sábado, 12 de marzo de 2011

Avanzamos: ahora ya sabemos quién es el pueblo libio


Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Ha costado. Ha costado tiempo y muertos. La Unión Europea ha reconocido finalmente a los rebeldes libios como legítimos representantes del pueblo y considera a Gadafi un gobernante ilegítimo. Conocedor de la lentitud con las que el mundo toma sus decisiones, el dictador sabe que su fuerza está en su rapidez, que muerto el perro se acabó la rabia; que puestos a juzgarte, lo mismo da por cinco mil que por diez mil, que por veinte mil. El que gana se lo lleva todo; toda la gloria, toda la vergüenza.
La opción de la masacre está en su mente como una más, como una jugada que puede ser desplegada en cualquier momento hasta dejar las ciudades convertidas en espacios fantasmales. La Unión Europea ha reconocido a los rebeldes como “interlocutores válidos”, aunque dentro de poco puede que no haya nadie con quien hablar. Sí, quedará Gadafi y el tiempo que todo lo olvida. Y ya no le abrazaremos y nos referiremos a él como “el tirano de Trípoli” y solo irán allí delegaciones de tercer rango.
Haces una revolución y asciendes de “insurrecto” a “rebelde”, de “rebelde” a “interlocutor”, y de allí a “interlocutor válido” y, finalmente, te declaran “pueblo libio”. ¡Gracias! Al menos estos no vienen con jaima. Las sutilezas semánticas occidentales siempre han sido buenas aliadas de los dictadores, que son hombres de acción, y las ven como debilidades. La retórica del dictador es muy distinta. El dictador no habla; el dictador se escucha. Y más un dictador teatral como Gadafi.
Las amenazas de Gadafi son verbales y de hecho. Retóricas son sus amenazas de no frenar a Al Qaeda, ¡cómo si le importara algo! Ese ha sido el subterfugio que Occidente le ha concedido para poder seguir negociando con sus recursos energéticos, para permitirle invertir en las empresas, especialmente en las de la tibia Italia de Berlusconi, trufada de capital libio.
Nuestro presidente Zapatero acaba de ir a los emiratos y ha conseguido financiar nuestras tocadas Cajas de Ahorro con 150 millones de euros. Según informó el diario El País tras el viaje a Qatar y los Emiratos:
Este segundo país ha sido en el último trienio el primer inversor extranjero en España, gracias a la compra de la petrolera Cepsa, por la que acaba de desembolsar 4.800 millones de dólares, que se suman a los 3.900 millones que ya invirtió en 2009. El lunes en Doha (Catar), Zapatero obtuvo compromisos por al menos 3.000 millones de euros, de los que más de 2.700 corresponden a sendas inversiones en una empresa energética y otra de telecomunicaciones y 300 a una caja de ahorros.*
¡Esperemos que no ocurra nada allí que ponga a prueba nuestros principios!  Energía, telecomunicaciones y bancos. ¡No está mal invertir en sectores tan estratégicos! Mientras los países occidentales sigan aumentando así su deuda, disminuirán sus recursos democráticos porque hipotecan su capacidad de decidir ante los acontecimientos como los que vivimos. Los ciudadanos deberíamos poder decidir con quién queremos tener deudas y en qué forma se han de pagar. Pero tampoco nos importa mucho. Nuestros dirigentes regresan llenos de cifras y datos de la importancia de lo que han hecho, que no ha sido más que aceptar un dinero de países que no lo invierten en sus propios pueblos porque los dictadores y autócratas están así más seguros. No hagas fuerte al que te puede cortar la cabeza y debilita moralmente al que pueda ayudarlos. Unos débiles, otros tibios.
Terror en las calles y terror en los mercados. Esa es la fórmula del tirano eficaz. ¿Por qué poner bombas cuando los puedes arruinar? Hay un término medio: bombardear los depósitos de tu propio petróleo.
Los interlocutores libios, ya reconocidos, podrán ahora recorrer oficialmente las cancillerías de todo el mundo para ser recibidos cordialmente por los mandatarios que siguen pensando cómo ayudarles. Así somos, nos gusta decidir las cosas con calma.
Mientras, el pueblo libio acaba de recuperar otra plaza. En Londres han invadido y declarado zona libre, propiedad del pueblo, la lujosa casa de Saif al Islam, el hijo mediático de Gadafi. Han plantado la nueva bandera tricolor y ahora, si le apetece, que vaya a bombardearla.

* “Zapatero suma a Emiratos a los inversores extranjeros con 150 millones”. El País 01/03/2011 http://www.elpais.com/articulo/espana/Zapatero/suma/Emiratos/inversores/extranjeros/cajas/150/millones/elpepuesp/20110301elpepunac_1/Tes


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