domingo, 31 de julio de 2011

Un libro: La Gran Recesión, de Nikolaus Piper

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Hay un aspecto muy peligroso en la ignorancia: la inconsciencia de la propia ignorancia. Además de no saber, no sabemos lo que ignoramos. Eso implica que, al no saber las causas de nuestra desgracia, podemos seguir repitiendo los errores y no salir nunca del problema. En el mundo económico hay mucho interesados en la ignorancia, en que creamos lo que se nos dice sin más. Se ha criticado, con razón, el endeudamiento excesivo de las personas a las que no se les advirtió que endeudarse cuando el dinero está en su punto más bajo significa que el endeudamiento saldrá cada día más caro.
Cuando escuchas casos de la gente, sus angustias, sorprende ver en la cantidad de cosas en las que se metieron ante la facilidad de conseguir dinero. A unos se les dio dinero y a otros se les pidió, se les prometieron rentabilidades por las nubes y se lanzaron a aventuras financieras sin demasiado control. Unos (los que gastaban) y otros (los que invertían) perdieron lo que la cordura más elemental exige: el sentido de la realidad.
Por eso es de agradecer una obra como la del periodista alemán Nikolaus Piper, La gran recesión. Causas y efectos de la crisis que ha dislocado el mundo financiero y la economía cotidiana.* Piper es un experimentado y premiado periodista económico, trasladado a Nueva York al principio de la crisis, en 2007. Esta obra, La Gran Recesión, fue galardonada en Alemania como mejor libro económico del año.

 Ante una crisis tan compleja como esta, el libro es un ejemplo de claridad expositiva en lo práctico y en lo teórico. Piper recurre a la Historia de la Economía para establecer analogías con situaciones y remedios, y a los ejemplos de lo cotidiano. Hace convivir la teoría y los efectos en las personas de la calle.
La crisis económica en la que nos encontramos tiene su origen tanto en lo que se hace como en lo que se deja de hacer y tanto en lo que hacemos como en lo que los demás hacen. Tanto en su faceta individual como colectiva, privada como estatal, comienza cuando el ahorro deja de considerarse una virtud. Y esto ha ocurrido, cuando el crédito se puso excesivamente barato. Eso hizo que se lanzaran particulares, empresas y el estado mismo a un endeudamiento excesivo, cuyas consecuencias se están pagando ahora.

En lo que nadie reparó entonces fue en que el abaratamiento del crédito en España e Irlanda tuvo su máxima repercusión en el sector privado, pues fue ahí donde se desató una especulación inmobiliaria sin precedentes. Entre 1998 y 2008 los precios de la vivienda en España se duplicaron, y lo hicieron en términos reales, teniendo en cuenta la inflación. Cuando la especulación alcanzó su cota máxima, en España se construían más casas que en Alemania, Francia e Italia juntas, y eso en un país de 45 millones de habitantes y con una población menguante. Esta evolución se asemejaba sorprendentemente a la de Estados Unidos. El boom estaba siendo propulsado por una especulación inmobiliaria, la cual —y eso debería haber estado claro— se alejaba por completo de la realidad. Las personas sencillamente no tienen una necesidad ilimitada de vivienda y no pueden gastar una cantidad ilimitada de sus ingresos en vivienda. También la burbuja inmobiliaria que surgió en el sur de Europa e Irlanda fue muy parecida a la de Estados Unidos. En ambos casos fue el abaratamiento del crédito lo que dio al traste con todas las barreras y normas de precaución. (342)

Aunque hayamos citado este texto con especial dedicación a la economía española, lo cierto es que apenas aparecemos citados en la obra, tan solo al final. La principal referencia a España son las bancarrotas de Felipe II como ejemplo de los errores que no se deben cometer cuando se gasta demasiado. Sin embargo, el contenido general de la obra, su centro en la economía norteamericana y su relación con la europea y, especialmente, con la china es tremendamente esclarecedora de muchos de los problemas actuales, incluidos los nuestros específicos. También del futuro y sus nuevos problemas y retos.


De la lectura de la obra de Piper se siguen muchas reflexiones si se establecen analogías con nuestras propias circunstancias. Los españoles deberíamos aprender a marchas forzadas las lecciones básicas de la economía por la cuenta que nos trae a todos. Porque una cosa ha quedado clara: los que tenían que haber hecho ciertas cosas no las hicieron y otros se beneficiaron de ello. Saber siempre es una ventaja y es más fácil hacer negocios cuando sabes que cuando no. Lo que queda claro es que el modelo especulativo, el basado en la construcción —eso que en España se ha llamado el “tirón de la construcción”— nos ha marcado como país y ha dejado una estructura de producción peculiar que es necesario cambiar. Los políticos, temerosos siempre de llamar las cosas por su nombre, lo denominan “cambio de modelo” o “cambio estructural”. Lo que se callan es que eso no se hace solo y que, además, existen resistencias para que ese modelo, muy rentable para algunos, siga funcionando, que está agazapado esperando a ver si escampa y salir de debajo del soportal de nuevo.
Como señala Piper, el modelo de burbuja inmobiliaria norteamericano se ha parecido sorprendentemente al de los Estados Unidos. Lejos de enorgullecernos por tener los mismos problemas —la relación es la de una especie de “mini-yo”—, deberíamos intentar crear las condiciones norteamericanas para poder salir de la crisis: producción e innovación. La absoluta falta de poder de crecimiento, la atonía productiva, en que el modelo nos ha dejado después de varias décadas es preocupante y seguimos esperando turistas como solución a todos nuestros problemas. Los demás salen de la crisis mediante el aumento de la productividad, algo complicado en nuestro caso, que se nos critica y con razón.
La Gran Recesión ha servido para poner en evidencia muchas cosas que se encontraban encubiertas por la retórica política. En el caso europeo, Piper señala:
La reacción inicial fue atacar a los sospechosos habituales, los «especuladores» que apostaban por una caída de la cotización del euro o un descenso de la cotización de la deuda pública griega; pero lo cierto es que estos especuladores no eran más que los portadores de una mala noticia: la crisis financiera es también una crisis existencial del euro y del proceso de unificación europea en su conjunto. (346-347)

