jueves, 30 de junio de 2011

Criaturas en los sueños de otro

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

La profesora Amira Nowaira

La profesora Amira Nowaira, del Departamento de Inglés de la Universidad de Alejandría, publicó ayer en The Guardian un artículo* señalando cómo la libertad académica, al libertad de cátedra, estaba siendo condicionada por los que ella denomina los “autoproclamados guardianes de la moralidad pública”. La profesora Nowaira comenta en su texto la aparición en el semanario estatal Al-Akhbar de un artículo con el título “Enseñando homosexualidad en la Universidad de El Cairo”. El artículo que critica representa para ella un ataque “frenético” contra el Departamento de Inglés de la universidad cairota por haber incluido entre sus lecturas una historia corta que incluye una escena de lesbianismo. Para el furibundo censor, el cuento de Tanith Lee, “Nieve caída”, es “a crime in the full sense of the word”. Tanith Lee es una conocida autora de novelas muy populares en el mundo anglosajón, dedicada a los géneros fantásticos, góticos, ciencia-ficción, etc., tanto para adultos como para niños. No es lo que entenderíamos aquí precisamente como un peligro público.

Moll Flanders, de Daniel Defoe
La profesora Nowaira advierte que este tipo de ataques, en nombre de la moralidad, contra la libertad de cátedra no son nuevos. Ya se dirigieron hace un par de años contra la inclusión en los programas de inglés de la novela Moll Flanders, escrita por Daniel Defoe en 1722. La obra, un auténtico clásico, es una de las grandes aportaciones de la picaresca inglesa a la literatura universal y hace de una prostituta el centro de sus acciones. Esto también ofende a los censores bien pensantes que no ven nada ejemplar en mostrar la vida como lo hizo Defoe.
Hay algo terriblemente antiguo en estas pretensiones, algo de otra época. La lucha por el control del sentido del mundo es la más compleja de todas porque ser la que establece quién decide lo que está bien o mal, es bello o feo, pecado o virtud. Es una lucha profunda que solo aparece por casos aparentemente pequeños como este, que afecta a un libro incluido en la lista de las lecturas de clase de un curso. ¿Qué importa un libro u otro? Sin embargo es muy importante y no solo por la cuestión de la libertad de cátedra.

Si no han leído la obra de la iraní Azar Nafisi, Leer «Lolita» en Teherán, deberían hacerlo. Es un libro hermoso e inteligente sobre cómo la Literatura permite escapar del sinsentido del mundo creando un espacio de libertad interior, en este caso compartido, a una grupo de alumnas de estudios literarios. Anulada la libertad por la revolución de los ayatolas, la casa de Azar Nafisi se convirtió en el lugar en el que era posible, unas horas a la semana, poder ser quien se era o quien se deseaba ser frente a la imposición de los que se creen con derecho a decirnos quiénes y cómo somos o debemos ser.  Escribe Azar Nafisi:

Fuésemos quienes fuésemos, y sin que importara a qué religión pertenecíamos, ni si deseábamos o no llevar velo, ni si observábamos o no ciertas normas religiosas, nos habíamos convertido en criaturas en los sueños de otros. Un adusto ayatolá, un sedicente rey filósofo, había acabado gobernando nuestro país. Había llegado en nombre del pasado, de un pasado que le habían robado, según él. Y ahora quería recrearnos a imagen y semejanza de aquel pasado ilusorio. (48-49)**

La lucha en los países árabes va más allá de la lucha política tal como la entendemos en Occidente tras décadas acumuladas de democracias, más o menos, en cada uno de nuestros países. Lo que está en juego aquí es lo prepolítico, la definición del espacio en el que es posible desarrollar posteriormente la política. Este espacio es social y psíquico, son los límites del pensar y del obrar, de lo que es posible poner sobre una mesa para discutir.
Amira Nowaira se hace algunas preguntas más allá de la cuestión del texto. Se plantea, por ejemplo, si no será un ataque contra una Facultad que acaba de elegir, por primera vez, un decano democráticamente. Y, más allá, si no será porque ese primer decano electo democráticamente es una mujer. Los ataques al Departamento de Inglés serían la forma de manifestarse ese rechazo al conjunto, a la moral, a la democracia y a la mujer:

One wonders if a fabricated moral scandal is not being used to discredit a department that has a majority of women on its staff, including the head of department as well as the teacher of said course.*

La escritora Tanith Lee

Los elementos prepolíticos tienen un gran peso en la construcción de lo que ocurre cada día en Egipto. Los temas relacionados con la mujer serán cada vez más relevantes en la medida en que vayan accediendo a más y mejores puestos. La cuestión de la mujer es la auténtica prueba del funcionamiento del sistema porque revelará hasta qué punto el peso de lo patriarcal, en todos los órdenes, sigue controlando la vida social mediante los mecanismos de censura, de las campañas de escándalo, etc.
Como escribía bellamente Nafisi, la gente quiere dejar de ser el sueño de otro y comenzar a vivir sus propios sueños. Vivir en los sueños de otros es vivir en una pesadilla.


* Maira Nowaira: “A short story of academic  oppression in Egypt” Guardian.co.uk 29/06/2011 http://www.guardian.co.uk/commentisfree/libertycentral/2011/jun/29/academic-freedom-egypt

** Azar Nafisi (2003): Leer «Lolita» en Teherán. El Aleph Editores, Barcelona.



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