martes, 16 de agosto de 2011

Un estornudo en Iowa y un refriado aquí

Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Si el simple aleteo de una mariposa produce terremotos en el otro extremo del mundo, ¿qué no producirá un estornudo en Iowa? Y estornudos es lo que nos ha mostrado la galería de candidatos republicanos en el primer capítulo de sus primarias en ese estado.
Más que discursos han sido estornudos, porque casi todos ellos han sido reacciones alérgicas a la realidad, por un lado, y al Presidente Obama por otro. El numerito de la falta de acuerdo hasta el último minuto entre republicanos y demócratas —que ha costado miles millones en todo el mundo, la justificación para rebaja de la “triple A” de Estados Unidos y más inestabilidad por doquier— tenía todas las trazas de ser una jugada pensada con el fin de mostrar su fuerza, por un lado, pero sobre todo para erosionar la figura de Obama de cara a las próximas presidenciales de 2012.
Los republicanos se han lanzado a una espiral de propuestas, cada una más radical, y de diagnósticos sobre la situación que ha dejado sorprendidos a los seguidores de la precampaña norteamericana. La estrategia de debilitamiento de la figura de Obama parece haber surtido su efecto. Mucha gente comienza a cuestionarse, señalan los analistas norteamericanos, si su política ha sido la adecuada, si ha tenido los compañeros de viaje idóneos, y si no fue capaz de rematar el problema de la crisis y esta volvió con virulencia y estalló de nuevo. Algunos se acuerdan ahora de su falta de experiencia.

El Room for Debate de The New York Times

Obama ha comprendido que va a tener que emplearse a fondo para su reelección y ha comenzado su propio peregrinaje para tratar de recuperar la confianza perdida. Se tendrá que enfrentar a unos políticos cuyo extremismo tendrá su propio ciclo, el suficiente como para erosionar su figura, primero, y el necesario como para no espantar al electorado cuando lleguen a la fase del duelo final.
El sistema de primarias en Estados Unidos es una batalla en la que muchos quedan por el camino. Las primarias de los demócratas que llevaron a Obama a la Casa Blanca fueron un duro viaje que desembocó en un duelo Obama-Clinton, que la mano izquierda y la tendencia al acuerdo del presidente logró restaurar en el Partido Demócrata.

Las propuestas republicanas son, en esta primera fase, gritos para tratar de llamar la atención, para atraer las miradas y, sobre todo, atraer fondos para poder seguir adelante. Lo atractivo de las propuestas y del carisma se mide en dólares recaudados. Las modestas primarias de Iowa ya se han cobrado una víctima en la carrera. Su condición modesta no impide que adquieran importancia; por ser las primeras, se benefician de una atención mediática y analítica inusitada. Es el comienzo de la carrera, el punto de salida. En el siguiente se incorpora un nuevo candidato, el gobernador de Texas, Dick Perry, que ha decidido que los demás salgan ya y que él les alcanzará. Esta estrategia le ha supuesto, por ejemplo, que The New York Times le dedique un “Room for Debate” específico bajo el título: “Will Bush’s Legacy Hurt Perry?”. Es una estrategia que, por ahora, le ha dado esta ventaja mediática. “Room for Debate” es una sección en la que se agrupan artículos de diferentes personas, señalando los pro y los contra de diversos temas. En este caso, se han centrado en los condicionamientos que Dick Perry tiene como candidato republicano al ser gobernador de Texas, tal como lo fue George W. Bush. Un interesante e ilustrativo recurso que utiliza TNYTimes para mostrar las diferentes opciones políticas. Es un bien para los ciudadanos poder acceder a estos debates realizados por especialistas o personas vinculadas con los temas propuestos.


¿Y aquí? Pues aquí haremos como siempre. La precampaña norteamericana va a coincidir con la campaña española, lo que nos volverá a dejar esas perlas miméticas que los políticos españoles suelen dejarnos en circunstancias como estas. Al adelantarse las elecciones en España ya no coincidirán en el mismo año, 2012, ambas convocatorias electorales, algo que ocurría anteriormente. Los políticos españoles tienen una especie de manía identificativa en la que, como los niños, unos deciden jugar a ser unos y otros jugar a ser otros. A José María Aznar, por ejemplo, está claro que le gustaba “jugar a ser Bush”, a Rodríguez Zapatero, por el contrario, le ha gustado “jugar a ser Obama”. Todavía están recientes en la memoria de muchos las famosas declaraciones de Leire Pajín, en 2009, hablando de “acontecimiento histórico para el planeta”, el que coincidieran Obama en la Casa Blanca y Rodríguez Zapatero en la presidencia europea. Literalmente:

"Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE" […] "Estados Unidos y Europa, dos políticas progresistas, dos liderazgos, una visión del mundo, una esperanza para muchos seres humanos."*

Hemos estado atentos, desde luego. Independientemente y al margen de las visiones de futuro —nada parecidas a la realidad que hoy tenemos— que Pajín tuvo en aquel momento, lo interesante, psicológicamente hablando, es este permanente juego que hace que la política española sea una especie de juego del “¡me lo pido!” cada vez que surge algún líder medianamente consistente en el mundo. Esta especie de juego de “vidas paralelas” con el que tratamos de engatusar a la gente para que no nos vean como somos, sino por aproximación a gente que, la mitad de las veces, ignora en qué lugar del globo nos encontramos.
Al juego positivo de la identificación, se añade el negativo de la descalificación: “¡a ti te toca ser Bush (o la Palin)!” o “¡tú eres como Papandreu, que lo hundes todo!” o “¡sois como el Tea Party, que os traéis al Papa!”. Este juego demagógico, viejo ya por repetido, infantil siempre, no es más que la muestra de nuestro bajo nivel político y, lo que es peor, los debates inútiles, la cortinas de humo, con las que permanentemente, unos y otros, tratan arrastrarnos para que no veamos nuestra pobre realidad. Tiene tan poco gancho nuestra política, que hay que explicarla por analogía y votar por parecido.
Una vez más, el país sin primarias se debatirá ilusionado entre los candidatos norteamericanos y seguirá aburrido ante los españoles. Como ya han señalado algunos, “¡parece que los españoles fuéramos a votar!”. Los estornudos en Iowa se viven cono resfriados (o alergias) en España.

* “Pajín ve ‘histórico para el planeta’ que Zapatero y Obama lideran al tiempo ”.  El Mundo 3/06/2009 http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/03/espana/1244019103.html


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