Pasado un año tras la escritura de la edición española de la obra, estos problemas no han hecho sino agravarse en su evidencia. Sin embargo, lo que en su momento fueron decisiones políticas respecto a la unidad europea, han pasado a ser decisiones económicas y políticas ante las disparidades entre unos países y otros. Es evidente que tener una moneda común nos debe llevar a tener una política común en lo económico (y en otras cosas). Sin embargo, conforme aumenta el número de países aumentan las formas de comportamiento económico y con la disparidad crece el riesgo. Riesgo no solo de incumplimiento de objetivos, sino de contagio de las circunstancias negativas si no se cumplen. Parece poco probable que con el crecimiento del nacionalismo detectado en algunos países y su traducción a euroescepticismo sea posible establecer políticas comunes satisfactorias para todos. Lo que es importante es señalar que se puede pasar del nacionalismo al euroescepticismo o del euroescepticismo al nacionalismo, según los casos.
De forma general, nos dice el autor:
La crisis ha demostrado una cosa: que los mercados financieros son intrínsecamente inestables. Por lo tanto, no solo tienen que ser regulados, sino que esta regulación debe renovarse una y otra vez. A título individual los detalles técnicos son complejos, pero el núcleo de la actuación es sencillo: es necesario limitar el endeudamiento de los bancos, los fondos de alto riesgo y los grandes inversores financieros. La crisis ha sido tan grave porque importantes entidades del sistema financiero acumularon riesgos tan elevados que, en cuanto que se produjo el más mínimo cambio de tendencia, se vieron en dificultades. Las deudas actúan a modo de palanca («apalancamiento»); en épocas de bonanza garantizan una rentabilidad extraordinaria, pero en épocas de vacas flacas pueden amenazar rápidamente la existencia de la entidad correspondiente. (315)

Y la entidad es la familia que se ha endeudado o el país  que ha hecho lo mismo. La codicia tiene algo de borrachera y hace perder el control. Especialmente si alguien a tu lado te está llenando la copa cada vez que la ve medio vacía. Se ha estimulado desde el mundo financiero y desde el estado mismo el endeudamiento porque era el gasto lo que movía la economía. Ahora no hay gasto y la economía se para. Crecer es gastar y gastar es endeudarse si no se tiene qué gastar. Usted, como yo, habrá escuchado en boca de alguien esa teoría que dice que es mejor deber 100.000 euros al banco que deberle 1.000. Probablemente la haya puesto en circulación algún banco.
La obra es una lectura muy recomendable para todos los que quieran acercarse a la complejidad de un mundo en el que estanos inmersos y cuya profundidad es cada vez mayor. Puede que la Economía sea la disciplina en la que saber más no garantiza cometer menos errores, pero al menos hay que intentarlo.
* Nikolaus Piper (2010): La Gran Recesión.  Destino, Barcelona. 389 pp. ISBN:978-84-233-4349-2


1 comentario:

  1. Tambien recomiendo el citado libro, es importante relacionar los efectos en economia mundial de los desequilibrios creados por el G-2, Chinamerica
    La evolcuion de la economia mundial de los paises centrales vs paises perifericos a los paises con superavit-ahorradores-productores vs paises con deficit-creando burbujas y apoyando la industria financiera.
    Para los no iniciados en temas economicos, -La ciencia Humilde,economia para ciudadanos A.Pastor http://articulosclaves.blogspot.com/2009/03/la-ciencia-humilde-economia-para.html
    El dia despues de la crisis http://articulosclaves.blogspot.com/2010/05/el-dia-despues-de-la-crisis-rtornabell.html



    -Tugores: http://articulosclaves.blogspot.com/2009/11/el-lado-oscuro-de-la-cienciaprof.html



    - Rogoff sobre las causas de las crisis: Ocho siglos de locura financiera.

    http://articulosclaves.blogspot.com/2010/10/esta-vez-es-diferente-ocho-siglos-de.html

    -Documentales

    http://articulosclaves.blogspot.com/2010/06/economia-mundial-videos-clave-para.html

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