domingo, 13 de marzo de 2011

Barre el polvo y saca brillo


Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Las universidades egipcias han estado paralizadas desde el fin del semestre anterior, coincidiendo con todo el proceso de alzamiento popular. Si han sido los jóvenes los que han llevado el protagonismo político y antagónico en las calles, es lógico que este deseo de cambio se haya trasladado ahora a las aulas. El régimen de Mubarak controlaba la totalidad del país a través de sus peones. Una parte importante era la universidad. Los estudiantes lo saben y exigen cambios, generales y personales. Piden dimisiones inmediatas en los puestos directivos de sus universidades y facultades; rectores y decanos, entre otros están en el punto de mira.
Lo malo de las dictaduras largas es que dan tiempo a que todo el mundo se retrate. Los que llevan muchos años en sus puestos es claro que ha sido por su carácter poco comprometido y más bien complaciente con lo que se les pedía desde el poder. Sentados frente a los despachos y edificios, los estudiantes egipcios quieren al frente de  sus aulas a personas que les merezcan algún respeto y tengan algún crédito político y moral. En unos días tendrán lugar elecciones de alumnos. Han formado comités electorales de siete alumnos y un profesor. Los que formen parte de esos comités no podrán presentarse. Así seguirán su camino hasta tener unas universidades en las que además de aprender sus profesiones y profundizar en sus estudios, sean espacios de aprendizaje de la convivencia y el debate en libertad.

Egipto, como todos los países que están saliendo de largos, eternos, procesos de autoritarismo, tiene que ejercer su aprendizaje democrático en todas las esquinas, en todos los rincones porque las inercias de las dictaduras son difíciles de vencer. Por eso, ahora las protestas son específicas, en las fábricas de Helwan, en las puertas de las oficinas y en las entradas de los decanatos. La corrupción tiene cara y nombres y apellidos porque vivió con el inmenso descaro que dan la impunidad y la costumbre. “Baja y aprende de la dimisión de Mubarak”*, les han estado cantando los estudiantes en las manifestaciones a los que se aferran al poder en las facultades y Rectorados.
El diario egipcio Al-Masry Al-Youm mantiene una consulta abierta con sus lectores a través de su edición digital: ¿Cuál es la reforma prioritaria en la transición egipcia? La más importante, en esto coincide con los estudiantes, es la renovación de las instituciones (47%), metiendo en este término la práctica totalidad de las existentes ya que el régimen de Mubarak lo ocupaba todo. Es la reforma por abajo, fábrica a fábrica, escuela a escuela, Facultad a Facultad. Es quitar de en medio a los que servían para mantener estático al país. Por eso, el Egipto pos-Mubarak tendrá muchas manifestaciones en las puertas de muchos lugares.
La segunda prioridad es la que afecta al marco, a la constitución (36%). Es importante porque es el reconocimiento del Estado como unidad y no el personalismo de los regímenes autocráticos. Muy distanciados, en cambio, quedan los otros cambios, las luchas presidenciales, etc. No es que no sean importantes. Lo son y mucho. Pero los egipcios prefieren pasar la escoba antes que la fregona. Primero quita el polvo y luego saca brillo. Tiene su lógica y así lo solemos hacer todos en casa.

* "Student protests scalate at egytian universities" Al-Masry Al-Youm 13/03/2011
http://www.almasryalyoum.com/en/node/350875


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