonio Viera
El posicionamiento es una sencilla maniobra intelectual mediante la cual se acepta la totalidad de alguien. En el ejemplo anterior “entendía que Rubalcaba reunía las condiciones que el país necesitaba” es una forma simple de posicionamiento. No hace falta que entres en detalles ni grandes análisis o explicaciones, con eso basta. El posicionamiento es una especie de GPS, se trata de saber dónde estás, que te localicen, que se sepa al lado de quien te pones, si eres de confianza.


Los partidos políticos acaban siendo cadenas de posicionamientos —y tú, niño, ¿de quién eres?— en las que unos se colocan al lado de otros, se posicionan, creando complejas redes. Hay redes entrecruzadas, verticales y horizontales, que tratan de reflejar la estructura de posicionamientos o fidelidades de unos con otros para sobrevivir y prosperar. Es una elección delicada saber a quién atas tu futuro en el partido. El escudero ha de escoger bien su paladín y viceversa.
La otra gran palabra es “integración”, que también se usa con profusión en todos los artículos. Por ejemplo, se dice:

La dirección del PSOE de Cádiz, crítica con Griñán y alineada con las tesis de Rubalcaba, ha aprobado unas listas en la que no ha habido integración del sector crítico. Lo mismo ha ocurrido en otras provincias pero al revés: los afines a Griñán no han integrado a los críticos en las listas de  Málaga, Córdoba y Almería.**

Como puede apreciarse, un auténtico lío, en el que lo único que queda claro es que todos quieren estar en una lista, que les coloquen. El hecho de que estés o no estés en la lista determina si eres crítico u oficialista, que son las posiciones finales. O te integran —te meten en la lista si estás alineado con alguien— o te desintegran, como en las películas de ciencia-ficción, es decir, te mandan a tu casa o a otra dimensión del partido y te quedas por ahí, vagando, en esa tierra de nadie que se llama periodo entre elecciones. Entonces ya no hay posicionamiento sino desplazamiento. Y coges el petate y te toca carretera. Entonces o te vas o te quedas criticando en su undécima acepción, es decir, murmurando hasta que, hartos, te echen o te den algo de consolación.


Como si de una dura batalla se tratara —en realidad lo es—, los contendientes luchan por tomar las posiciones y plantar la banderita que dé cuenta de lo victorioso del asalto a la lista. El Secretario General del PSOE sevillano, José Antonio Viera,   hizo unas proféticas declaraciones durante las pugnas del congreso que llevó a Pérez Rubalcaba hasta la máxima posición en el partido:

Viera no ha ocultado que habrá las "lógicas tensiones" en el proceso de elaboración de listas para las autonómicas porque "hay muchos que quieren ir y pocos huecos para estar" […]*

No se puede ser más claro. La noticia de hoy sobre este asunto es su dimisión:

El conflicto ha estallado en el instituto en el que se ha celebrado la ejecutiva provincial. Cargos afines a la dirección regional pretenden constituir el comité provincial y aprobar las listas, pero el otro sector advierte de que los Estatutos del partido obligan a que tras la dimisión de Viera se cree una gestora y se posponga la probación de las candidaturas.**

Aquí se habla de "afines" y de"otro sector", pero es que trrs la dimisión de Viera tienen ahora dudas sobre quiénes son los oficialistas y quiénes los críticos, pero se resolverá pronto, no se preocupen. A tomar posiciones todos.

* “El PSOE de Sevilla denuncia "presiones ilícitas, ilegales e inmorales"”. El País 2/02/2012 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/02/andalucia/1328196164_913272.html
** “Viera dimite como secretario general del PSOE de Sevilla”.  El País 12/02/2012 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/02/12/andalucia/1329050460_126691.html



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